26.ENE.20 | Posta Porteña 2084

POSTALINAS

Por posta

 

Comentarios sobre

http://infoposta.com.ar/notas/10804/el-foro-de-davos-un-capitalismo-para-todos-pintado-de-verde/

 

Que tiene que ver el sexismo feminista+ la ideología de GENERO+ la discriminación "positiva" + el "empoderamiento "de quienes lucran con los negocios de la guerra de sexos con una postura revolucionaria de igualdad y solidaridad  entre hombres y mujeres; ni machismo, ni  feminismo, ni homofobia, ni heterofobia. DERECHOS HUMANOS.

 Luis

 

UN COMENTARIO ANTE UNA NOTICIA

 

DECLARACIONES DE PADRE DE RUGBIER PATOTERO

 

Blandiendo la soga en la casa del ahorcado

 

Luis E. Sabini Fernández

Uno siempre habla de límites. Porque al fin y al cabo, todos somos limitados, finitos. Pero hay algunos que siempre logran traspasar una barrera.

Y aunque esto suene bueno, pensando en vencer una superstición, un adversario deportivo, un problema arduo, no suena tan bueno, cuando se trata de esconder canalladas, asesinatos cobardes u otras miserias que tenemos que considerar humanas (porque ningún animal las ejercería).

Una vez más un grupete de rugbiers se aprovecha de su fuerza física para acabar con un adversario. Tanto en el caso de Brasil, hace unos años asesinando a Ariel Malvino, como en el de Villa Gesell ahora, el “adversario” no resultó siquiera un contendiente sino apenas alguien que los debe haber irritado sobremanera porque era distinto; enfrentaba la violencia, ciega, abusiva, patotera, aunque de niño bian.

Con piedras o patadas, se sacaron de encima quien les hacía patente su bajeza física, su cobardía moral.

Cualquier padre que se pretenda responsable, debería preguntarse qué pequeño monstruo fue engendrando o dejando engendrar en su hogar.

Pero no.

Estamos en tiempos de excelencia moral. Quien mata a patadas a alguien que ni siquiera lo peleó, si está del lado ABC1 de la vida tiene dispensa. No serán bulas eclesiásticas pero lo son mediáticas.

La prensa carancha, buscando  “la noticia” registra el paso del padre Máximo Thomsen por la comisaría del lujoso balneario de Pinamar. No hay más remedio que retener “a los chicos” por ahora. Que deben estar muy compungidos.

El periódico Perfil (25 ene 2020) recoge los comentarios del papá: que "no hubo un plan" para matar al joven.  Manual de abogado para descartar premeditación y alevosía.

Si el plan hubiese sido quinquenal, del anteaño pasado, sin duda que no hubo un plan. Pero si el plan fue “dársela” a quien nosotros, los muchachos, ya sabemos quién, claro que hubo un plan; lo buscaron. Lo ubicaron.

Papá no es dios. Apenas quiere aligerar a su hijo.

Dijo: “Yo estoy destruido y estamos muertos todos. Máximo está destrozado. No hicieron ningún plan para matarlo. Esto es una locura.”

Este democratismo tardío y bizarro está repugnantemente fuera de lugar. Porque aquí hay, sí, un muerto. El matado por su hijo y su patota.

Y el que está destrozado, literalmente, es Fernando Báez Sosa. Irrevocablemente destrozado. Y la locura no fue la de Fernando procurando parar la violencia sino la de una barra de rugbiers llevándola adelante.

La estatura moral del padre de Máximo Thomsen lo pone a la altura de su hijo y quienes lo acompañaron en la vindicta.

Son tal para cual.


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