06.FEB.19 | Posta Porteña 1992

VZLA | Persiguiendo Al Chavismo:

Por Prensa Provea

 

 Discriminación por razones políticas contra funcionarios de Hugo Chávez por parte de Nicolás Maduro

 

Resumen: De acuerdo a las dimensiones de antielitismo y antipluralismo que caracterizan a los populismos del siglo XXI, del cual forma parte Nicolás Maduro, su gestión ha impedido mediante diferentes mecanismos las expresiones de disentimiento emanadas desde personalidades que apoyaron a Hugo Chávez, acusándoles de ser parte, o cómplices, de la élite corrupta a la cual hipotéticamente estaría enfrentada su gobierno. Este primer avance del informe sobre violaciones de derechos humanos contra el denominado “chavismo disidente” encontró 45 víctimas de violaciones, agrupadas en vulneraciones a la libertad personal (57% de los casos), Derechos laborales (28.5%), Libertad de expresión (16.6 %), Integridad personal (11.9%) y el derecho a la justicia (7.1%). La persecución contra sus propias filas ratifica la naturaleza no democrática del régimen de Nicolás Maduro y la naturaleza estructural de la discriminación por razones políticas para su modelo de gobernabilidad. Los patrones encontrados revelan una acción sistemática de los diferentes poderes públicos para castigar y perseguir el cuestionamiento interno. La polarización política del país invisibiliza el abuso de poder contra antiguos funcionarios del gobierno de Hugo Chávez o personas que se identifican como “chavismo disidente” quienes, salvo excepciones, no consiguen la amplificación de sus denuncias ni mecanismos de obtención de justicia. El documento a continuación refleja los primeros resultados de una investigación en curso. Provea invita a todas las personas que se identifiquen políticamente como “chavistas” y que hayan sido víctimas de violación de derechos humanos, que nos remitan la información sobre su caso para ser incluida en la versión definitiva, al siguiente correo electrónico: coordinacion.general@derechos.org.ve

Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) Investigación: Nelson Méndez Rafael Uzcátegui

(primera parte)

Tras las evidencias cuantitativas de la irreversible perdida de la mayoría electoral, evidenciadas en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015, en el año 2016 Nicolás Maduro toma decisiones que alejaron a su gobierno de la democracia. Como ha sido documentado por Provea, la irregular sustitución de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), la aprobación de un marco jurídico supraconstitucional, bajo el nombre de “Estado de excepción y emergencia económica” y la erosión de las garantías democráticas para la participación en elecciones y ejercer el derecho al voto, motivaron a que una de las organizaciones de derechos humanos con mayor trayectoria en el país calificara al Ejecutivo como una dictadura moderna, una dictadura del siglo XXI, cuyo antecedente era el régimen impuesto por Alberto Fujimori en Perú entre los años 1990 a 2000

Esa identidad autoritaria, que sobrepasa los rasgos de autoritarismo que pudieron atribuirse a la previa presidencia de Hugo Chávez, ha sido examinada en sus detalles esenciales en diversos documentos emanados de esta ONG, especialmente en los Informes Anuales de Provea correspondientes a los años 2016 y 2017(1) , si bien cabe recalcar que en los Informes correspondientes a años previos ya se venía resaltando con preocupación el endurecimiento del perfil autoritario del Estado venezolano y su progresivo abandono de formas y prácticas democráticas

 El presente informe busca profundizar un aspecto ilustrativo de esa caracterización dictatorial: El trato que se ha dado desde el poder político institucional a quienes proclaman una identidad bolivariana, chavista o afín, con responsabilidades gubernamentales y militancia en alguno de los partidos oficialistas en el pasado, que han criticado la gestión presidencial de Nicolás Maduro. Como podrá constatarse, por los datos disponibles, la respuesta oficial frente a los integrantes de ese sector, algunos alegando ser los verdaderos herederos del legado político de Hugo Chávez, se diferencia poco, en su talante antidemocrático, del trato gubernamental hacia los sectores de la oposición

 Provea ha venido documentando la progresiva discriminación por razones políticas ocurrida a partir del año 1998, fecha del primer triunfo electoral de Hugo Chávez y su propuesta bolivariana. Si bien durante varios años fueron debilitándose las instituciones democráticas y retrocediendo las garantías para el ejercicio de los derechos civiles y políticos, es tras el fallecimiento de Hugo Chávez y el arribo al poder de Nicolás Maduro que esta discriminación, prohibida por la Constitución y diferentes pactos y acuerdos internacionales suscritos por el Estado, la exclusión por razones políticas se hace sistemática y estructural al modelo de gobernabilidad promovido por Nicolás Maduro y su gabinete. El hostigamiento y persecución contra los sectores opositores ha sido suficientemente registrado y visibilizado. Menos conocido son las violaciones de derechos humanos contra personalidades y activistas que se han identificado con el chavismo en el pasado, o lo siguen haciendo, pero que por sus denuncias públicas han sufrido represalias lesivas a su dignidad y sus derechos.

La persecución por razones políticas bajo los gobiernos bolivarianos

El documento “La Democracia Venezolana en el contexto de la Constitución de 1999: Entre el Es y el Deber Ser”, de Nino Gianforchetta, asegura que a partir del año 1998 se instauró en Venezuela un gobierno que a pesar de su origen democrático negaba la pluralidad y el diálogo: “Desde esta perspectiva de una híper-centralización del poder de carácter personalista y fundamentada en un proyecto hegemónico cualquier disidencia, cualquier crítica, es considerada explícitamente como una amenaza a dicho proyecto, y quien ose asumir tales posturas -personas, grupos, partidos, gremios, etc.- son descalificados, perseguidos y, en el menor de los casos, simplemente ignorados. No hay adversarios políticos, solo existen enemigos. Esta práctica, que ignora la pluralidad como elemento esencial de la democracia, impide ciertamente el diálogo y la institucionalización de espacios de interlocución con la sociedad, con los actores sociopolíticos y con los niveles subnacionales de gobierno, tal y como lo impone la misma Constitución de 1999(2)

En un informe elaborado en el año 2011 por la Coordinadora de la Comisión de Derechos Humanos de la Mesa de la Unidad (MUD), diputada Delsa Solorzano, se contabilizaron en 100 las personas privadas de libertad y perseguidas por razones políticas. Como patrones comunes se detallaron la violación de las siguientes garantías: Presunción de inocencia, derecho a la defensa, debido proceso, derecho a ser juzgado en libertad, derecho al juez natural y del principio de legalidad (3)

En el informe “Persecución política en Venezuela” realizado por CEPAZ en diciembre de 2014 se diagnosticaron 8 patrones de persecución a la disidencia opositora en el país: 1) Apertura de procedimientos judiciales (85%) 2) Persecución a través de los medios de comunicación (42%) 3) Destitución de cargos públicos a políticos disidentes (11%) 4) Allanamientos irregulares a la propiedad privada (22%) 5) Allanamiento a la inmunidad parlamentaria (5%) 5) Inhabilitación política (2.8% 6) Usurpación de las funciones públicas (5.7%) 7) Tolerancia de actos violentos en contra de dirigentes políticos (17%). El estudio se realizó tomando una muestra de 35 casos que incluyeron diputados de la oposición venezolana ante la Asamblea Nacional, gobernadores, alcaldes, dirigentes políticos, funcionarios de la Administración Pública de los Estados y Municipios, concejales, estudiantes y manifestantes. El informe califica la persecución contra la disidencia como “sistemática”: “el gobierno actúa de manera persistente y consistente en contra de la disidencia que lideran la oposición venezolana” (4)

Breve esbozo de la disidencia chavista y su evolución

En cuanto a la definición de lo que acá entenderemos como disidencia chavista, estaremos refiriéndonos a personas y agrupaciones con alguna o varias de las siguientes características:

 A) Al menos hasta la muerte de Chávez –y aún después- mantuvieron una postura pública de respaldo al gobierno, iniciando progresivamente una serie de cuestionamientos con los que marcaron distancia de la gestión de Nicolás Maduro.

 B) Ejercieron algún tipo de cargo público durante la gestión de Hugo Chávez

C) Su identidad política es de signo izquierdista

 D) A pesar de su ruptura con la gestión de Nicolás Maduro no han pasado a formar parte de alguna organización político-partidista tradicionalmente opositora al bolivarianismo, ni en la coalición “Mesa de la Unidad Democrática”. Su espacio actual para el ejercicio del derecho a la libre asociación y reunión es una orgánica flexible para la divulgación de sus opiniones.

 Algunas de las personas de este grupo no se sienten cómodas con la caracterización “chavista disidente” (CD), la cual mantendremos en este trabajo, a falta de una mejor denominación que describa las personas que apoyaron al bolivarianismo en el poder en el pasado, y hoy ya no lo hacen.

Las razones por las cuales las personas se distancian de Nicolás Maduro y su ejercicio de gobierno son múltiples: Corrupción, falta de democracia en la toma de decisiones, intolerancia frente a la crítica, ausencia de debate interno, “haberse desviado del proyecto bolivariano”, entrega de la soberanía del país a los intereses extranjeros, profundización del modelo extractivo de desarrollo, involucramiento de altos funcionarios en actos delictivos como el narcotráfico y la especulación financiera con el diferencial cambiario dólar-bolívares

 Si bien este trabajo considera las situaciones de persecución, hostigamiento y acoso contra el CD ocurridas a partir de abril de 2013, fecha de la elección de Nicolás Maduro a la presidencia de Venezuela, creemos importante hacer un resumen cronológico de los cuestionamientos públicos al ejercicio del poder chavista dentro de sus adherentes, los cuales motivaron posteriormente a sus portavoces a la ruptura. Durante su primer (1999-2001) y segundo (2001-2007) período presidencial el movimiento bolivariano no experimentó mayores disidencias notables. Por un lado por la expectativa generada por la Asamblea Constituyente que redactó, en 1999, una nueva Constitución que incorporó diferentes garantías jurídicas para el disfrute de los derechos humanos. En segundo término, por el ciclo de movilizaciones opositoras del año 2002, período de conflictividad que incluyó un golpe de Estado en el mes de abril, durante el cual Hugo Chávez fue separado brevemente de la primera magistratura. Durante los hechos tres comandantes históricos de la insurrección del 4 de febrero de 1992 se sumaron al coro de los críticos: Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos y Jesús Urdaneta Hernández. La disensión más importante e irreversible fue la de Luis Miquilena, quien había sido electo Senador en 1998, pasó a ocupar brevemente en 1999, el Ministerio del Interior y Justicia y luego fue Presidente de la Asamblea Constituyente y Presidente de la Comisión Legislativa Nacional. En el 2001 nuevamente fue nombrado ministro del Interior y Justicia, siendo reconocido como un asesor cercano de Hugo Chávez

No obstante, en el año 2004, luego de la realización del Referendo Revocatorio presidencial –un novedoso derecho incorporado en la Carta Magna de 1999-, tras la victoria de la opción que planteaba que Hugo Chávez finalizara su período presidencial, la historiadora Margarita López Maya fue la designada por la Asamblea Nacional para pronunciar el discurso en la sesión solemne con motivo de su ratificación como presidente de la República Bolivariana. En esa oportunidad se evidenció que existía un tipo de cuestionamiento diferente al de los partidos políticos opositores al proyecto bolivariano, que provenía de sectores que tenían expectativas sobre el cumplimiento de las promesas de inclusión y democratización realizadas desde Miraflores. Durante su alocución, tras describir el clima de polarización y la estrategia insurreccional de un sector de los partidos políticos para sacar a Hugo Chávez de la presidencia, la académica afirmó: “Improvisaciones, torpezas y tendencias autoritarias del gobierno de Chávez entre 1999 y 2001 se combinaron para añadir más leña a este fuego”. Seguidamente agregó: “Es también de urgencia que el oficialismo abandone el discurso ramplón según el cual todo opositor es un «oligarca golpista»”

Finalmente, como último desafío de las clases políticas en ese momento, se dirigió al sector gobernante en estos términos: “Es también un desafío ineludible, para el Presidente y su equipo de gobierno, encontrar las palabras y los espacios para dialogar una y mil veces con quienes se les oponen y sus dirigentes, buscando el retorno a la convivencia pautada por las leyes. Y quizás el mayor desafío es valorar y persistir tercamente en la urgente tarea de construir las instituciones de la V República, aquellas que nos garanticen justicia e inclusión y que, independiente de los hombres y mujeres que tomen las riendas del Estado en sus distintos aparatos y poderes, nosotros los ciudadanos y ciudadanas de a pie podamos estar tranquilos” (5)

Luego de ser reelecto en las elecciones presidenciales realizadas en diciembre de 2006, Hugo Chávez promueve un proyecto de reforma de la Constitución el cual fue sometido a consulta en un referendo para diciembre de 2007. La campaña pública para votar por las opciones “Sí” –se reforma- o “No” –se reforma-, constituyó un punto de inflexión para que un grupo de intelectuales y activistas sociales y políticos que se habían movilizado para apoyar al gobierno bolivariano promovieran públicamente un voto contrario a la propuesta oficial

Algunas habían desempeñado cargos públicos durante la primera gestión presidencial bolivariana. Un ejemplo del tipo de personalidades protagonistas del bolivarianismo en sus primeros años, que cuestionaron la propuesta de reforma constitucional fue Orlando Chirino, un dirigente sindical que en el año 2002 se movilizó para denunciar la ruptura del hilo constitucional y la paralización de la industria petrolera. Este protagonismo llevó a que fuera uno de los dirigentes gremiales en la conformación de una central sindical bolivariana, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), que se enfrentara a la hegemonía de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV). Sin embargo, su defensa del valor de la autonomía del movimiento sindical lo enfrenta a la burocracia oficial, para la cual esta organización de trabajadores debía ser sólo un apéndice de las decisiones presidenciales. Durante la campaña del referendo constitucional convocó a votar nulo

¿Cuál fue la reacción de los sectores oficiales frente a los cuestionamientos que surgían de su propio seno? Según Rodríguez y Gómez (2018) de la ONG colombiana Dejusticia, los dos principales rasgos de los populismos contemporáneos, dentro del cual se encontrarían Hugo Chávez y Nicolás Maduro, son el antielitismo y el antipluralismo. Según el primero existen dos grupos homogéneos y antagonistas: el pueblo y la élite, la cual siempre será corrupta. La élite no es una categoría clara empíricamente, siendo el éxito de los populistas dotar a esta palabra de un significado e incluir permanentemente a grupos en esta categoría, contra los cuales “el pueblo” debe movilizarse: “Quien constituye exactamente la élite y al pueblo es algo que puede variar; depende del contexto sociopolítico y del juego de poder entre grupos y facciones relevantes” (6)

Por su parte el antipluralismo impone dos únicas identidades posibles, o ser parte del pueblo o ser parte de la élite: “El elemento antipluralista del populismo es una lógica moral de “nosotros contra ellos”, que va directamente contra los principios básicos de los derechos humanos” (7)

 Los autores sostienen que para enfrentar a los actores de derechos humanos, lo cual es extensivo a todos los disidentes, los populistas desarrollan tres estrategias (construcción de narrativas políticas, aprobación de reformas legales y ejecución de medidas coercitivas) para alcanzar dos objetivos: Erosionar tanto la legitimidad como la eficacia de los críticos del poder (8)

El antipluralismo populista no permite fisuras en su interior, ni tampoco tendencias que discrepen de sus decisiones: “En nombre de la voluntad del pueblo y en nombre de la democracia, los populistas socavan los derechos humanos, y así promueven un sistema de “democracia sin derechos” (9)   Al no permitir ni la democracia ni la disidencia interna, el chavismo comenzó a calificar a los miembros del movimiento bolivariano que tenían su propia opinión como “traidores”, afirmando que pasaban a formar parte de la élite corrupta, directa o indirectamente (esto última denotado con la frase “hacerle el juego a la derecha”)

La ausencia de democracia interna dentro del partido oficialista PSUV fue confirmada por Darío Vivas, coordinador de movilización de esta organización, cuando en octubre de 2014 afirmó: “Hemos levantado con mucha fuerza lo que dijo Hugo Chávez en 2011, que fue una línea estratégica: esa práctica política cuartorrepublicana que intenta controlarlo todo, hacer grupos, fracciones, está negado en el PSUV y todo aquel que lo practique será severamente sancionado”(10)

Por tanto, el chavismo crítico (como se autoidentificaron inicialmente quienes cuestionaron al gobierno desde su propio movimiento de apoyo) comenzó a ser víctima de las estrategias que el gobierno había implementado contra sus opositores: Objetos de campañas de criminalización y desprestigio; víctimas de reformas jurídicas que limitaron su derecho a la libre asociación y reunión y, finalmente, acoso, persecución, violaciones a su integridad física y detenciones.

Durante los años de gobierno de Hugo Chávez el caso más emblemático de retaliación contra la disidencia interna fue Raúl Isaías Baduel, un militar que con el grado de comandante de la Brigada de Paracaidistas del Ejército dirigió la llamada “Operación Restitución de la Dignidad Nacional”, que el 13 de abril de 2002 restaura el hilo democrático en el país y rescata de su cautiverio al presidente Hugo Chávez, depuesto transitoriamente por un golpe de Estado. A partir de ese momento se convirtió en el militar venezolano de mayor prestigio afín al gobierno bolivariano. En junio de 2006 es ascendido al grado de general en jefe y nombrado ministro de la defensa, hasta julio de 2007, en cuyo acto de transmisión de mando expresó: “No podemos permitir que nuestro sistema se transforme en un Capitalismo de Estado, donde sea el Estado el único dueño de los grandes medios de producción. Un país puede cometer el error de nominalmente llamarse socialista y en realidad practicar un capitalismo de Estado”(11)

El 5 de noviembre de 2007, durante una rueda de prensa transmitida por televisión, expresó su oposición a la reforma de la Constitución en lo que calificó como “un momento crucial en la historia moderna venezolana”. Luego de la derrota de la propuesta de modificación de la Carta Magna, el primer revés electoral de Hugo Chávez desde 1998, continuó expresando de manera público sus críticas al gobierno bolivariano. El 2 de abril de 2009 fue arrestado por agentes de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) y acusado de delitos de corrupción, siendo condenado en el 2010 a casi 8 años de cárcel. Baduel declararía a los medios: “Quien contraríe los caprichos de Hugo Chávez se expone al uso excesivo del poder y al autoritarismo”(12) El 22 de marzo de 2014 su hijo Raúl Emilio Baduel fue detenido durante una manifestación pacífica y condenado a 8 años de prisión, acusado de los delitos de instigación pública a delinquir, agavillamiento e intimidación política. El padre es liberado en agosto de 2015 y vuelto a detener en 2017, supuestamente por incumplir su libertad condicional, tras lo cual se le agregaron nuevos delitos contra la independencia e integridad de la nación, siendo el año 2018 degradado y destituido de la Fuerza Armada. En junio de 2018 el hijo es liberado, tras una ronda de negociaciones con partidos políticos opositores

Discriminación al chavismo disidente luego del año 2013

En una apretada síntesis de cómo han ido destacando en la escena política venezolana las expresiones representativas de la disidencia chavista tenemos que, en el año 2013, cuando ocurre la muerte del presidente Hugo Chávez y se inicia la gestión de Nicolás Maduro, las primeras expresiones abiertamente reconocibles de disconformidad dentro del chavismo se producen en relación a al evento electoral municipal y regional en diciembre de ese año. En varios lugares del país se presentaron candidaturas disidentes, en respuesta a la práctica de imposición de sus protegidos que fue la norma aplicada por el grupo dominante en el oficialismo. En 2014 se hace patente la presencia de la disidencia, destacando, por un lado, las expresiones públicas de crítica al gobierno que dieron a conocer algunos antiguos ministros de Hugo Chávez como Jorge Giordani, Héctor Navarro y Oly Millán, y por otro, las reiteradas noticias vinculadas a la tendencia disidente dentro del PSUV denominada Marea Socialista, grupo que será expulsado del partido oficialista en noviembre de ese año. En 2015 ocurren repetidas manifestaciones tanto de disidencia chavista como de la respuesta oficial en los términos autoritarios que se describirán más adelante. En 2016 lo más destacado es que se acentúa la mano dura contra la disidencia chavista, evidenciando la intención de la dictadura al respecto. En 2017 la disidencia se esfuerza por hacer más notoria su presencia pública, en la que se van haciendo notar diversas figuras que se expresan por ejemplo en la Plataforma Contra el Arco Minero del Orinoco y la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución, pero desde el gobierno se mantiene la presión en su contra. Para lo que va de 2018, las tendencias se han mantenido en cuanto a una definición crítica más marcada de parte de la disidencia chavista, mientras que la dictadura persiste, y si le es posible incrementa, la presión en su contra, de lo cual la expresión más llamativa es el encarcelamiento de disidentes como el ex ministro Miguel Rodríguez Torres y el ex alcalde de Cumana “El Rojo” Rafael Acuña

Vale señalar que, como se constata en los testimonios informativos y en las entrevistas que se presentan más adelante, la disidencia política chavista no presenta un perfil homogéneo, que se exponga a través de un único agrupamiento que la congregue, o del reconocimiento de algún liderazgo o vocería a través de una o pocas personas que sean validadas como representante cabal por todo el abanico de la disconformidad dentro del chavismo. Aún cuando no han faltado los esfuerzos por unificarles, es patente que la disidencia no existe como bloque compacto, pues por un lado los motivos y coyunturas que han marcado la ruptura con el oficialismo han sido diferentes, y por otro a pesar de compartir posturas que cada vez se han hecho más críticas hacia quienes ahora gobiernan, no deja de haber recelos y/o diferencias de enfoque en relación a otras personas y agrupaciones que han seguido camino similar.

 También advertimos que este reporte no se ocupa de la disidencia militar y cuando se hace mención a personas que tuvieron figuración castrense (como William Izarra, Miguel Rodríguez Torres o Cliver Alcalá Cordones), es en cuanto a la actividad política civil que han tenido luego de haber cesado su carrera en la institución militar.

Previamente a la presentación de la información recopilada vía Internet, indicamos que lo seleccionado comprende posts de Internet fechados entre septiembre de 2013 y agosto de 2018, dejando constancia que aun cuando se procuró ser lo más exhaustivo posible en colectar lo relacionado con el tema, es factible que queden por fuera algunas situaciones que podrían vincularse al mismo. Igualmente hacemos constar que preferimos no incluir algunos casos –en particular ocurridos en el interior del país- donde el hecho de retaliación o acoso imputado a dirigentes del PSUV o del oficialismo se originaba por razones que según los afectados no tienen relación con la fidelidad que guardan a Maduro y su régimen, del cual no son disidentes o críticos en similar condición a la que este informe destaca

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1 Ambos Informes están disponibles en la página web de Provea, sección “Informes Anuales” https://www.derechos.org.ve/informes-anuales

2 Nino Gianforchetta: La Democracia Venezolana en el contexto de la Constitución de 1999: Entre el Es y el Deber Ser http://library.fes.de/ pdf-files/bueros/caracas/08762.pdf

 3 Delsa Solorzano: Informe de la Situación de los Derechos Humanos en Venezuela Criminalización de la Disidencia Política http://fuerzasolidaria.org/wp-content/uploads/2011/02/InformeDeLaMUDSobreDerechosHumanosEnVenezuela2011.pdf

4 Cepaz: Persecución política en Venezuela. https://cepaz.org.ve/informe-persecucion-politica-en-venezuela-identificacion-diferenciada-de-patrones-de-persecucion-en-actores-disidentes-y-seguimiento-de-casos

5 Margarita López Maya: Exposición con motivo del reconocimiento de la ratificación del Presidente http://www.voltairenet.org/article121978. html

6 César Rodríguez y Krizna Gomez: Encarar el desafío populista. Un huevo manual de estrategias para actores de derechos humanos. Dejusticia, 2008 https://cdn.dejusticia.org/wp-content/uploads/2018/04/Encarar-el-desaf%C3%ADo-populista-WEB.pdf

7 Op cit

8 ibidem

9 ibidem

10 El Nacional: Disidente del PSUV acusa al CNE de vulnerar derechos. http://www.el-nacional.com/noticias/ política/disidente-del-psuv-acusa-cne--vulnerar-derechos_124047

 11 Aporrea: Baduel llamó a construir socialismo profundamente democrático y evitando errores del pasado. https://www.aporrea.org/actualidad/n98237.html

12 Patricia Rondón: Ex Ministro venezolano preso dice Chávez abusa poder https://lta.reuters.com/article/domesticNews/idLTASIE64D14C20100514

continúa


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