17.NOV.19 | Posta Porteña 2067

Bolivia: aumentan a 9 los muertos y son más de 100 los heridos

Por varios/posta

 

¿QUÉ PASÓ EN BOLIVIA?

 

Evo Morales vuela hacia el exilio en México. El mensaje de la izquierda, empezando por el presidente in pectore de Argentina es que «los militares le dieron un golpe de estado». Sin embargo, los militares «son de Evo», y es el partido de Evo, el MAS, de quien depende la institucionalidad que, hoy mismo, instituirá un gobierno provisional. Por otro lado, el presidente de EEUU fanfarronea como si fuera un producto de su injerencia… pero aunque desde siempre el gobierno masista y los servicios americanos jugaron una guerra de desgaste, tampoco pueden apuntarse una cobertura internacional que, una vez más, ha sido orquestada por Bolsonaro. ¿Y entonces? ¿Qué ha pasado en Bolivia?

«Emancipación» Nuevo Curso 12/11/19

1. Evo y las elecciones

El empecinamiento de Morales y Linera por concurrir a las elecciones presidenciales más allá del mandato constitucional, llevó primero a un referéndum -que perdió- y luego a una problemática suspensión constitucional… que dividió incluso a su propio partido. Pablo Solón, alto funcionario de los gobiernos de Morales y Linera escribía ayer:

Evo Morales hubiera terminado su tercer mandato el 22 de enero del 2020 con gran popularidad y con la posibilidad de presentarse, e incluso ganar, las elecciones del 2024 si no hubiera forzado su reelección para un cuarto mandato. Siendo presidente de Bolivia: a) desconoció el referéndum del 2016 que dijo NO a su reelección, b) promovió en 2017 que el Tribunal Constitucional deje en suspenso los artículos de la Constitución que establecen que una persona sólo puede ser reelegida una sola vez, c) realizó fraude en las elecciones del 20 de octubre para evitar una segunda vuelta e imponer una mayoría de su partido en el parlamento.

Y sobre «las irregularidades» no hay dudas. Morales, que ganaba con holgura en la primera vuelta, quería evitar una segunda a toda costa. El recuento rápido paró a medias, la empresa que lo hacía declaró que había sido por orden de la presidenta del Tribunal Supremo Electoral y que les cortaron internet y electricidad para impedirles continuar su trabajo. Después, la empresa contratada por el propio tribunal informó que el proceso estaba «viciado de nulidad». Finalmente el informe de la OEA sentenció que los resultados no eran validables.

2. La revuelta de la pequeña burguesía

La verdad es que el pucherazo no sorprendió a nadie, ni a amigos ni a enemigos. Si la facción hegemónica del masismo se lanzaba por esa pendiente era porque consideraba la calle suya y sabía que Carlos Mesa no tenía un tejido social organizado tras de sí capaz de dar respuesta, es más, que iba a poner más empeño en contener a las bestias de la burguesía cruceña que en derribar al presidente, embarrándose posiblemente en una campaña legal agotadora e infructuosa.

Pero los 14 años de crecimiento bajo el modelo masista han fortalecido a las pequeñas burguesías regionales como nunca antes. La burguesía aymara, emblema de Evo -que para retranca de los líderes aymaras solía definirse como tal- ya no necesitaba al presidente. Junto a ella, las pequeñas burguesías mestizas y quechuas de las ciudades del altiplano, que habían apoyado siempre desde una cierta distancia el modelo y siempre a cambio de privilegios locales, estaban pasando página.

El tándem Morales-Linera lo sabía de sobra y los resultados -solo contundentes y favorables al MAS en las zonas de pequeña burguesía campesina- se lo confirmaban. Sencillamente no esperaban una respuesta. Y cuando empezó, muy sintomáticamente en Cochabamba, se burló de ella ofreciéndose a darles un seminario sobre cómo organizar cortes y paros. El protagonismo desde primera hora de los estudiantes universitarios esencia de esa clase de «nuevos ricos» del masismo no ayudaba a que se lo tomaran en serio.

Cuando las protestas se extendieron la división entre la pequeña burguesía del campo y la ciudad era evidente. Pero Morales, en vez de jugar políticamente, tomó por las viejas tácticas y ordenó cercar las ciudades, escenificando las condiciones de una guerra civil.

3. El fondo interno: las bases de una nueva alianza de clases gobernantes

La prueba de que, lejos de un golpe de estado planificado, lo ocurrido en Bolivia fue una revuelta espontánea de la pequeña burguesía urbana, arrastrada por sus hijos estudiantes, es la tardanza de Santa Cruz en entrar en la revuelta. La burguesía cruceña, racista, ultra y ansiosa por crear una identidad diferenciada (en quince años ha pasado desde el neonazismo de la «Unión Juvenil Cruceña» a un separatismo de «cultura llanera» y mariachis inspirado en los culebrones mexicanos y venezolanos) rechaza a Mesa tanto como a Evo y fue renuente a participar.

Eso sí cuando lo hizo, animada desde Brasil, lo hizo con toda la furia, olvidando su viejo separatismo y con el siniestro meapilas de Camacho -otra gloria clasista de la universidad catalana- al frente.

Pero hasta Camacho en su alucinación bolsonarista se dio cuenta de que lo que se está dando es un movimiento de fondo de las clases que aboca a burgueses cruceños y «cholo-burgueses» altiplánicos a formar una nueva alianza de poder. El movimiento interno es el mismo que llevó a Lenin Moreno a suceder a Correa -en principio como delfín- y a Vizcarra a barrer el fujimorismo en Perú. En el mundo andino, la nueva burguesía ya no necesita un régimen de excepción y confrontación con las viejas oligarquías. El masismo, el correismo y hasta el fujimorismo le estorban cara a la siempre deseada y solo a veces confesada fusión.

La escena de Camacho pidiendo respeto para la Whipala esta mañana, enarbolando una frente a la cámara, cuenta más de los movimientos de clase que impulsan las corrientes de fondo de la actual situación en los países andinos que los informes periodísticos.

¿Quiénes quedan descolocados en el gran cuadro que viene? Los militares y la policía. Por eso, como remarcaba el ministro de exteriores argentino, Faurie, están muy lejos de intentar tomar el poder por su cuenta.

La policía en un principio salió a defender sobre todo a los sectores vinculados al partido de gobierno que atacaban los bloqueos. El caso más emblemático se produjo en Cochabamba. Las primeras semanas fueron de un intenso enfrentamiento de jóvenes contra los grupos del MAS y la policía. Para garantizar el respaldo de la policía, el gobierno de Evo Morales durante el conflicto les otorgó un «bono de lealtad» de 3.000 Bs (431 USD). Después de días y noches de permanente enfrentamiento con la población la policía se amotinó. Esta no fue una decisión de la cúpula policial sino de la base. El gobierno trató de negociar con la policía cambiando a algunos comandantes muy cuestionados por la base policial, pero el motín se fue extendiendo a la mayoría de las guarniciones. La policía dejó de salir a enfrentar a los jóvenes que protestaban y ello cambió la relación de fuerzas.

El alto mando militar es partidario de Evo Morales como se puede constatar por las manifestaciones de su comandante en jefe. Los militares en Bolivia son el único sector que recibe una jubilación del 100% de su salario. Durante el gobierno de Evo Morales han obtenido una serie de beneficios, empresas y embajadas. Sin embargo, el cálculo político de la cúpula militar fue que salir a las calles representaba una situación de alto riesgo pues podrían ser posteriormente enjuiciados y encarcelados como ocurrió por la masacre de octubre del 2003. En ese contexto los militares decidieron no salir a enfrentar las protestas antigubernamentales y, después de conocerse el informe de la auditoria de la OEA, le «sugirieron» a Evo Morales que renunciará. Con esta actitud los militares más que buscar tomar el poder están precautelando sus propios intereses y su institución.

4. El juego imperialista y el poder en ascenso de Brasil

Los intereses imperialistas brasileños siempre se han expresado de manera contundente en Bolivia. Basta recordar la «mediación» entre Lula y la oposición en 2008 que siguió a una amenaza directa de intervención militar en Santa Cruz. De fondo, el gas, estratégico para la industria paulista, pero también la pelea por el trazado del corredor bioceánico y el rol de China y Europa en él.

Bolsonaro, más allá de los comentarios racistas de campaña, giró pronto hacia el habitual «pragmatismo» de Itamaraty hacia su vecino, pero no dejó de animar y azuzar a la burguesía cruceña a la que el presidente y su base social están ligados por lazos económicos y afinidades políticas directas. No solo ha sido el primero en marcar un discurso sino el primero en convertirlo en una línea divisoria de «bloque»

Como remarcábamos el viernes pasado, es el primer caso en el que el Brasil bolsonarista se implica en un cambio violento de gobierno. Es su primera respuesta al «grupo de Puebla» y el primer episodio de algo que, podemos apostar, se va a convertir en un patrón del conflicto interimperialista en América del Sur. Que Trump insinúe los méritos yanquis en la jugada dos semanas más tarde solo revela hasta qué punto Bolsonaro está consiguiendo llevar a su zaga a EEUU… sin obtener crédito del viejo patrón que le mira cada día con más desconfianza.

Por otro lado, es remarcable también la continuidad entre macrismo y peronismo en la gestión de la crisis desde Argentina, coordinada con los Pinos desde el primer momento con la participación directa de Faurie y Alberto Fernández. La crisis está lejos de decantarse todavía y Argentina juega su primera partida por país interpuesto con Brasil.

Conclusiones


1 -La dinámica interna en Bolivia es la de la reorganización del bloque de clases dominante. En toda la región andina (Bolivia, Ecuador, Perú), las facciones burguesas que ascendieron con los regímenes bolivarianos y el populismo fujimorista al calor de una internacionalización guiada desde el estado de los capitales nacionales, se están librando de la cáscara política de la que se sirvieron para acceder por primera vez al poder político.

2 -Las pequeñas burguesías asociadas a este proceso se fracturan entre las capas urbanas, que temen que la crisis y la guerra comercial lleven a una situación que les dejen de lado antes de solidificar su posición y la pequeña burguesía agraria indigenista. Esta última se aferra al bolivarianismo porque no quiere perder la protección estatal, como fue clarísimo en Ecuador y está siendo en Bolivia.

3 -El resultado es una doble revuelta pequeñoburguesa que cruza, con intereses contradictorios ciudad-campo, la reordenación política regional. Revuelta campesina y estudiantil frente a las medidas de ajuste de Lenin Moreno en Ecuador, revuelta de la pequeña burguesía urbana arrastrada por los estudiantes (sus hijos) en Bolivia contra el «pucherazo» de Morales.

4 - Sobre el conflicto de clases interno, se superpone la línea divisoria entre los imperialismos regionales en liza. Una vez más, la revuelta pequeño burguesa, incompetente y sin destino histórico, es instrumentalizada por el imperialismo de un vecino. En el caso de Bolivia, Brasil, que animó a los cruceños, dio cobertura internacional y financia sin recato. En contra, el armado que empieza a emerger en torno al «Grupo de Puebla», no menos imperialista pero todavía más débil, midiendo fuerzas con Brasil en un territorio que hace frontera con Argentina y Perú por un lado y con Chile y Brasil por otro

Esta coyuntura nos ha dejado una gran lección contra el triunfalismo:

 

 Silvia Rivera Cusicanqui desde Bolivia

Desinformémonos 13/11/19

Participación de Silvia Rivera Cusicanqui en el Parlamento de las mujeres en la Paz, celebrado en La Paz, Bolivia, el 12 de noviembre de 2019- Historiadora y socióloga boliviana, especializada en las cosmologías quechua y aymara.

Tengo un problema muy serio en las rodillas, dicen que es orgullo. Tengo orgullo, efectivamente, de ser mujer, y también de algún modo de haberme quedado callada todo este tiempo, porque a mí la Pacha (la Pachamama) me ha regalado este accidente. Justo el 23 me he caído sembrando con mi hija en Cochabamba, y eso a mí me ha dado la pauta de que había necesidad de una cierta política del silencio.

He sentido excesiva saturación discursiva. Admiro el internet de lejitos, pero amo la comunicación cara a cara, por eso he preferido venir aquí y no hacerlo desde mi asiento, porque puedo mirar ojos, puedo sentir vibras, puedo sentir incluso broncas contra mí. Todo eso me ayuda a ser yo misma, a humillarme, a ser gentil y no soberbia. Esta coyuntura nos ha dejado una gran lección contra el triunfalismo.

Yo no creo en las dos hipótesis que se han manejado. El triunfalismo de que con la caída de Evo hemos recuperado la democracia me parece un exceso, un análisis que se está saliendo de foco. Mucho falta para recuperar la democracia, falta un trabajo de hormiga, un reconocimiento de cómo están en este momento doña Ena Taborga en Rositas, las compañeras de Tariquía, las compañeras del TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure), doña Marquesa, doña Cecilia, todas las luchadoras, en qué andan. Algunas de ellas incluso han sido candidatas, pero nos falta hacernos cargo de esas realidades en las que la democracia es todavía una meta muy lejana, porque todavía están manejadas por sindicatos capturados por la misoginia, por intereses de todo tipo que se acercan con intenciones tenebrosas. También hay gente que ha puesto el cuerpo, que ha luchado, y que sin embargo a la hora de figurar en los espacios públicos se le ha privado de la palabra, como ha sido el caso de Tariquía.

Por eso creo que este es un foro muy bueno, positivo, para empezar a discutir qué entendemos por democracia y por ser indio o india u originario. La segunda hipótesis equivocada, que me parece a mí sumamente peligrosa, es la del golpe de Estado, que simplemente quiere legitimar, enterito, con paquete y todo, envuelto en celofanes, a todo el gobierno de Evo Morales en sus momentos de degradación mayor. Toda esa degradación, legitimarla con la idea del golpe de Estado es criminal, y por lo tanto debe pensarse cómo es que ha empezado esa degradación.

Al entrar yo aquí hace una hora les he entregado a dos personas una fotocopia del periódico del día 2 de noviembre. Quiero hacer notar que un fulano llamado Juan Ramón Quintana el 2 de noviembre estaba anunciando la vietnamización del país, lo que él ha hecho durante años, que es adoctrinar, que es meter indígenas en las redes de las mafias militares, como ha pasado con muchas comunidades. Hugo Moldiz, que ha trabajado con los llamados Ponchos Rojos… Yo conocía a otros Ponchos Rojos, yo conocía a hermanos y hermanas que iban en familia al cerro a hacer un ritual antes de entrar en una batalla. Esos son los Ponchos Rojos que yo conocí. Lo que hizo Hugo Moldiz el 22 de enero de 2006 es traer un ejército uniformado y absolutamente armado.

Hace creer que estamos ante un gobierno revolucionario al estilo cubano, pero nos estamos rifando por las nostalgias izquierdosas de un grupo de machos que no son sólo los machos Camachos, sino también son los machos izquierdosos, misóginos, que nos tratan como carne de cañón y como carne de anzuelo para crear sus redes de perversión de los sectores populares.

Me acuerdo muy bien cuando los militares hicieron una gran orgía con la COB (Central Obrera Boliviana), con mujeres, para poder tener influencia en su orden de destinos. No hemos podido darnos cuenta de que eso era sistemático, que ha durado años. Por eso este personaje y toda su red de militares que incluyen al señor que está controlando los teleféricos. Yo soy testigo del uso político de los teleféricos, del haber repartido tarjetas para que bajen y masacrar y destruir los pumakataris.

Todo eso es parte de una red tenebrosa que incluye al señor director de la ANH (Agencia Nacional de Hidrocarburos), íntimo de Quintana. ¿Qué está haciendo la ANH en los incendios? Regalando cocinitas de gas. Esa cosa vergonzosa que está acompañada con una defensa de los incendios está uniendo luchas de mujeres, luchas ecológicas, de jóvenes, de viejas como yo que están preocupadas por el destino y por el agua que van a consumir sus nietas y las hijas de sus nietas.

Estoy muy entristecida porque se ha ido el Evo, pero no se ha ido la esperanza de una Bolivia pluricultural, no se ha ido la esperanza de que la Whipala nos represente en sus diferentes variantes, no se ha ido la esperanza de acabar con el racismo. Tenemos que seguir en la trinchera antirracista, y tenemos que seguir juntando fuerzas para poder articular una sensación de recuperar la democracia en el día a día. Tengo mucha pena de lo que ha ocurrido, no tengo ninguna sensación de triunfo.

Entiendo que la religión no es sólo el Camacho, es la bronca frente a la borrachera generalizada que ha sido el trabajo sindical de estos Quintana y estos milicos que van a los lugares con latas de alcohol. Eso es lo que a mí me duele, es el mismo mecanismo que han utilizado los colonizadores en el siglo XVII, desarmar comunidades poniéndoles latas de alcohol. También los hacendados y empresarios que quisieron librarse de la reforma agraria, como Ponce Sanginés, pusieron lata de alcohol y tenía toda una hacienda de indios folclóricos para poder mostrar en museos.

Tenemos que entender por qué la gente está reaccionando de esta manera reaccionaria. Está harta de un tipo de política sindicalera, misógina, que maneja a la gente como si fuera rebaño. Las mujeres de Totora Marka, que han sido las que han luchado por una autonomía indígena, han sido derrotadas por sus propios maridos y su propia gente que les ha metido la trampa del referéndum.

Es muy triste lo que ha pasado, compañeras, y el triunfalismo de que hemos recuperado la democracia desde el momento en que Evo ha subido a un avión me ha parecido una banalidad y de una pobreza impresionante, pero el derrotismo de que aquí hay un golpe de Estado y de que todo se ha perdido es falso. Es pensar que el MAS es lo único que tenemos como posibilidad de lo interétnico, de lo plural, de lo pluricultural. ¿Porque hay un ministro gay y unas señoras que lo defienden dizque desde el lesbianismo vamos a creer que hay una democracia intercultural y amplitud y antihomofobia? No, esos son los usos simbólicos.

Yo estoy con la Whipala y sé que hay muchas clases de Whipala, no hay una sola. Nosotros conocemos antiguas whiphalas, tenían otros colores muy distintos. Esa pluralidad es la que tenemos que recuperar, hermanas, y también la posibilidad de hermanarnos entre mujeres e indias e indios. Yo he llorado de ver el maltrato a mujeres de pollera a nombre de la democracia, he llorado de ver a gente muy joven maltratada diciendo que ellos son indios. Nos duele mucho el indio y la india que tenemos adentro. Depende mucho de nosotros liberarla y hacerla feliz, capaz de hablar varios idiomas, de tener una finura de pensamiento teórico. Eso es para mí lo indio.

Me siento derrotada a medias, pero también con mucha esperanza. Hemos puesto mucho el cuerpo por este proceso y nos ha dolido la degradación en manos de esos milicos entrenados en la Escuela de las Américas. Ellos tienen mucho que perder, perdieron 30 barcazas chinas, pero tienen todo el litio. Eso es lo que quieren saquear.

Por favor, que este parlamento genere un espacio en el cual articulemos una unidad en contra de esas fuerzas tenebrosas que comienzan siendo el IIRSA (Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana) y también los capitales chinos, rusos, venezolanos y toda esa mafia que es el enemigo principal que está todavía vivito y coleando y que está armando gente, mentalidades. Cuidémonos mucho, pero también seamos conscientes de que no podemos incurrir en una alegría de que el indio se fue por fin. Eso para mí es muy doloroso.

No Hemos Nacido Para Morir Así

Denunciamos el estado de terror

 

LA VIDA DE TODOS Y TODAS IMPORTA

Denunciamos ante la comunidad nacional e internacional la masacre que se está viviendo en Sacaba – Cochabamba – Bolivia.

Hoy 15 de noviembre de 2019, la marcha del trópico que trataba de ingresar al centro de la ciudad ha sido violentamente reprimida y acribillada en el puente de Huayllani. Hasta el momento se ha reportado 5 personas asesinadas por las fuerzas policiales y militares. Desde el día de ayer fueron cercados y requisados con más de 470 aprendidos. El día de hoy se ha arrestado a más de 300 personas y no existe una cifra exacta de los heridos.

Denunciamos el estado de terror en la que está inmersa toda la población, las políticas del miedo, la incertidumbre, el odio que se está instigando por parte de esta polarización y la pugna de poder, nos está llevando a una confrontación sin fin.

La democracia no se construye ni se recupera con la muerte de nadie! La democracia no se recupera con militares, policías en la calle, la democracia no se recupera con el racismo y la discriminación, la democracia no se recupera con la generación de violencia entre la misma gente.

La democracia no se recupera con militares, policías en la calle, la democracia no se recupera con el racismo y la discriminación, la democracia no se recupera con la generación de violencia entre la misma gente.

Pueblo que escucha: entre nosotros/nosotras no es la lucha.

Yáñez, Murillo tienen en las manos la sangre del pueblo.

 

Recuento multimedia de la represión policial y militar en Huaylluni

 

Nosotros estábamos marchando de Sacaba hacia Cochabamba en una marcha pacífica sin insultar a nadie, después que hemos marchado a Huayllani, hemos hablado a los soldados y policías, les hemos dicho: “estamos marchando” y nos han dicho: “ya, pero no va ha haber ni petardos ni palos ni hociqueros, nada”. Después ahí nos han detenido, intentábamos pasar y nada, seguíamos intentando y nada. Así sucesivamente han llegado con sus petardos y directamente nos han largado con gases lacrimógenos, luego nos han hecho desmayar a toda la gente en la carretera y justamente ahí las balas han venido, directamente nos han dado con la bala, no son balines, son balas de ejecución esas armas.
Esto hermanas ya no es respeto, ya no hay humanidad, ya no hay hermandad en Bolivia, no sé a dónde vamos a llegar. El ejército y la policía son pues para resguardar Bolivia no es para que nos maten dentro de la ciudad. ¿Es dictadura militar? El militar hermanos y hermanas es para que resguarde Bolivia entera, deberían estar en las fronteras, ¿qué cosa quieren aquí en la ciudad matándonos?
Tomaron la presidencia con violencia, sin tener ni un voto, estos ya no valoran las elecciones solo se autonombran.
Ahorita compañeras están en el hospital con balas. Esta noche estamos en duelo, vamos a hacer velorio en el puente.

– Compañero del Trópico

Chaski Clandestina 16/11/19


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