02.ENE.19 | Posta Porteña 1982

ARG : Los verdugos de ayer no son mejores que los verdugos de hoy, todos fracasados que nos conducen a nuevos fracasos

Por LHS

 

MaKri

 

La Hoja Socialista N° 14 – Diciembre 2018

Tanto el kirchnerismo como buena parte de la izquierda insistieron desde la hora cero con la idea de que Macri era un ajustador desalmado que venía a reimponer un sistema neoliberal. Una idea funcional al retorno de Cristina, que aparecía como el opuesto de Mauricio: un modelo industrializador basado en la inclusión social. Lo cierto es que, si miramos bien el asunto, nos encontramos con que ambos ensayaron las mismas recetas. No podría ser de otra manera, porque los dos representan los intereses de una clase, la burguesía, que nos condena a la miseria. Expliquémonos.

Hace rato que el capitalismo argentino le “sobra” gente. Usted ya sabe, lo explicamos en LHS nº 4, que una sociedad basada en la ganancia, tiende a expulsar trabajadores. Esto se puede ver en algunos indicadores. Desde el 2001 a la actualidad, se consolidó una tasa de desempleo real que en los “mejores” años fue del 23% y en promedio de toda la etapa (2001-2018) del 28%. En cuanto a la pobreza, el piso fue del 25% y el promedio del 33%. Eso es lo mejor que pueden exhibir Néstor, Cristina y Mauricio. En otra oportunidad, vamos a comparar en detalle la pobreza y la desocupación entre K y M. Ahora lo que nos interesa es tener estos números en la cabeza, para pensar otro problema: ¿Qué hicieron ambos frente a esta situación?

El kirchnerismo enfrentó su primera crisis a partir del 2009, con el estancamiento de la economía, los despidos y las suspensiones. La respuesta de Cristina siguió tres vías. Por un lado, implementó el Plan Repro, un subsidio a las empresas a punto de quebrar. Incrementó también el empleo público. Y, sobre todo, largó nuevos programas de empleo como el Argentina Trabaja. El gran caballito de batalla K fue la Asignación Universal por Hijo (AUH) en 2009, un subsidio para los trabajadores desocupados o no registrados, que alcanzó a entre 3,3 y 3,6 millones de niños. A estos planes y programas cabe agregar la asistencia al consumo por la vía de los “Precios cuidados” y el “Ahora 12”.

¿Qué hace ahora Mauricio? Nada demasiado distinto. Comencemos por señalar que no impulsó el crecimiento del empleo público pero que, contra lo que suele pensarse, tampoco achicó el Estado. Si se comparan los números de hoy, la plantilla de estatales está al mismo nivel que fines de 2015. Lo más interesante, sin embargo, en materia de planes sociales.

Macri no terminó con Argentina Trabaja, sino que lo expandió. Inicialmente, el K benefició con él a 150.000 desocupados. A fines de 2017, habían ascendido a 175.000. A su vez, el gobierno de Cambiemos creó el Salario Social Complementario, equivalente a un 50% del mínimo vital y móvil, que llega 187.000 de asistidos. Además, Mauricio universalizó la AUH e incorporó a monotributistas, lo que hizo ascender el número de beneficiarios a 4,1 millones. Por otra parte, los “Precios Cuidados” y el “Ahora 12” se mantuvieron y, además, se lanzó el programa de devolución del IVA. Se trata de un reintegro del 15% para compras que no superen los 300 pesos mensuales a jubilados, pensionados, empleadas domésticas y beneficiarios de algunos planes. A comienzos de 2018 tuvo 1,4 millones de beneficiarios.

En términos globales, el kirchnerismo en su último año de mandato destinó 102.627 millones a asistencia, mientras que el macrismo en 2017 gastó 112.281 millones (ambos números medidos en pesos reales de 2018, es decir, eliminando el efecto de la inflación). Lo que ha venido cayendo es el poder de compra tanto de los planes de empleo como de la AUH, pero eso tampoco es una novedad del macrismo. Los planes como Argentina Trabaja vienen perdiendo contra la inflación desde que se crearon, mientras que la AUH comenzó a caer sobre todo desde 2014.

Hay que insistir todas las veces que sea necesario. Macri no es diferente de Cristina. Ambos se encargaron de gestionar la miseria para contener al sector más combativo en el Argentinazo, el movimiento piquetero. Los laburantes no queremos migajas, queremos todo. Y lo queremos ya.


Notas

Los datos de esta nota fueron elaborados por la Oficina de Estadísticas Sociales (OES) del Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales (CEICS), en base a estadísticas del ANSES, el Ministerio de Trabajo y Hacienda y la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC.

 

¿Quién reforzó el aparato represivo?

 

26/12/2018

“Macri, basura, vos sos la dictadura”. Desde diciembre de 2015, este cantito se volvió frecuente. Sobre todo, en movilizaciones dominadas por el kirchnerismo (aunque lamentablemente cierta izquierda también suscribió). Es que, desde la derrota de Cristina, los K quisieron instalar la idea de una “dictadura macrista”, para ocultar su propia derrota y exaltar la faceta represiva de Cambiemos.

Como ya explicamos en números anteriores, la represión no escapa al horizonte de la democracia burguesa, por lo cual la asociación dictadura igual palos, es falsa. Pero eso no es lo que nos interesa ahora. Lo que queremos poner sobre la mesa en esta oportunidad, es el papel de Néstor y Cristina en lo que se supone fue una tarea de Mauricio: el reforzamiento del aparato represivo.

Como siempre decimos, la mejor forma de llegar al centro de los problemas, es ir a los datos concretos. Pero antes, comencemos por explicar algo elemental. Las fuerzas represivas que dependen de la administración nacional se dividen, según su utilidad, en Fuerzas Armadas (Ejército, Armada, Fuerza Aérea y su conducción, el Estado Mayor) y Fuerzas de Seguridad (Policía de Seguridad Aeroportuaria, Prefectura, Gendarmería y la Policía Federal).

Las fuerzas armadas son las formaciones con las que cuenta el Estado para defender al país de la amenaza externa. Ahora bien, un país capitalista es el país de la burguesía, es el espacio en el que los patrones se aseguran la explotación de sus trabajadores. Las FF.AA. defienden el derecho de los patrones locales a no compartir su coto de caza con patrones de otros Estados.

Obviamente, todo Estado también cuenta con fuerzas de seguridad interna que buscan garantizar el cumplimiento de las leyes puertas adentro. Eso es la Policía o la Gendarmería, por caso. Naturalmente, su función fundamental es proteger los intereses del Estado, es decir, de los patrones. De allí que sean estas fuerzas a las que vemos reprimir movilizaciones o huelgas, cuando los trabajadores reclamamos mejores condiciones de vida.

Vayamos, ahora sí, a los datos concretos. Las Fuerzas Armadas contaban en el inicio de la “década ganada” con 98.897 efectivos y la terminaron con 102.403. Un crecimiento del 3,5%, lo que no es gran cosa realmente. Veamos ahora la supuesta “explosión” de esta fuerza en tiempos de “dictadura amarilla”: en 2018 alcanzaron los 106.551. O sea, un crecimiento del 4%. Tampoco es un número significativo. Más bien, lo que se nota es que estas Fuerzas se mantienen estancadas.

Vayamos ahora a los números de las Fuerzas de Seguridad que, como vimos, son las que se utilizan para la represión a los laburantes. Néstor recibió 70.014 efectivos y Cristina dejó el mando con 112.963. Un crecimiento fabuloso de más del 60%. ¿Y “Mauricio I, el dictador”? En 2018 cuenta con 101.565 efectivos. Es decir, se desplomaron un 10% los efectivos. Curioso…

Mención aparte merece la Gendarmería, que fue la estrella del kirchnerismo en materia represiva. Quizás recuerde Sergio Berni, al que le gustaba jugar a ser Rambo, por la frecuencia con la que metía palos a los laburantes en la Panamericana. Con el matrimonio K los gendarmes pasaron de ser 18.282 a 38.555. ¡Un 111%! Mientras tanto, desde que asumió Mauricio se incorporaron 349 nuevos gendarmes.

Tomemos un último dato. Presupuesto. En 2003 el presupuesto de las dos Fuerzas era de $ 100.000 millones y en 2015 de $167.000 millones (siempre a precios constantes de 2018, es decir, eliminando el efecto de la inflación para poder comparar). Un crecimiento del 67%. Macri, por su parte lo incrementó un 6,2%, para dejarlo en 177.000 millones.

Con estos datos, ya ningún kirchnerista le puede vender liebre por gato. Quienes más contribuyeron al reforzamiento del aparato represivo fueron Néstor y Cristina. No por nada dejaron un tendal de 45 compañeros asesinados en situación de protesta. Mauricio, por su parte, no necesitó incrementar demasiado las fuerzas ni darles más dinero, ya contaba con el trabajo previo del kirchnerismo. ¿Recuerda que le dijimos que son lo mismo? Otra prueba más y van…


Notas

Los datos de esta nota fueron elaborados por el Centro de Estudios e Investigación en Ciencias Sociales en base a estadísticas del Ministerio de Hacienda.


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