15.DIC.19 | Posta Porteña 2075

Uruguay - "La economía impactó fuerte en esta elección"

Por Rafael Porzecanski/S.Cabrera

 

La seguridad sigue siendo el principal problema de los uruguayos, pero cuando se pregunta qué tema impacta más en la vida diaria mucha gente nombra el bolsillo”, explicó Rafael Porzecanski, director de Opinión Pública de Opción Consultores, en una entrevista  Argumentó que el nuevo contexto económico influyó en el resultado, que el mensaje de noviembre fue de “un cambio con advertencia” y que no se sabe cómo funcionará la coalición en el gobierno

SEBASTIÁN CABRERA

El  País Domingo, 15 Diciembre 2019

Pasaron tres semanas desde el balotaje. Volvamos a aquella noche del domingo 24 de noviembre. ¿Cómo se enfrenta una cámara con la presión de tener que decir el ganador a las 20:30?

-Más que presión es responsabilidad. Siempre lo he dicho: es un privilegio estar a las 20.30 diciendo cómo viene el panorama. Yo siempre le dije al canal (4) que a esa hora daría los resultados que me sienta seguro de dar; lo otro diremos que son tendencias. Sucedió que el 24 de noviembre fue una elección con sorpresa. Había una ventaja previa muy firme de Luis Lacalle Pou sobre Daniel Martínez, pero al final resultó ser una ventaja más corta. Fue un resultado que impactó.

-Nadie lo vio venir

-Hay un hecho novedoso que merece análisis. El Frente Amplio nunca había crecido casi nueve puntos desde primera a segunda vuelta.

-Blancos y colorados votaron casi en bloque en el balotaje como en la elección de 1999, pero el tema son los votantes de Cabildo Abierto. ¿Esa es la gran diferencia?

Esa es la novedad principal, el acto nuevo. Por la información que tenemos, casi nueve de cada diez colorados muy probablemente votaron a Lacalle. Es un porcentaje de retención muy interesante. No así en Cabildo. Todavía no tenemos las encuestas poselectorales, pero según la información por circuitos uno de cada cuatro votó por Martínez.

-¿Por qué pudo haber sucedido eso?

-Ya sabíamos que más o menos un tercio de los cabildantes había votado al Frente Amplio en 2014. También sabemos que el Frente Amplio desarrolló una campaña muy intensa en territorios donde Cabildo tuvo una buena votación y donde más se había acrecentado el porcentaje de frentistas que votaron a Guido Manini Ríos en octubre. Además, el video de Manini parece haber sido la respuesta a un fenómeno que su equipo territorial le reportó…

-“Estamos perdiendo votos”

-Claro. Pero la militancia frenteamplista hizo un trabajo efectivo. Hay distintos electores de Cabildo Abierto: hay uno que sí está en las antípodas del Frente (gente con valores tradicionalistas y muy enfrentada a la agenda de derechos) pero no es el único perfil. Hay vasos comunicantes entre ciertos votantes del Frente y votantes cabildantes.

-Opción Consultores fue una de las dos empresas que a las 20:30 anunció que había ganado Lacalle. ¿Por qué usted pidió disculpas en las redes sociales el día después?

-Es muy sencillo. A las 20:30 dimos un dato como seguro, dado que la distancia de Lacalle sobre Martínez lucía firme y lejos del margen de error. A esa hora sucede algo particular: no está la totalidad de la proyección, solo una parte. Son muchos votos igual, pero a veces la información no ingresa en forma simétrica por circuitos. A nosotros ese día la información de Canelones nos ingresó con disparidad territorial: el “santoral”, donde vota más el bloque multicolor, llegó antes. Eso mostró al principio una ventaja un poco superior a la que luego se dio. A las 20:30 dimos tres puntos a favor de Lacalle y luego terminamos dando ocho décimas de distancia. Es un ajuste que se puede dar perfectamente en una proyección de escrutinio. Pero tendremos que tener más cautela en el futuro porque esa diferencia pequeña puede ser entre dar algo como seguro o como probable. Pero nuestra proyección fue muy buena: varió solo dos décimas respecto al escrutinio sin observados.

-¿Uruguay está más que nunca dividido en dos grandes bloques tras el balotaje?

-Las dos lecturas son válidas. La de octubre habla de una primacía contundente del nuevo bloque multicolor y muestra un mensaje de cambio firme. Eso se traduce en una ventaja parlamentaria importante. El mensaje de noviembre es de cambio con advertencia: era esperable que la brecha fuera más chica entre los dos bloques, pero no que se redujera tanto. En esa lógica binaria de cambio-continuidad, hay un porcentaje del electorado de Cabildo que optó por la continuidad. Ahora, tanto el mensaje de octubre como el de noviembre es de cambio, no hay que perder de vista eso. El Frente pierde nueve puntos respecto a octubre de 2014 y seis puntos respecto a noviembre de 2014

-En términos prácticos es lo mismo, ¿pero a nivel simbólico era distinto una diferencia más grande entre Lacalle Pou y Martínez?

-Hay un impacto emocional. Al frenteamplista le deja un sabor de derrota dulce, en un lugar con más poder competitivo para el próximo ciclo electoral.

-La elección muestra resultados bien distintos entre Montevideo e interior. ¿Hay dos países?

-No, hay que tener cuidado con eso. En octubre y en noviembre el Frente es el partido predominante en Montevideo y Canelones. Y el bloque multicolor domina con claridad en los otros 17 departamentos. Pero después hay muchos matices, si se miden los porcentajes. El litoral es una región intermedia, donde el Frente tiene buenas votaciones y pueden pelear intendencias

-¿Y el centro del país es blanco?

-Es predominantemente nacionalista. Y en el noreste se da el gran impulso de Cabildo Abierto. Ahí es donde se da la relación más fuerte a favor del bloque multicolor en esta elección.

-¿Qué pasó dentro de Montevideo? Ahí también hay dos zonas bien diferenciadas: la costa sigue siendo de la hoy llamada coalición multicolor

-Montevideo tiene diferencias desde hace tiempo. El Frente es más débil en la costa y se consolidó en la periferia. En esa zona, además, en las internas hubo una tasa de participación por debajo del 20%. La apatía política en la periferia tiene niveles llamativos.

-¿Qué factores influyeron para la baja del Frente Amplio? ¿La inseguridad y el desempleo son los dos más importantes?

-No es fácil determinar exacto por qué se cambió el voto. En términos globales, hay mucha gente que se mantuvo votante del Frente Amplio pese a estar disconforme con la seguridad. No pasó tan así con la economía. Hay todo un ciclo regional a partir de 2015 con la caída de los precios de las commodities que pone un nuevo escenario económico en el país. Entre 2015 y 2019 los oficialismos han tenido muchísimos problemas para renovar el poder en la región: casi ninguno lo logró, salvo el caso particular de Paraguay. Eso coincide con el fin de la ola progresista, pero en Colombia hubo alternancia y no gobernaba la izquierda. Y en Argentina el macrismo acaba de perder. El nuevo contexto económico impactó fuerte en las preferencias de los ciudadanos. De todos modos, el tema de la inseguridad tuvo dos efectos: reforzó el descontento y pudo haber ayudado a explicar la sorpresiva irrupción de Cabildo Abierto. Su líder es visto como alguien que puede contribuir a mejorar los índices de criminalidad.

¿Pero la economía fue un factor decisivo para explicar el resultado?

-Sí. El nuevo ciclo electoral le quitó margen de maniobra al presidente Tabaré Vázquez y le dio un nuevo humor a la ciudadanía. Los problemas con el empleo se han notado. Bajó la tasa de empleo y subió el desempleo. Estos temas son una preocupación central de la ciudadanía. Es cierto que la seguridad sigue siendo el principal problema de los uruguayos, pero cuando se pregunta qué asunto impacta más en la vida diaria mucha gente ya nombra el bolsillo. Pese a todo esto, el Frente Amplio no tenía perdida la elección.

-¿Con qué fortalezas y qué debilidades parte el nuevo gobierno?

-Una fortaleza es el crédito parlamentario importante, no se desarma la coalición si pierde un senador. El gran tema es que, para que haya coalición sea en el Ejecutivo o en el Parlamento, se necesitan al menos tres socios y no dos. Entonces se abre una interrogante de cómo va a funcionar una coalición de tres. Además, si se mantiene la actual fragmentación parlamentaria, los socios del gobierno pueden diferenciarse en algún momento de la gestión del Partido Nacional para posicionarse como la mejor opción. Si no se diferencian, quedan atados al Partido Nacional. Si se diferencian demasiado y se generan rispideces grandes, el riesgo es fortalecer al Frente Amplio. Ahí está la pregunta de cómo va a ser el juego de cooperación y diferenciación en la coalición.

-¿Cómo influye que Lacalle Pou tenga menos del 30% de legisladores propios?

-Lacalle Pou es elegido por el porcentaje más bajo de los presidentes en primera vuelta. Está bastante cerca de Julio María Sanguinetti en 1994. ¿Eso significa que va a ser un gobierno débil? No necesariamente. Sanguinetti tuvo más porcentaje en 1984 que en 1994, pero en la segunda hizo más reformas porque tuvo un socio fuerte: Alberto Volonté. Todo depende de cómo se articule la coalición.

-Precisa dos socios fuertes

-Sí, dos socios fuertes y colaborativos. También depende de la capacidad de zurcido de Lacalle Pou.

-Ya sabemos cómo será el gabinete de Lacalle. No estará presente Manini Ríos, aunque el presidente electo quería que estuviera. A último momento la esposa del líder de Cabildo, Irene Moreira, aceptó ser la ministra de Vivienda. ¿Eso cómo influye a la hora del compromiso de ese partido con este gobierno?

-Irene Moreira es la segunda figura política de mayor peso de Cabildo Abierto. El hecho de que esté ella en el gabinete desmonta un poco el argumento de que no hay compromiso de Cabildo.

-Pero no es lo mismo Moreira que Manini Ríos

-No es igual en términos de imagen. Lacalle Pou sugirió públicamente una hipótesis: como se trata de un partido en formación, quizás Manini Ríos optó por mantenerse en el Parlamento para terminar de consolidar a Cabildo Abierto como una fuerza política independiente. Esa es una explicación. Él era un candidato natural para Salud Pública (fue director de Sanidad Militar) y podía fortalecer más su figura. Pero los ministerios son muy demandantes.

“El Frente Amplio está en una búsqueda incierta”

-¿Qué debe hacer el Frente Amplio para trabajar pensando en ganar en 2024?

-La fuga de votos del Frente es por el centro o por derecha. Quedó muy neutralizada la fuga por izquierda. El Frente va a tener la ventaja de ser oposición y no cargar con la gestión. Está en un proceso de búsqueda incierta de liderazgo. Pese a tener un crecimiento histórico de primera a segunda vuelta, el mismo Frente tiene diferencias interpretativas en los méritos. Con la candidatura de Daniel Martínez creció como nunca para la segunda vuelta, eso no significa que su liderazgo sea indisputable. Al contrario: es una pregunta abierta cuáles van a ser las nuevas figuras con posicionamiento presidencial. Es una verdadera incógnita.

-¿Martínez tiene pocas chances en esa carrera?

-Martínez está en carrera. Lo pongo en estos términos: cuando terminó la elección de 1999, Tabaré Vázquez perdió por ocho puntos con Jorge Batlle, pero quedaban pocas dudas de que sería el candidato del Frente Amplio en la elección de 2004. En 2019 la pregunta es mucho más abierta y hay varios nombres en danza. Martínez no es un nombre cantado. Es uno de los posibles candidatos.


 


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