12.ENE.20 | Posta Porteña 2081

Ni yanquis ni iraníes, socialistas. Por una política revolucionaria en Medio Oriente

Por RyR

 

El conflicto entre Estados Unidos e Irán dejó nuevamente en evidencia la facilidad con que la izquierda sucumbe ante el nacionalismo. Esta discusión es importante, porque muestra cómo se han bajado las banderas y abandonado toda perspectiva revolucionaria.

Toda la izquierda argentina coincide en el repudio al imperialismo y el apoyo, por consiguiente, al régimen iraní. Pitrola se presentó en C5N denunciando los ataques norteamericanos, pero nada dijo del rol iraní.[i]

El PTS, de manera similar, señaló “En todo el mundo, urge el repudio a las agresiones que ha iniciado Estados Unidos”[ii] En la misma línea se pronunció Izquierda Socialista y el Nuevo Mas. Altamira publicó en Política Obrera que el ataque norteamericano fue un “acto de guerra” y solo observa que la importancia de disciplinar a Irán se debe a su carácter de proveedor de petróleo a China. Al repudiar solo a los EE.UU. y silenciar los crímenes del otro bando, están claramente alineados con el Estado teocrático iraní.

En realidad, lo que se puede ver en Irak es que hay dos potencias disputándose la hegemonía. Por un lado, Estados Unidos, apoyado los aliados regionales (Israel, Egipto, Jordania, Emiratos Árabes, Arabia Saudita). Por otro, el bloque liderado por China, a través de Irán. Este último, no es un mero proveedor de petróleo, como señala Política Obrera, sino un aliado a varios niveles. Veamos punto por punto

Estados Unidos invadió Irak para defender sus intereses en el territorio. A pesar de que pasaron más de diecisiete años desde de la invasión, el país aún no fue reconstruido y la miseria y la descomposición son moneda corriente. El autoabastecimiento petrolero y gasífero de los EE.UU., convertido en el primer productor mundial, quita interés en la ocupación en Medio Oriente. En este contexto empieza a crecer el poder iraní en la región, en particular, gracias al apoyo de los grupos chiíes, mayoritarios en el país.

La base chií le permitió formar su propia fuerza política, las Fuerzas de Movilización Popular (FMP). Se trata de un partido con un brazo armado, que dirige operaciones paramilitares en el país y se presenta a elecciones. El mayor crecimiento se dio en 2011, luego de la retirada parcial de las tropas estadounidenses y el avance del ISIS. El partido colaboró para que el Primer Ministro Nouri al Maliki se sostenga en el poder y se puso en la primera fila de combate contra el Estado Islámico.

A cambio de esta defensa, la Fuerza Quds iraní recibió contratos de petróleo y de desarrollo de empresas en Kurdistán. En el sur, Irán obtuvo contratos de purificación de aguas residuales[iii] y a principios de este año, el presidente, Hassan Rouhani acordó ampliar el comercio, inversiones en ferrocarriles, petróleo y minería.[iv]

En el último tiempo, las fuerzas iraníes encontraron ciertas resistencias en el territorio. En las elecciones de 2018, se votaron los parlamentarios que luego elegirían al presidente. A diferencia de las elecciones pasadas, los chiitas no lograron establecer una coalición común y se presentaron divididos. Por un lado, la coalición Sairoon, compuesta por el PC y grupos chiitas dirigidos por el clérigo Moqtada al-Sadr. Por otro lado, la coalición Al Fath, liderada por Hadi Al-Amiri y las FMP iraníes. Los primeros obtuvieron el primer lugar, con 54 escaños y los segundos 47.

Ambos grupos acordaron el nombramiento del veterano político kurdo, Barham Salih, como presidente. En realidad, un cargo ceremonial. Sin embargo, el conflicto apareció al momento de la elección de Primer Ministro. Salih impuso a Abdul Mahdi, un chiíta alejado de la órbita iraní. Para aprobar el nombramiento, los legisladores pro-iraníes pidieron puestos ministeriales claves, como Petróleo, Interior y Defensa. Los iraníes insistían con el puesto de Ministro del Interior y para ello nombraron a Falih al-Fayyadh, presidente del PMF. La nominación fue rechazada y solo lograron poner a alguien cercano en Petróleo, Jabbar Alluaibi. Estas negociaciones dificultaron la formación de gobierno, la cual demoró unos cinco meses y terminó muy debilitado por las disputas entre las fracciones chiitas, sunitas y kurdas. [v]

De esta manera se formó un gobierno débil. Todo este proceso expresa la profunda balcanización del territorio iraquí, el cual se agrava por el accionar de las potencias. La retirada estadounidense nunca fue total. Las operaciones militares en la región continúan hasta el día de hoy, muchas tercerizadas a través de grupos aliados (los kurdos, fuerzas armadas iraníes) o control de ciertas regiones en particular.

Sumado a esto, un nuevo actor apareció en escena, desatando las preocupaciones iraníes y norteamericanas. Nos referimos al conjunto de movilizaciones que estallaron en octubre, con epicentro en Bagdad y algunas ciudades aledañas como Dhi Qar, Maysan, Diwaniyah, Basora, Muthana, Babil, Najaf, Karbala y Wasit. Las movilizaciones fueron masivas, con una importante participación en los grupos chiítas.

Los manifestantes reclamaron el fin de la corrupción, mejores condiciones de vida, independencia de los poderes regionales (Irán) y globales (Estados Unidos), como también el fin de todo el sistema político vigente desde la invasión en 2003. Es decir, “Fuera Todos”. Los movilizados eran en su mayoría jóvenes, la capa más afectada por el desempleo y la falta de perspectivas. Las protestas fueron duramente reprimidas por el gobierno y las milicias iraníes. Esta carnicería detuvo las protestas durante algunos días a fines de octubre, pero en noviembre volvieron a reactivarse.

A fines de noviembre, el New York Times publicó una serie de documentos filtrados de la agencia de inteligencia iraní, donde mostraba la cooptación de gran parte del gobierno iraquí y también del uso de una red de informantes abandonada por la CIA, luego del retiro norteamericano en 2011. Los documentos abarcan diferentes informes entre 2014 y 2015, los cuales muestran al Ministerio de Información y Seguridad de Irán, junto con la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, como los dos vehículos principales para la influencia de Irán en Irak. Allí aparecía Soleimani como principal responsable de la represión a las protestas, entre otras actividades 

En este contexto, el presidente iraní, Adel Abdel Mahdi, presentó su renuncia el 1 de diciembre. La medida no fue suficiente para aplacar las protestas y los reclamos continuaron. El parlamento analizó la designación del ex ministro de educación superior Qusay al-Suhail para reemplazar a Mahdi. Sin embargo, los manifestantes se movilizaron en rechazo, a raíz de los vínculos que mantiene Suhail con Irán. Hasta el momento, el parlamento sigue sin encontrar reemplazo para Mahdi y la crisis sigue sin resolverse.

La aparición de la clase obrera en las calles, con independencia de las fracciones burguesas intervinientes de la crisis iraquí significa representa un gran avance. Sin embargo, aún no emergió de esta fuerza una dirección que nuclee las acciones y dispute el poder del Estado. Por otra parte, las fuerzas paramilitares de ambos bloques están atacando duramente los reclamos. Desde que iniciaron las protestas se contaron un aproximado de 500 muertos, 17 mil heridos, pero se estima que el porcentaje puede ser mayor, en particular, porque hubo desapariciones y persecuciones a militantes.  

La estrategia Trump

Trump no está, tal como señaló el PTS, carente de estrategia política. Todo lo contrario. Desde su llegada la Casa Blanca el presidente norteamericano impulsó una reformulación de las alianzas internacionales tejidas en la era Obama y un retorno hacia viejos aliados en Medio Oriente, como Egipto, Israel y Arabia Saudita. Implicó, también, un alejamiento de Irán, la ruptura del acuerdo nuclear de no proliferación y la reimposición de sanciones.

Esta política se volvió más agresiva en el último tiempo, ya que Irán le servía a Estados Unidos para combatir el avance del ISIS en la región. A partir de 2018, el objetivo de Trump era la negociación de un nuevo acuerdo con Irán que pusiera límites a su programa de misiles y a su influencia regional.

Esta estrategia tenía como objetivo que la UE también rompa con la República Islámica. Sin embargo, Europa (Alemania, básicamente) puso resistencia. Principalmente, porque luego de la firma del acuerdo de Obama, había realizado diversas inversiones en Irán. Entre ellas, la fabricación de aviones, automotores y lo más importante: petróleo. Para garantizar las transacciones por fuera de los bancos sancionados por Trump, crearon el Instrumento para el Fomento de los Intercambios Comerciales (Instex, por siglas en inglés), lo que les garantizaba el flujo de dinero. A nivel político, intentaron recomponer el acuerdo nuclear, sin mayores éxitos.

En este contexto, Irán no mostró ninguna intención de negociar con Estados Unidos. Respaldado por China y la UE, se ocupó de aumentar el almacenamiento de combustible nuclear, la producción de uranio enriquecido y mostró solidez para hacerle frente a las sanciones.

Con el avance de la producción del shale oil en Estados Unidos, Trump se sacó de encima el problema del abastecimiento interno de combustible. Esto le permitió adoptar una estrategia más económico-arancelaria que militar. Eso puede verse en la reducción de gastos en intervenciones, tanto en Afganistán como en Irak y Siria.[vi]  Trump entiende que, para defender los intereses norteamericanos en la región, debe contener la avanzada iraní. La vía militar resultó, hasta este momento, una estrategia costosa, poco efectiva e innecesaria en esta instancia. Por el momento, apuesta a la presión comercial, a través de sanciones y no involucrarse en una guerra a gran escala.

¿Por qué Trump realizó semejante ataque? Por dos motivos. El primero, urgente e inmediato: la política interna. En medio de una elección difícil, el presidente enfrenta el riesgo del impeachment. Se trata no solo de la amenaza de la destitución, sino que, derrota electoral de por medio, podría terminar en la cárcel. Un enfrentamiento lo coloca en situación de extorsionar a sus enemigos, acusándolos de enemigos de la nación. El segundo, conseguir una excusa para endurecer las sanciones, de modo tal de presionar a la UE para que abandone sus alianzas económicas con Irán y profundizar su guerra comercial con China.

Soleimani, Irán y China

El PO, Izquierda Socialista y el Nuevo Mas se pronunciaron en repudio del ataque a Soleimani y en defensa de Irán. Parece que ignoran quién es el funcionario asesinado y qué rol cumplía para el régimen.

Soleimani no era un militar más, sino un cuadro político importante de la burguesía iraní. Comandaba la Fuerza Quds desde 1998, el brazo militar de élite del ejército, un cuerpo de operaciones especiales que interviene en conflictos extranjeros en defensa de los intereses de la burguesía iraní. En Irak, fueron los encargados de armar y entrenar a las milicias chiítas que combaten en el territorio. Soleimani se encargaba, además, de diseñar todas las operaciones iraníes en el extranjero. Esto abarca desde los ataques al ISIS, la defensa de Assad en Siria, la expansión de la influencia iraní en Irak, como también la represión a las movilizaciones obreras.

Soleimani era el hombre de confianza del ayatolá Alí Jamenei y su nexo político con el extranjero. Se encargó de tejer lazos con el Hezbolá Libanés, Hamas e incluso de unir a los chiítas iraquíes en una gran coalición electoral. Cuando fue asesinado, Soleimani se encontraba camino a una reunión con el Primer Ministro Iraquí, Adil Abdul-Mahdi para conversar sobre el conflicto que mantiene la República Islámica con Arabia Saudita.[vii]

Es decir, no hay nada para repudiar del ataque a un carnicero como Soleimani. Su asesinato ocurre en un contexto de guerra, producto de su actividad para el régimen iraní. Repudiar su muerte equivaldría a repudiar también la de los militares norteamericanos, lo cual también es poco serio. El punto central que ambos partidos intentan presentar al régimen iraní como “independiente del imperialismo” y víctima de sus ataques.

Parece que es necesario explicar el rol de Irán como potencia regional. La República Islámica es uno de los pocos estados que goza de una relativa estabilidad y orden, en un continente atravesado por la balcanización de los estados nacionales. Parte de esta estabilidad es posible gracias a las alianzas internacionales que tejió la burguesía iraní y que le permitieron sostenerse pese a las sanciones norteamericanas. Nos referimos en particular a China y Rusia.

China es el principal socio comercial, con inversiones en minería, gas, represas, extracción y procesamiento de combustible, puertos y ferrocarriles que contactan Kirgyzstan, Tayikistán y Afganistán.[viii] Esta alianza le permite a Irán saltearse las sanciones comerciales, que afectan la venta de petróleo y la compra de armas.[ix] 

China compra crudo barato iraní a través de terceros países, como Malasia; la vez que vende armas a través de Corea del Norte[x]. Esto facilitó modernización de la fuerza militar iraní en los últimos años.

Irán forma parte desde el mes de octubre de la Unión Económica Euroasiática, un acuerdo de libre comercio en el que participa Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, Armenia y Kirguistán.[xi]

 La alianza con Rusia también aparece en el plano armamentístico, ya que además de vender armas a los iraníes, el gobierno de Putin utiliza la Base Aérea Hamadan para las operaciones que lleva adelante en Siria.

Por último, China, Rusia e Irán realizaron recientemente su primer ejercicio militar conjunto en el Golfo de Omán, por donde pasa la quinta parte del petróleo mundial.

Es decir, Irán es un eslabón más en las alianzas del bloque imperialista liderado por China y cumple un rol especial en defender esos intereses en la región de Medio Oriente, interviniendo en conflictos como Siria, Yemen, Líbano e Irak.

Socialismo o barbarie

Los ataques representan una escalada mayor entre Estados Unidos y el bloque imperialista liderado por China. Irán es el eslabón más importante que esta alianza posee en Medio Oriente y Estados Unidos está dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias para enfrentarlo. Por este motivo, el ataque norteamericano a Soleimani ocurre en un momento en que la posición iraní estaba siendo erosionada por el movimiento de protestas. El objetivo de Trump era hacerlo retroceder aún más, eliminando uno de sus principales cuadros políticos y acrecentando la crisis en el territorio.

Cuando los ataques amenazaban con escalar aún más, Trump salió a declarar que solamente impondrá sanciones al régimen. Esto puede leerse en un intento de imponer una tregua temporal. El problema es que la crisis iraquí va a continuar, como también los intereses del bloque chino-iraní en la región.

Los revolucionarios no podemos defender a ninguna de las alianzas imperialistas que se disputan intereses ajenos a la clase obrera. Ni EE.UU., ni China, ni la UE. No se trata de expulsar a una u otra potencia, ni siquiera, a las dos juntas. Se trata de expulsar una clase social que domina la región con diferentes rostros.

Hay un convidado de piedra que nadie nombra: esa clase obrera que se viene movilizando en octubre por todo Irak. Ese es el proceso que hay que profundizar y a esos compañeros hay que apoyar, no a sus represores. Es necesario impulsar la organización independiente de la clase obrera de la región alrededor de un programa socialista. Es la única manera de abrirse camino en medio de la barbarie.

Razón y Revolución  09/01/2020


Notas

[i] https://www.youtube.com/watch?time_continue=168&v=rhi6T8asGbE&feature=emb_title

[ii] https://www.laizquierdadiario.com/La-respuesta-de-Iran-decenas-de-misiles-contra-base-militar-con-tropas-de-EE-UU

[iii] https://theintercept.com/2019/11/18/iran-iraq-spy-cables/

[iv] https://www.cnbc.com/2019/03/20/iran-just-struck-several-deals-with-iraq-and-washington-isnt-happy.html

[v] https://www.washingtonpost.com/news/monkey-cage/wp/2018/10/10/can-a-new-president-and-prime-minister-solve-iraqs-broken-politics/, https://www.washingtonpost.com/world/veteran-kurdish-politician-wins-iraqi-presidency-as-traditional-alliances-falter/2018/10/02/dac9b788-c5b1-11e8-9c0f-2ffaf6d422aa_story.html

[vi]  Para el caso sirio ver https://razonyrevolucion.org/la-masacre-perpetua-un-balance-de-la-situacion-en-siria/,

[vii] https://www.independent.co.uk/voices/qassem-soleimani-death-iran-baghdad-middle-east-iraq-saudi-arabia-a9272901.html?fbclid=IwAR0cj_lEdoP-WqEDCSvRgb22v1NKkxMHca-UsPxaCcKGjea55-ukrI1booQ

[viii] http://www.ihu.unisinos.br/161-noticias/noticias-espanol/559758-rusia-china-iran-una-alianza-destinada-a-romper-hegemonias-ihu-adital

[ix] https://www.rand.org/pubs/occasional_papers/OP351.html ; 
https://www.nytimes.com/interactive/2019/08/03/world/middleeast/us-iran-sanctions-ships.html

[x] https://foreignpolicy.com/2019/09/05/chinas-great-game-in-iran/

[xi] https://mundo.sputniknews.com/economia/201906101087571181-iran-uee-acuerdo-libre-comercio/


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