24.DIC.18 | Posta Porteña 1980

Relatos de Amodio (Extraídos del Facebook de HAP- (77/78)

Por AMODIO

 

Relato 77/ 14 de diciembre de 2018


El abandono de la idea de fugarnos nos dejó sin el sustento que alimenta a todo preso: tener un objetivo a cumplir. Cualquiera sea, pero algo que aparezca como sostén espiritual. Volvimos a nuestras partidas de ajedrez, a las palabras cruzadas, a nuestras partidas de cartas y a las lecturas. Alicia soportó mejor que yo esa vuelta a la “normalidad”, que no era otra cosa que esperar a que Cristi se decidiera a cumplir su palabra. Hoy, mirado a la distancia, aquel tiempo de incertidumbres parece llevadero comparado con las dificultades que debimos superar después. Pero con 36 años, luego de haber consumido casi diez en una militancia que me llevó a abandonarlo todo, el futuro me parecía sencillo.

Abella me consultó varias veces acerca de las negociaciones por la tregua de julio del 72, porque en esos momentos, algunos detenidos como miembros del MLN adujeron que en virtud de los pactos acordados entonces, los que de una forma u otra hubieran participado, aunque fuera como prestatarios de los locales donde se discutieron las condiciones de la tregua, tenían la inmunidad reconocida por las FF.AA.

Yo acepté estar en conocimiento del pacto, porque eso había sido la causa de la detención de Marenales, pero que ignoraba los nombres de los participantes. Le recomendé que hablara con los militares que habían participado en esas reuniones, pero al haber sido sancionados, no se atrevió a hacerlo. Finalmente, todos los detenidos fueron liberados.

Otro motivo personal de preocupación era que periódicamente era citado por la justicia militar, para responder por diferentes casos que todavía estaban sin resolver. En algunos, era evidente que quienes me señalaban eran los compañeros que también habían participado en ellos, porque así constaba en las declaraciones. La descoordinación entre la justicia militar y los servicios encargados de las averiguaciones, era patente.

En mi caso, yo era acusado por mis propios compañeros de haber cometido atracos, secuestros e incluso algún asesinato que ya estaban aclarados en los cuarteles y que no me implicaban en absoluto, pero cuyos resultados no llegaban a los jueces.
La detención y posterior liberación de Jorge Batlle significó mi vuelta a los primeros planos, ya que Batlle también me acusó de estar conspirando con los militares e incluso llegó a decir que yo había concurrido al Palacio Legislativo a entrevistarme con algún diputado. Batlle hizo causa común con Wilson, sabiendo que mentía.

En el Archivo Cámpora hay un documento interno del MLN, escrito por Huidobro analizando esto y se reconoce que Batlle me menciona para no abrir otro frente de investigación.
La detención de Batlle dejó en evidencia la autonomía de los capitanes del Florida y de los del cuartel del Cerro, que actuaban mancomunados.

Cristi se dio cuenta que ese movimiento lo desbordaba y aprovechó el caso Fasano para desarticular a los capitanes del Florida y envió a Gavazzo a La Paloma, con la finalidad de desmantelar las comisiones de los ilícitos que funcionaban allí, bajo las órdenes de Conke y Miraldi, que funcionaban en el local dedicado a escuela y que contaban con el apoyo de un vehículo militar, con su correspondiente equipo de soldados al mando de un teniente y que eran los que realizaban los operativos que Conke y Miraldi les ordenaban

 

Relato 78/ 15 de diciembre de 2018

 


La llegada de Gavazzo a La Paloma fue el golpe de gracia a las comisiones de los ilícitos. Cristi, a pesar de haber sido el impulsor de la intervención de un hombre de su confianza, tal era el caso de Gavazzo, no había tomado consciencia del estado de la situación allí: los presos deambulaban libremente por las reparticiones cuarteleras, realizando tareas de limpieza, con fácil acceso a los armeros, impartiendo cursos de economía a los oficiales y realizando tareas propias de la tropa, como si fueran otros soldados más. Si bien las entradas y salidas de los presos no eran tan numerosas como las producidas en el Florida, estas se dieron con bastante frecuencia e incluyeron visitas a familiares, tanto domiciliarias como en sociedades médicas y en alguna oportunidad para asistir a sesiones cinematográficas. Uno de los mayores beneficiados por esa liberalidad fue Valdez Pieri, que tras las salidas para señalar a militantes y colaboradores era recompensado con visitas a casa de una de sus abuelas, donde pasaba largas jornadas.
Hasta ese momento se habían producido visitas a presos de otras unidades en donde las comisiones de los ilícitos no habían tomado cuerpo a cabalidad, para intercambiar impresiones y experiencias con el fin de que llegaran a buen término.

Se trataba fundamentalmente de restarle apoyos a Sendic, que hasta ese momento se negaba a aceptar la “rendición honrosa” que se le había ofrecido. También a los presos en La Paloma fueron a visitarlos presos de otras unidades. Rodrigo Véscovi ha narrado esos momentos, tanto en “Ecos revolucionarios” como en “A propósito de los tupamaros torturadores”, publicado en Posta Porteña.

( Ndeposta ver )

DISCUTIENDO SOBRE IMPUNIDAD Y NUESTRA DERROTA

  El Ñato narró los interrogatorios a un contador responsable de una casa de cambio, llevado adelante por los capitanes “ayudados” por el mismo Valdés Pieri y otros presos, todos del MLN. Como narra el mismo Véscovi es en esos momentos que la figura del “Goyo” Álvarez comienza a ser propagandeada por los mismos presos como el “hombre a apoyar”, llegándose incluso a decir que el Ñato era quien le escribía algunos de sus comunicados

Las repercusiones en la interna del ejército por la suspensión de las comisiones de los ilícitos no se hicieron esperar. Los militares de mando intermedio convocaron a una reunión en el Círculo Militar, que fue abortada por el mismo Cristi, haciendo acto de presencia. Ese fue el punto final al intento de tupamarización de los militares emprendido por los presos del MLN, que aprovecharon la falta de formación política de esos mismos mandos medios. Algunos de los militares participantes en esas comisiones luego serán procesados como integrantes de la operación Cóndor, dando un giro total a sus posiciones anteriores.


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