22.MAY.19 | Posta Porteña 2020

Brasil: Una Semana Decisiva

Por Juan Luis Berterretche

 

Reparto de privilegios en Diputados

Hasta muy pocos días antes de la paralización de la enseñanza parecía que todo marchaba a las mil maravillas en el gobierno Bolsonaro. Pero no era tan así...

Juan Luis Berterretche mayo 20, 2019

En esos días La Cámara de Diputados brasileña dedicó una de sus reuniones, como siempre infructuosas para el país, a repartir pasaportes diplomáticos a hijos y esposas de los integrantes de la institución. En un clima de fiesta desvergonzada se entregaron pasaportes diplomáticos con múltiples beneficios para familiares que viajarían -mayoritariamente de paseo- al extranjero. El presidente de la Cámara, Rodrigo Maia (DEM-RJ) obtuvo la mayor cantidad de pasaportes diplomáticos, (7 para su familia). El total de los favorecidos fueron 513 familiares de representantes. Bueno, quizá no todos lo fueran.

Repudio a Bolsonaro en N. York

Originalmente, un “homenaje” a Bolsonaro se realizaría el 14 de mayo en el Museo de Historia Natural en N. York pero cuando la Cámara de Comercio Brasil-USA (los auspiciantes) anunció que Bolsonaro había sido elegido como "Personalidad del Año", las autoridades del Museo se negaron a ser sede del evento por que las políticas del nuevo presidente brasileño -un negador del cambio climático- atentan contra la conservación de la selva amazónica. Tras protestas de grupos ambientalistas y defensores de los derechos de los homosexuales, así como del rechazo de varios sponsors del evento y hasta críticas del mismísimo alcalde de Nueva York, que catalogó a Jair Bolsonaro como ”Sujeto Peligroso” el presidente brasileño  se quedó sin su “homenaje”  en N. York.

Como “premio consuelo” sus amigos de USA le organizaron un homenaje en Dalas (Texas) la ciudad que es centro insolente del racismo estadounidense. Sin lugar a dudas era el lugar indicado para él.

El 15 de mayo, sorpresivamente, Brasil se paralizó en una huelga nacional de la Educación.

Las calles de las principales ciudades del país, ese día fueron tomadas por millares de manifestantes. Estudiantes, profesores, investigadores, funcionarios de la enseñanza, federales, estaduales y hasta de colegios particulares de incontables escuelas de renombre, manifestaron en todo el país en defensa de la educación. Nadie todavía ha tentado poner un número a la multitudinaria  manifestación. Se comprobó que abarcó 70 universidades e institutos en todos los estados brasileños, pero la sorpresa con que tomó a los medios de comunicación fue total.

La enorme huelga se realizó en repudio al recorte presupuestario de un 30% a las universidades e institutos federales de educación. Mientras se revocaban 3.000 bolsas de investigación estudiantiles en funcionamiento.

La primera intimidación a la enseñanza provino de Arthur Weintraub, ministro de Educación que anunció que los inmediatos perjudicados serían quienes promoviesen desórdenes (“balburdia”) en las instituciones educacionales. Este personaje sustituyó a Ricardo Vélez Rodríguez que luego de tres meses de inutilidad demostrada, sin intentar elaborar ningún plan, renunció por inservible. 

Arthur Weintraub es un personaje que en sus exposiciones más profundas se declara enemigo del “marxismo cultural”, pasó por el mercado financiero (Banco Votoramtim y Quest Corretora, que casualidad) y antes de asumir la cartera de educación nunca había dirigido nada en el área educacional.

Sin lugar a dudas la enmienda constitucional que estableció un techo máximo de gastos públicos en los primeros momentos del gobierno Bolsonaro, es antecedente directa de estos recortes.

La huelga ocupó las plazas urbanas con clases públicas para explicar el papel social de la educación y los desastres que promueve la reforma de jubilaciones que aumenta la edad mínima de los profesores y funcionarios para poder jubilarse.

Quizá las universidades públicas son los sectores más amenazados por los recortes presupuestarios y sin ningún lugar a dudas son el centro de los ataques de Bolsonaro. Que desde Dalas denominó como “Idiotas Útiles” a los manifestantes.

Pero también la enseñanza primaria está amenazada por los impulsos de la privatización. La educación secundaria asimismo pretende ser reformada, Y está claro que existen en el gobierno intenciones nefastas de eliminar ciertas asignaturas como historia, filosofía y sociología y todas las disciplinas que podrían desarrollar el pensamiento crítico.

Para los apoyadores directos del gobierno, -el empresariado “nacional” y extranjero-, el objetivo de la enseñanza debe ser preferiblemente neutral y dirigido a favorecer el mercado de trabajo. Y sobre todo sin incentivos a la reflexión.

Es importante remarcar que la investigación científica de la Universidad ha mejorado mucho en todo sentido -el 90% de la investigación se realiza en universidades públicas y esto es reconocido por varios medios internacionales educativos.

En los gobiernos del PT se apoyó una expansión de las universidades públicas y ante todo se mejoró la participación de sectores sociales excluidos hasta entonces de la actividad universitaria

Era uno de los pocos espacios plurales y democráticos en la sociedad  brasileña que restaban, exactamente porque había esa  limitada- convivencia entre hijos de familias de orígenes sociales diferentes, y entre negros y blancos, que es algo difícil en la sociedad brasileña. En Brasil, las escuelas o los hospitales que los ricos y pobres frecuentan son diferentes. Porque en Brasil el racismo es estructural e institucional (según ONU - 2013). Pero en las universidades aún existe, en parte, todavía, esa democratización que es absolutamente necesaria para crear un nuevo modelo de desarrollo.

Bolsonaro pretende reducir la investigación, limitarla a una élite y sin ninguna diversidad entre el alumnado. Es un brutal ataque a lo poco que resta de la cultura educativa del país.

     Referencias

 Tatiana Roque, profesora de matemáticas y filosofía en la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y una de las principales organizadoras de la movilización del 15 de mayo de 2019.

Luiz Roberto Serrano, do Jornal da USP


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