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INSTITUTO DE COLONIZACIÓN: ¿vienen por el?

Por Telégrafo/PataAncha

 

INSTITUTO DE COLONIZACIÓN: Tiene 400.000 hectáreas en propiedad, cuyo valor probablemente ronda los US$ 1.200 millones. 3.200 colonos las arriendan pagando rentas menores a las de mercado... recibiendo subsidios. Estado mantiene una inversión de US$ 375.000 por colono

 

Economista plantea fuerte cuestionamiento sobre el rol que cumple el INC en Uruguay

 

El Telégrafo de Paysandú Rurales Febrero 12, 2020 -

Para el economista Pablo Rosselli, debería ser “bien analizada”, la cifra de “U$S 375.000 por familia beneficiaria” que invierte el Instituto Nacional de Colonización (INC), cuestionamiento que rápidamente generó diversos comentarios a través de la red social Twitter.
El economista, socio de la consultora Exante, publicó en su cuenta @Pablo Roselli, que colonización “tiene 400.000 hectáreas en propiedad, cuyo valor probablemente ronda los U$S 1.200 millones” y son 3.200 los colonos que arriendan esa tierra “pagando rentas menores a las de mercado” y “recibiendo subsidios”. Y agregó que el Estado “mantiene una inversión de U$S 375.000 por colono”

El profesional estima “urgente contar con estudios” que pongan luz “sobre el impacto del INC”, y se pregunta cómo se compara “la productividad de los establecimientos de Colonización con los demás establecimientos agropecuarios”; y “¿cómo comparan los ingresos de los colonos que viven en su predio (sin contar con tierras propias) con los ingresos de otros trabajadores rurales?”

Destaca que “en promedio, cada colono tiene 125 hectáreas del INC. Esa extensión es extremadamente pequeña y su explotación (sin hectáreas adicionales)” es “económicamente ineficiente e inviable. ¿Cuánto totaliza el subsidio implícito en arrendamientos baratos, que en muchos casos ni se pagan?”

¿Cuáles son los “objetivos” con los que “cumple el INC?”. Acaso “¿radicar personas en el campo?”, y de serlo “¿cuántas son esas personas?”

Otra pregunta que se plantea Rosselli es “¿por qué sería importante para las políticas públicas radicar unas miles de personas más en el campo?”, porque “se pueden hacer muchas cosas con U$S 1.200 millones” como “erradicar asentamientos, por ejemplo”, o “construir muchos liceos y otras infraestructuras”

“El INC es una política pública que invierte U$S 375.000 por familia beneficiaria”, sostiene Roselli, y concluye que “los impactos de una política pública que invierte esa suma enorme de recursos totales y por familia beneficiaria debería ser bien analizada”.

COMENTARIOS

Las reflexiones del economista generaron inmediatas reflexiones en la red social, sostiene un informe del portal TodoElCampo.
El presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz Alfredo Lago escribió “recomendable hilo sobre #INC. Muy oportuno el planteo y las interrogantes que expresa Pablo Rosselli sobre un tema relevante para la ruralidad uruguaya, pero que se analiza con muy poca profundidad”. El economista Javier de Haedo por su parte afirmó estar “de acuerdo con los comentarios y análisis de Pablo Rosselli. El INC debe ser analizado seriamente: ¿qué retorno le da a la sociedad? Considerables subsidios sin análisis serio. Ideología, ignorancia e intereses creados fundamentan (la) mala política”.
Juan Daniel Vago, expresidente de las Cooperativas Agrarias Federadas (CAF) aseguró que “sin duda hay que replantearse a fondo la visión y misión del INC de acuerdo al mundo actual”.
El socio de CPA Ferrere, Bruno Gili, también se pronunció. “Muy interesante reflexión”, escribió.
Aún hay mucho “para evaluar” sobre las políticas públicas de Uruguay. “Sería interesante valuar todos los activos que el Estado es propietario. Y dado que el Estado no lleva contabilidad patrimonial, no evaluamos su performance. Seguro hay oportunidades”, señaló Gili.
El economista Alberto Sayagués se refirió al tema en la red social. Dijo que lo planteado por Rosselli es “medular”, y añadió que “faltan análisis costo/beneficio de muchas otras actividades públicas y de sus opciones”

 

Los ideólogos del Salsipuedes contra los colonos

 

Antes que el economista Pablo Rosseli, sus amigos comentaristas y el operador inmobiliario  Luis Romero Álvarez

El 23 de enero el Ingeniero agrónomo Pablo Carrasco planteó la liquidación del Instituto Nacional de Colonización (LEER AQUí)  porque no le dan los números de los colonos, pero veamos cada uno de sus argumentos.

Para el administrador de fondos ganaderos Pablo Carrasco el Instituto Nacional de Colonización (INC) es parte de la prehistoria política del país. Y lógicamente en plena transición, hay varios operadores interesados en que el estado no distorsione al mercado comprando tierras, interfiriendo en las compras-ventas con preferencias, o afectando a los colonos-propietarios, adjudicando campos a productores “tradicionales” o peor aún a los empleados rurales.

Salvo que un milagro lleve a los feligreses del libre mercado a la conversión, ningún argumento sobre el valor de lo público como garantía de un piso mínimo de igualdad será lo suficientemente sólido para ir contra su dogma de la ley del más fuerte, y de la distribución azarosa de fortunas, herencias y talentos.

Carrasco quiere un campo sin gente.

Usa una metáfora sobre el mar, y se ve que cuando acude a la ironía desconoce intencionadamente el tema, porque efectivamente en la tierra y en los recursos naturales hay bienes de la sociedad, donde jurídicamente en nuestro país el estado por acción o por omisión puede limitar su uso o extracción en función del “interés general”

Pero el conocimiento técnico del productor que trabaja y vive en el campo no va a cotizar en la bolsa de valores, por lo que posiblemente Carrasco no le de valor. En definitiva quiere administrar los fondos ganaderos desde la ciudad y por control remoto.

Porque una sociedad rural inserta en el medio rural, ejerciendo la soberanía en el territorio en nombre del conjunto de la nación, tiene otro valor no solo monetario. Porque la escala de valores del lugareño del medio rural no ha sido en este país la misma que la de los bancos, inversionistas y especuladores.

Y también desconoce el Ingeniero que ese trabajador rural lugareño a su manera ha tenido un ahorro, en vacas, no en acciones, siendo generalmente su principal apuesta la producción de terneros: el eslabón más sensible de la principal cadena agropecuaria (la de los inversionistas que consigue Carrasco).

Pero sería muy largo por este medio un debate sobre historia social de la campaña uruguaya, aunque sería básico no confundir el impulso de la agriculturización del país en el momento de la sustitución de importaciones con el siglo XXI, entre otros cortocircuitos de su memoria.

En un contexto de subsidios ecológicos y económicos a capitales multinacionales que detentan tierra, las personas “elegidas” por la ley del INC o por Artigas deberían ser los “criollos pobres”

Quizás para el Ingeniero Carrasco sería deseable que fueran “adquirientes” los administradores del esfuerzo ajeno que buscan mejores márgenes, reduciendo el corazón del interior del país al fanatismo de una calculadora. Está claro que Carrasco es partidario del productor ausentista, por lo que no le molesta tener un campo sin gente.

Más allá de esta atávica locura, en algo coincidimos: el INC debería ser un “organismo próspero”, incluso así fue concebido, lo que implica mucho más que el acceso a una renta barata.

Pero no solo desconoce la Ley, Carrasco al afirmar que al otorgarle “150 hectáreas a un potencial productor es condenarlo hoy a muerte” evidencia que desconoce las estrategias generación de ingreso de los trabajadores rurales y lo que pasa dentro de los campos del INC, donde frente a cada llamado se presentan cientos de solicitantes arrinconados por los precios de la tierra para obtener aunque sea 50 hectáreas. Por ello no explora ningún argumento técnico para salir de una supuesta “productividad por debajo de la media” o para que no sea para los colonos la “radicación el gran castigo que tienen que sufrir los adquirentes”

Evidentemente que ante la falta de solución lo que propone Carrasco es la liquidación. O sea que no tiene arreglo este establecimiento de 600 mil hectáreas, que los ignorantes legisladores del 47 y los sucesivos gobernantes de estos 70 años han defendido. Lógicamente que los tijeretazos históricos del Ingeniero, son un poco interesados en privatizar la tierra y atomizar a los peces chicos para sacarlos del agua.

Quizás así sus acciones, sus balances y sus negocios sean más atractivos para más clientes (inversionistas)

Ninguna solución técnica se puede trasladar a cualquier contexto, pero hay mucho por hacer no solo en ganadería de cría, sino también en el aumento de la señalada de corderos en el norte del país, o en una lechería con mayor optimización del pastoreo y menor sumisión a la tecnología de insumos.

Los campos de colonización deberían ser una referencia para que el modelo de producción agropecuaria sea más soberano, no solo en la titularidad de la tierra sino en crecer y generar trabajo en base a nuestros propios recursos naturales y humanos

En el mar ajeno de Carrasco no hay islas. Su modelo genera expulsión por parte de los peces grandes, haciendo una especie de “limpieza étnica” de lo que queda de la campaña. Creando el clima para un Salsipuedes del siglo XXI.

En definitiva por no querer solucionar el problema (el del histórico criollo porfiado por abrazarse a su terruño, no solo del “colono”), lo que hace es trasladar el problema a las ciudades donde duermen supuestamente “seguros” sus inversores.

El Presidente electo Lacalle Pou tendrá que decidir el rumbo de su gobierno sobre la “tenencia de la tierra”, porque el borrador presentado de “urgencias” en la materia apenas agudizan dos problemas que el Frente Amplio ya había instalado:

el anonimato de la tierra y la desafectación de las tierras de la órbita del INC. /1

Efectivamente en el primer borrador del Proyecto de Ley de urgente consideración se facilitan los trámites que favorecen la mercantilización de 200 mil hectáreas (ya se desafectaron 70 mil hectáreas de la órbita del INC) y la extranjerización /2 sin recurrir a excepciones, junto con la anecdótica flexibilización de la residencia para el colono.

El sistema político ya les ha dado esta carne a los lobos, está en nosotros defender lo nuestro.

1 -VER: https://nucleodeestudiosrurales.wordpress.com/2020/02/03/que-es-la-desafectacion-de-tierras-de-colonos-propietarios-del-inc/ .  El Partido Nacional ingresó un Proyecto de Ley a la cámara de representantes que pretendía desafectar cerca de 200.000 ha de colonización que no cancelaron sus créditos ni escrituraron antes de 1948, en base a una Sentencia de inconstitucionalidad declarada por la Suprema Corte de Justicia. El texto del mismo está disponible: Proyecto de ley PN desafectación definitiva

-En el artículo 323 del proyecto de Ley de urgente consideración las Sociedades Anónimas evitan la nominación de personas físicas en las personas jurídicas en el capital social o accionario de los titulares de inmuebles rurales.

Pata Ancha en la Tierra - Movimiento por la Tierra febrero 2020


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