23.OCT.19 | Posta Porteña 2059

Chile: los jóvenes le perdieron el miedo al toque de queda

Por varios

 

HUELGA GENERAL EN #CHILE A PARTIR DEL MIÉRCOLES 23

 

URGENTE: COMUNICADO PÚBLICO DE ORGANIZACIONES SOCIALES QUE EXPLICITA CONDICIONES Y VOLUNTAD DE DIALOGO

Frente al discurso bélico infundado, intencionado e invisibilizador de las demandas masivas de la ciudadanía por parte de Sebastián Piñera. Es imperioso que sea difundido masivamente en el menor tiempo posible. INSTRUCTIVO: cada persona debe comprometerse a difundir AHORA intensivamente entre TODOS sus contactos las condiciones y voluntad de diálogo de asamblea de organizaciones sociales, con el cuidado de compartir esta misma recomendación de difusión a TODOS sus contactos

Chile enfrenta la mayor crisis política y social desde la salida de la dictadura militar. El estallido social detonado por las alzas de la locomoción colectiva a puesto en evidencia la rabia contenida y el descontento por las políticas impulsadas en las últimas décadas, alzas permanentes de los servicios básicos, los estancados salarios y la mercantilización de los derechos sociales entre otras.

Frente a esto, el Gobierno está llevando a cabo un verdadero “autoGolpe”, recurriendo a la mayor de las prácticas antidemocráticas que es usar a las FF.AA. para imponer “paz social” por la vía de la fuerza y en ese contexto imponer sus políticas antipopulares en pensiones, tributaria, jornada de trabajo, etc. El gobierno con su actuar, tiene paralizado al país con el clima de violencia instalado con la presencia de los militares en las calles

Sebastián Piñera no está entendiendo las razones de fondo de la protesta ciudadana generalizada en todo el territorio, con su actitud es claro que no está en condiciones de seguir dirigiendo al país

Por tanto, en primer lugar, en los marcos de la ley y en relación a cada caso, ningún trabajador debe poner en riesgo su integridad, ni asistir a sus puestos de trabajo si no están las condiciones para ello.

Las organizaciones sindicales presentes, en una reunión de Unidad Sindical de urgencia, demandamos al gobierno restituir la institucionalidad democrática, que en primer lugar significa deponer el estado de emergencia y devolver los militares a sus cuarteles.

Solo depuesto el Estado de Emergencia, habrá condiciones que permitan iniciar de manera real, un diálogo social y político, con organizaciones representativas de los trabajadores y movimientos sociales, que le dé respuesta a las demandas que son las que han generado este estado de indignación social.

Las organizaciones presentes, manifestamos nuestra decisión de convocar a una gran Huelga General que vacié las calles del país. De no mediar respuestas del gobierno y una salida pronta al actual estado de crisis de la institucionalidad democrática, se hará efectiva a partir del próximo miércoles 23 de octubre.

Hacemos un llamado categórico a la oposición y progresismo a que de una vez recojan y legislen considerando las demandas populares y actúen por el bien del país con criterios de unidad en torno a las exigencias y gravedad del momento. En lo inmediato, les exigimos paralizar toda acción legislativa mientras se mantenga el estado de excepción, asumiendo una huelga parlamentaria.

Estamos ciertos que los primeros responsables de la violencia es esta elite arrogante e insensible que durante décadas ha abusado de manera impune y ha mercantilizado hasta los derechos más elementales; ellos no son ejemplo de nada, son los que han llevado a este país al grave estallido que vivimos hoy

Pero con la misma claridad condenamos de la manera más enérgica la violencia irracional generada por la actitud del gobierno, que ha permitido acciones de vandalismo y delincuencia de grupos minoritarios, mientras la gran mayoría del país se ha manifestado de manera pacífica y organizada por todo el territorio. Es absurdo destruir el metro que no es usado por los poderosos sino por trabajadores y trabajadoras, es repudiable el saqueo de negocios, algunos de ellos de pequeños comerciantes, así como la destrucción de bienes públicos. Esa violencia irracional solo es funcional a los poderosos para justificar la represión y militarización del país. Pero también dejamos planteada la pregunta acerca de la sospechosa ausencia de vigilancia y protección policial a la red de metro, negocios y edificios, justo en los momentos en que operaban estos grupos de desconocida y dudosa pertenencia

Finalmente, las organizaciones sindicales reunidas el día de hoy, reiteramos y hacemos nuestra la declaración y petitorio de Unidad Social, que contiene las demandas de la ciudadanía toda, del día 19 de Octubre, bajo el lema: Nos cansamos, nos unimos

Central Unitaria de Trabajadores – Coordinadora No Más AFP – Asociación Nacional Empleados Fiscales ANEF – CONFUSAM – FENPRUSS – Confederación Coordinadora de Sindicatos del Comercio y Servicios Financieros – FEDASAP – Confederación Bancaria- CONFEDEPRUS – Sindicato Interempresa Líder SIL – Colegio de Profesores – FENATS Nacional.

Adhieren: CONES – CONFECH – Chile Mejor Sin TLC - Cumbre de los Pueblos – FECH – FENAPO – FEUARCIS.

 

Comunicado Oficial chilenas y chilenos en Uruguay frente a situación en Chile:

Como chilenas y chilenos residentes en la República Oriental del Uruguay manifestamos nuestro total apoyo a nuestras y nuestros compatriotas quienes, durante los últimos días, se han volcado a las calles de todo el país para protestar contra el gobierno del Presidente Sebastián Piñera

Durante la última semana, la gran mayoría de chilenas y chilenos han participado activamente en una movilización que, si bien inició como una respuesta al alza del transporte público en Santiago, hoy se ha convertido en una protesta nacional a todo el sistema político, económico y social heredado de la dictadura cívico militar (1973-1990). Este sistema neoliberal, amparado por la Constitución Política de 1980, ha provocado una intensa precarización en derechos básicos como salud, educación, transporte, la vivienda, la previsión social, el derecho a aguas y la protección ambiental, sólo por nombrar algunos

Considerando que Chile posee uno de los índices de desigualdad social más altos de la región, como reflejo de una ineficiente distribución de la riqueza, sumado a la represiva acción policial frente a las demandas de los pueblos originarios en el sur del país, las ridículas sanciones judiciales a delincuentes “de cuello y corbata” declarados culpables en evasión de impuestos y actos de corrupción, y a las provocadoras declaraciones de diversos ministros del gabinete, la ciudadanía se ha hartado y dijo “¡Basta!”

Frente a esto, no podemos sino empatizar con toda la frustración e indignación de nuestras y nuestros compatriotas y apoyarles en su legítimo derecho a manifestarse

Asimismo, repudiamos las medidas del gobierno -en particular del Presidente Sebastián Piñera Echenique y el Ministro del Interior Andrés Chadwick Piñera- de aplicar Ley de Seguridad del Estado y declarar, por primera vez desde el fin de la dictadura, Estado de Emergencia en la mayoría de las regiones de Chile por motivo de manifestaciones populares, además del establecimiento de toque de queda que arranca para población de Santiago y luego para otras regiones

Usar a las fuerzas policiales y del ejército en contra de sus propios compatriotas, en lugar de establecer un diálogo que escuche la demanda popular, nos parece una medida propia de gobiernos dictatoriales, a los cuales el presidente Piñera ha sido enfático en apuntar con el dedo y solicitar la renuncia de algunos mandatarios de la región

Repudiamos también a los medios corporativos de comunicación, al bloqueo y distorsión de la información a nivel nacional e internacional. Agregar que no vamos a dar declaraciones a la prensa corporativa, por lo mencionado anteriormente

Nos indigna -y no nos dejará de indignar- la violencia que se está ejerciendo en contra el pueblo chileno, vulnerando por completo sus Derechos Humanos. Chile hoy no se encuentra en guerra como declaró el presidente Piñera, Chile hoy se encuentra abusado por las fuerzas policiales y del ejército y pisoteado por el mandatario y el gobierno, quienes deberían estar velando por el bienestar de su comunidad. El pueblo chileno no está en guerra, pues quienes llevan las armas y se han manchado las manos con sangre son los mismos representantes del Gobierno y el Estado.

En Chile el estado está asesinando personas. En Chile la propiedad privada tiene mucho más valor para el gobierno que la vida de su propio pueblo. En Chile no existe democracia; así lo decidió Sebastián Piñera

Hoy, Chile se levanta con más de 2.151 detenidos y detenidas, muchas personas no saben del paradero de sus familiares y conocidos, existen confirmados 11 muertos y muertas en el territorio. Pese a esto, la prensa prioriza la difusión de los desastres provocados por la rabia y frustración del pueblo -aunque nos consta que muchos de esos desmanes son montajes y forman parte de la estrategia del Gobierno-, antes que mostrar las injusticias cometidas por parte del Estado.

Querido pueblo que lucha: no debemos caer en las trampas de quienes nos quieren ver divididas y divididos. Debemos resistir. Nos quieren hacer creer que necesitamos resguardo militar en las calles. Actualmente, la fuerza militar y policial ha preferido enfocarse en dispersar manifestaciones completamente pacíficas, como cacerolazos, utilizando su armamento de guerra en contra de manifestantes al azar. Nos demuestran una y otra vez que trabajan para los grandes empresarios y el mundo privado y no para la defensa del pueblo chileno

Exigimos al estado la liberación de todas y todos las y los detenidas y detenidos durante estas manifestaciones, pues nos consta que han sido medidas arbitrarias y represivas en contra de personas que solo se han manifestado en contra de una situación de injusticias e ineficiencias por parte del gobierno

Brindamos nuestro apoyo a la lucha colectiva que se dan en toda la región de América Latina y agradecemos la activa participación y apoyo de las y los inmigrantes que se suman a la causa, que no es solo de las y los chilenas y chilenos, sino que es de todas y todos las y los que vivimos los abusos del estado

Chile ha despertado y nosotras y nosotros desde el Uruguay no quedamos indiferentes y les enviamos nuestro apoyo y fuerza a todo el movimiento en los días venideros

Y el Estado Uruguayo, ¿qué piensa de la situación que vive Chile? ¿No van a intervenir? Hacemos un llamado a todos los estados que aún se encuentran en democracia a manifestarse e intervenir en el abuso que se ejerce hoy en Chile y en toda Latinoamérica.

No a la militarización en Chile y América Latina. Piñera, escucha: ¡Queremos tu renuncia!

 

CHILE: CONVERGENCIA SOCIAL ANTE EL ESTALLIDO SOCIAL

 

22 OCT. 2019     El estallido social que comenzó el día 18 de octubre contra el alza de las tarifas del Metro de Santiago tiene causas mucho más profundas, provocando una movilización social en todas las regiones del país. La sociedad chilena se cansó de que unos pocos vivan a costa de la mayoría y que cualquier costo social caiga sobre los más pobres.

Esta movilización, que no es conducida por ninguna fuerza política, no puede ser aplacada por la represión y la militarización, como ha intentado hacer el gobierno de Piñera buscando un retroceso democrático, ni tampoco mediante acuerdos desde la elite, repitiendo la tónica de los últimos 30 años y profundizando la desconexión con la ciudadanía.

En el estado de crisis actual, no hay diálogo posible si no se levantan los Estados de Emergencia y se inicia una desmilitarización inmediata de nuestras ciudades. Una garantía mínima para cualquier avance en la solución del conflicto, es la restauración de la normalidad democrática en nuestro país.

Sebastián Piñera renunció a gobernar cuando anunció el Estado de Emergencia y el toque de queda el 19 de octubre. Al entregar el mando de las principales ciudades de nuestro país a los militares y permitir – por primera vez ante motivos políticos desde el fin de la dictadura – el regreso de éstos a la calles, no sólo infringió un profundo daño a nuestra estrecha democracia, sino que declaró que él y todo su gabinete estaban incapacitados de dar respuesta a las demandas sentidas del pueblo de Chile. Esta renuncia a la política profundizó la crisis social. Ninguna autoridad sectorial ha contribuido a entregar certezas a la población sobre el transporte, la salud, las escuelas, la seguridad o incluso la vida; son responsables de llevar los hechos a este punto. Esto se ha traducido en al menos once muertos, cuyos nombres e circunstancias de muerte el Ministerio del Interior no ha entregado.

Piñera debe asumir toda la responsabilidad política de los hechos y exigimos la renuncia inmediata de todo su comité [e político: Ministro del Interior, Andrés Chadwick, Ministra SEGEGOB, Cecilia Pérez, Ministro Segpres, Gonzalo Blumel, Ministro Desarrollo Social, Sebastián Sichel y Ministro de Hacienda, Felipe Larraín; junto con la ministra de transporte Gloria Hutt, además de todos los intendentes de las regiones en Estado de Emergencia.

La única salida posible a la crisis social es una respuesta clara a las demandas populares, orientadas a superar la precarización de la vida. Los problemas estructurales del modelo chileno deben y pueden ser respondidos políticamente orientándose hacia el buen vivir. Anclados en el dialogo y trabajo con las organizaciones y movimientos sociales, proponemos concretar un paquete de medidas anti neoliberales urgentes que inicien una nueva etapa de transformación y permitan superar la crisis actual de precarización de la vida. Entre estas medidas deben considerarse el fin de las AFP, la igualación de la pensión mínima al salario mínimo, la rebaja de la jornada laboral a 40 horas semanales, la derogación del Código de Aguas, un nuevo Código de Trabajo que supere el Plan Laboral de la Dictadura, fortalecimiento de la Salud Pública, mediante el financiamiento directo a las instituciones públicas de salud, desarrollo de una política de fortalecimiento de la Educación Pública en todos sus niveles, garantizando su gratuidad y orientación no sexista, gratuidad del transporte público y el inicio inmediato de un proceso constituyente mediante una Asamblea Constituyente.

Hacemos el llamado a la población y en especial a nuestra militancia a mantenerse movilizados y a evitar que la sensación de caos sea lo que impere en la población. Para eso es necesario apoyarse entre los vecinos y las organizaciones de base, potenciar los medios de información comunitarios y exigir que la seguridad de nuestros barrios sea una prioridad por sobre la represión de la justa movilización.

La crisis política actual marca un punto de no retorno en la historia política del país y se presenta como una oportunidad para construir un Chile más participativo, profundamente democrático, con derechos sociales garantizados y donde la organización popular y territorial supere el estado de atomización actual, dando paso a un tejido social sólido y garante de una sociedad más justa y plena.

DIRECCIÓN NACIONAL DE CONVERGENCIA SOCIAL

Convergencia Social es un partido de izquierda en Chile, parte del Frente Amplio

 

Protestas en Chile: "Las élites empresariales y políticas apretaron la tuerca más de lo que tenían que apretar"

 

Paula Molina Santiago de Chile, especial para BBC Mundo 21 octubre 2019

La crisis en Chile se desató después de que el gobierno anunciara el alza de los precios del pasaje de metro en Santiago

La intensidad y persistencia de las protestas continúa en Chile, en medio de sensaciones que transitan entre las esperanzas de cambio, la pena por lo destruido, la rabia ante el vandalismo, o sencillamente, la perplejidad

La mitad de los trabajadores en ese país recibe un sueldo igual o inferior a 400.000 pesos (US$562) al mes, cerca del salario mínimo situado en 301.000 pesos

Nada ha frenado la destrucción de las estaciones del metro de Santiago, el desafío al toque de queda impuesto por los militares, el extendido "caceroleo" incluso en los sectores más ricos de la ciudad, y la vandalización y saqueos en supermercados y farmacias de los últimos días.

La crisis se desató cuando, por recomendación de un panel de expertos del Transporte Público, el gobierno del presidente Sebastián Piñera decidió subir el precio del pasaje del Metro en 30 pesos, llegando a un máximo de 830 pesos (US$1,17 aproximadamente).

El caos se ha propagado a varias ciudades de Chile

El gobierno decretó estado de emergencia, lo que significó el despliegue de los militares quienes, además, ordenaron toque de queda la tarde del sábado

Pero para académicos como la sicóloga y doctora en estudios americanos Kathya Araujo, quien se ha dedicado a estudiar las formas de autoridad, el papel del mérito y, más recientemente, el transporte en el metro de Santiago, los signos que adelantaban la crisis en el país sudamericano se acumulaban hace tiempo. "Había bastantes señales", dice Araujo, autora de una quincena de libros, entre ellos "Usos y abusos en la vida cotidiana en el Chile actual" (2009) y "El miedo a los subordinados" (2016), sobre el autoritarismo político y social.

Hace tres años, la sicóloga comenzó a estudiar la experiencia de los usuarios en el metro chileno. En el estudio de campo, sus entrevistados repetían una misma frase: "el metro es el lugar donde nos tratan como animales"

El tren subterráneo, considerado uno de los más modernos de Latinoamérica, replica a diario las desigualdades de la sociedad, la brutal competencia y requiere los mismos esfuerzos extraordinarios que impone a sus ciudadanos un modelo económico y social que privilegia el individualismo y la libre competencia, plantea la experta.

El metro, primer objetivo de los manifestantes y hoy totalmente paralizado, se puede leer como una metáfora de Chile, dice Araujo.

A continuación, la conversación

¿Qué condiciones se dieron para que las protestas estallaran en Chile a raíz del alza del pasaje en el metro?

Es bien difícil saber por qué ahora, por qué hoy y no ayer, pero creo que hay algunos factores que uno puede tratar de reconstruir: uno tiene que ver con el transporte público.

Este no es el único caso en el mundo, ni en la historia de Chile en que el transporte público desata revueltas, porque tiene que ver con una cosa cotidiana.

En el caso chileno además representa una parte muy alta del presupuesto familiar: el efecto de un alza en su pasaje es directo, visible y toca a muchas personas.

Otro factor en juego en esta crisis es que, desde hace un buen tiempo, y lo decían los estudios y lo podías ver a simple vista, es que el metro se convirtió en una especie de metáfora de lo que sucedía en la sociedad.

En nuestros estudios las personas usaban el metro como metáfora extremadamente fuerte de la sociedad, con sus contradicciones, sus abusos, sus tensiones, donde las personas dicen ser "tratadas como animales" en la hora punta.

El viernes los estudiantes comenzaron a realizar "evasiones masivas" en el metro, levantando torniquetes para ingresar a los andenes sin pagar

Es un sitio donde están obligadas a funcionar "como en una guerra contra los otros", donde para subir hay que pelearse todos contra todos, donde queremos que no nos empujen, pero estamos obligados a empujar.

El metro funciona además como una encarnación de la desigualdad cuando ves las estaciones de ciertas líneas respecto a otras.

Aún así, el metro de Santiago representa una gran mejora con la forma de transporte de hace unas décadas...

Exacto.

Y la experiencia del metro tiene momentos muy gratos, claro, pero también tiene otros momentos, que es en las horas punta, que son precisamente las horas en las que se transportan las clases trabajadoras y los estudiantes, en que es verdaderamente la jungla.

El metro es las dos cosas: un lugar querido, celebrado, que al mismo tiempo resolvió y no resolvió nuestros problemas, igual que el país.

¿De qué forma?

El metro es como nuestra sociedad: mejoramos las condiciones de vida, pero no la calidad de vida.

Y son mejoras que en Chile, en general, además han estado a cargo de las espaldas de las personas.

Entonces, claro, Chile está mucho mejor, pero no tienes tiempo para tus hijos, tienes que trabajar todo el tiempo, estás endeudado, estudias y no tienes dónde ejercer, es una permanente contradicción.

Son mejores condiciones, en general, pero no mejor calidad de vida.

Las cosas materiales mejoraron para todo el mundo, pero no la calidad.

Por eso insisto con la metáfora del metro: a la gente le gustan sus condiciones, pero no le gusta lo que todo eso ha implicado para su calidad de vida y se preguntan "¿tenemos que pagar un precio tan alto por lo que tenemos?".

Los salarios no han aumentado, el endeudamiento es muy alto, y no es un endeudamiento de consumo de lujo, sino para sobrevivir.Es esencial entender que esa es la tensión en la que estamos en Chile.

Y el problema no es sólo el diagnóstico. El problema es qué vamos a hacer para adelante, que es lo esencial.

Qué está pasando con la sociedad, qué está pasando con los políticos.

Algunos ministros del presidente Piñera llamaron a las personas a levantarse más temprano si querían pagar un boleto más barato, o que salieran a comprar flores porque estaban más baratas. Esos comentarios representan gran distancia de la élite con la ciudadanía chilena, pero esa distancia no explicaría la crisis, pues es común a otros países latinoamericanos.

La separación, la distancia de la élite política chilena es una parte de la explicación ante esta crisis, seguro, pero la arrogancia de la élite en Chile es algo que no es sólo de la élite política, es de la élite en general: es como si no se hubieran dado cuenta de que están en otro país, con otros individuos que tienen ideas mucho más fuertes que antes, que tienen otras expectativas de trato, más expectativas de horizontalidad.

Es como que no se enteraron cómo cambió la gente

No se dieron cuenta de la magnitud del cambio, y como no se dan cuenta, sigue con estos tics de responder como si le estuvieran hablando al inquilino de hacienda.

¿En qué momento cree que empezó esta demanda de más horizontalidad de parte de chilenos y chilenas?

Yo hice trabajo de campo del 2004 al 2007 para el libro "Usos y abusos en el Chile actual" y las personas allí ya estaban saturadas del abuso y esperaban situaciones más horizontales, ya no soportaban ser "mirados en menos".

Y la élite tuvo reacciones pragmáticas, pero sin darse cuenta de que los fundamentos de su autoridad se estaban transformando.

Y hoy puedes aplicar incluso un toque de queda y tienes gente que sale igual a la calle.

Hay algo que se produjo allí, que no notaron, que el país estaba cambiando, que pedía más horizontalidad, que tenía más conciencia y que las bases de su propia autoridad tenían que ser distintas.

¿Cómo evalúa la decisión de sacar a los militares a controlar el orden?

No sé cómo se les ocurrió la verdad, porque el peso simbólico de una medida como esta en Chile es altísimo

Solo puede encender llamas, como lo ha hecho real y metafóricamente: sólo podía encender a la sociedad.

Había que recurrir a las fuerzas de orden, cierto, hay que proteger a las personas, porque aquí se empezaron a mezclar muchas cosas, algunas delictuales.

Pero sacar a los militares considero que fue apresurado y fue un error.

En el momento que el gobierno lo hizo, cómo lo hizo, avivó el conflicto.

Esto fue construir un escenario de la guerra.

Han llamado mucho la atención los saqueos...

Creo que hay un sector de personas que de ninguna manera iría a hacer saqueos, ni incendios, ni vandalismo.

Pero creo que hay un sector que cruza las fronteras.

Creo que no tenemos información para saber quiénes son, o cómo son, o de qué edad, o de qué sector. Sin embargo, estos no son los primeros casos de vandalismo, y eso quiere decir que hay un grupo de personas que no comparte ciertas normas comunes.

Ahí hay un síntoma que hay que seguir investigando, porque hay una cosa muy fuerte con la cuestión de los saqueos, representan que algunos principios de la vida en común parecen no funcionar para un sector de la población.

Lo mínimo que dices cuando esto no es un fenómeno único, sino repetido.

Había irritación en Chile...

Yo creo que la gente en Chile está demasiado exigida y el nivel de exigencia en algún momento tiene que parar.

Esto no es un estallido que viene de la nada, la sociedad chilena está muy irritada y eso uno lo veía hace varios años atrás.

Ya el 2009, el 2012 se mostraba que la sociedad estaba crecientemente enojada y con una tendencia cada vez mayor a sobre reaccionar a los eventos que tiene que enfrentar.

Y eso emergió con toda su potencia esta vez. Porque esta irritación, esta violencia se fue instalando en distintos lugares de la sociedad: en las poblaciones con las "balas perdidas", en liceos, en universidades, en el saqueo económico a las clases menos pudientes del país.

Hay una violencia que está instalada hace mucho tiempo con muchos focos y creo que tenemos que recuperarnos de eso.

Eso no explica que esto ocurra hoy, pero sí que ocurra.

Así como el metro se veía como uno de los más modernos en Latinoamérica, Chile también se ve como un país moderno...

Y es así. Esa es la contradicción: el país es uno de los países más ricos y más estables en Latinoamérica.

Pero hoy tienes que explicar por qué las personas están en la calle y por qué hay "cacerolazos" en toda la ciudad.

Y creo que todo esto tiene que ver también con que las élites empresariales y políticas, aplicando una cierta lógica capitalista en el país, apretaron la tuerca más de lo que tenían que apretar. Porque claro, te ponen una linda oficina, pero te hacen trabajar por un sueldo miserable.

¿Cree que es el fin del "modelo chileno"?

No creo que sea el fin del modelo chileno si con eso quieres decir del capitalismo.

Pero sí espero que sea una inflexión mayor, o al menos un buen estímulo para repensarlo a la luz de los efectos del neoliberalismo chileno más de 40 años después.

Los manifestantes siguieron en la calle pese a la rectificación del presidente Sebastián Piñera al suspender el alzar de las tarifas del metro.


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