21.NOV.19 | Posta Porteña 2069

Guerra social y contrarrevolución en el Kurdistán V

Por Su Capital

 

Los guerreros de la montaña van al paraíso V

 

Lucha proletaria contra el horror del capitalismo islámico, guerrillerismo y miseria de la gestión del capitalismo pintado de rojo, verde y morado

 

Su Capital N° 26 Boletín de Difusión Anticapitalista 5/11/19

 

Segunda parte: Un infiernito posible en Rojava

 

Apología de la gestión capitalista en un mundo de miseria

 

La supuesta autonomía económica con sus supuestas cualidades ético-morales, su sensibilidad eco-responsable y su empoderamiento de la mujer como “actor económico”. Su supuesta cualidad de cambiar las cosas tranquilamente y demás paradigmas buen rollistas. Nos recuerda y nos retrotrae a otros ejemplos de apología del “trabajo revolucionario” “¡!” y de la “revolución constructiva” “¿?

Junto a la teoría de construcción no estatal en teoría y de construcción estatal en la práctica, podemos afirmar que esto del no estado y la no economía autoritaria es una versión más del cíclico y permanente descubrimiento de la sopa de ajo comunalista-gestionista.

Donde el “trabajo revolucionario” es por supuesto trabajar más que antes y hacerlo para malvivir peor que antes en beneficio de un bien superior. La “revolución constructiva” es como siempre revolucionar las fuerzas productivas que hagan crecer el negocio y el comercio capitalista, a pequeña escala (monopolios mal…)

La revolución de los sectores industriales de la construcción y la industria son como siempre un indicador revolucionario de primer orden. Que indica la valía como “revolucionarios” de los sabiondos de turno que pretende gestionar mejor lo de siempre, el capitalismo, pero de forma “revolucionaria”

Quitando por su puesto la normal y corriente gestión del proletariado salvaje en rebelión, la colectivización de armas, la confiscación y el reparto de tierras, la vuelta a la agricultura tradicional de forma realmente autónoma en contra del modelo agro-extractivista. El resto de las medidas económicas, de los comités superiores son una vuelta más de tuerca del gestionismo de lo existente.

Que ni si quiera es autónomo ya que los propios apologetas de Rojava reconocen que el no estado y la economía no autoritaria y autónoma dependía de los ingenieros estatales del petróleo, que la economía dependía de los sueldos estatales de los funcionarios, de los fertilizantes químicos, de la gasolina refinada por el estado sirio … y un largo etc. Donde el estado central y represor estaba representado ampliamente.

El grueso de la agricultura siguió y sigue siendo agroindustrial, sigue empobreciendo el suelo, sigue siendo de regadío en un entorno de caos hídrico y sique dependiendo de las semillas agroindustriales creadas por empresas capitalistas y estatales. La deforestación igualmente continuó por razones evidentes de emergencia y carestía de otros combustibles.

La administración comunalista local y los cuadros superiores pactan con el estado central y comercian dentro de las reglas de la oferta y la demanda. Las cooperativas tienen que adaptarse a esto y a las condiciones de hambruna en las que comienzan a desarrollar su actividad. Viéndose obligadas a producir como, jornadas interminables y sueldos de hambre, y lo que el mercado capitalista ya a preestablecido de antemano.

La supuesta producción para la revolución: mantener a los revolucionarios con vida y hacer que puedan seguir luchando está claramente condicionada por la dictadura del valor. Los molinos y panaderías son necesarios pero están condicionados por la forma de producir alimentos en el capitalismo, monocultivos dependientes del comercio y la industria capitalista nociva. La construcción de armas también está condicionada por las mismas reglas. En ningún momento los apologetas hacen autocritica de la grandilocuencia hueca comunalista o de la verdadera naturaleza de la economía, capitalismo de guerra, presa de la libertad de comercio y de propiedad privada. Gracias mayormente a una beatería liberal de los comités superiores que no conciben que los liberales violen sus propias leyes cuando les conviene.

Imposibilidad de concebir cualquier crítica a la dictadura del valor

La dictadura del valor implica que todo es producido principalmente para la creación de valor añadido, sino es algo desechable. Por tanto los alimentos claramente y más aún, en situaciones de hambruna son producidos y objeto de comercio exclusivamente para crear benefició, crear nuevo valor. Con más ahínco cuanta más hambre tengan los potenciales compradores. La carestía de la vivienda por la destrucción de muchas de ellas es otra oportunidad de acumulación de valor.

Las cooperativas de supervivencia o de mal vivencia, la democracia directa comunalista y por su puesto los cuadros superiores no hacen nada para evitar la dictadura del valor. Cuanto más valor gracias a más sudor y sangre de los proletarios. Lo que es peor ni siquiera los que apoyan desde fuera a esos tan “modernos” cuadros y comités superiores hacen una crítica a la altura de la dictadura del valor que se vive en Rojava.

Claro los leninistas son incapaces de ver más allá del capitalismo bien o mal gestionado. A pesar de que el propio Lenin se preguntaba si él y sus comisarios del pueblo controlaban la economía o ella los controlaba a ellos.

La especulación con los precios de los alimentos y de la vivienda por ejemplo son tratados como una calamidad natural más. Como la caída de un meteorito inexorable, impasiblemente cruel e inevitable.

La especulación de los alquileres en Afrin ni siquiera tuvo la cortapisa estética que el comunalismo prudoniano impuso en la comuna de París. La moratoria de alquileres que no evitaría el pago de los intereses de demora. Evidentemente los propietarios o usurpadores legales obtuvieron sus beneficios antes que otros expoliadores más violentos arrasaran Afrin, los Erdogan.

Las cooperativas de consumidores tienen que aceptar democráticamente la imposición del comercio especulativo de alimentos dentro de Rojava. Las tan liberales prohibiciones de venta directa a los consumidores y las leyes de obligación de compra de especulador a especulador mayorista son la puntilla. Los nacionalistas kurdos iraquíes una versión de “cosa nostra” en kurdo el partido KDP, imponen a todos los vendedores de Irak que comercien con los especuladores más despiadados de Rojava, que casualmente son buenos socios del partido. Los comités superiores, las comunas y las asociaciones de consumidores no pueden hacer nada contra la libertad de mercado de unos mafiosos. En algunos casos en las cooperativas de consumidores se encuentran productos más caros que en el mercado “libre”, a causa de la proliferación de intermediarios

 La economía cooperativa sería más exitosa en la desaparecida por la limpieza étnica y el saqueo de los Erdogan, Afrin. Pero igualmente esas cooperativas estarían regidas por la dictadura del valor. Produciendo lo que fuera más valorizable con los métodos capitalistas más rentable. Y como pasa con las cooperativas de mujeres los salarios estarían en relación con los beneficios obtenidos, igual que el horario necesario para obtener beneficios. Pues claro esta los cooperativistas son sus propios jefes y como tales deben tener autonomía para decidir morirse de hambre o reventar trabajando.

Como vender la misma puta mierda de siempre

Las viejas recetas de liberación a través del trabajo (la fuente de toda miseria del proletariado) deben ser edulcoradas, remozadas y remasterizadas con las nuevas modas. Pero por otra parte siempre se va a tratar, en cuestiones como estas, de ocultar todas las verdades incomodas. Incluso presumir de cosas contradictorias con la tradición socialdemócrata, las tradiciones del partido del trabajo.

Empezando por lo último los cuadros superiores y los difusores de sus teorías presumen abiertamente de la liberalización de la economía, de la no intervención del estado “no estado” en la economía y de la ausencia de gravamen económico a los negocios y al comercio. Ósea que los especuladores de productos traídos de fuera de Rojava pueden tener beneficios libres de impuestos. Rojava es un paraíso fiscal, bueno hasta que sea liquidado por Erdogan.

Pero las cooperativas creadas a partir de bienes estatales sí que son parte de la financiación del estado “no estado” junto claro está a la industria del petróleo. Los apologistas de la autogestión llamada “autonomía económica” abiertamente no dicen nada de las prácticas de financiación de las cooperativas como el recurso a prestamistas privados o la aportación de fondos para poder entrar en ellas.

Los dos paradigmas de la autogestión de Rojava son las cooperativas de mujeres y la versión rojavista de las colectivizaciones impulsadas por CNT en 1936 en Cataluña y Aragón, las “Comunas económicas”. La joya de la corona, la independencia económica de las mujeres y sus cooperativas tienen una valorización propagandistas mucho mayor que el valor que generan. En realidad las propias cooperativistas afirman que no hay salarios fijos, que a veces se da dinero a la gente que lo necesita. Es en realidad una forma de enmascarar la economía de subsistencia que siempre ha estado sostenida por el trabajo de la mujer. El salario en Rojava es mínimo y hace que no hay más remedio que las mujeres trabajen para poder sacar a delante a los hijos, riqueza futura de la economía, además muchos hombres están en el ejército. Hay que recalcar que no son nada novedosas, las cooperativas están en los sectores tradicionales que ocupan a la mujer en la sociedad campesina o en la “moderna”: las cooperativas agrícolas, ganaderas (agricultura de subsistencia), de conservas y textiles son la norma (bajo la disciplina de producción de guerra). La hostelería y el comercio son el complemento. Lo más radical de algunas de ellas viene más bien por parte de las viejas de la pañoleta, la vuelta a la agricultura tradicional de la zona, con variedad de cultivos y árboles frutales.

En cuanto a las Comunas Económicas en gran parte pasa lo mismo. Pero se debe tener en cuenta que se construyen a partir de la comunidad política de democracia directa (comunalismo) y de cooperativas previas que se integran en una sola estructura integral, no son colectivizaciones. Es muy parecido a la utopía socialdemócrata elaborada en el primer programa de la socialdemocracia alemán

A partir de una sociedad capitalista se creara cooperativas cada vez más integradas unas con otras. Pero siguen estando bajo las leyes capitalista, la dictadura del valor. Como pasaba con las cooperativas de Yugoslavia las cooperativas tienen relaciones capitalistas entre si y producen para la valorización. Necesitan crear beneficio para comprar productos en el mercado mundial bajo la tiranía de la especulación y la extorsión debido al bloqueo económico.

En cuanto a las supuestas medidas de gracia de intervención del “no estado” supuesto, los precios fijados máximos de harina, azúcar… son de una incidencia muy limitada. En cuanto a la proclamación del derecho a la organización de los trabajadores podemos decir que es la gran mentira de Rojava.

La huelga política y socialmente, dentro de la administración, los falsos autónomos cooperativos, los cooperativistas y la empresa privada, es considerada traición. No se conoce apenas nada sobre las huelgas y lo que se conoce es a pesar de los esfuerzos de la red de propaganda al servicio de los comités superiores. Se conocen varias huelgas de taxistas, de trasporte, por los precios de los carburantes y manifestaciones contra la expropiación de tierras para alquilarlas para las bases norteamericanas. Huelgas declaradas ilegales, consideradas actos de traición o de adhesión al yihadismo. La “patria” o el “no estado” de los “trabajadores” no reconocen el derecho del proletariado a trabajar menos.

Como siempre la revolución consiste en trabajar más, en hacer más sacrificios que antes con los capitalistas “normales”, en ser más comprensivos con los jefazos “no jefazos en este caso”. La liberación de la mujer consiste en que esta trabaje mucho más y a cambio reciba un reconocimiento a su trabajo honorifico, supuestamente monetarizable y cuantificable.

Y todo ello para conseguir mantener en pie un estado que afirma no ser, que pacta con sus enemigos naturales, y por su puesto los enemigos del proletariado, para que estos cuando lo consideren oportuno traicionen a ese estado y faciliten el exterminio del proletariado.

La constatación de un hecho, proletariado explotado y desmoralizado en Rojava

El “no estado” que lo es, de capitalismo en un solo país poco conectado en el resto del capitalismo por la extorsión y los bloqueos. Como no podía ser de otra manera da muestras de agotamiento, de desaliento y desmoralización. La supuesta actividad económica más importante de Rojava la desangra, acumular pozos de petróleo cada vez más al sur para garantizar entre otras cosas la satisfacción de los intereses de EEUU. Alargando sus líneas defensivas más de lo aconsejable dejando su retaguardia desguarnecida para evitar las razias de Estado Islámico en la frontera turca.

El agotamiento de los proletarios redunda en cada vez más muestras de incredulidad ante lo que se están viendo obligados a hacer. Incluso los oficiales expresan ciertas dudas acerca de los compromisos adquiridos por la supuesta ayuda de EEUU. Hasta el extremo de ser carceleros de decenas de miles de proletarios atraídos por el Estado Islámico al califato con mentiras. No saben qué hacer y cuánto tiempo más podrán hacer de carceleros. ¿Hasta cuándo les guardaran a los americanos los pozos de petróleo? ¿Cuantos más de los suyos tendrán que morir por los intereses de la guerra interburgesa? ¿Cuándo llegara la traición de EEUU?, esa incógnita ya se ha despejado “felizmente” a principios de octubre de 2019.

En retaguardia se vive un reflejo de lo mismo, los refugiados yazidies que no pueden volver a sus hogares pues serán metidos en campos de concentración o reprimidos por el gobierno Irak no saben qué hacer. Los refugiados venidos de Turquía tras la destrucción de sus ciudades con la complicidad de la burguesía internacional. Los combatientes supervivientes de la lucha en Turquía y en Afrin que se preguntan ¿cuándo llegara el nuevo golpe de la dinastía del sultanato Erdogan? ¿Por qué se aguarda a recibir el golpe? El golpe ya ha llegado.

Muchos se preguntan para qué tantos sacrificios para agradar a los EEUU si estos no los salvaban de los bombardeos y las razias de los distintos cuerpos del Estado Islámico de Erdogan. Para que tanto buenrrollismo que no ha servido para nada.

Los sacrificios productivos, las jornadas interminables, la miseria endémica de cada uno de los proletarios en su vida y trabajo. La prohibición de huelga, manifestación y reunión sopena de excomunión. El respeto y defensa criminal a la propiedad privada y la especulación del comercio de alimentos que harían sonrojar a los burgueses jacobinos.

Todo en bien de una victoria prometida que no puede ser más que una traición y masacre anunciada. Un mundo de rosa pastel que se suponía había que alcanzar vadeando un mar de mierda y sangre. Pero que al final resulta que ese vadeo lleva a la lógica aplastante de que la burguesía internacional solo puede ser el verdugo del proletariado.

Las presiones de los milicos yanquis para que el “no estado” obligara a sus soldados proletarios a destruir los túneles de la primera línea de defensa eran tan solo una forma de facilitar la masacre, como dictaba el sentido común desde el principio. ¿En dónde queda por enésima vez el rollito del antifascismo interclasista? ¿Dónde están los empresarios respetables? del comercio, la construcción, la especulación inmobiliaria, seguramente a salvo en el Kurdistán Irak o en ciudades controladas por el gobierno de Siria. La desbandada está anunciada lo único es saber ¿cuántos morirán más por una revolución que no quiso hacerse? ¿Cuántas posiciones se entregaran al gobierno sirio? ¿Se alzaran de nuevo los barrios rojos de la comuna y levantaran una hermosa pero efímera bandera de revolución de nuevo?

La desmoralización es evidente, ¡todas las viejas tonterías de los antifascistas y comunalistas han resultado ser mentira de nuevo! ¿Cómo el proletariado seguirá luchando por las viejas mentiras de siempre? ¿Cómo se reorganizara, como resistirá una máquina yihadistas de picar carne nutrida por toda la burguesía occidental hasta la glotonería?

Los proletarios como en Afrin huyen sin saber muy bien a donde y como. Los combatientes perdidas sus primeras líneas de defensa tienen que rehacerlas sin saber cuál será el grado de claudicación de sus mandos y con quien. No saben hasta cuándo tendrán municiones, los norteamericanos no darán más, las líneas de suministro de la cordillera en Irak están cortadas por el ejército turco. Una guerra de posiciones es un suicidio contra divisiones de tanque y aviones. No saben si desertar en masa y dispersarse por toda la región para luchar en Irak, en Siria y en Turquía al mismo tiempo


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