Sobre los desaguisados en materia de política internacional durante los gobiernos del Frente Amplio
Las elecciones del pasado 11 de agosto marcaron el panorama político con un resultado alejado de lo que las encuestas predecían y con una cuota de sorpresa ante la gran diferencia entre las fórmulas de Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Eduardo Sartelli -Doctor en Historia por la Universidad de Buenos Aires- analiza esta coyuntura política post-PASO con un escenario que“se resolvió todo en un sólo día y una crisis política con consecuencias económicas y sociales que se adelantó seis meses a lo que se esperaba (…)
Entrevista AL DORSO | Eduardo Sartelli 16.08.2019
Las elecciones del pasado 11 de agosto marcaron el panorama político con un resultado alejado de lo que las encuestas predecían y con una cuota de sorpresa ante la gran diferencia entre las fórmulas de Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto con Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Eduardo Sartelli -Doctor en Historia por la Universidad de Buenos Aires- analiza esta coyuntura política post-PASO con un escenario que“se resolvió todo en un sólo día y una crisis política con consecuencias económicas y sociales que se adelantó seis meses a lo que se esperaba”. Ante la posibilidad de mantener cierta tranquilidad hasta octubre por parte de Mauricio Macri y lograr una transición tranquila, el panorama se mostró completamente diferente.
La situación actual tiene al presidente “forzado a sufrir sin poder renunciar por lo menos hasta octubre” plantea Eduardo Sartelli. Tal como pasó en la experiencia de 1989 en la que Carlos Saúl Menem “jugó” con la posibilidad de que estalle la crisis en los meses previos a la elección. En ese sentido, Eduardo Sartelli agrega que Alberto Fernández muestra una actitud intermedia, con sus declaraciones a partir de las medidas económicas tomadas en la última semana por el gobierno actual, y por el otro lado, trabajando con sus asesores económicos para negociar en Estados Unidos.
Por su parte, figuras de los sectores populares como Juan Grabois con la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, estableció un pacto de paz social hasta octubre con la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley. “Es un escenario contradictorio” remarca Eduardo Sartelli a partir de estos movimientos.
Al analizar el rol de los partidos de izquierda en estos meses de campaña electoral, Eduardo Sartelli plantea su rechazo a la postura de un discurso vacío, lavado y sin claridad de cómo se va a enfrentar el capitalismo.“Si uno respeta al sujeto de la revolución, tiene que hablar claramente” establece Sartelli, y agrega:“¿Por qué van a votar a la copia si pueden votar el original? ¿Por qué van a votar a la izquierda si pueden votar al kirchnerismo? La gente no se va a dejar ajustar sin decir algo. La izquierda fue muy castigada por eso. La lucha socialista está banalizada, por eso siete partidos juntos sacaron un 2,8%”.
A su vez, es importante remarcar lo que significan los votos que obtuvieron las fórmulas encabezadas por José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión que suman un 5% y reflejan los discursos más radicales, tomando como modo de accionar “cortar de raíz los problemas”. Ante esto, Eduardo Sartelli analiza:“Hay que pensar que el voto macrista no fue tan malo como el voto a Macri. Sumando todos los votos da un 40%. Hay una porción de la Argentina que cree que los problemas se resuelven con más ajuste. Es una perspectiva a lo Bolsonaro”. Para finalizar, Eduardo Sartelli agrega: “Lo que está claro es que la izquierda no se pone a la altura de la situación”
Comparto el enlace* y lo recomiendo. Pero no quiero dejar pasar un traspié que no debemos permitir que anide en nuestro cerebro, porque es una de esas falsedades (del tipo “ese no va a robar porque ya está hecho”) que, si las tragamos, conforman insidiosamente lo más basal de nuestra ideología.
Para peor, viene a estar en un párrafo esencial de la declaración. Urge arrancarlo:
Segundo, hay que levantar un programa socialista. El peronismo fracasó y es el enemigo a vencer en cada uno de los puestos de lucha. El macrismo no tiene posiciones en el movimiento obrero. El kirchnerismo sí. A ese hay que desalojar. Pero no se puede expulsar aquello que no se combate y no se pude combatir aquello que no se señala persistentemente como un cáncer. Necesitamos una izquierda que deje de ser peronista.
“El peronismo fracasó”: qué lástima; llegábamos al final de una declaración admirable, para aplaudir de pie.
Pero, ¡qué va a fracasar el peronismo, que vela la derrota de la clase trabajadora desde hace setenta y cinco años, que salva todas las crisis de gobernabilidad de los gobiernos explotadores, que lubrica los cambios en los modelos de acumulación!
Cuando se empieza a construir en la mente una frase tan insensata como “el peronismo fracasó” un cerebro sano debiera rechazarla con espanto, ab ovo.
Un desliz así me trae a la memoria que Walsh, en el prólogo de una de las ediciones de “Operación Masacre” escribió “los militares deben irse, porque han fracasado”.
Si “han fracasado” deben quedarse: ¿o acaso Walsh pensaba que el objetivo de ellos era hacer la revolución socialista, y no lo lograron?
Capaz que sí. No olvidemos que Walsh tomó las armas para traer al General.
Lo que es yo, no quisiera estar en la vecindad, si no ideológica, al menos lingüística, con un espécimen semejante.
* https://razonyrevolucion.org/el-trotskismo-k-y-la-necesidad-de-una-salida-socialista/
Juan del Sur