08.MAR.19 | Posta Porteña 1999

VZLA : Represión en febrero dejó 7 asesinados, 107 detenidos y 58 heridos de bala

Por varios/posta

 

La mayor represión política ocurrió en las poblaciones San Antonio y Ureña, en el estado Táchira, frontera con Colombia; así como en el municipio Gran Sabana del estado Bolívar, frontera con Brasil. Esto se produjo como consecuencia del bloqueo al ingreso de los camiones con ayuda humanitaria

Provea marzo 6, 2019

La organización no gubernamental Foro Penal publicó un informe especial del mes de febrero de este a sobre la represión en Venezuela, donde denuncia cómo el Estado utiliza mecanismos de represión para criminalizar a quienes discrepan sus políticas.

Este informe aborda la represión de los días 22 y 23 de febrero de 2019, como consecuencia del intento de ingreso de ayuda humanitaria a Venezuela.

El saldo total fue de 107 personas detenidas en todo el país y el reporte de un número importante de desaparecidos. Siete personas fueron asesinadas, cuatro en el estado Bolívar, pertenecientes a la etnia pemón; mientras que 58 es la cifra reportada de personas heridas de balas en todo el país.

La mayor represión política ocurrió en las poblaciones San Antonio y Ureña, en el estado Táchira, frontera con Colombia; así como en el municipio Gran Sabana del estado Bolívar, frontera con Brasil. Esto se produjo como consecuencia del bloqueo al ingreso de los camiones con ayuda humanitaria, desencadenando una serie de acciones sistemáticas de represión, a manos de los cuerpos de seguridad del Estado por grupos civiles armados, mejor conocidos como colectivos.

De los 58 heridos de bala, 15 fueron reportados en San Antonio del Táchira y 43 en el estado Bolívar, de los cuales 17 pertenecen a la etnia indígena pemón.

Asimismo, se reportó un número importante de personas heridas por perdigones, bombas lacrimógenas, metras, contusiones y heridos por armas blancas en varios estados del país.

Los cuerpos de seguridad actuantes fueron la Guardia Nacional (GN), el Ejército, Policía Nacional Bolivariana (PNB) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN).

Para la fecha de cierre de este informe, el Foro Penal reportaba que continuaban las arremetidas y persecuciones por parte de los cuerpos de seguridad en los estados fronterizos. De acuerdo con las investigaciones, en la Gran Sabana existe una situación de emergencia porque muchos miembros del pueblo pemón se han visto obligados a huir de sus casas, y en vista del cierre de frontera con Brasil han tenido que caminar por días con niños y ancianos a través de trochas o caminos informales para reguardar sus vidas en Brasil.

El 28 de febrero de 2019 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos solicitó al Estado venezolano que adopte medidas de protección en favor de los indígenas pemones, esto como respuesta a una solicitud del Foro Penal.

Igualmente se verificó la irrupción violenta en hogares y establecimientos, sin orden de allanamiento ni de detención en los municipios por donde se esperaba ingresara la ayuda humanitaria. También se reportó la irrupción violenta y el asalto por parte de civiles armados en el Hotel Anaconda en Santa Elena de Uairén, donde se encontraba parte del personal del Foro Penal, quienes debieron abandonar el lugar y huir para salvaguardar su integridad física.

Detenciones arbitrarias

De acuerdo con el informe del Foro Penal, los estados con más arrestos arbitrarios fueron Bolívar donde se dieron 57% de los arrestos, Táchira con 18,69%; Zulia con 14% y Anzoátegui con 7,47% de los arrestos.

De los presos en la Gran Sabana, 16 personas pertenecen a la etnia pemón, hay cuatro menores de edad entre 14 y 16 años y una mujer indígena. Todos los detenidos fueron llevados al Fuerte Escamoto y hasta la fecha, 30 de ellos quedaron privados formalmente de libertad.

La ONG Foro Penal denuncia que la represión se ha incrementado en términos generales a nivel nacional, sobre todo en los estados fronterizos. Igualmente señala que la persecución se mantiene contra esta comunidad indígena y señalan que el 27 de febrero fueron detenidos otros tres indígenas pemones, durante la toma del aeropuerto de Santa Elena de Uairén, a cargo de la GN.

Entre las irregularidades también se denuncia que a los detenidos se les impidió elegir a sus defensores y abogados y se les forzó a aceptar la defensa pública

DOS VECES

La historia de cierta intelectualidad de izquierda también se repite dos veces, la primera como tragedia, la segunda como farsa.

Fue tragedia durante aquellos años oscuros de complicidad con la dictadura stalinista porque en la ex URSS habían existido al menos ciertos intentos serios, ambiciosos, acaso desesperados, de construcción de una sociedad socialista. Es farsa en estos años de complicidad con la dictadura chavista porque en Venezuela hubo cualquier cosa, populismo, nacionalismo, estatismo, salvo socialismo. Por supuesto, entre aquella tragedia del socialismo en un solo país y esta farsa del socialismo del siglo XXI, entre la colectivización forzada y el reparto de conejos, hay una enorme distancia.

Afortunadamente, en cierto sentido, porque las hambrunas soviéticas fueron muchísimo más dramáticas que los hambres chavistas. Pero hay también ciertas miserias de los intelectuales de izquierda de nuestros días que repiten miserias de los de entonces.

Si un intelectual de izquierda confunde la adopción de una perspectiva crítica, que quizás le permita un mejor acceso a la verdad, con la renuncia sin más a cualquier aspiración a la verdad, se degrada a sí mismo a un mero agente de propaganda. Es difícil saber si fueron los stalinistas o los fascistas los autores de la doctrina que reduce la verdad a una mentira de signo contrario, pero es seguro que muchos de nuestros intelectuales de izquierda la aplican concienzudamente.

Si un intelectual de izquierda decide ignorar uno de los bandos del sufrimiento, un bando de represión, de hambre y enfermedades, de éxodo forzado, pongamos por caso, se convierte sin más trámite en cómplice de ese sufrimiento. La ignorancia de los campos de concentración y las hambrunas soviéticas era complicidad, la ignorancia de las caravanas de venezolanos miserables huyendo por las fronteras también.

Si un intelectual de izquierda gusta demasiado de codearse con los que mandan y aspira a convertirse en asesor de pasillo o en integrante de una  comparsa apologética, sea a cambio de un sueldo, de prebendas, de pasajes y hoteles de lujo o de honores más baratos, de una burocracia corrupta se pone en venta al mejor postor. Y tanto el oro de Moscú como el petróleo del Orinoco alcanzaron y sobraron para comprar intelectuales de izquierda.

No pueden emplearse palabras más conciliatorias para discutir estas cuestiones porque la camaradería entre los intelectuales de izquierda también tiene ciertos límites. Quienes insisten en pervertir la sentencia de Rosa Luxemburgo y ratificar ante la humanidad entera que socialismo es barbarie, quienes contribuyen a tachar la esperanza en una sociedad emancipada del horizonte de vida de los explotados y oprimidos, para íntimo regocijo de sus explotadores y opresores, dejan de ser nuestros camaradas. Así de simple.

Alberto Bonnet, febrero de 2019(comunizar) -envío de FACUNDO

 

Asesinan al chavista disidente Alí Domínguez tras desaparecerlo varios días

 

Jesús Noel Hermoso Fernández – BR  Marzo 6, 2019

La PNB se había negado a recibir la denuncia sobre la desaparición de Alí Domínguez, aunque fue este cuerpo policial el que entregó al joven mal herido a la emergencia del Hospitale Domingo Luciani de El Llanito, informando que había sido arrollado. Luego de días desaparecido, Alí falleció a las 12 de la noche del 6 de marzo por torturas infligidas.

Era un jovencito dirigente estudiantil del chavismo disidente. Las lesiones eran tan graves que no sobrevivo. Estuvo recluido en terapia intensiva por traumatismo cráneo encefálico, fractura de tabique nasal, fractura de mandíbula, perdida de dientes y de parte del tallo cerebral, además de otras contusiones, todas en la cabeza.

El también estudiante de periodismo de la Universidad Bolivariana de Venezuela, había estado desaparecido desde el pasado 27 de febrero, luego de asistir a una reunión del voluntariado por la Ayuda Humanitaria, en la sede del diario El Nacional y en representación del chavismo disidente.

La Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Petare se negó a recibir la denuncia de su desaparición, y le había solicitado a los familiares que se dirigieran a los organismos de inteligencia por tratarse de “un caso político”, a pesar de tratarse de una denuncia sobre alguien desaparecido.

Amigos y familiares explicaron al medio Punto de Corte que su última conexión en la plataforma de mensajería WhatsApp fue a las 06:50 pm del jueves 27 de febrero. Pero no fue sino hasta el pasado 3 de marzo cuando familiares y allegados organizaron una campaña a través de la red social Twitter con la etiqueta:  #QueAparezcaAliDominguez para denunciar su desaparición.

Domínguez había denunciado presuntos hechos de corrupción en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) y sus compañeros de organización habían informado que Alí había sido víctima de una golpiza por parte de presuntas personas al servicio de las autoridades de esa casa de estudios.

Domínguez había informado para ese momento a sus compañeros ser víctima de amenazas de muerte y les pidió que si llegaba a pasarle algo, no menguaran en “la lucha por una transición pacífica y democrática en el país”

Alí “se declaraba profundamente chavista, pero que estaba en contra del sistema totalitarista y la dictadura que tiene Maduro. Actualmente pertenecía al espacio de la disidencia chavista en la plataforma Unión y Libertad, que no es un partido político, sino un espacio de confluencia donde se desarrollaba como línea estratégica la reconciliación nacional”, explicó un familiar al medio Punto de Corte.

El joven apareció finalmente en el hospital el martes 5 de marzo, luego de ser identificado por su hermano, quien narró las terribles condiciones en las que se hallaba el jovencito. Estuvo en estado de coma debido a traumatismos graves en el cráneo.

Allegados al joven informaron que los porteros del Domingo Luciani no permitieron el ingreso de su hermano, Jesús Domínguez, ni de amigos, pese a la insistencia durante los días domingo 03 y lunes 04 de marzo. El personal de seguridad del centro médico aseguraba que no había pacientes con las características de Domínguez. No fue sino hasta el 5 de marzo cuando su hermano pudo verle.

Tras ser confirmada su presencia en el hospital, el médico a cargo informó que el joven fue recibido el viernes 1 de marzo y había sido trasladado en una patrulla de la PNB, bajo el reporte de que había sido hallado en la autopista Francisco Fajardo luego de ser arrollado. Sin embargo, el joven disidente no presenta lesiones en el resto del cuerpo, por lo que familiares rechazan la versión oficial sobre un posible arrollamiento.

Desde Bandera Roja repudiamos este crimen y alertamos de una posible escalada criminal y represiva por parte de la dictadura de Nicolás Maduro, que expresa el desespero de la mafia gobernante por aferrarse al poder. Además de este caso, está también el encarcelamiento del periodista estadounidense Cody Weddle y el venezolano Carlos Camacho, su asistente, puestos presos por la Dgcim.

Sospechoso rol de la policía de la dictadura en las turbias circunstancias de la muerte de Alí Domínguez

 

Alí Domínguez, dirigente político juvenil de la disidencia del chavismo murió la madrugada de este seis de marzo, presuntamente producto de una golpiza que le produjo traumatismo cráneo encefálico, fractura de tabique, perdida de dientes, entre otras lesiones.

El pasado 3 de marzo familiares y allegados organizaron un Twitazo con la etiqueta: #QueAparezcaAliDominguez para exigir que apareciera. Quien le alquilaba la habitación en la que vivía en la Parroquia Petare, afirma que es primera vez que no regresa a la vivienda sin avisarle, lo que hacía desde que tenía 15 años cuando Alí se instalo en Caracas para proseguir sus estudios.

PNB se negó a recibir la denuncia de su desaparición

La Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Petare se negó a recibir la denuncia de su desaparición, y pidieron a los familiares que se dirigieran a los organismos de inteligencia.



Alí Domínguez Fue líder estudiantil de la UBV, y recibió amenazas de cuerpos de seguridad e inteligencia del Estado por denunciar hechos de corrupción en dicha Universidad. Ya había sido objeto de una golpiza por las denuncias que hizo en su momento. Su título universitario nunca le fue entregado.

Domínguez alertó a sus amigos más cercanos de que recientemente había recibido nuevas amenazas de muerte.

[Nota lnformativa publicada originalmente enhttps://www.aporrea.org/actualidad/n339131.html.]

¿Le ocurrió a Alí Domínguez lo mismo que pudo ocurrirle a Alcedo Mora?

Tenían en común la identificación con el proyecto político bolivariano que alguna vez encabezó Hugo Chávez. Provenían de las bases político-organizativas del chavismo y eran activistas sociales en sus respectivos espacios de incidencia política. Ambos denunciaron corrupción. Ambos comparten un destino marcado por las dudas, la violencia y la indignación de sus seres queridos.

Sobre Alí Domínguez hay una verdad incontrovertida: murió luego de ser golpeado brutalmente y haber estado desaparecido durante cuatro días. De Alcedo Mora nada se sabe hasta ahora. El dirigente del partido izquierdista PRV-Ruptura y antiguo compañero de luchas del fiscal de la dictadura, Tarek William Saab, desapareció un 27 de febrero de 2015 luego de advertir a sus familiares y compañeros de militancia, sobre el hostigamiento que miembros del SEBIN habían iniciado en su contra por denunciar presuntos hechos de corrupción en la estatal PDVSA-Mérida.

Justamente un día después de cumplirse cinco años de la desaparición de Mora, el periodista y dirigente juvenil del “chavismo disidente” Alí Domínguez, desapareció del radar de familiares y amigos, quienes iniciaron desde el propio 28 de febrero una intensa campaña en redes sociales y medios de comunicación alternativos para dar con su paradero, y denunciar los riesgos que corría por haber denunciado corrupción en la Universidad Bolivariana de Venezuela.

A Domínguez lo golpearon salvajemente. Tenía traumatismo cráneo encefálico; fractura de tabique y desprendimiento de la dentadura. Agonizó en el hospital Domingo Luciani de El Llanito hasta su muerte este 6 de marzo en la madrugada. De Mora queda aún la esperanza que albergan sus afectos por encontrarlo con vida. Pero el tiempo sigue corriendo y la impunidad sigue jugando contra esa esperanza. 

Ambos casos generan dudas y profundos temores. ¿Le ocurrió a Alí Domínguez lo mismo que pudo ocurrirle a Alcedo Mora? ¿Estamos frente a un nuevo y nefasto modo de actuación para acallar las voces críticas y disidentes? 

Por ahora sólo nos queda aspirar que no sea así. Nos queda exigir investigación para alcanzar la verdad. Promover la movilización y la presión social suficiente para recuperar y reconstruir la democracia, que permita contar con instituciones autónomas y al servicio de la gente

Provea marzo 6, 2019

                           

Huelga general y rebelión para echar fuera al dictador

 

Circular del Comité Político Nacional (CPN) a toda la militancia.

Problemas candentes para el cese de la usurpación

Ayuda humanitaria, injerencia, rebelión y estocada final

Luego de analizar el momento que vive el país, el Comité Político Nacional dirige las siguientes orientaciones a toda la militancia y organismos del partido:

1. En nuestra circular del 30 de enero (¡A arreciar la lucha para salir del usurpador!) analizamos la conjunción de factores que hacían inminente un desenlace de la crisis política, la importancia real en el arrinconamiento y debilitamiento del régimen que ha tenido la presión internacional —incluyendo la determinación de la administración Trump de sacar a Maduro del poder, y por ello coincidiendo objetivamente con las fuerzas opositoras, que representamos mayor diversidad que la visión unilateral del imperialismo norteño—, las debilidades en los modos y mecanismos de dirección del movimiento y el papel que tienen las luchas de las masas en el derrocamiento de este régimen dictatorial; concluíamos con directrices específicas para nuestros militantes.

Al haber transcurrido apenas un mes de la asunción de la Presidencia Interina de la República por parte del diputado Juan Guaidó, es innegable el avance de la lucha contra la dictadura, y en particular la enorme disposición del pueblo —convertida en multitudinaria esperanza, aunque rayana en posiciones de desesperación e irracionalidad, entendibles por el drama humano que vivimos— a luchar para sacar el usurpador, establecer un gobierno de transición que atienda esta trágica emergencia y construya condiciones para la institucionalización y, dentro de ello, convocar elecciones libres. Pudiéramos repetir un eslogan de moda (¡vamos bien!), pero aun compartiéndolo nos quedaríamos cortos si no considerásemos los factores necesarios para culminar bien este proceso de derrocamiento de la dictadura y restitución de la vigencia de la Constitución.

2. ¿Qué papel juega la ayuda humanitaria? Las raíces de este planteamiento, de la necesidad de un canal humanitario para atender o paliar la emergencia en salud y alimentación, descansan en la enorme tragedia destructiva que depararon dos décadas de involución en todos los sentidos, económico, político, social, cultural e internacional, tragedia que arreció en los últimos años con el alza de la corrupción y descomposición de los altos jerarcas de la mafia gobernante, al acabar con la producción nacional, destruir los salarios y el trabajo productivo, desmantelar todos los servicios públicos, especialmente los referidos a salud y educación, y traer hambruna, inseguridad, desasosiego y desolación, además de provocar el éxodo de una importante y calificada parte de la población.

Más allá de sus raíces e intenciones diversas que la rodean, la ayuda humanitaria forma parte de la estrategia opositora como mecanismo que ha servido, a lo menos, en dos direcciones: evidenciar ante el mundo la catástrofe humana producida por este régimen despótico y dictatorial —más dañoso y estafador aún por hacerlo bajo la falsificación absoluta del socialismo— y apuntalar y unir las fuerzas nacionales más amplias, junto a la presión internacional, para empujar la salida lo más pronto posible de esta pesadilla. Por lo tanto, la propuesta en torno a la ayuda humanitaria es una acción que pudiera permitir quebrar todavía más los pocos apoyos que tiene Maduro en las fuerzas e instituciones bajo su control, en particular el sostén militar y policial.

La promoción del voluntariado o los voluntariados, para apoyar en las labores de distribución de la ayuda humanitaria, tampoco va en contravía de la necesidad de fomentar las asambleas populares y ciudadanas, en fin de organizar la fuerza de base de la sociedad para enfrentar la dictadura y comenzar a construir espacios permanentes para debatir y acordarse en torno a las circunstancias políticas, junto a la atención de los asuntos cotidianos de una comunidad. De lo que se trata es de imbricar la idea organizativa e imprimirle un sentido de mayor proyección en el tiempo y en sus funciones, de impulsar en el seno de las masas su capacidad autonómica de acción, sus “poderes creadores”, para lo cual debemos hacer grandes esfuerzos educativos, pues por costumbre o hábito las organizaciones partidistas lo que terminan es impulsando mítines y eventos sin dejar establecidas instancias organizativas que serían los embriones para una democracia de nuevo tipo, en la cual lo de “protagónico y participativo” que aparece en la Constitución de verdad signifique un salto cualitativo en el ejercicio de la democracia.

Lo sucedido los días 22, 23 de febrero y subsiguientes, en los distintos puntos de frontera por donde iba a entrar la ayuda humanitaria, en absoluto significa un mérito o un premio para las fuerzas sanguinarias y asesinas que aún obedecen al tirano. Todo lo contrario, Maduro y su camarilla mafiosa muestran su obcecación y se aíslan cada vez más, tanto de las naciones y pueblos del mundo como de las masas venezolanas que ven alejarse posibilidades de salvar sus vidas ante enfermedades y padecimientos para los cuales el actual gobierno muestra una indolencia solo comparable a regímenes criminales nazi fascistas. El asesinato, la saña y la maldad absurda que mostraron los efectivos militares, policiales, paramilitares y delincuenciales que defienden a Maduro no han traído miedo a las filas de los luchadores democráticos; al contrario se afianza la convicción de que frente a ellos debemos prepararnos en todos los terrenos para impedir su acción genocida e inhumana.

3. Mucho hemos repetido que las fuerzas del cambio —y especialmente quienes nos calificamos de revolucionarios— no esperan por las mejores condiciones para hacer lo que tienen que hacer. Valga decir, si el objetivo común lo hemos concentrado en la salida de Maduro del poder, no podemos ponernos con melindrerías si las circunstancias nos colocan a coincidir con fuerzas, sectores, individuos o factores con los cuales tenemos diferencias en muchos otros campos, puesto que en este momento, hoy, hay que centrar el fuego contra el enemigo principal de nuestra nación y de nuestro pueblo. Mañana, o incluso hoy mismo pero en la noche, veremos cómo quedan barajados los amigos y los enemigos.

¡Qué dilema coincidir con Trump! Ciertamente, aparte de las características personales de este presidente norteamericano, es difícil olvidar que buena parte de nuestro subdesarrollo y nuestra dependencia están encadenados al hecho de haber sido durante décadas patio trasero del gigante del norte. En primer lugar, nuestra acusación va contra las posturas de Chávez y Maduro que, bajo falsos discursos nacionalistas, decidieron hipotecar nuestra independencia poniéndonos bajo la sombra de los imperialismos ruso y chino, para supuestamente defendernos de las agresiones norteamericanas. ¡Vaya salvación!, tan mala la medicina como la enfermedad. Y lo que en verdad logró este régimen fue convertir a nuestro país en área en disputa en las peleas interimperialistas, permitiendo que muchas decisiones sobre nuestro devenir estén al arbitrio de las grandes potencias. En segundo lugar, deploramos las posturas de organizaciones políticas que ni siquiera respetan sus principios estatutarios de defender la independencia y soberanía nacional frente a las imposiciones de potencias extranjeras.

No nos cansaremos de advertir sobre las nefastas consecuencias que tendría una intervención militar, pero tampoco estamos en condiciones de impedir una acción contra la mafia delincuencial que enfrentamos y que cuenta con el respaldo de dos naciones con fortalezas económicas y militares de mucha consideración. Son varias las experiencias históricas que resumen este tipo de circunstancias. Lamentan muchos historiadores la indolencia de potencias imperialistas con regímenes democrático-burgueses que se negaron a ayudar, es decir, a tener injerencia, en la guerra civil española para salvar la República. Pesó mucho al pueblo soviético la tardanza del imperialismo estadounidense y británico en abrir un segundo frente contra la Alemania nazi durante la invasión que sufriera el país de los soviets por las hordas hitlerianas.

La intervención militar puede ser evitada solamente por un pronunciamiento claro y contundente de las fuerzas militares democráticas e institucionalistas de la FAN —más allá de las valederas expresiones de individuos que se insubordinan y se rebelan—, junto al levantamiento general del pueblo, que ha mostrado de sobra su disposición a hacerlo.

4. ¡Estamos en rebelión! Sí, aunque con modos y expresiones distintos a los de 2014 y 2017, el pueblo venezolano no se cansa de expresar su rebeldía, su desobediencia y el desconocimiento del régimen usurpador. La misma existencia de una dualidad de poderes más las poderosas expresiones de calle de las mayorías nacionales son muestra clara de un pueblo en rebelión. Pero eso no es suficiente. Requerimos que una dirección sabia entienda la necesidad de conjugar distintas formas de lucha y de acción, para armonizar las diversas voluntades en un solo torrente que aligere el desenlace. Apostar a una sola acción o a una sola forma de lucha disminuye las posibilidades de un éxito rápido de las fuerzas rebeldes.

Creemos que la fijación o ubicación de un punto de quiebre requiere de mucha seriedad y evaluación de la correlación de fuerzas reales, pero necesariamente debemos confiar en nuestro propio pueblo sin desmeritar los apoyos provenientes de otras naciones o de instancias internacionales. Para la estocada final debemos contar con la actuación protagónica del pueblo organizado y citamos algo que dijimos hace tres semanas: “A estos sectores laborales, gremiales, estudiantiles, profesionales, vecinales, campesinos, comunitarios, empresariales, se les plantea la necesidad de una consigna y una acción que los unifique a todos. Creemos que es la HUELGA GENERAL la que debe concitar la unión de todas estas organizaciones sociales, y por lo avanzado del conflicto político necesariamente tiene que ser de carácter indefinido en el tiempo — ¡hasta que se vaya el tirano!— y concertado con el frente propiamente político para que sea el punto crucial del levantamiento de todas las fuerzas de la rebelión democrática. Sería en este caso una acción masiva de obreros, campesinos, empresarios, profesionales, estudiantes, pobladores, en combinación con las fuerzas institucionales que se sumen para abatir definitivamente este régimen oprobioso. Una gran REBELIÓN POPULAR amparada en la letra constitucional, pero acompañada de la acción soberana del pueblo en la calle.

5. La debacle de este régimen es irreversible. Incluso contando con los errores o equivocaciones que se cometan por parte de la oposición, ya Maduro y su camarilla tienen sus días contados; lo que no podemos predecir es la forma en que sucederá su caída ni el grado de indolencia e irresponsabilidad a que estén dispuestos a llevar la contienda. La agravación de los problemas cotidianos de la población se convierte en un acicate para atraer más fuerzas organizadas contra la dictadura. Urge señalar claramente el camino inicial del gobierno de transición, y con esto las bases de la justicia social, prosperidad y desarrollo —a la par de la reinstitucionalización y la vigencia plena de los derechos y libertades democráticas—. Esto es lo que puede potenciar a la unidad y darle un aliento histórico que no solo trascienda la salida de Maduro y la deposición de un régimen despótico y retrógrado, sino que permita la confluencia de muchísimas voluntades en la reconstrucción económica, política, social y cultural de nuestro país.

6. ¡Unidad, unidad y más unidad! La lucha antidictatorial obliga a deponer diferencias secundarias, ambiciones particulares, partidistas o personales. Sin embargo, la percepción de que pronto habrá un cambio político ha exacerbado en algunos partidos o dirigentes las ansias y aspiraciones por “cobrar” a su favor las providencias y los espacios de poder que estarán en disputa. Ésta pareciera que es una actitud normal en cualquier lucha democrático-electoral, pero quienes se enfrascan en esas posturas en estos momentos olvidan que la crisis venezolana tocó muy hondo y que requerimos de una visión integradora y también una nueva manera de hacer la política que enfrente y deseche sincera y verdaderamente las expresiones de corrupción, demagogia y desprecio al pueblo organizado en sus formas propias y autónomas.

Urge se imponga una visión que reconstruya las organizaciones partidistas como expresiones de propuestas programáticas, ideológicas y políticas ante los retos y desafíos de la nación, para que dejen de ser entelequias al servicio de individuos que financian candidaturas o, peor aún, corporaciones con funcionarios pagados al mejor estilo del clientelismo. Desde Bandera Roja apostamos porque tanto las dirigencias políticas como el pueblo llano saquen suficientes lecciones y aprendizajes de estas dos décadas de involución, de las razones que trajeron al “encantador de serpientes” que fue Chávez, de las desigualdades e iniquidades en la distribución de la riqueza, de las razones de nuestro estancamiento en la asunción del desarrollo nacional, de las obstrucciones y el conservadurismo para introducir los cambios estructurales que nos conviertan en una nación soberana e independiente, y en definitiva de que no se olvide nunca que la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales de todos quienes convivimos en esta geografía es el norte de cualquier gobierno o régimen que suceda a este desastre.

¡Huelga General y Rebelión para echar fuera al dictador!

¡Ahora le toca al pueblo Abajo la dictadura!

¡Desechar las ilusiones, prepararnos para la lucha!

¡Rebelión y reconstrucción!

CPN / 27 de febrero de 2019

Partido Bandera Roja | Venezuela


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