“exigimos la liberación de Rubén González y otros sindicalistas procesados por justicia militar, así como al resto de los presos por razones políticas. Así mismo, reafirmamos que nos mantendremos movilizados por el rescate de la institucionalidad democrática en el país “
Este martes 13 de agosto de 2019 el Tribunal Militar 5to de Control, con sede en Maturín, condenó al sindicalista Rubén González, Secretario General del sindicato de Ferrominera Orinoco y coordinador de la Intersectorial de Trabajadores de Guayana, a cumplir una pena de prisión de 5 años y 9 meses. Los delitos por los que se le condenó fueron “Ultraje a la Fuerza Armada” y “Ultraje al centinela”. Las organizaciones sindicales, sociales y de derechos humanos que suscribimos el presente comunicado denunciamos que la condena a González constituye un ejemplo de la ausencia de democracia en Venezuela, donde se ha implantado una política de Estado para criminalizar la protesta y callar tanto la disidencia como la exigencia de derechos.
Rubén González fue detenido el jueves 29 de noviembre de 2018 luego de los hechos ocurridos el 12 de agosto de ese año cuando el líder sindical hablaba durante una asamblea de trabajadores. En esa ocasión, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana intentaron detenerlo siendo protegido por trabajadores quienes evitaron el arresto. Posteriormente, la Fiscalía Militar 43, con competencia en el Estado Bolívar, presentó cargos por delitos militares contra el defensor de derechos laborales.
“exigimos la liberación de Rubén González y otros sindicalistas procesados por justicia militar, así como al resto de los presos por razones políticas. Así mismo, reafirmamos que nos mantendremos movilizados por el rescate de la institucionalidad democrática en el país “
La condena contra el líder obrero González intenta silenciar el justo reclamo de las organizaciones sindicales por los derechos de los trabajadores, en crisis como consecuencia de la Emergencia Humanitaria Compleja y el retroceso de los salarios y las convenciones colectivas. Entre 2009 y 2010, Rubén González fue encarcelado por 14 meses, luego de liderar una huelga por las condiciones laborales de los trabajadores de Ferrominera del Orinoco. Tras la denuncia y movilización popular fue declarado inocente. Organizaciones de derechos humanos han recibido información que asegura que el sindicalista ha recibido tratos crueles e inhumanos durante este último encarcelamiento, una práctica corroborada por el reciente informe del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Del 2012 al 2019 seis sindicalistas han sido procesados en la justicia militar por defender derechos. Por otra parte, según cifras del Foro Penal, existen 528 presos políticos en Venezuela. Ambas situaciones evidencian la ausencia de estado de derecho, la vulneración recurrente de la Constitución y la repetición de violación de derechos humanos de manera sistemática. Reiteramos, una vez más, que la aplicación de la justicia militar contra civiles constituye una violación a los derechos humanos y refleja el proceso creciente de la militarización en las labores de vigilancia, hostigamiento y persecución a la disidencia política y luchadores sociales en Venezuela. Recordamos que, por reiteradas violaciones a la libertad sindical, la OIT activó su máximo mecanismo de investigación: la Comisión de Encuesta, emprendida solo en 13 ocasiones en los 100 años de dicha Organización
Las organizaciones que suscribimos este documento exigimos la liberación de Rubén González y otros sindicalistas procesados por justicia militar, así como al resto de los presos por razones políticas. Así mismo, reafirmamos que nos mantendremos movilizados por el rescate de la institucionalidad democrática en el país.
Adhieren más de 100 organizaciones
La devaluación del peso produjo, como toda devaluación, una depreciación de nuestros salarios. Esto se suma a la caída que venimos sufriendo con las paritarias firmadas por debajo de la inflación. Frente a esto, algunos han reaccionado de diferentes formas. ATE Capital ha presentado un pedido de reapertura de paritarias y realizaron una movilización sin avisarle a nadie, no vaya a ser que vaya alguien y tengan que ponerse a luchar seriamente contra el ajuste. Los kirchneristas llaman explícitamente a “garantizar el orden”, o sea, a bancarnos el ajuste calladitos para que ningún estallido arruine sus planes electorales.
Por su parte el PTS ha salido a exigir a la CGT y a la CTA que convoquen a un paro nacional, porque parece que los trabajadores no podemos movernos sin la tutela de la burocracia. Hace falta movilizarse, pero no contra los fantasmagóricos “mercados” o contra Macri exclusivamente, porque eso supone pedir la asunción de Fernández que viene a seguir el ajuste.
La “izquierda” del kirchnerismo, donde se ubicarían organizaciones sindicales como ATE, pretende instalar una explicación que exculpe a Fernández de lo que está pasando. Y gran parte de la izquierda la compra. Se supone que estamos frente a un golpe de mercado que Macri permite para “castigar” al “pueblo” por su voto. Pero esto es falso. Por un lado, la devaluación es parte del programa económico de Fernández. Lo viene anunciando hace rato y tanto él como sus economistas lo ratificaron.
A tal punto es así que Fernández no solo no rechazó la devaluación, sino que criticó a Macri por usar reservas para frenar una mayor caída del peso. Es decir: quiere una devaluación aún mayor. No es de extrañar, Alberto pretende que sea Macri el que haga el trabajo sucio. Si Alberto tuviera algo diferente para ofrecer, reclamaría un adelanto de las elecciones para asumir y evitar mayores penurias para los trabajadores. Pero nada de eso está sucediendo. Por el contrario, Fernández y sus economistas alientan la devaluación que implica mayor carestía para los obreros.
La razón de que suframos devaluaciones constantes y depreciaciones salariales sistemáticas no hay que buscarla en “los mercados”, en el capital financiero ni en ningún plan maquiavélico. El problema es la dinámica propia del capitalismo argentino. Hace años que la economía argentina está estancada y que se mantiene estable a duras penas. La única solución capitalista a esa situación es una mega-devaluación que licúe nuestros salarios. Cristina pospuso el estallido manteniendo el dólar bajo, a fuerza de liquidar reservas y apelando al cepo.
Esa solución llegó a un límite y vino Macri, que pospuso el estallido gracias al endeudamiento externo primero, y luego gracias al combo Leliq-FMI, con tasas por las nubes y venta de reservas prestadas por el Fondo. El dólar seguía atrasado. ¿Para qué mantener el dólar bajo? Para evitar una disparada inflacionaria mayor que deprecie aún más los salarios, a ver si ganaban las elecciones. Pero tarde o temprano, con Macri o con Fernández, se iba a venir la mega-devaluación.
Por eso Alberto dijo hace dos semanas que el dólar estaba “atrasado”, y por eso ahora su equipo económico deja trascender que “no les importa que el tipo de cambio corrija un poco su valor”. Por eso Fernández anuncia que va a poner todo de sí para sostener a Macri hasta diciembre: si él hace el ajuste mejor, Alberto asumirá con todo dado para arrancar la “reactivación” sobre la base de nuestros salarios licuados, igual que Lavagna en 2002. Macri y Fernández son responsables de esta devaluación.
Es para lo único que da la economía argentina: despegue capitalista a costa de salarios ultra-devaluados. Exculpar a Fernández de la megadevaluación, como hace el kirchnerismo de ATE y buena parte de las corrientes de izquierda, es no prepararse para lo que se viene: más devaluación (si no la hace Macri la hará Fernández) y salarios congelados vía Pacto Social como prometió Cristina, porque “estamos en crisis” y, ya se sabe, “hay que pasar el invierno”.
El conjunto de la dirigencia sindical es responsable por haber llamado a los trabajadores a ilusionarse con quien ya estaba anunciando la profundización del ajuste. No podemos esperar nada de ellos. Si hicieron la plancha en cuatro años de un gobierno al que decían oponerse, qué puede esperarse de uno que apoyan. La única chance que tenemos es organizarnos de forma independiente, en una asamblea nacional de trabajadores ocupados y desocupados que debata una salida a la crisis.
Corriente clasista Goyo Flores – Corriente Sindical de Razón y Revolución 14/8/19
Muchas gracias a Ricardo, de su nota anterior yo pensé que en Rojava había un campo de concentración dónde los trabajadores son obligados por la fuerza a trabajar a latigazos, y clínicas psiquiátricas de lavado cerebral por métodos como los franceses en Argelia que describe Fanon, que las armas estaban monopolizadas por un grupo minoritario de burócratas asesinos, etc.
El único dato que no me cerraba es que la población se duplicase por la gente que raja del resto de Siria o del Kurdistán iraquí o de Turquía para ir a esa mierda de Rojava. Por suerte esta nota ( http://infoposta.com.ar/notas/10478/contra-el-socialismo-estatista-contra-la-mentira-de-la-revoluci%C3%B3n-en-rojava/) aclara el tema, y explica además que el grave problema es que la gente hace lo que le parece y no las recetas de los revolucionarios como Ricardo y esta amiga suya. Me parece que si explican mejor lo que quieren puede ayudar a su objetivo, yo todavía no lo entendí pero yo soy un agente del imperialismo.
Ah! Me faltaba la cantidad de gente de grupos contrarrevolucionarios socialistas, anarquistas, marxistas, leninistas, maoístas, y hasta hoxhistas que van en forma voluntaria a pelear con las armas por esta contrarrevolución de mierda.
Y la amiga de Ricardo, entonces, tiene muchas dificultades para llegar a convencer a alguien y está un poco decepcionada, pobre. Ni siquiera la tuvieron que reprimir violentamente por su trabajo revolucionario, la dejan que hable no más.
Fernando Moyano