02.JUL.19 | Posta Porteña 2030

Vale c.e.r.

Por Tato López/posta

 

¡¡¡ Vivan los compañeros!!!

 

Informamos que el  día 29 de junio de 2019  falleció el compañero CARLOS ENRIQUE REVELLO URRUSPIL

Carlos (c.e.r.) que era como firmaba sus notas, había nacido el 30 de enero de 1944 en Montevideo y  permaneció recluido en Puntas de Rieles de 1972 a 1973

Mucho te vamos a extrañar, querido y entrañable compa-amigo, en las buenas y en las malas, supiste estar junto a posta, mostrando toda tu integridad militante, hasta la última estocada

       ¡¡ Hasta siempre, CARLOS!! Vale c.e.r. !!!

Posta

Esta es la última nota de c.e.r. en posta

http://www.postaportenia.com.ar/notas/10305/la-muerte-julio-foliacco-sainz/

 

ADIÓS AL AMIGO

El sufrimiento, no aumenta con la cantidad de los que sufren, un cuerpo puede contener todo el sufrimiento del mundo

                                 Graham Greene

 

Si hubo una omisión asumida con exceso de lucidez, en la vida de Carlos Revello, fue no haber sido feliz.

Si vivió transitoriamente algo parecido a la misma, quizás se aproximara a ese estado que describe Jorge Luis Borges, referido a Almafuerte, ”como una especie de nostalgia resignada”

Sus momentos eufóricos eran cuando se levantaba, en esos breves instantes en que nada se recuerda aún.

En una sociedad, en la cual el éxito, la prosperidad material, está vinculada indisolublemente a la felicidad, el loco Revello ni siquiera la mencionaba, tenía hacia esta; un desprecio constitutivo, sobrio, que hacía como que la ignoraba.

En los últimos meses de vida, ya casi había renunciado a escribir con esa pluma incisiva y contundente que lo caracterizó.

En su último artículo escribió un anti obituario en memoria del fallecido Julio Marenales, dónde lo caracteriza con desprecio,  como un viejito autocomplacido, sus motivaciones eran bifrontes, por un lado, ponía en cuestión la actitud del occiso y de sus homólogos, y por otro lado, era rotunda censura para desenmascarar a cultores y exegetas, que prosperaron mediante la adulancia, a la sombra de sus omisiones, haciendo de estas, culto obsecuente y nada ingenuo.

La personalidad de Carlos, era multifacética y compleja; un sincretismo de dos generaciones que sacudieron el letargo de una sociedad  cansina, que expresaba su tiempo y el que lo precedió.

Supongo que le hubiera dado malestar estomacal una evocación ditirámbica y edulcorada,  quien no fue precisamente una malva

Revello era un cactus, pinchaba por fuera, y era sustancioso por dentro.

Conjugaba dos características contradictorias, un rigor para investigar, enlazado con la enjundia en sus conceptos, y su contracara, una defensa irreductible de la amistad que lo llevaba al límite del “todo o nada”

Podía defender ese estatuto, aún en actitudes poco estéticas de sus amigos,  cuando los borraba de ese escaso registro personal, no había acto que los redimiera.

Esa conjugación, de machismo codificado a la antigua, lo mutilaba para hablar de sus dolores, sobrio con los mismos sólo alguna referencia a la muerte prematura de un hermano que se agotaba en la propia mención.

Eso contrastaba con su pensamiento abstracto y la fina percepción de la política, despojada de ideologismos y conveniencias personales.

No creo que Revello se aferrara a la muerte como idea seductora, su tránsito hacia la misma no fue consecuencia de un derrotero fatal, sus propios códigos de vida se lo impedían, eso era para poetas contrariados y frágiles, vulnerados en su vanidad, pero había perdido interés por la vida.

No le interesaba estar joven del tiempo ajeno, ni le molestaba estar viejo de su propio tiempo.

Llevo al límite su fortaleza física, su corazón, abusando de este, como un motor exigido a la mayor cantidad de vueltas, sin aceite ni próximo itinerario en su horizonte, consumiéndose en los efectos de su combustión, quizás como siempre vivió “al mango” de sus propias verdades.

Hace una semana que había entrado en coma, quizás de una manera supersticiosa, pensé que había hecho un buen trato con la muerte, desafiando su pronta llegada, a cambio de sortear la indignidad de la decrepitud.

Por coincidencia, sus últimos momentos de lucidez, los vivió en compañía de amigos, pero Carlos supo desde siempre, que se muere sólo, lo demás, son ditirambos para la galería

Tato López

 

Huellas

 

El viento borra las huellas de las gaviotas.

Las lluvias borran las huellas de los pasos humanos.

El sol borra las huellas del tiempo.

Los cuentacuentos buscan las huellas de la memoria perdida, el amor y el dolor, que no se ven, pero no se borran.

Eduardo Galeano. El cazador de historias

 

La noticia del fallecimiento de Carlos Enrique Revello Urruspil (Cacho) nos llegó por una llamada telefónica de Héctor Grimon y Matilde la llegada de ese vacío que deja en nuestra memoria, su muerte.

Hoy, con la triste noticia, lamentamos estar lejos y de Montevideo, no poder estar presente en su velorio, no poder estrechar la mano de su hermano Víctor y familia y su amigo inseparable Héctor.

Amigos, de militancia nacida en en el exilio sueco, y con muchos motivos para dudar muy seriamente de las versiones oficiales de las causas de la derrota. Fundando y organizando las bases tupamaras en el exilio europeo. Carlos era un estudioso investigador de la historia de los Tupamaros; leía minuciosamente todos los libros y documentación sobre la historia reciente que llegaba a sus manos, pero no solo leía sino que volcaba sus conocimientos en sus círculos más cercanos, y no tan cercanos, escribiendo artículos y dando charlas u organizando reuniones.

Militó en el MLN (Tupamaros) y estuvo preso en Puntas de Rieles de 1972 a 1973, luego exiliado en Argentina y por último en Suecia que fue su segunda patria.

Profesor de historia; fue director de Radio Sur en Estocolmo y en Montevideo dirigió un programa de radio financiado por las bases tupamaras. Fundador y miembro del Comité de Redacción de SURda y firmaba sus artículos con el apodo  (c.e.r.)

Evocar su figura no es difícil: no tenía pelos en la lengua y con su pluma sagaz no dejaba "títeres con cabeza", contra los poderosos, contra los burócratas y aparatistas de la línea oficial, contra las cúpulas encaramadas en el poder estatal, contra el cretinismo parlamentario... Con sus compañeros también lo era; pero escuchaba con respeto y cariño, aceptaba críticas porque tampoco era un necio.

Evocando a Raúl Sendic (Bebe) escribió: “ La vida política, que rehace después de la liberación de las prisiones. Es el primero que marca que la  ”democracia”  en la que la izquierda toda se lanzaba con gritos de aleluya, era meramente una  ”primavera democrática”

Fue el primero también que señaló que era necesario  un frente más amplio que el Frente Amplio.

Cualquiera de estos señalamientos, levantó entonces, polvaredas. Gestos torcidos. Sus críticos de entonces, han comprobado, que Sendic –también se le llamaba internamente  ”el águila”-  veía más lejos que ellos. Era nomás primavera democrática que había que afianzar. Y los hechos lo siguen demostrando.”

Crítico implacable sacudía los grandes mitos; en otro artículo nos dice: "El viejo MLN-Tupamaros, la expresión más alta de la lucha de clases en el Uruguay de los años 60 y 70, muy superior a toda la vieja izquierda parlamentaria y reformista, pertenece hoy a la prehistoria. Lo que subsiste y quiere vestirse con sus viejos andrajos, es el EME-Pepismo que pronto morirá como el caudillo electoralista y reformista que hoy la acaudilla, rodeado de una camarilla gubernamental de alcahuetes y adulones, muchos de ellos corruptos. A través de ellos no habrá ninguna “liberación nacional” ni mucho menos “socialismo” alguno.

El camino no pasa por renegar de lo hecho, sino someterlo a un escrutinio impiadoso. Y entendámonos, aquí no se trata de ninguna “vuelta” a partidos burgueses, que algunos quieren llamar “fundacionales”. Las inmundas divisas que nacieron en la batalla de Carpintería para diferencias las huestes de dos ególatras. Nada de eso. Esos partidos bien muertos están ante la opinión pública actual. Los mata su mismo pasado espurio.

Nuestra mira esta puesta en la izquierda. Una izquierda que no plantee adaptarse y convivir con el capitalismo. Una izquierda que lo supere, que vaya más allá del mismo. Una izquierda que sea capaz de luchar y convocar a lucha y a la victoria por la sociedad “de los productores, libremente asociados”. Una sociedad donde los explotadores deben ser eliminados sistemáticamente y cueste el tiempo que cueste."

Vaya un abrazo fraternal y dolorido para Víctor y familia, en éste trago tan amargo.

Por Carlos Revello un buen militante, un buen amigo. Arriba los que luchan!!

Por la redacción de SURda

E. Báez


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