Las comunidades zapatistas de Chiapas se opondrán a la construcción del Tren Maya. Ellos aseguran que se opondrán a las acciones anunciadas por la administración de López Obrador y califican a este proyecto de infraestructura como destructivo. Asimismo, criticaron la ceremonia indígena realizada por el presidente de México durante su toma de mando.
Por José Díaz Servindi, 4 de enero, 2019
.- Pese a haber accedido a realizar un proceso de consulta previa para la construcción del Tren Maya, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no tendría asegurada la viabilidad de su obra de infraestructura emblemática. Esto luego de que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) anunciara su oposición a la realización de este proyecto.
Luego de una serie de asambleas con motivo del 25 aniversario del alzamiento realizado por el EZLN en Chiapas en 1994, las comunidades zapatistas, de mayoría indígena maya, se pronunciaron en contra del Tren Maya que atravesaría la selva sur de México. Estos pueblos indígenas autónomos anunciaron que se opondrán a la construcción de este proyecto muy a pesar de la posible represión que esta actitud les pueda representar.
“Vamos a pelear. Vamos a enfrentar, no vamos a permitir que (López Obrador) pase aquí sus proyectos de destrucción. No le tenemos miedo a su guardia nacional, que cambió de nombre, para no decir Ejército”, expresó el subcomandante Moisés a través de un comunicado.
El EZLN criticó otras obras anunciadas por el gobierno de AMLO como la siembra masiva de árboles en áreas del estado de Chiapas, algo que podría superponerse con las bases zapatistas instaladas en lo que consideran un territorio autónomo, como compensación por la deforestación que implicaría la construcción del Tren Maya.
AMLO responde
Frente a la advertencia lanzada por el EZLN, el presidente de México optó por una respuesta ponderada, aunque sin aclarar qué decisiones tomará. AMLO señaló que respeta el derecho de las comunidades zapatistas a oponerse a los planes de su administración e hizo énfasis en que no desea que exista un enfrentamiento debido a la construcción del Tren Maya.
“Expreso mi respeto a sus planes, programas, a sus decisiones. Vivimos en un país libre. No hay represión, no hay censura. Quien califica es el ciudadano. No vamos nosotros a enfrentarnos a ningún grupo. Nosotros queremos la paz y la reconciliación. Puede haber diferencias, las hay, pero eso no quiere decir que va a haber confrontación”, dijo López Obrador a mitad de semana al ser consultado sobre el pronunciamiento zapatista.
Cabe recordar que no existe un legado amistoso entre AMLO y el EZLN. En los últimos días el subcomandante Moisés criticó que López Obrador usara una ceremonia indígena en su toma de mando, un acto que los zapatistas calificaron como deshonesto. Asimismo, en anteriores elecciones los zapatistas han llamado en repetidas ocasiones a no votar por el político de izquierda
Los pueblos, naciones y tribus que conformamos el Congreso Nacional Indígena y el Concejo Indígena de Gobierno, saludamos con orgullo el 25 aniversario del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, desde que el 1 de enero de 1994 nuestra palabra dejó de pedir limosnas para exigir justicia, y para reconocernos en los derechos que desde ese día comenzamos a ejercer, no solo en Chiapas, sino en todos los rincones indígenas de nuestro país.
Ese día un nuevo capítulo en nuestra vida colectiva se comenzó a escribir. Con la frente en alto caminamos recogiendo los pasos de nuestros antepasados y sembrando los de las generaciones venideras, con la convicción de seguir siendo pueblos, naciones y tribus.
Con la guerra desatada en contra nuestra, nos hemos visto reflejados en el caminar de las comunidades indígenas zapatistas, sabidos de que afuera solo hay amenazas en nuestra contra y que todo es en nombre de la riqueza para solo algunos. Para nosotros ofrecen que migremos dejando nuestros territorios, nos ofrecen el luto por nuestros muertos ante la violencia, ante la contaminación, ante la persecución y la prisión, nos ofrecen el miedo y la resignación.
Los pueblos que somos el CNI conocemos cómo actúan los malos gobiernos a nombre de quienes tienen más y quieren todo. Hemos enfrentado la formación de grupos de choque, de paramilitares y ahora de narco paramilitares que el mal gobierno disfraza de divisiones internas, para así decir que unos quieren y otros no quieren entregar la tierra y los recursos naturales a los dueños del dinero. Conocemos las formas con las que las instituciones indigenistas del mal gobierno engañan a nuestra gente para generar la división que cobre las vidas de nuestros compañeros y compañeras que opten por la dignidad, la resistencia y la rebeldía.
El INPI y su disque nueva política indigenista no es más que la profundización de esa ofensiva contra la vida, con la que quieren hacer débil la lucha por la autonomía de los pueblos originarios que, con su lucha, frenan la devastación que de arriba imponen. El CNI y nuestros compañeros del Concejo Indígena de Gobierno no le creemos al capataz del capitalismo que dice gobernar México, y no aceptaremos ninguna falsa consulta como esas con las que quieren legitimar el robo de los territorios indígenas y campesinos, nuestro exterminio y la agudización de la guerra en nuestra contra. No aceptaremos nuestra muerte aunque traigan miles o millones de votos que, según ellos, así lo decidieron.
Con nosotros caminan los pasos profundos, reales e irrenunciables que los pueblos originarios hemos dado en resonancia con el caminar del EZLN y las comunidades indígenas zapatistas. Somos medios de comunicación, cooperativas, guardias comunitarias; somos primarias, secundarias y bachilleratos; somos lenguas y cosmovisiones antiguas; somos apuestas a un futuro que, los que están en el poder, ni siquiera son capaces de imaginar; somos los que enfrentaremos en cada rincón la destrucción que pregonan como si fueran beneficios “democráticos”.
Junto con la profundización de la guerra capitalista también profundizaremos nuestra resistencia y rebeldía. Las mineras con las que pactaron, los megaproyectos en el istmo de Tehuantepec, el inmoral proyecto del tren maya, la devastación y privatización para sembrar plantaciones forestales industriales en la selva lacandona y la enajenación territorial al gran capital que son las Zonas Económicas Especiales se toparán de frente con el verdadero poder, el de abajo. Ese que no se rinde, que no se vende y no claudica, porque hacerlo es sabernos muertos como pueblos.
Saludamos respetuosamente y enviamos un abrazo colectivo y fraterno al Comité Clandestino Revolucionario Indígena – Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a los miles de milicianos y milicianas y a las comunidades bases de apoyo. Advertimos a los malos gobiernos que cualquier agresión en su contra es también contra el CNI- CIG, por lo que hacemos un llamado a las redes de apoyo en todo el país y a las redes de resistencia y rebeldía en México y en el mundo a estar atentos y organizados para accionar de manera conjunta y construir un mundo en el que podamos vivir todas y todos.
Atentamente
Enero de 2019
Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos
Nunca Más Un México Sin Nosotros
Comisión de Coordinación y Seguimiento del Congreso Nacional Indígena/Concejo Indígena de Gobierno
Las relaciones entre los hombres están regidas por los conflictos. Estas controversias, escalan y desescalan. El máximo de escalada lo tenemos en las acciones violentas. Pero todo conflicto es regido siempre entre los actores por relaciones de competencia o bien de cooperación.
En un conflicto entre opresores y oprimidos, el riesgo de escalada siempre es alto. Sin lugar a dudas, los que estamos sometidos queremos que los poderosos dominantes renuncien a sus inhumanos apetitos, su voluntad fracturada que de sometida a la decisión de los pueblos. Entonces desarmados, sin ejércitos, sin jueces, políticos, o bancos, sus inmensos privilegios y obscenos derroches de riquezas mal habidas habrán caducado.
Es absurdo y casi contra natura pretender que en forma pacífica, sin dar pelea abandonen sus armamentos y marchen a la cárcel y se encierren en sus celdas. Lamentablemente, esto no existió nunca a lo largo de toda la historia humana, por el contrario siempre el poderoso, el opresor uso la fuerza para controlar a los sometidos y poder mantener una vida rodeada de lujos gracias al esfuerzo y privaciones de otros.
Es un ridículo anhelo pretender que por un acto de bondad renuncien a sus privilegios sostenidos por la fuerza.
El único camino posible indicado para los pueblos que se liberaron es salir de las relaciones de cooperación, establecer las de clara competencia confrontativo y escalar el conflicto para que mediante un acto de fuerza, sea este en forma prolongada o fulminante se pueda revertir la ecuación y los dominados logren su libertad. Esta prueba de fuerza la gana no necesariamente quien tenga una causa justa, sino mejor estrategia y la historia indica que siempre es a costa de grandes derramamientos de sangre, ello parece ser inevitable.
Claro que sería fantástico que por deseo mágico el oponente se desarme!! Así es muy lindo llamarse revolucionario, y llamarse “progresista” Pero el camino es el opuesto, es con sacrificio, dura capacitación intelectual pero sin descuidar la física porque finalmente la controversia será resuelta por un acto de fuerza.
Los romanos tenían esto muy claro y sentenciaban “si quieres la paz, prepárate para la guerra”, por su parte el historiador militar Liddell Hart, prefería indicar “si quieres la paz, estudia la guerra”
Soñar no es malo, pero lo difícil es pasar las ideas a la acción, precisamente esto es tarea de la estrategia. Acá no alcanza con alucinar fumándose un porro o delirar entre vapores etílicos, se espera por el contrario resolver un problema concreto con un resultado concreto. El desarme de los ejércitos se produjo siempre y luego de haberlos derrotado, allí se lo obliga a entregar sus armas, rendirse a discreción y quedar sometido a la voluntad del vencedor. Entonces si la paz es posible.
Alejandro