15.FEB.20 | Posta Porteña 2088

Sendic de Samuel Blixen/ comenta Amodio (VI)

Por AMODIO

 

Publicamos los comentarios que ha ido realizando sobre este libro Héctor Amodio Pérez

(22) 18 de noviembre de 2019

Blixen:  Para una organización cuya identidad se sostenía en las pocas, aunque fundamentales, coincidencias de un puñado de militantes provenientes de las distintas corrientes ideológicas de la izquierda, y cuyo intento anterior había sido precisamente un “Coordinador”, la autonomía muy bien podía estimular los matices de diferencia. Así ocurrió, por ejemplo con la Columna 3, que tenía una predominante inserción sindical y que ensayó una forma de digitar militantes no encuadrados en la estructura y organizados en Comandos de Autodefensa del Pueblo, pero cuyo responsable no logró establecer una frontera nítida con otras organizaciones políticas. Su principal responsable, Mejías Collazo, se desvinculó del MLN y se integró a los aparatos clandestinos de las corrientes anarquistas. Algo similar ocurrió con la Columna 5, donde a nivel de su comando se produjo una paralizante confrontación entre una concepción de trabajo casi exclusivamente política y otra predominantemente militar. También fue disuelta la Columna 6, constituida a partir de la integración del cura Juan Carlos Zaffaroni y sus seguidores, una experiencia frustrada, similar a la de la integración masiva de militantes del MRO. Sendic, acción y legado, Trilce 2010, págs. 159-160.

Amodio: Se trata de hacer creer que los militantes de base dieron forma a lo organizativo, cuando en realidad, fue al revés. Cuando ingreso al Ejecutivo, ya estaba la materia prima para las columnas, resultado de la influencia que ejercíamos, que tuvo como consecuencia más inmediata el ingreso de capas sociales diferentes, con ideas y planteamientos diferentes y unidos solamente por el deseo del cambio económico y social a través de la lucha armada. Quien diga que esto no fue así, miente. Quienes fallamos fuimos los miembros de la Dirección que no supimos ver que el desarrollo nos llevaba por caminos distintos al elegido –la lucha armada y urbana– porque creímos que la aplicación práctica de los fundamentos del documento 4 sería igual en todas las columnas, y no lo fue, porque los responsables desde los Comités Ejecutivos: Marenales, Fernández Huidobro, Sendic y yo, aplicamos criterios diferentes.

No será hasta noviembre de 1969, después de la detención en Pando de Fernández Huidobro que sus columnas, la 1, la 5 y la 25 pasan a estar bajo mi responsabilidad. Consecuencia del caos encontrado es mi propuesta de expulsión de los miembros de las 5 y la 25, lo que debería hacerse tras la liberación del secuestrado Pellegrini Giampietro, para garantizar su vida.

Dicha expulsión habría insumido un trabajo de investigación y de seguridad interna muy exhaustivo y fueron esas las razones esgrimidas por el resto del Ejecutivo, es decir Mansilla, Sendic y Efraín Martínez Platero para oponerse a ella. Se resolvió sancionar a los comandos y disolver las columnas integrando a sus militantes en las demás columnas de Montevideo, con lo que se contagió a todas las columnas de “microfraccionalismo”

(23) 19 de noviembre de 2019

Blixen:  En el caso de Amodio no se trataba de una diferencia o matiz ideológicos, era pura y simplemente una cuestión de ambición personal. La Columna 15 no daba mayores problemas, era eficiente y tenía un ritmo impresionante de crecimiento. Para cuando los “viejos” confirmaron que la autonomía táctica en manos del Negro y la Negra se había transformado en una cuestión de poder autónomo, en un feudo, el problema había adquirido una dimensión ingobernable, y no quedaba claro cuál era el pedazo más grande, si la Columna 15 o el resto de la organización. Sendic, acción y legado, Trilce 2010, pág. 160.

Amodio:  La 15 nunca fue un feudo de nadie. Al contrario, fue un ejemplo a seguir por los compañeros de los comandos de las columnas 1 y 10, en cuanto me fue posible conjuntar mi experiencia con sus deseos de perfeccionar el funcionamiento de sus columnas. Quizás haya sido, como dicen, que la columna 15 alcanzó un grado de desarrollo tal que superara a las demás en su conjunto. No alcanzo a comprender qué tenía de malo ese desarrollo, habida cuenta que la columna, contrariamente a lo que se afirma, nunca actuó autónomamente, sino que lo hizo siguiendo las directivas que emanaban desde la Dirección, en la que como todos saben, participaban “compañeros de reconocido valor político” y a los que todavía hoy, en 2016, se siguen considerando líderes. Si como llegó a afirmar Mujica “las mejores ideas debían marcar el rumbo”, refiriéndose a Sendic, las mejores fuerzas debieron instrumentarlas, y las mejores fuerzas estaban en la 15.

Blixen:  En algún momento, a mediados de 1969, el Bebe concertó un encuentro con el Ñato sin que se enterara el Negro, tercer miembro del Ejecutivo. La cita tenía todas las características de una conspiración, y de hecho lo era. Sendic había recibido información muy delicada que, de confirmarse, obligaría a medidas excepcionalmente radicales contra Amodio y Alicia Rey. La fuente de la información era un grupo de base de la Columna 15, en uno de cuyos locales se daba cobertura a los dos comandantes. El grupo había quedado “colgado” del funcionamiento, un castigo que Amodio y su compañera impusieron para impedir que los cuestionamientos contra ellos circularan en la estructura. El grupo finalmente logró un contacto horizontal con militantes de Colonia, que integraban la Columna del interior. La información le llegó a Sendic, pero éste se abstuvo de plantearla en el seno del Ejecutivo; optó por compartirla con Fernández Huidobro, que se encargaría de investigarla. “Me nombró fiscal. Con ese informe inicial era como para expulsarlos a ambos.” Entre las cosas que más habían escandalizado a los denunciantes, vistas u oídas durante la convivencia, fue la manera en que Amodio y Alicia Rey festejaron la detención de Marenales y Manera. Sendic, acción y legado, Trilce 2010, pág. 160.

Amodio:  Esto es, simplemente, una de las mayores mentiras. En primer lugar, desde que funcionamos como columna y tuvimos autonomía en materia económica, los clandestinos nos dábamos cobertura a nosotros mismos, en vez de recurrir para ello a compañeros legales. En segundo lugar, de haber tenido algo de veracidad y más aún pasado el tiempo, se sabría el local y los que hicieron el informe. Lo que sí es cierto es que en una reunión efectuada en casa de los hermanos Bentancurt, en la que estaba presente Julia Armán D’Hugón, –todos periféricos de Alicia Rey y que terminarán militando en el interior– analizando el balance de 1968 y a propósito de la descentralización, los compañeros concluyeron en que con Marenales y Manera, por su estilo de trabajo, la descentralización no habría sido posible. Pero no fueron los únicos que lo pensaron y que lo expresaron. Era un hecho que no admitía discusión y aceptado por ellos mismos y sin que nadie pensara que se hacía en menoscabo de su labor. Decir que lo festejamos es una infamia con la que se pretende confeccionarnos un prontuario lo sumamente asqueroso para justificar la lucha que se emprendió contra nosotros.

(24) 20 de noviembre de 2019

Blixen:  Para fin de año –de 1968– está en la capital, interviniendo como apoyo en la sustracción de armas y documentos de un juzgado penal donde está radicado el expediente de la “infidencia”. También participa en el apoyo al copamiento de la Financiera Monty. Sendic, acción y legado, Trilce 2010, pág. 162.

Amodio:  El robo en el Juzgado se realizó siguiendo la información de que en el mismo se encontraban parte de las armas que nos habían sido incautadas en varios procedimientos. La acción la llevó adelante la columna 1 y nunca se pensó que allí estuviera el expediente de la infidencia. La acción de la Monty la realizó la 15, y es la primera operación en que abandonamos la zona caminando, ya que era más fácil que hacerlo en coche. No participé en la acción del Juzgado, pero la supervisé, junto con Manera, desde el primer apartamento que alquilamos en avenida Italia y Sevilla y fui el responsable en la financiera. Por tanto, puedo asegurar que en ninguna participó Sendic, en cualquiera de las condiciones que se le pretendan adjudicar. Considero que intentar defender a Sendic adjudicándole participación en acciones en las que no tuvo arte ni parte, no tiene más explicación que intentar rodear su figura de falsos oropeles. Sendic tuvo méritos indudables. ¿Por qué no atenerse a ellos? ¿Será que les parecen pocos y se ven en la necesidad de inventarle algunos para mejorar su curriculum?

Blixen:  La huelga bancaria llevaba ya un mes y medio cuando el 9 de setiembre los tupamaros secuestraron al banquero Gaetano Pellegrini Giampietro, quien a su vez era miembro del directorio de la empresa que editaba los periódicos La Mañana y El Diario. Fue explícitamente una acción de apoyo a la lucha sindical y una forma de incidir en el debate sobre la oportunidad de la huelga general y sobre las vacilaciones del Parlamento, pero una asamblea del gremio bancario levantó la huelga dos días después, el 11 de setiembre, admitiendo las 182 destituciones. “El secuestro fue de hecho decidido por la dirección del sindicato bancario. Nosotros propusimos la idea y la corriente mayoritaria de bancarios nos dio luz verde. Estaban de acuerdo. Sacamos una gran enseñanza de ese episodio, porque el Partido Comunista impulsó el levantamiento de la huelga y nosotros nos quedamos agarrados del pincel. No sabíamos qué hacer con Pellegrini.” El editor-banquero permaneció 73 días en manos de los tupamaros, lo que significó, en sí, una demostración de poderío. Un año antes el MLN no había podido mantener en cautiverio más de cinco días a su primer “chancho”, como se llamaría de ahora en adelante a los prisioneros de las “cárceles del pueblo”. El cautiverio de Pellegrini fue una prueba para la infraestructura de los tupamaros que soportaron durante más de dos meses un permanente asedio y demandó un esfuerzo considerable. Pero la razón política, el sentido de ese esfuerzo quedó diluido. Después de negociaciones con familiares del banquero y con los directivos de los dos diarios, Pellegrini Giampietro fue liberado a cambio de dos cheques, cada uno por 28 mil dólares que fueron donados a la escuela de Villa García, barrio obrero de la periferia de Montevideo y a la policlínica del Sindicato de Obreras y Obreros del Frigorífico Nacional. Según el Ñato, cuando la asamblea de bancarios levantó la huelga (lo que supuso el reintegro al trabajo pero no la supresión de la militarización, que se mantuvo por unas semanas) la dirección del MLN resolvió no hacer “seguidismo sindical”. Para entonces el MLN tenía militantes en todos los gremios, dirigentes en la mayoría de los sindicatos e incluso controlaba algunas direcciones. “Resolvimos tener nuestros propios planes.” Sendic se encargó de impulsar un “comando sindical”, que cortaba tangencialmente todas las columnas, con vistas a elaborar una política sindical del MLN. La etapa Robin Hood estaba llegando a su fin. Sendic, acción y legado, Trilce 2010, págs. 169-170.

Amodio:  El elegido era Peirano Facio, que hubo que descartarlo porque un compañero del grupo que lo secuestraría, fue detenido en agosto. El comando de la 15 tenía también en estudio a Pellegrini Giampietro, quien fue finalmente el secuestrado. Nada tuvo que ver el sindicato bancario. Esta afirmación, en boca de Fernández Huidobro forma parte de la parafernalia montada alrededor de determinados personajes que, incapaces de plasmar algunos logros, se conforman con inventarlos. Ahora bien, que el Ñato pretenda rebajar el efecto del secuestro diciendo que “quedó diluido” porque recibimos dos cheques, se encuadra dentro de su personalidad esquizoide. Pero que Blixen no agregue que La Mañana publicó un manifiesto, después de Pando, en que denunciamos las muertes de nuestros compañeros cuando ya habían sido detenidos y desarmados, siendo él, junto conmigo, uno de los redactores del manifiesto... ¡qué quieren que les diga! Asombroso, sencillamente asombroso.

(25) 21 de noviembre de 2019

Blixen:  Se escogió como fecha el segundo aniversario de la muerte del Che Guevara para subrayar el compromiso continental de la lucha y se fijó una meta ambiciosa para confirmar el compromiso nacional. Una acción en la que participarían 49 combatientes para seis objetivos: la comisaría, el cuartel de bomberos, la central telefónica y tres sucursales bancarias. Se formaron seis equipos, cuyos integrantes fueron cuidadosamente escogidos y que en términos generales correspondían a las distintas Columnas. Después de elaborado un bosquejo de plan, la dirección asignó las tareas y encomendó a los equipos el estudio de cada objetivo. Designó a Héctor Amodio como Coordinador. También se resolvió que debían participar toda la dirección y los responsables de Columnas, como forma de asentar el criterio de que los jefes debían asumir los mismos riesgos que cualquier combatiente. La Columna del interior debía participar como apoyo en la toma de la comisaría y encargarse del Banco República, la más importante de las tres sucursales bancarias que serían atacadas. Sendic, acción y legado, Trilce 2010, pág. 173.

Amodio:  Que Pando coincidiera con el aniversario del Ché fue pura casualidad. En principio se iba a realizar en setiembre, pero la detención de un grupo de militantes del interior, obligó a postergarla. El Comité Ejecutivo, integrado por Sendic, Fernández Huidobro, Mansilla y yo decidimos la realización de la acción varios meses antes, alrededor de abril o mayo. A partir de ese momento, Mansilla y yo nos hicimos cargo de la planificación general y adjudicamos los objetivos según las capacidades de cada columna. Por tanto, a la 15 se le adjudicó la toma de la comisaría, el cuartelillo de bomberos y una de las sucursales bancarias; a la 1, una sucursal; a la 10, la telefónica y el banco República a la del Interior. Como puede verse y pese a que Mujica haya pretendido hacer creer que la toma de la telefónica entrañaba más riesgos que la comisaría, y que Blixen ha pretendido hacer creer que el peso de la operación estuvo repartido, no fue así.

Cada comando de columna eligió los grupos y planificó los objetivos asignados. El Comité Ejecutivo como tal se limitó a decidir la realización y a trasladar a los comandos de columna las directrices generales, elaboradas por Mansilla y por mí. Decir que la columna del interior daría apoyo en la toma de la comisaría, es faltar a la verdad para aumentar el valor de Sendic en la operación. Todos los que participamos sabemos que no ha sido así. Los incidentes producidos en el banco República –un herido accidentalmente y el compañero “olvidado” en la retirada-, son una de las causas del retraso producido en abandonar Pando. A mí me eligieron como coordinador de los distintos grupos los comandos de las columnas participantes, con la aprobación del Ejecutivo

 (26) 22 de noviembre de 2019

Blixen: Quisimos hacer una retirada militar, todos juntos. Fue un error, porque la velocidad del conjunto era del que andaba más lento, dice Mujica, aunque, en verdad, todos los vehículos eran lentos y mostraban desperfectos. Al llegar a la Ruta 84, a unos diez quilómetros del cementerio, los siete empleados de la funeraria, que estaban en la camioneta Kombi, fueron obligados a descender. Los combatientes se distribuyeron equitativamente en los vehículos, aunque perdieran la compartimentación de las Columnas, y Pucurull fue trasbordado a otro remise, al de una Columna que contaba con servicio de Sanidad. Sendic, acción y legado, Trilce 2010, pág. 175.

Amodio:  El primer error fue la acción en sí misma, ya que no estábamos capacitados para llevarla a buen fin. La retirada se previó manteniendo el conjunto para no dividir las fuerzas. Después de Pando mucho se ha dicho sobre este punto, pero lo cierto es que en su momento, nadie lo cuestionó. Los vehículos eran lentos, es cierto, y algunos sufrieron desperfectos, entre ellos el que yo conduje durante la acción y eso nos hizo perder tiempo. Lo que se consideró un gran acierto, la contratación del cortejo, está en la base del fallo. Los autos no estaban en condiciones para participar en una acción de ese tipo, y en cuando los apuramos, fallaron.

Pero no es menos cierto que nadie podía prever que a una compañera se le escapara un tiro e hiriera a Pucurull y que un compañero del interior quedara olvidado en el banco, tal como relata el mismo Blixen en la página 175. Pucurull fue evacuado en el coche que ofició de carroza, conducido por Candán y en el que yo taponé la herida de Pucurull. Hicimos el camino de regreso ajustándonos al plan previsto y nos cruzamos con los coches policiales en sentido contrario, que se echaron a un costado del camino. El servicio de sanidad que se menciona era el hospital previsto para todo el operativo, y estaba montado en el Segurola, un local de la 15, en la calle Maipú. Todo el relato posterior que hace Blixen, confirma que no estábamos preparados para una acción de ese calibre


Comunicate