07.ABR.19 | Posta Porteña 2007

Uruguay/ Crisis Militar y Política

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Las declaraciones de Gavazzo ante un tribunal generaron una crisis histórica que evidenció varias desinteligencias en la Torre Ejecutiva

 

Sobre el siempre pulcro escritorio del presidente en la residencia de las calles Suárez y Reyes había dos voluminosos expedientes reservados, que en total suman 804 fojas. Además del fallo del Tribunal de Honor dispuesto a los militares Luis Maurente, Jorge Silveira y José Gavazzo, Tabaré Vázquez tenía a su alcance ocho páginas con la firma del hasta ese día comandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos

Búsqueda 4 abril, 2019

Sin analizar el contenido de los tribunales que afectaba a los tres oficiales presos y a dos militantes desaparecidos —Roberto Gomensoro y Eduardo Pérez Silveira—, el presidente se concentró en las críticas que el jefe del Ejército había formulado por escrito a “determinadas actuaciones judiciales” y le comunicó que por ese motivo sería relevado.

El posible cese de Manini, que el miércoles 3 dio comienzo de forma oficial a su carrera política, sobrevolaba desde hacía varias semanas los ambientes políticos y militares.

Lo que no estaba en los planes de casi nadie es lo que ocurrió algunos días después. El sábado 30, el periodista Leonardo Haberkorn publicó en El Observador algunos reveladores pasajes de declaraciones ante el tribunal, en especial uno que colocó a siete generales (incluyendo a Manini), al ministro y al subsecretario de Defensa, al secretario de la Presidencia y al propio Vázquez en la mira debido a una notoria omisión: Gavazzo había confesado haber sido el autor de la desaparición del estudiante de Agronomía Gomensoro en 1973 y en conocimiento de un presunto delito, los funcionarios habían eludido notificar a la Justicia como disponen tanto el Código Penal como el reglamento de los tribunales de honor.

Según la versión que Gavazzo ofreció a fines del año pasado a los generales Gustavo Fajardo, José González y Alfredo Erramún, él mismo hizo desaparecer a Gomensoro por orden del entonces jefe de la Región Nº 1 Esteban Cristi, ya que “por temas de desprestigio del Ejército no podía darse a conocer que había fallecido alguien en un cuartel”

El ahora teniente coronel pasado a reforma aceptó ante sus pares lo que había negado durante años en la Justicia: “Yo lo cargué al vehículo, yo manejé el vehículo, lo llevé al lugar, lo bajé, lo puse en un bote y lo tiré del bote. Yo solo”

Silveira, que era subalterno de Gavazzo, según los fragmentos de las actas publicadas fue incluso más lejos y acusó a su superior de haber matado a Gomensoro durante una sesión de tortura en el cuartel de Artillería 1 de Montevideo y también de estar involucrado en la muerte y desaparición de Pérez Silveira (conocido por sus compañeros como el Gordo Marcos) al año siguiente en el mismo cuartel.

Al asumir el primer crimen, Gavazzo se puso en la mira de los generales. Desde hacía años se sabía que la muerte de Gomensoro había ocurrido en el cuartel cercano al Cerro y no en Paso de los Toros, como pretendió la Justicia durante los tres años y medio que tuvo preso al coronel Juan Carlos Gómez, un oficial que integraba el Estado Mayor de la Región III, pero que era inocente en el caso del detenido arrojado a las aguas del río Negro.

El equipo de investigación histórica de Presidencia y la Comisión para la Paz tenían la versión de que los responsables eran Gavazzo y su superior en la unidad, el teniente coronel Alfredo Rubio, en el ínterin fallecido.

Aunque el tema central del Tribunal era el delicado asunto del llamado segundo vuelo y la muerte de 28 militantes del Partido para la Victoria del Pueblo y los Grupos de Acción Unificadora exiliados en Buenos Aires, el caso derivó hacia el asesinato cometido en 1973, aún bajo el régimen democrático

La confesión realizada por Gavazzo arrastró también a Silveira, porque los miembros del tribunal encontraron que los dos “afectaron su honor y el del cuerpo de oficiales, al permitir que un camarada (Gómez) fuera procesado con prisión a partir de un falso testimonio (...) por un caso en que ambos tenían conocimiento de su inocencia y no lo declararon ante la Justicia actuante”.

Degollina en el piso 11

Una vez que el expediente llegó para su homologación por el Poder Ejecutivo, este decidió hacerlo con los pases a reforma pero no con la absolución del tercero y en el ínterin Vázquez promovió a Erramún y González a cargos de primer orden. 

Pero el lunes 1º, durante la reunión del Consejo de Ministros, el presidente guillotinó de un solo golpe al de Defensa, Jorge Menéndez, al subsecretario Daniel Montiel, al comandante del Ejército González, designado apenas 18 días antes, al también flamante jefe del Estado Mayor de la Defensa (Esmade), Erramún y además anunció que pediría la venia para cesar a los demás generales involucrados: Fajardo, que había presidido el tribunal, pero además a los tres que actuaron como órgano de alzada para juzgar los dos pases a reforma apelados: Claudio Romano, Carlos Sequeira y Alejandro Salaberry.

La decisión, que pronto fue calificada como la mayor crisis militar de la democracia, provocó una reacción favorable en el Frente Amplio y en las organizaciones de derechos humanos e indignación en el Ejército, que desde 2005 viene a trancas y barrancas con Vázquez, salvo cuando el ministro fue Eleuterio Fernández Huidobro.

Sin embargo, a medida que pasaban las horas fue quedando más claro que las responsabilidades no solo eran de los militares sino también del mando civil.

Los militares, admitieron fuentes castrenses, no habían valorado de forma adecuada las “noticias” aparecidas en las sesiones del Tribunal de Honor y no lo habían dejado por escrito, como corresponde, con el argumento esgrimido por Manini de que eran una chicana para enlentecer el proceso, pero el mando civil también falló.

Fuentes oficiales confirmaron  que durante la reunión del consejo, que tuvo un momento muy tenso cuando fueron cesados Menéndez (con licencia médica) y Montiel, el secretario de la Presidencia, Miguel Ángel Toma, deslindó responsabilidad y culpó al director general de la Presidencia, Diego Pastorin,por los problemas generados.

Aseguró que envió al abogado Pastorin el expediente con las actas del Tribunal de Honor para que lo leyera y actuara, pero que esa acción se demoró demasiado.Vázquez inició el Consejo de Ministros planteando su molestia y Toma “se lavó las manos” casi en forma inmediata, dijeron los informantes.

La actitud del hombre de confianza de Vázquez, quien debió haber advertido al mandatario, causó mucho malestar en algunos de los principales dirigentes del Frente Amplio y también generó  “sorpresa” entre varios ministros.

Esa tarde, Toma respondió de forma poco clara a una consulta telefónica de El País acerca de lo que había pasado con el expediente en la Torre Ejecutiva. El diario transcribió al otro día el diálogo completo e informó que el propio Menéndez, acompañado de sus asesores legales Josefina Nogueira y Alfredo Maeso, había mantenido una reunión con Toma en febrero en la que este fue advertido acerca de la conveniencia de notificar a la Justicia. 

Una alta fuente del Ministerio de Defensa explicó que la secretaría de Estado  “hizo lo que tenía que hacer” en este caso. “No se cometió ningún vicio formal o error flagrante en todo el proceso. El ministro y el subsecretario se asesoraron debidamente y comunicaron la información a Presidencia”, explicó el informante.

Según esta fuente, que no pertenece al grupo políticamente más cercano a Menéndez, “el ministro hizo lo correcto, se asesoró legalmente y actuó como correspondía, aun teniendo una situación de salud delicada”. 

Sin embargo, en el propio ministerio se reconoce que hubo una “cadena de errores” y que esta se debió a  “una desinteligencia en la conducción política de las Fuerzas Armadas” por parte del Frente Amplio. 

“No hubo error en el proceder del ministro ni en el subsecretario; ambos se comieron un garrón. Acá todos debemos hacer una autocrítica: el gobierno, el Poder Ejecutivo, y ojalá también el Poder Judicial. En términos militares, como dicen los reglamentos, hubo una ligereza de procedimiento”, resumió.

Vázquez y Toma explican. “Lo que yo homologué fue lo siguiente: cuando el señor ministro de Defensa me comunica telefónicamente que tenía el fallo del tribunal, por el cual se pasaba a reforma a Gavazzo y a Silveira, me pareció que estaba muy bien que se pasara a reforma a Gavazzo y a Silveira. Pero cuando me dice que a Maurente no lo pasan a reforma porque entendió el tribunal homologado por el comandante del Ejército del momento que no había afectado el honor del Ejército, yo consideré que sí y le dije: ‘Homologo el pase a reforma de Gavazzo y Silveira y no homologo lo que resolvieron sobre Maurente. No lo homologo’”, dijo el presidente el martes 2 en VTV y Radio Sarandí.

Luego el presidente se refirió al informe elevado por Manini. “Cuando leo el informe noto dos cosas: una, que era un ataque muy fuerte a uno de los poderes del Estado, al Poder Judicial, y dos, las consideraciones por las cuales el Tribunal de Honor había determinado que tenían que pasar a reforma Gavazzo y Silveira

 ¿Cuáles eran? No la acusación por la que están juzgados de 28 crímenes, sino que consideraba que tenían que pasar a reforma (...) por esos 28 crímenes que estaban juzgados sino porque habían permitido que un camarada de ellos. (...) Entonces yo dije: ‘Primero, lo de Manini y el ataque a la Justicia no es de recibo y que un comandante en jefe haga esto por escrito y lo firme, esto, yo no lo puedo tolerar’. Y tomé el paso siguiente que fue destituir al señor comandante del momento. Pero también digo: ‘¿Cómo? Acá hubo una persona que siendo inocente estuvo presa. Hay otras dos personas que sabiendo que era inocente dejaron que estuviera presa, porque lo dice el informe”, declaró el presidente.

La versión de Vázquez es parcialmente diferente a la que se expresa en la renuncia presentada por Menéndez

“Él se reunió con Toma, Toma vio las actuaciones y le dijo: ‘Esto hay que pasarlo a la Justicia’. Y el ministro de Defensa se llevó todo para su despacho para cumplir la orden. Se enferma el ministro de Defensa, pide licencia médica y entra a actuar el subsecretario. Luego advirtió que ‘cuando en un medio de prensa sale lo que un periodista investigó y publica, a mí me toma de sorpresa porque no leí todo el expediente”, relató Vázquez.

La versión que se expresó en un comunicado de la secretaría de la Presidencia va en la misma dirección aunque entra en contradicción con otras dadas por el propio Toma horas antes: la responsabilidad recayó en Defensa porque “habida cuenta que el Sr. Presidente advierte en el juzgamiento de Silveira y Gavazzo conductas con apariencia delictiva, instruyó al entonces ministro de Defensa sobre la necesidad de poner los hechos en conocimiento de la Justicia y a la vez remitió el expediente a la Asesoría Jurídica de Presidencia.

Trabajo para jueces y fiscales

 Después de analizar la información publicada por El Observador y estudiar el reglamento de los Tribunales de Honor, el fiscal de Corte, Jorge Díaz, llamó el domingo a su subalterno, el fiscal Rodrigo Morosoli, para informarle que al día siguiente le enviaría un escrito solicitándole que investigue si alguien cometió un delito al no comunicar a la Justicia el contenido de las declaraciones de Gavazzo.

El lunes, después de recibir la documentación desde la Presidencia de la República, Díaz envió los expedientes a Morosoli, fiscal de Flagrancia de 13er turno, y también al de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe.

Morosoli envió varios oficios. A la Fiscalía General y a la Suprema Corte de Justicia les preguntó si habían recibido alguna comunicación sobre las declaraciones de Gavazzo, con el objetivo de tener una respuesta oficial sobre el tema. Si la respuesta es negativa, como parece ser, el fiscal deberá evaluar si eso implica que alguien cometió un delito.

Dos oficios fueron al Ministerio de Defensa y a la Presidencia de la República para tener toda la “actividad” que tuvieron los expedientes de los Tribunales de Honor militares

El fiscal también pidió a Radio Sarandí la entrevista que difundió con el presidente Vázquez. Morosoli quiere tener clara cada una de las versiones que dan los involucrados para luego poder compararlas. Recién después de estudiar toda la documentación, prevé comenzar con las citaciones.

Entre tanto, fuentes del ámbito judicial indicaron que en este caso es difícil que se pruebe un delito penal y que el tema seguramente quedará a nivel político y administrativo

En el caso de la Fiscalía de Lesa Humanidad, Perciabale ya envió sendos escritos a los juzgados de Paso de los Toros y Penal 27º de Montevideo para analizar la reapertura de las causas.

Durante una reunión del Movimiento de Participación Popular (MPP), el miércoles 3, el exsubsecretario Montiel informó que el contenido de las actas de los tribunales de honor a Gavazzo y Silveira impactará en al menos cinco causas judiciales relacionadas con los derechos humanos

Subrayado informó el miércoles 3 que las declaraciones de Silveira apuntan a que Gavazzo integró una banda paramilitar y policial que se dedicó a realizar secuestros extorsivos durante las dictaduras en Uruguay y Argentina” con el paramilitar Aníbal Gordon desde Automotores Orletti

Según dijo Silveira ante el Tribunal, Gavazzo participaba y se beneficiaba de las “operaciones económicas surgidas del robo de bienes de desaparecidos” y la “apropiación de inmuebles que pertenecían a militantes políticos secuestrados”

La declaración de Silveira señala a Gavazzo como responsable directo de decenas de muertes y desapariciones que si no fuera por el exjefe de operaciones del Servicio de Información de Defensa (SID) “hubieran sido 25 y no más de 100”, como aconteció finalmente

Entre tanto, un nuevo elenco comenzará a trabajar en Defensa: José Bayardi, que ya ocupó esa cartera en el primer gobierno, estará acompañado de Andrés Berterreche, del MPP, con la consigna de aportar calma en el arranque de la campaña electoral.

Claudio Feola, el general de menos antigüedad, dejará la Casa Militar para asumir al frente del Ejército y la jefatura del Esmade pasará a manos de la Armada

 

Toma culpó en el Consejo de Ministros al director general de la Presidencia, Diego Pastorin,por los problemas generados

 

Contradicciones en el Poder Ejecutivo complican salida de la crisis por actas de tribunal militar

Búsqueda 4 abril, 2019

Las contradicciones en la Presidencia de la República en torno al fallo de un tribunal de honor militar que omitió censurar un crimen cometido en 1973 confesado por un represor, causaron malestar en el oficialismo y dificultan la resolución de la tormenta política que desencadenó el caso, reconocieron a Búsqueda fuentes del gobierno y del Frente Amplio.

Las actas del Tribunal de Honor del Ejército que recogió en 2017 el testimonio de José Nino Gavazzo admitiendo haber arrojado al río Negro el cuerpo del militante tupamaro Roberto Gomensoro, en 1973, fue difundido el sábado 30 por El Observador, lo que generó conmoción política. El fallo del tribunal, que llegó a manos del Poder Ejecutivo en febrero pasado, no señaló responsabilidades del represor por eso

El lunes 1º, el presidente Tabaré Vázquez, con el apoyo unánime del Consejo de Ministros, cesó y aprobó el pase a retiro obligatorio de los seis generales integrantes de dos tribunales actuantes, incluido el recientemente investido comandante en jefe del Ejército, José González, y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Alfredo Erramún. También desencadenó la dimisión del ministro de Defensa, Jorge Menéndez, y de su subsecretario, Daniel Montiel.

“Es una decisión del Poder Ejecutivo y respaldamos al presidente. Prefiero no hacer ningún otro comentario más que ese”, dijo el exmandatario y líder del Movimiento de Participación Popular (MPP), José Mujica, respecto a los ceses de los generales. Como señal de respaldo al Ejecutivo, ese sector político apoya el nombramiento de Andrés Berterreche como nuevo subsecretario de Defensa, acompañando a José Bayardi como ministro.

Toma cuestionado

El secretario de la Presidencia, Miguel Ángel Toma, quedó en el centro de los cuestionamientos por el episodio de las actas. El jerarca, un hombre de confianza del mandatario, se deslindó de responsabilidad en la reunión del Consejo de Ministros del lunes y culpó al director general de la Presidencia, Diego Pastorin, por todos los problemas generados en torno al Tribunal de Honor que juzgó la conducta de Gavazzo, Jorge Silveira y Luis Maurente. Toma aseguró que envió a ese funcionario el documento con los expedientes para que los leyera y actuara, pero que esa acción se demoró demasiado

Vázquez había iniciado el Consejo de Ministros planteando su molestia y Toma se “lavó las manos” casi en forma inmediata, dijo uno de los informantes. La actitud del secretario de la Presidencia causó mucho malestar en algunos de los principales dirigentes de sectores del Frente Amplio, como el MPP y el Partido Socialista, y también provocó la “sorpresa” de varios ministros( NdePosta HAY QUE SUMAR EL PEDIDO DE RAFAEL MICHELINI QUE PIDE LA RENUNCIA A TOMA Y COSA QUE ASTORI LE SALIÓ AL CRUCE)

Aunque es consciente de que Toma pudo haber cometido un error en el manejo del expediente, Vázquez cree que no es conveniente solicitarle la renuncia. Eso principalmente porque el jerarca se ha transformado en un integrante “indispensable” de su segunda administración y “fundamental”para gestionar el área jurídica del gobierno, dijeron  fuentes del Ejecutivo. Sacarlo significaría dejar al presidente “muy solo”, agregaron.

El mandatario valora especialmente el trabajo de Toma para coordinar los juicios internacionales en los que el Estado uruguayo estuvo y está involucrado, sobre todo el éxito que ha tenido contra las tabacaleras, en un sector —el de la salud pública— que el presidente tiene como un buque insignia de su segundo gobierno.

Vázquez entiende que la salida de Toma podría transformar esta crisis política que afecta al gobierno en un “problema mucho más grave”,cuando queda menos de un año para el final del período.

 

Negligencia estatal salpica también a la Fiscalía en juicio a Gavazzo 

 

Ministerio Público exculpó al represor a pesar del testimonio incriminatorio del militar Enrique Debate Martínez que detalló la escena de tortura y muerte de Gomensoro 

Walter Pernas / Sudestada abril 3, 2019

La historia de omisiones a la hora de juzgar y sancionar a los responsables del homicidio en 1973 del dirigente tupamaro, Roberto Gomensoro Josman, ha alcanzado en estos días al Ministerio de Defensa –partiendo de la conducta de ocultamiento por parte de un Tribunal de Honor, integrado por el ahora ex comandante en jefe del Ejército, José González– y a la Presidencia de la República, con foco en el secretario de esa institución, Miguel Ángel Toma.

Pero la negligencia estatal de los últimos años en este caso puede remontarse a 2013, cuando el fiscal, Fernando Pérez D’Auría, pidió el sobreseimiento del coronel retirado José Gavazzo, a pesar de la prueba que había en su contra: un militar detalló el escenario en el que Gavazzo torturaba a Gomensoro en un galpón del Grupo de Artillería Nº 1, ubicado en el Cerro de Montevideo.

Al conocer esta noticia publicada por el periodista Leonardo Haberkorn en diario El Observador, la Fiscalía General de la Nación se mostró rápida y expedita para enviar los antecedentes al fiscal de flagrancia, Rodrigo Morosoli, por las eventuales omisiones de funcionarios públicos en denunciar el asunto, y al de crímenes de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, a fin de que considerase reactivar la investigación para el esclarecimiento de la muerte de Gomensoro. Morosoli comenzó a trazar una estrategia que necesariamente implica interrogar a militares y jerarcas presuntamente omisos. Y Perciballe solicitó el desarchivo del expediente a la jueza de Paso de los Toros, Karen Cuadrado, que se dispone a reabrir la indagatoria.

La magistrada había sido la encargada de clausurar el caso en 2013, a pedido del fiscal Pérez D’Auría. Tomó la decisión apegada a la ley, en tanto un pedido de archivo de parte de la Fiscalía obliga al cierre del proceso en forma “definitiva e irrevocablemente”  para la persona beneficiada con la decisión, de acuerdo al artículo 235 del viejo Código del Proceso Penal –que rige para este expediente–, lo que promete convertirse en un escollo jurídico a la hora de pretender aplicar sanción penal en esta nueva etapa de la investigación. 

Pérez D’Auría ya no tiene potestades en el caso porque ahora es fiscal en Florida. Pero su nombre volverá al tapete en estas horas por su actuación en Paso de los Toros. 

Resulta difícil explicarse cómo, después de presenciar en el juzgado el testimonio incriminatorio que se presenta a continuación, este representante del Ministerio Público, pidió el sobreseimiento de Gavazzo y lo consideró “inocente” del homicidio de Gomensoro…

Gavazzo, la manivela y los choques de corriente

 

La declaración del militar retirado Enrique Debate Martínez se encuentra a fojas 2177 del expediente que fue archivado. El testigo había sido capitán del Grupo de Anti-aéreo Nº 1, que “ocupaba las mismas instalaciones del Grupo de Artillería Nº 1, ubicado en Santín Carlos Rossi, Barrio La Paloma, Montevideo”

Debate dijo en el juzgado que en el mes de marzo de 1973, “volviendo a las caballerizas desde el campo de ejercicios del Grupo de Artillería Nº 1” pasó a caballo por delante de “un galpón” que “tenía una puerta tipo garaje”.“Y volviendo a pasar por el galpón dentro de él vi al mayor Gavazzo sentado a un lado de una persona que estaba colgada, amarrada en un caballete (que es un soporte de más o menos un metro y veinte de altura, y después tenía un soporte posterior con una prolongación hacia el frente). Había una persona amarrada, el cuerpo estaba sin ropas, el cuerpo estaba aparentemente mojado, húmedo, con brillo, amarrado con las manos en la espalda y cabeza gacha”, precisó el oficial retirado. 

Describió que se trataba de una “persona aparentemente (del sexo) masculino, no tenía seno, cabellos oscuros mojados” y que al lado del “caballete”había “un teléfono de campaña y varios cables”. “Al pasar por ahí vi el rostro del mayor Gavazzo porque giró de la posición que estaba para ver que iba pasando una persona, no hablamos, y hubo un gesto de cierta sorpresa por parte de él”, relató. 

Debate Martínez señaló que “posteriormente en el Casino de Oficiales se comentó y escuché que ese detenido, Roberto Gomensoro, con las palabras vine a saber el nombre allí mismo, que ese detenido había muerto”. “En esa oportunidad yo comenté con un compañero mío, capitán Luis Agosto –él vive en Uruguay–, que ese grave hecho debía ser comunicado a los superiores y en especial cité el nombre del comandante en jefe del Ejército, General (Hugo) Chiappe Posse”.


Sostuvo entonces que “al día siguiente o al otro día” habló con su jefe, el teniente coronel, Washington Scala, quien le expresó que ese hecho “era del ámbito del Grupo de Artillería Nº 1 y no de nuestra unidad”.
“Supe también el día siguiente que el cuerpo del difunto sería llevado para ser arrojado en el Lago de la Represa de Rincón del Bonete, de eso supe en nuestro ámbito, no puedo precisar de quien lo escuché, pero se corrió la noticia”
, aclaró. 


También dijo que, según escuchó, “ese traslado sería hecho por el capitán Ruben Sosa Tejera, que está vivo y vive en Uruguay”. Y que “pocos días después en el diario El País, no recuerdo si fue la primera página, salió la noticia de que había sido encontrado el cuerpo flotando en las aguas de la represa, amarrado con alambres”. Cuando la sede penal le preguntó si sabía “cuál fue la causa de muerte de Gomensoro Josman”, Debate Martínez, respondió: “lo que fue comentado en el casino, que fue a causa de la tortura a que fue sometido. Lo que se dijo fue: ‘Gavazzo mató a Gomensoro”.
Cuando se le preguntó “qué tipo de torturas”, el militar contestó queGomensoro “estaba enchufado al teléfono, cuando le daban manivela al mismo sufría choques de corriente, esa quizás fue una de los tipos de tortura”

Ante la pregunta del fiscal sobre “la causa de la muerte de Gomensoro que se comentó” en el cuartel, Debate Martínez respondió que “fue a raíz de la tortura, pero no sé qué fue (lo que) le afectó; dijeron que se murió allí y después lo trajeron (a Paso de los Toros), eso lo oí. Si el cuerpo estaba lastimado no vi, pero no precisa estar lastimado para morirse, por la tortura y el lugar puede ser electricidad, el corazón, respiratorio, todo esto es una apreciación personal, yo no soy médico” “Ese mismo día de mañana andaba a caballo, en la tarde ya se sabía que había ocurrido ese hecho, al día siguiente yo supe que lo iban a traer a Paso de los Toros –explicó el testigo militar–. 

Yo pensé que esa persona podía llegar a morir en esas circunstancias. Nunca había visto una cosa de esas y pensé que en virtud de esas circunstancias podía llegar a morir...”.

El fiscal y la “inexistencia del delito”

 

En el expediente también se interrogó al abogado Gonzalo Fernández –ex canciller y secretario de la Presidencia– porque había sido miembro de la Comisión para la Paz, creada por el gobierno de Jorge Batlle: “Gomensoro muere en una sesión de tortura esa misma madrugada del 13 de marzo de 1973 en el cuartel o Grupo de Artillería Nº 1 de La Paloma, en el cerro de Montevideo”, afirmó en testimonio que data de 2012. 

“Yagrego que los lugares donde se torturaba a los detenidos en ese establecimiento, era en la parte del fondo del cuartel, donde incluso no podían acceder los oficiales destacados en dicho cuartel porque allí operaba el personal del SID, Servicio de Información de Defensa, que fue quien requirió la captura del muchacho en base a la falsa versión de que se habría fugado aprovechando una salida

 (…) No son suposiciones, es la versión cruzada y chequeada de diversas fuentes militares que nos contaban las cuatro preguntas que referí con anterioridad: cuándo había muerto la persona, porqué, cómo y dónde. Nosotros no preguntábamos quien había sido el autor...”, recordó.

Luego sostuvo que  “como no supieron que hacer con el cuerpo, se les ocurrió transportarlo hasta Rincón del Bonete y fondearlo atado a unas mallas y con una piedras para que no volviera a salir a flote, pero el cuerpo apareció. De modo que la versión que yo estoy brindando provino inicialmente de fuentes militares y luego fue corroborada ya en otro período por el máximo jerarca del arma que fue el comandante del Ejército Gral.(Ángel) Bertolotti que así lo escribió y firmó (y luego fue) elevado al Presidente de la República”, Tabaré Vázquez (durante su primer gobierno, 2005-2010)

La declaración del también abogado Carlos Ramela, asesor del presidente Batlle (2000-2005) y representante del gobierno en la Comisión para la Paz, coincide en lo medular con la de Fernández.

Por su parte, Bertolotti también respondió que Gomensoro había muerto en Artillería Nº 1: “El cruzamiento de la información de mis fuentes de información me indicaron que sí, no tengo fotos, ni documentos escritos, lógicamente nadie los tiene, y estoy convencido de que es así, lo que antes era una convicción ahora está confirmada, por personas no militares, por los integrantes del MLN. Hay un expediente yo me enteré hace pocos días en una reunión en el Ministerio de Defensa Nacional”


El ex comandante del Ejército refería a una investigación abierta en 2012 por el entonces ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, de la cual surge que el coronel retirado Juan Carlos Gómez, preso desde el año 2010 por el homicidio de Gomensoro, no era responsable del crimen.  Gómez era mayor de la División de Ejército III, que abarca el Batallón de Ingenieros Nº 3, de Paso de los Toros. La versión de un detenido en 1973 en esa unidad acusaba a Gómez como autor –junto a Gavazzo– del asesinato de Gomensoro. Sostuvo que presenció cómo lo torturaban en aquel predio militar hasta que murió. 

En el expediente surgieron, sin embargo, decenas de testimonios que contradicen la versión de traslado de Gomensoro desde el Grupo de Artillería Nº 1, para ser interrogado en Paso de los Toros. Y esto fue determinante para que Juan Carlos Gómez fuera sobreseído y liberado de la cárcel el 24 de diciembre de 2013.

Pero el fiscal Pérez D’Auría metió a Gavazzo en la misma bolsa exculpatoria y, a pesar de toda la prueba contra este violador contumaz de los derechos humanos –que lo ubica como torturador y homicida de Gomensoro–, el magistrado lo tildó de inocente y pidió que fuera sobreseído.


Pérez D’Auría interpretó que si el homicidio no ocurrió en Paso de los Toros, no hubo delito, y que en todo caso la investigación del crimen en Artillería Nº 1 correspondía a un juzgado y a una fiscalía de Montevideo: pidió que se remitieran los antecedentes al Juzgado Penal de Primer turno.

Pudo haber insistido en la condena de Gavazzo o resguardado la situación procesal de este militar retirado –sobre el que recaían 23 años de penitenciaría por este caso– a la espera de una reactivación de la indagatoria en la capital del país. Pero decidió aplicar el artículo 235 del viejo Código del Proceso Penal (sobreseimiento), y expresarse en forma tajante: “los encausados no participaron, son inocentes del hecho que se les imputa, ya que no existió tal hecho y por lo tanto inexistencia del delito”, dictaminó el fiscal.

Por si quedaban dudas, Pérez D’Auría, subrayó: “Es de hacer notar que conforme el artículo 235(…), si el fiscal solicita el sobreseimiento, el juez lo decretará sin más trámite (…); y que el sobreseimiento cierra el proceso definitiva e irrevocablemente con relación al procesado en cuyo favor se requiere”.

El fiscal requirió sobreseer a Gómez, y también a quien torturó a Gomensoro hasta causare la muerte. Gavazzo, según su propia confesión, cargó el cuerpo en un auto, lo llevó hasta Paso de los Toros y lo arrojó al fondo del lago. Todas pruebas irrefutables de su “inocencia”. 02/04/2019

 

Bayardi otra vez al frente de Defensa y Feola será el nuevo comandante

 

El ex ministro José Bayardi volverá a Defensa y el general Claudio Feola asumirá como el nuevo comandante en jefe del Ejército, tras las decisiones adoptadas por Vázquez

Aún no está la firma del presidente Tabaré Vázquez en una resolución oficial, pero desde filas del gobierno se da por descontado que quien fuera durante casi siete años presidente de la Vertiente Artiguista, José Bayardi, ya aceptó el ofrecimiento y volverá a ocupar el cargo de ministro de Defensa Nacional. Cosa que sucede con fecha del 1° de abril

Bayardi ocupará el lugar del socialista Jorge Menéndez –quien está en tratamiento por una grave enfermedad– y el actual director general de Secretaría del Ministerio de Defensa, Hernán Planchón, ocuparía el cargo de subsecretario, puesto en el cual se desempeñaba Daniel Montiel

Bayardi comenzó su militancia política en la Juventud Socialista y a principios de la década de 1980 se integró a la Izquierda Democrática Independiente (IDI). Posteriormente, en 1989, se pasó a filas de la Vertiente Artiguista, sector por el cual fue electo diputado y desde entonces trabajó en todos los temas vinculados a Defensa.

Entre 1994 y 2001 fue presidente de la Vertiente Artiguista y coordinó la bancada de diputados del Frente Amplio. En 2005, cuando asumió el primer gobierno de Vázquez, fue nombrado subsecretario de Defensa Nacional. Casi dos años más tarde, el 11 de febrero de 2008, tras el anunciado retiro de la ministra Azucena Berruti por problemas de salud y tras un intenso recambio del gabinete ministerial, pasó a estar al frente de la cartera, acompañado por en la subsecretaría por Jorge Menéndez, quien acaba de renunciar a su cargo.

Posteriormente, en el gobierno de José Mujica, en 2013, Bayardi fue designado como ministro de Trabajo y Seguridad Social en sustitución de Eduardo Brenta, quien renunció para dedicarse a la campaña electoral.

(NdePosta: todos los destaques, resaltados y subrayados, son de la edición posta)


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