16.ENE.20 | Posta Porteña 2082

“EL ANTIFASCISMO MATA MÁS QUE EL FASCISMO” (3)

Por Ricardo

 

¿Pero los antifascistas combatieron alguna vez contra algo que merece llamaron fascismo? Nunca, porque ellos siempre fueron terroristas de Estado…y si, por eso MISMO el fascismo es nuestro enemigotambién lo es el antifascismo.

Históricamente los antifascistas fueron las mayores potencias coloniales e imperiales del planeta. Cuando el fascismo solo eran algunos grupos de la izquierda del partido socialista en Europa occidental y oriental. El fascismo no tenía fuerza ninguna, pongamos en 1917/19 y ellos ya habían asesinado en todo el planeta en contra de quienes no aceptaban su religión, “estaban poseídos por el diablo” y defendían al mismo “infierno”

Podríamos enumerar las guerras y masacres de la población civil hecha por Francia, Inglaterra…durante siglos…, por Japón, Rusia, por China… o por los Estados Unidos desde que existen. Pero me contentaré con dar un solo ejemplo que reúne todas las características de los “genocidios modernos”: la masacre de la población de Malasia en el siglo XIX por Inglaterra.

No creemos describir suficientemente la totalidad de la masacre insistiendo con que la ocupación colonial, con todas las maldades y genocidios de la guerra moderna, fue considerada en la época como la más terrible de todos los tiempos, solo comparable con la que hacía, la misma Inglaterra  en la India…, y otras lejanas tierras, o por las realizadas, por el Imperio Holandés y el Imperio Chino. Los torturadores anglo malasios utilizaron todos los métodos que 2 siglos después utilizaran los del Cóndor, incluyendo violaciones y tortura hasta la muerte a niños, mujeres, hombres y ancianos. Fueron famosos, como los franceses en el siglo XX, por su capacidad de trituración de la carne humana y constituyeron un verdadero modelo de perfección durante más de medio siglo para sus pares rusos (zaristas, leninistas, estalinistas…), japoneses…, hasta llegar a serlo frente, a quienes estaban todavía en pañales, como los torturadores yanquis.

¿Y por qué nunca los antifascistas nos hablaron de esas masacres de sus colegas y lo del Cóndor nos tomó tan de sorpresa? ¿No es parte de la colaboración del antifascismo, el haber colaborado con ESOS MISMOS TORTURADORES EN LA GUERRA MUNDIAL, para que luego el CÓNDOR pudiera usar el factor sorpresa?...

¿Acaso la historia no la hicieron esos mismos antifascistas torturadores? ¿Y acaso hoy, que el antifascismo quiere renovar y esconder sus sanguinarias fauces no es ser cómplice llamar precisamente a hacer otra vez frentes antifascistas?

¿Cómo íbamos a imaginar que, los muchachitos de Hollywood, que peleaban contra los MALOS nazis y eran LOS MAYORES ANTIFASCISTAS iban a ser los profesores franceses y yanquis de tortura y de los métodos de destrucción y desaparición de personas? 

¿Cuándo los muchachitos BUENOS de las películas de cowboys, LOS VERDADEROS BUENOS DE LA GUERRA (apoyados por la GLORIOSA CABALLERÍA), dejaron de serlo?

EN BÚSQUEDA DE DEFINIR EL FASCISMO

Pero entonces, ¿cómo es posible que el fascismo pueda ser presentado hoy como el MAL QUE CONTIENE TODOS LOS MALES? ¿De adonde sale ese  MONSTRUO contra el que debiéramos aliarnos con los criminales de Estado más abominables, como en la Segunda guerra Mundial…incluso sacrificando nuestros propios intereses?

En realidad, el fascismo que hubo realmente en la historia, fue un movimiento socialista, más precisamente de la izquierda de la socialdemocracia italiana, fundado por Benito Mussolini (disidente de izquierda, junto a Gramsci, del PSI).

Como toda la izquierda de la socialdemocracia, el fascismo toma partido por el capitalismo y por fortificar el Estado, y por sobre todas las cosas, por reprimir al proletariado en lucha de la forma más brutal posible [1]. Por supuesto que es esta obsecuencia capitalista que le sirve para ascender y ocupar el centro de la represión en Italia: el Estado Italiano. El Estado fascista mismo, no es otra cosa, que más de lo mismo con el “nombrecito” de fascismo: terrorismo de Estado contra el proletariado en lucha, lo mismísimo que toda la izquierda del capital en Europa en esos años…y parecidísimos a los regímenes de democrático dictatoriales que había en América de derecha y de izquierda.

En realidad, con ese modelo de fascismo, el verdadero, el histórico… no se puede decir hoy quien es más fascista, quien se parece más a Mussolini, si Tabaré Vázquez o Maduro, si Ortega o Morales, si Lenin Moreno o Lula, si Mujica o Cristina Kirchner, si Podemos (de España) o Mitterrand…

Aunque sea tan fácil encontrar características comunes con Mussolini, en cualquiera de esos personajes de izquierda, solo podemos constatar que es mucho más difícil encontrar diferencias reales entre esos productos de la socialdemocracia y el fascismo. Los programas son muy parecidos: populistas, mentirosos y reaccionarios.  

Todos pactan impunidades, reprimen las luchas sociales y criminalizan la protesta social.

¡Y como si fuera poco, si atenemos a lo que dicen, son todos antifascistas, aunque no puedan explicar en absoluto un contenido diferente al del fascismo!

¿Y si buscamos en el imperialismo mismo podremos encontrar algo realmente diferente como “fascismo”? ¿Será que el famoso fascismo, tan “especialmente” MALO como dicen (los que hacen lo mismo) tiene algo de específico en sus empresas colonialistas?

Si, algunos teóricos dicen que el término se hace símbolo del MAL MISMO…por las espantosas descripciones de la aviación italiana masacrando negros en Abisinia (ETIOPIA)- y haciendo saltar los pedazos de cuerpo por los aires. Esa atrocidad en la época se presentó como la característica más abominable del fascismo. PERO por supuesto que esa no es una especificidad del fascismo, dado que los antifascistas hacían y hacen cosas similares… Además, esa misma matanza no la hicieron solo los fascistas, existen incontables elementos para afirmar, que todas esas masacres fascistas en África contaban con todo tipo de APOYO de las potencias ANTIFASCISTAS. 

Muchos años después, se supo que, incluso quienes más se habían destacado por condenar esas MASACRES DE LA BOCA PARA AFUERA…LAS APOYABAN EN SECRETO…felicitando al mismísimo Mussolini. En efecto, el propio Winston Churchill había felicitado a Mussolini por esa misma masacre. Recuerdo la sorpresa que hubo en todo el mundo, cuando la apertura de los archivos fascistas (en los años 80/90) permitió encontrar dos cartas de Churchill que, el Duce llevaba en el bolsillo el día en que fue fusilado, en el que lo felicitaba por esa terrible HAZAÑA FASCISTA. ¿No será que el propio Duce quería que en el fondo lo reconocieran como tan antifascista como su amigo Churchill? Pero entonces: ¿quiénes podrían definir al monstruo mismo del fascismo?

Sigamos con el fascismo. Se nos dirá que el fascismo poco a poco se fue inflando y haciendo internacionalmente más potentes gracias, a lo que luego, durante la “Segunda” guerra fueran las otras potencias del “eje”, Japón y sobretodo Alemania.

Si bien no hay ninguna duda de que estas potencias llevaron el terrorismo de Estado a niveles terribles, perpetrando crímenes masivos contra la población civil siguiendo el modelo de todas las otras, la clasificación de las mismas en “fascistas”, es totalmente arbitraria y no corresponde con la historia.

No hay ninguna característica social importante que iguale a esos 3 países, por oposición a los antifascistas que le harán la guerra. Ni, las masacres a la población civil, ni los crímenes horribles, ni la tortura y desaparición de personas son exclusividad de esas potencias…y si tomamos por ejemplo el tema de los campos de concentración y exterminación, Japón nunca supera en el horror a la Inglaterra y Francia democráticas en los siglos anteriores. Por otra parte, si entre Rusia y Alemania se hicieron competencia al respecto del horror, no cabe ninguna duda histórica que los nazis fueron vulgares imitadores de los leninistas. ¡Y no solo teóricamente, sino que todo el desarrollo militar del Estado alemán fue posible por la práctica de ayuda mutua con Rusia!

En todo ese proceso los antifascistas fueron quienes instituyeron las instituciones centrales del terrorismo de Estado nazi: los sucesivos acuerdos de “paz” imperialista (Brest-Litovsk, Rapallo…, el Pacto Ribbentrop-Mólotov, es decir la alianza militar entre Hitler y Stalin...) permitieron que dichas potencias colaborasen, como nunca antes en la historia, desde el mismo día en que Lenin, en 1918 pacta con el Imperialismo alemán:

+ En la militarización de los nazis, el Tratado de Rapallo permitió a Alemania formar pilotos de combate en el aeródromo soviético de Lípetsk, para lo cual la URSS aportó también aviones e instructores. Los pilotos alemanes, “recibidos” en la Unión Soviética, constituyeron el núcleo inicial de la Luftwaffe, la fuerza aérea nazi que el mariscal Göring organizará luego por orden de Hitler.

+ La industria militar ruso alemana fue desarrollada conjuntamente en base a la dirección de ambos Estados Mayores y Gobiernos. Su característica central fue el centralismo Estatal Ruso y Alemán, aunque las potencias antifascistas (Estados Unidos, Inglaterra…) también contribuyeron al armamento generalizado de los nazis, en forma más privada: colaboraciones entre las industrias militares y esporádicamente entre empresas y gobiernos, venta de tecnología, financiamientos… No olvidemos además que fueron los bancos de Wall Street financiaron la expansión industrial y militar de Rusia y Alemania.

+ En lo interno, en lo policial, el terrorismo de Estado alemán también fue desarrollado gracias a la colaboración y el modelo leninista…: tal vez, no principalmente por los instructores rusos que formaban a sus colegas alemanes, sino porque el modelo mismo que los nazis desarrollaron resultó de la imitación -de los métodos nazis- como lo confiesan grandes jefes milicos de ambas potencias, como  Jan Valtin.… (En “la noche quedó atrás”)

La Gestapo fue una imitación fiel de la Checa y la GPU, hasta en los más mínimos detalles de los interrogatorios, la tortura, los fiscales y las acusaciones  y, por supuesto, en la desaparición de personas… Los nazis siempre reconocieron que Rusia había ido más lejos que nadie en la perversidad de las instituciones policiales y por eso los reconocían como precursores.

+ Por último, el sistema de represión y campos de concentración que Lenin y Trotsky habían empleado, contra todos los partidos revolucionarios, así como para imponer el trabajo, la explotación y desarrollar el capitalismo, fue también exportado a Alemania. Ambos sistemas coexistieron, colaboraron y compitieron entre si. Toda comparación de horrores en uno u otro, cuantitativos, y cualitativos… resulta repugnante y pertenece a la moralidad misma INTERNA AL TERRORISMO DE ESTADO. Si algún historiador, honesto, quiere realmente iniciar un estudio comparativo entre el sistema concentracionista de ambos países, sin creerse en la versión creada por los que ganaron la guerra (Hollywood), debiera comenzar por los testimonios directos de quienes efectivamente tuvieron la terrible desgracia de vivir años en ambos sistemas.

Solo en occidente judeocristiano, modelado por la industria cinematográfica y televisiva, puede creerse que esos “totalitarismos”, por más atroces que fueron, hayan sido una versión original, con respecto a las grandes potencias colonizadoras e imperialistas del pasado como Inglaterra, Francia, sin olvidar por supuesto a los sistemas de Holanda, Portugal, España, China…en tiempos, todavía anteriores. ¿Y Estados Unidos acaso, no ha recuperado el tiempo perdido?

Si tomamos como eje los campos de concentración como organización de toda la esclavitud (sin frase) del capitalismo, no hay dudas tampoco que Rusia precede y generaliza ese procedimiento mucho antes y en forma más generalizada de lo que harán los nazis.

¡Y me parece horrible tener que hacer comparaciones en el horror del terrorismo de Estado! Es además un terreno que no es el nuestro, es el terreno del capital y el Estado…, es el terreno que definió el enemigo para, definiendo así el mal absoluto como UN MONSTRUO VACIO DE CONTENIDO, lavarse la jeta sobre los crímenes que había hecho, desde el principio el capital y el Estado.

El antifascismo se confirma siempre, como un pacto de amnistía, silencio, impunidad y complicidad, por el que no se cuestiona las masacres antifascistas (ni históricas, ni presentes)


[1] El antifascismo también pretende hacernos perder la noción de la función histórica de la socialdemocracia y porqué invariantemente se pone del lado del Estado contra la lucha autónoma de los proletarios.

 


 


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