11.MAY.19 | Posta Porteña 2017

POSTALINAS

Por posta

 

Gavazzo, el periodismo y la pistola

 

Si quien realiza el oficio de periodista cree que está para caer simpático, se equivoca  

Gabriel Pereyra El Observador  mayo 11, 2019

La polémica y el rechazo que generó en redes sociales, e incluso entre periodistas, como una tal Sole Castro que se presenta en Twitter como “feminista y de izquierda (pensé que si eras feminista lo otro se daba por hecho) y “editora de cultura del semanario Brecha”, creo que no es para nada un hecho menor.

Revela al menos dos aspectos: la forma en que mucha gente ve al periodismo y la forma en que mucha gente percibe la historia reciente a partir de sus protagonistas.

Una vez entrevisté al delincuente Diego de León. Le dicen El Cosita. Había violado y asesinado a dos mujeres. Luego se comería a un compañero de celda.

Tras la nota (que luego me cuestioné en parte cuando conocí el parte médico de De León), me preguntaban qué había sentido. Nada, ¿qué debería sentir? ¿Pena por sus víctimas? ¿O pena porque a un muchacho joven, débil mental y pobre, nadie había cuidado arrastrándolo indirectamente al infierno a él y a sus víctimas? Hice la nota tratando de desentrañar la personalidad del asesino. Otros parece que sí sienten ante personas así, como le ocurrió a Truman Capote con el múltiple asesino protagonista de A Sangre fría. Otros no sé qué sintieron, como los que escribieron la vida de Hitler, o de Stalin. Tipos que así como Gavazzo torturaron y posiblemente mataron a una decena, estos mataron a millones.

Aquella nota sirvió para ver que El Cosita no tenía que estar en una cárcel. Era un notorio inimputable. ¡Lo que dijeron los que pedían pena de muerte cuando un periodista indagó y llegó a la conclusión de que no debería estar ni en la cárcel!
“Gavazzo dando declaraciones”, dijo la “periodista” Castro y agregó: “¿Cómo duerme la periodista que lo entrevistó? ¿Y el editor que le dio el espacio? ¿Qué se sentirá alcahuetear un asesino? ¿Cómo se digerirá darle el micrófono a un violador?”

Yo supongo que con el “periodismo” que debe practicar Castro, debe dormir como un angelito. La periodista Paula Barquet que hizo la nota a Gavazzo (la calidad de la nota son 10 pesos aparte) habrá dormido con la tranquilidad del deber cumplido. Supongo. Pero además de todo, resulta que la nota de El País termino generando un allanamiento a la casa de Gavazzo. Periodismo Castro, periodismo. Si tiene náuseas, un antiemético, que funciona tanto para Gavazzo como para las feministas izquierdistas porque, ay, son de la misma especie.

La primera reflexión entonces: el periodismo no está para hacerle notas al payaso Piñón Fijo, al menos no solo a él. Hay veces que hay que chapotear en la mierda para llevar las peores historias, a veces las peores imágenes que son cuestionadas por los custodios del buen gusto.

Del suyo, obvio. El periodista no está para caer simpático, ni siquiera para sus propios colegas. Si quiere eso, equivocó la profesión, o puede ser editora de cultura de Brecha. 

Los dos ángeles caídos

Pero en esta mirada hay algo que trasciende lo referido al periodismo y tiene que ver con la historia reciente.

¿Qué sentirá Castro –y los que como ella piensan– cuando le hacen nota al tupamaro que dio la orden de matar a un peón rural? ¿O a policías pobres y desarmados? ¿Qué sentirá Castro y cómo dormirá cuando comparte redacción con un extupa que se enorgullece de haber esperado parapetado a un ser humano y erigiéndose en Dios lo ejecutó de un tiro? 

¿O que sentirá cuando hablan con aquellos tupas que mataron a sus propios compañeros, uno de ellos un gambuza que robó una plata de la organización?
Quienes niegan el relato de los dos demonios son los que lo abonan cuando creen que en aquellos años de plomo hubo buenos y malos.

Gavazzo y los suyos y los rehenes y la tortura ayudaron a tapar el accionar de un grupo iluminado, violador de los derechos humanos, que no solo mató sin asco al enemigo sino a gente de sus propias filas en nombre de una presunta ética revolucionaria. 

Esos no les revuelven las tripas porque los que escriban o hacen de escribas se comieron su historia, la que les vendían Fernández Huidobro y Rosencof saliendo del cuartel a reunirse con compañeros, y entregarlos así de manera solapada (muy poco solapada por cierto). Esos eran revolucionarios, Amodio Pérez un traidor que a Castro le debe provocar lo mismo que le provoca Gavazzo. Cuando cuestionamos a militares que parecen no haber pasado las páginas de la historia, miremos también cuántos civiles siguen con las páginas atrasadas.
Para periodistas como Castro no hay violadores, ni asesinos, ni torturadores, ni nada que su visión del mundo le moleste. 
Siendo Castro “periodista de cultura”, es una pena que no haya leído (porque debe entrar entre sus nombres censurados) al falangista español Millán de Astray, quien hizo famosa la frase: “Cuando oigo la palabra cultura, echo mano a la pistola”

 

11 de Mayo de 1972, secuestro del burgués Molaguero

 

Periódico anarquía 11 mayo, 2019

El 11 de Mayo de 1972, la OPR-33 grupo armado derivado de la Federación Anarquista Uruguaya, retenía por la fuerza a Sergio Molaguero.
 Su padre era dueño de la fábrica de calzados Seral, ubicada en Santa Lucía (Canelones), los trabajadores de la misma se encontraban en conflicto desde agosto del año anterior ya que cobraban un 40% de lo que deberían, sus patrones manoseaban a las trabajadoras y reprimían sistemáticamente a los trabajadores sindicalizados.
  En diciembre algunos de los trabajadores en conflicto comienzan una huelga de hambre y reciben el apoyo solidario de varios sindicatos, como también de las distintas agrupaciones de la ROE (Resistencia Obrero Estudiantil), también derivada de la FAU. El sindicato de FUNSA, dirigido por el anarquista de FAU León Duarte brinda total apoyo a los obreros de Seral.
 Los obreros son constantemente detenidos y baleados. Se realiza una marcha hacia Montevideo que es continuamente apaleada y reprimida mientras la patronal no acepta las mediaciones propuestas por la clase política.
 

Para el mes de mayo el conflicto se encuentra en un callejón sin salida, y los trabajadores en conflicto a punto de quebrarse por el hambre y la represión.
Es en ese contexto entonces que la OP3-33, grupo armado cuya finalidad no era tomar el poder sino ofrecer un apoyo decisivo a las organizaciones sociales que pretendiesen transformar la sociedad terminando con el sistema capitalista, secuestra a Sergio Molaguero, perteneciente a la organización fascista Juventud Uruguaya de Pié, y quien había increpado personalmente con su revólver a los huelguistas.
  Lo que no pudo la acción tenaz y abnegada del movimiento sindical, lo logró el grupo anarquista a través de la acción directa. Dos meses después Molaguero fue liberado y el conflicto solucionado

.
  Las condiciones cumplidas para liberar al burgués fascista fueron las siguientes;
 1) Entrega de 20.000 pesos a todos los obreros de Seral.

  2) Entrega de útiles escolares para los niños de las escuelas Nº140 y 150 de Santa Lucía.
  3) Entrega de 150 zapatos, 150 pantalones vaqueros, 150 pares de medias, 150 buzos y 150 túnicas para los niños   del barrio carenciado de El Abrojal.
  4) Entrega de 100 de cada una de esas prendas para los niños del barrio “atrás del cementerio”.
  5) Cese del conflicto obrero y aceptación de las condiciones reclamadas por el sindicato.
  6) Publicación en la prensa del acuerdo establecido.
  7) Pago a la organización armada de los costos que el secuestro implicó.
  8) Respeto a las clausulas tras la vuelta al trabajo.

  Y así fue como sucedió, lo que la burguesía no aceptó por las buenas, los revolucionarios lo obtuvieron a través de la convicción, la fuerza y la lucha revolucionaria.

Una Marcha en silencio, silencio que les conviene a muchos y no precisamente a los milicos

Faltando 5 meses para la selecciones el frente amplio se acordó que de centro izquierda y de los DDHH Cuando sus porta apellidos y u organizaciones del estado y algunas juezas empleadas del estado no hicieron nada por nuestros desaparecidos. Hacemos una marcha del silencio adonde concurren muchos que podía haber hecho mucho por los DDHH y no hicieron nada. Solo van para que les hagan un reportaje y seguir vendiéndose de izquierda. Cuando nunca lo fueron ni lo serán. Solo les interesa seguir prendido a la teta del estado. Y encima son altaneros /ras, soberbios y ego centristas.

Digo: que sabio es el sistema para saber explotar el burgués escondido que muchas y muchos llevan dentro. Si llegas al punto de ignorar a otra hija de desaparecida que es nacida en un chupadero y recuperada por Abuelas de Plaza de Mayo. Que es abogada y ocupa un cargo en la lucha por los desaparecidos aparte de ser militante de un partido de izquierda y la otra llegó porque se subió al apellido del abuelo y no tiene ni la cuarta parte de formación política que mi sobrina. Es una boluda útil lame pies para seguir viviendo del estado. Pobre ignorante corta de mente. No sabe que las cosas buenas o malas no son para toda la vida. Pero está siempre va a buscar prenderse.

Una marcha del silencio que hacemos en silencio, ese silencio que le conviene a muchos, y no precisamente a los milicos

Arriba los que luchan

Él boca


Comunicate