30.ENE.20 | Posta Porteña 2085

“EL ANTIFASCISMO MATA MÁS QUE EL FASCISMO” (4)

Por Ricardo

 

El fascismo no tiene ningún contenido concreto. En cada lugar se le llama “fascismo” a algo diferente y hasta opuesto. Por eso el antifascismo, no solo es una mierda estatista y capitalista, sino una vieja fórmula de confusión, una verdadera ESTRATEGIA DEL ESTADO PARA  imbecibilizar A LA POBLACIÓN, para la perpetuación del capital, como decían los revolucionarios italianos, y muchos otros, a través del mundo en los años 20/40.

VER AL RESPECTO: Las publicaciones históricas de los perseguidos y exilados del Fascismo italiano: Bilan, Prometeo y l’Ouvrier communiste [1]

En Italia el fascismo es de izquierda, en Japón sería de derecha y hasta Imperial, aunque el emperador no se considere tampoco fascista…, ni entiende mucho (¡NADA!) que quieren decir los que lo llaman así (él ni siquiera protesta contra la burguesía como lo hace Mussolini desde el socialismo radical.)

En Alemania, el supuesto fascismo nacional socialista, busca diferenciarse del fascismo real, por consignas cada vez más a la izquierda del socialismo burgués, insistiendo en que su socialismo implica la abolición misma de las clases sociales. Además, el nazismo se afirma como republicano y democrático[2] y critica hasta la existencia misma del Estado, en contraposición al fascismo italiano, que se va haciendo ¡cada vez más ESTATISTA Y Monárquico! (¡aunque luego volverá a cambiar hacia el republicanismo!)

En España la derecha asimila el fascismo como un fenómeno de ultraizquierda que quema iglesias…”como y junto a los anarquistas”, mientras que la izquierda republicana, acusa a la izquierda comunista y a los anarquistas de ser “fascistas” o agentes del fascismo. La represión antifascista resultará la más efectiva contra la revolución. Luego, en pleno antifascismo estalinista, Stalin firma el pacto con Hitler…y empieza a considerar como “fascista” a socialdemócratas, laboristas y partidos burgueses de Inglaterra, Francia…etc.…Y luego Stalin vuelve a cambiar de campo…etc.

Justamente si entramos en lo del “fascismo” como acusación el asunto es interminable. Las policías y Estados acusan (al menos en algún momento) de fascismo, igual que de “comunismo”, a revolucionarios y anarquistas de decenas de países. En Bulgaria y en Alemania…el frentepopulismo acusa de “fascismo” a las minorías revolucionarias. En Estados Unidos y muchos países de América latina, son “fascistas” los mussolinianos, así como los “comunistas” italianos aliados con ellos, durante mucho más tiempo que en la propia Italia[3], pero no los nazis, que se consideran mucho más cercanos al modelo americano y con quienes se negocia el buen desarrollo industrial (apoyando claro está la industria militar como hacía la burguesía más rancia de Estado Unidos). Luego las alianzas vuelven a cambiar y los prorusos del mundo se aliarán con los nazis, pero, no con los fascistas tanos, ni con los yanquis…y así sucesivamente, hasta que vuelven a cambiar…para hacer juntos la guerra.

Incluso en los actos de guerra que dan comienzos a la “Segunda” Carnicería mundial los fascistas y antifascistas ESTÁN DEL MISMO LADO, ocupando, masacrando, destruyendo casas y cultivos…, atacando poblaciones civiles…

En efecto Stalin y Hitler empiezan la guerra juntos Y EN BASE AL TRATADO DE ESTRECHA COLABORACIÓN QUE ACABAN DE FIRMAR. El tratado entre “fascistas”, los nazis (¡nunca convencidos de serlos” y los estalinistas tampoco los acusaban de serlo!) y antifascistas rabiosos, los leninistas, no los sitúa como enemigos, sino que, por el contrario, los consolida como ALIADOS. Hitler y Stalin con sus respectivos ministros lo primero que acordaron es mentir presentándolo como un pacto de no agresión, cuando en realidad fue una verdadera alianza militar de apoyo logístico (petróleo, materias primas…), militar, armamentístico, meteorológico… para informar, planificar y dirigir el ataque militar contra Inglaterra.…

No solo pactaron la invasión conjunta Polonia, sino que definieron zonas de dominación (“influencia”) en toda Europa. La cuestión es que el verdadero pacto de (quienes luego pasarían a la historia como) fascistas y antifascistas se mantuvo secreto todo lo que se pudo, para esconder hasta qué punto son LA MISMA MIERDA. Subrayemos al pasar que los leninistas de todo el mundo negaron durante más de 4 décadas que dicho PACTO hubiera existido.

Hasta el propio Stalin, como general en jefe de los ejércitos del pretendido “primer país socialista” había olvidado cualquier acusación de “fascista” proferida por sus huestes, frente a su querido compañero de armas, Hitler, General en Jefe nacional socialista.

El nacional socialismo y el socialismo nacional impusieron un mismo orden de terror contra la población civil, con el proyecto de imponerlo al mundo entero.

Compañeros revolucionarios como Paul Matick denunciaban que era lógico que el nacional socialismo y el socialismo nacional actuaran de esa manera porque tenían el mismo programa contrarrevolucionario: el de la socialdemocracia

 En ese entonces, solo esas minorías revolucionarias recordaron que si ahora “cogían juntos Stalin y Hitler” …es porque antes lo habían hecho los Jefes de Estado ruso y alemán en Rapallo y en Brest Litovsk, como lo había hecho algo antes, Lenin con el Emperador Guillermo, Jefe del Imperialismo alemán. La expresión de que Lenin y el Emperador, por haber firmado un pacto contra las poblaciones de ambos países copulaban, viene de Rosa Luxemburgo.

Es mentira, también lo que dice la historia hecha por los “buenos” antifascistas. No fueron solo “amores de estudiantes” pasajeros y/o irresponsables… En realidad, fue una luna de miel prolongada durante 20 años…, solo interrumpida por las contradicciones existentes en todas las buenas familias. En realidad, los amores entre imperialista fascistas y antifascistas TAMPOCO FUERON TAN SECRETOS COMO NOS CUENTAN AHORA, que se han vuelto mucho más puritanos y solo lo hacen en privado. Los Estados siempre se hacen el amor, sobre todo para explotar y oprimir¡Fascistas y antifascistas es exactamente lo mismo!


[1] Aprovechamos la ocasión para saludar la memoria histórica de los compañeros que siendo perseguidos por el fascismo italiano y el leninismo/estalinismo en los años 30, nunca aceptaron someterse al antifascismo, y que, en la difícil lucha contra corriente, supieron denunciar los pactos y el silencio con los que se querían enterrar a los compañeros encerrados en los campos de concentración fascistas y antifascistas en esos años. Como símbolo de esa lucha retenemos los ejemplos de compañeros históricos como Ottorrino Perrone y Michelangelo Pappalardi que, a pesar de sus enormes diferencias (Pappalardi logró distanciarse antes  y de forma más radical del trotskismo y el bordiguismo que desempeñaban un papel centrista con respecto al estalinismo), mantuvieron, contra toda la corriente del “comunismo” vendido al antifascismo, una intransigente defensa del programa revolucionario de autonomía del proletariado y destrucción del capitalismo mundial.

[2] Hoy nos choca eso de un Hitler, republicano y democrático. Sin embargo, dicho nefasto personaje había ganado todas las competencias electorales, las elecciones parlamentarias y los referendos, incluso los organizados por la Sociedad de Naciones, fuera de Alemania para tratar de disuadir democráticamente a poblaciones cada vez numerosas que querían adherir al proyecto social del  Führer. El margen con el que Hitler triunfaba electoralmente era tan gigantesco, que empujaba a todas las otras potencias imperialistas a romper las reglas más elementales de la tan mentada democracia, haciendo actos violentos de ruptura de las consultas que ellos habían organizado: sabotajes violentos, ataques contra las elecciones, actuación violenta de grupos parapoliciales, desconocimiento de los resultados, atentados indiscriminados, acciones militares, declaraciones militaristas y dictatoriales, etc. Los “antifascistas” aparecían, así como mucho “menos democráticos” que Hitler según las propias definiciones del antifascismo, frente a la mayoría de la población concernida por la situación de preguerra.

[3] En todas partes y en todos los países hubo amores totalmente honestos entre “comunistas” y verdaderos fascistas: “¡PARA SALVAR A ITALIA ES PRECISO RECONCILIAR EL PUEBLO ITALIANO! ¡PUEBLO ITALIANO, FASCISTAS DE LA VIEJA GUARDIA, JÓVENES FASCISTAS! LOS COMUNISTAS HACEMOS NUESTRO VUESTRO PROGRAMA FASCISTA DE 1919, QUE ES UN PROGRAMA DE PAZ, DE LIBERTAD Y DE DEFENSA DE LOS INTERESES DE LOS TRABAJADORES. NOSOTROS OS DECIMOS: LUCHEMOS TODOS UNIDOS POR REALIZAR ESTE PROGRAMA”

[TOGLIATTI, Palmiro] Alias Ercoli: “Per la salvezza dell’Italia roconciliazione del popolo italiano!” en Lo Stato Operaio número 8,


Comunicate