27.DIC.18 | Posta Porteña 1981

¿Cómo Asujetamos A La Gente A La Campaña?

Por PataAnchaEnLaTierra

 

Encendiendo el fogón por un pedazo de tierra

 

Toda una vida de trabajo y sacrificio, garreado. Agarrado con alfileres al campo, el paisano muchas veces tiene que armar el “mono” y patear pal pueblo, malvender animales que costaron años de trabajo, que salvaron la petisa, pararon la olla y aguantaron el tirón pa que la gurisa hiciera una carrera de estudio…

Le llaman “éxodo rural”, emigración de la campaña, despoblamiento. Pero también se parece a un exilio. No es que te vas del campo, te echamos del campo, el país te expulsa, porque la tierra y el agua, los alambres son para algunas firmas grandes, muchas veces gringos, argentinos, brasileros, que no trabajan, sino que dicen que “invierten” y cosechan en los bancos el trabajo de otros. Nuestro trabajo y las riquezas de nuestra tierra, que se van en ganado en pie, en toneladas de grano sucio, en pasta de papeleras.

Pero es más grande la “sangría” de esta gente valiosa que está como el pasto chato, abrazada a los terrones. El país está perdiendo toneladas de conocimientos, oficios, habilidades, cultura, valores, memorias, y también la identidad, el amor al lugar, a la tierra, a un paisaje poblado de recuerdos y tradiciones, el entramado social del país en la campaña.

El Uruguay no tiene petróleo, tiene tierra. La tierra es nuestro petróleo.
Y es aquí en la campaña donde está el petróleo del Uruguay: la tierra y la naturaleza, los pastos nativos, el agua, la materia orgánica del suelo, los bichos y plantas de todo tipo.

Cualquier campo tierrudo termina desnudo si no hay raíces que lo asujeten. Esta furiosa tormenta llamada globalización del capitalismo financiero se lleva el suelo y las raíces de la patria a las cañadas

Cambiamos de patrones pero la expulsión de gente del campo y de pescadores artesanales de los ríos sigue igual

 

 12/12/18

Se vendió el 50% de la superficie productiva en los últimos 20 años. Todavía no sabemos si la extranjerización alcanza el 20, el 30 o el 40% del territorio. UPM 2 precisa 200 mil hectáreas para la proyectada planta, por eso los gobiernos Departamentales entregan el territorio, como lo hizo Tacuarembó al declarar de interés departamental el aumento del patrimonio de una empresa.

Los más perjudicados de todos por los montes de UPM son los ganaderos familiares, que todavía quedan 15 mil y los 50 mil peones de la ganadería.

Porque antes estos paisanos, que solo tienen sus brazos y una puntita de animales, hacían la “pecera” en la vieja estancia ganadera, alambraban, esquilaban, y echaban en pastoreo en campo abierto. Vivían trabajaban y morían en la campaña. Eso cambió, porque se expulsaron había 80 mil productores en todo el país en 1960, ahora hay 40 mil.

Pero los trabajadores de la ganadería no importan porque no mueven la aguja de las urnas de votación, son pocos votos y siguen siendo invisibles para los gobiernos de turno. Ahora la changa es cada vez menos, hay un campo sin vecinos, no se sabe de quién son los campos.
Los trabajadores o jubilados de Nueva York, o Israel son dueños de la campaña oriental del viejo Artigas. Mandan ellos, y tienen las leyes a medida como siempre. En eso no hay novedad.

Los pocos ganaderos chicos que quedan en el centro norte, en la campaña echan ganado dentro de los montes lo que lleva más trabajo, más horas de recorridas, son potreros más grande, y hay depredadores y hongos tóxicos.

Los que tienen suerte entran a un campo de colonización, donde el promedio es 50 vacas por colono. Cuatro veces menos campo de lo que tiene un productor chico del basalto.

Pero no solo el productor chico, ni solo el pescador artesanal, todos somos cada vez menos soberanos, pero esto empezó con Sanguinetti, siguió con Lacalle, Batlle, Vázquez y Mujica. Nadie le puso el cascabel al gato. No hay política de tierra para los trabajadores de la tierra.

¿ El derecho al trabajo en la construcción de la Planta de UPM 2  puede ser más importante que el derecho de los ganaderos familiares y los pescadores familiares a su territorio?
¿Los 1.000.000.000 U$S que aportará el Estado uruguayo para UPM2 no podrían asentar durante más de 30 años a 1.200 ganaderos familiares?
Estamos a favor de que el Estado adquiera tierras para distribuir como está previsto en la Ley de colonización, pero no estamos de acuerdo en que se deje expulsar de la campaña a los que cuidan el territorio por todos nosotros, a los que recorren las grutas, las cuchillas y los aguajes que son de todo el pueblo.

No somos cazadores de pescado

 

Para el Ministro de ganadería Enzo Benech los pescadores artesanales son cazadores, pensará que son primitivos, o atrasados, porque piensa que pescar es agarrar a palo a los peces. Frente a eso dice que la cría de peces, la acuicultura es una técnica que permitiría la producción de carne de pescado pero de una manera moderna.

Señor Ministro venga al Río y mire de cerca la técnica, después nos dice quién está en la prehistoria. ¿Cómo a pesar de tanto veneno que los grandes sojeros y forestales echan nosotros podemos seguir viviendo de la pesca artesanal?. ¿Por qué los pescadores artesanales de Rincón del Bonete defendieron la veda que la DINARA no terminaba de aprobar?.

Seremos pampas pero no somos cazadores de pescado. Somos los que recorremos 170.000 hectáreas sin cobrarle un peso al Estado. Conocemos cada isla, cada bicho, cada planta que crece en la costa y sabemos donde están fondeados los montes que inundaron las represas.

Nos quieren sacar del agua por UPM 2. Nos quieren hacer olvidar el oficio para que algún empresario grande venda la carne de pescado. Pero nosotros defendemos el recurso y algún día la sociedad uruguaya se dará cuenta que hay pescado porque hay pescadores artesanales, que hay campo natural porque hay trabajadores de la ganadería, que hay oficios rurales porque los trabajadores tenemos técnica. Esperemos que no sea tarde que despertemos

Bienvenida las nuevas técnicas, pero que no sean una excusa para abandonar los recursos naturales a la voracidad de los capitalistas.

Patancha en la tierra   diciembre 2018


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