07.ABR.20 | Posta Porteña 2100

Las Preguntas Sin Respuesta a Un Año de la Revelación de Gavazzo

Por Leonardo Haberkorn

 

Persisten contradicciones entre lo que han declarado en la justicia y en la prensa los implicados del anterior gobierno

Leonardo Haberkorn 4 abril, 2020 Observador

El 30 de marzo se cumplió un año de una noticia que se publicó en El Observador y fue un terremoto. Ese día de 2019 se informó que José Gavazzo había confesado haber arrojado al río Negro el cuerpo de un preso político, Roberto Gomensoro. Esa confesión, realizada en 2018 y que había pasado por el Ejército, el Ministerio de Defensa y la Presidencia de la República, llevaba once meses sin ser denunciada en la justicia ni comunicada a la opinión pública.

Para cuando se publicó la nota, el comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, y el entonces presidente Tabaré Vázquez habían firmado sendos documentos referidos al Tribunal de Honor donde la confesión había sido dada. Pero ninguno de ellos le había dedicado una sola línea.

Un año después, muchas de las dudas generadas por aquella noticia siguen sin ser aclaradas. El hoy senador Manini Ríos, acusado por la fiscalía de haber ocultado los hechos, enfrenta un pedido de desafuero. Pero él no es el único que tiene aclaraciones pendientes.

Un par de semanas antes de que estallara el escándalo, el 12 de marzo de 2019 el presidente Vázquez cesó a Manini Ríos como comandante en jefe del Ejército, porque criticó al Poder Judicial en un escrito que adosó a las actas del Tribunal de Honor a Gavazzo, Jorge Silveira y Luis Maurente.

Al mismo tiempo, el presidente homologó el fallo del Tribunal de Honor a Gavazzo y Silveira (no el de Maurente). Pero lo hizo con reservas: cuestionó que solo se pasara a reforma a esos militares por haber dejado que otro oficial hubiera estado tres años preso por el asesinato de Gomensoro a pesar de que sabían que era inocente, y no por la condena judicial que tienen por 28 homicidios. 

Pero Vázquez en su homologación no dijo nada sobre la confesión de Gavazzo respecto a haber tirado a Gomensoro al río Negro.

Tampoco citó las graves acusaciones de Silveira a Gavazzo respecto a ese asesinato y al de Eduardo Pérez Silveira, que hasta hoy está desaparecido.

A su vez, Vázquez nombró como nuevo comandante del Ejército al general José González, uno de los integrantes de dicho Tribunal de Honor.

La homologación y el cambio de comandante fueron comunicados a la opinión pública sin una línea sobre las confesiones

La primera explicación que dio Vázquez se la transmitió al colega Gabriel Pereyra, en una entrevista que concedió a VTV el 2 de abril, poco después de desatado el escándalo. La explicación que dio fue que no sabía nada de las confesiones de Gavazzo.

Vázquez dijo entonces que solo supo de la confesión de Gavazzo cuando la divulgó El Observador y que había firmado el fallo del Tribunal sin haber leído la totalidad de sus actas. Solo había leído el fallo, donde no se decía nada de las confesiones.

La entrevista está disponible en la web de la Presidencia. El diálogo entre el entonces presidente Vázquez y Pereyra fue así:

-¿Ayer, por ejemplo, cuántas resoluciones firmó administrativas?

-Cincuenta.

-En un día.

-Sí, en un día. Cada una de ellas tiene un expediente, que yo no puedo estar leyendo los 50 expedientes. 

-Y usted, el contenido del expediente este del Tribunal de Honor no lo leyó

-No.

En otro pasaje de la entrevista, Vázquez declaró: “Cuando en un medio de prensa sale lo que un periodista investigó y publica, a mí me toma de sorpresa, a mí me toma por sorpresa porque no leí todo el expediente”.

Y también: “Yo no lo sabía. Yo me entero, reitero, por el medio de comunicación”

Sin embargo, el presidente Vázquez entrevistado por el fiscal Rodrigo Morosoli el 4 de junio de 2019, en una entrevista disponible en internet, dio una versión distinta.

Allí contó que antes que la noticia saliera a la prensa, en febrero de 2019, tuvo una reunión con el entonces ministro de Defensa, Jorge Menéndez. Relató que en ese encuentro el hoy fallecido secretario de estado le dijo que no quería homologar el fallo del tribunal a Gavazzo y Silveira.

Morosoli le preguntó: “¿El ministro Menéndez en esa oportunidad ahondó en las confesiones que Gavazzo vertió en esas audiencias del Tribunal de Honor respecto a la deposición del cuerpo de Gomensoro, detenido y desaparecido en marzo de 1973 o algunos detalles sobre enterramientos?

Vázquez respondió:
-Sí, efectivamente.

-¿Recuerda lo que le dijo? –le preguntó el fiscal.

-Me dijo que en ese tribunal habría existido una disputa, una discusión entre Silveira y Gavazzo, referido a un par de hechos ocurridos durante la dictadura. La muerte de Gomensoro y lo que pasó me lo comentó Menéndez y también que se había mencionado el caso Gelman. Yo no sé si ahondó, pero sí que me lo comentó. Efectivamente me lo comentó.

Como se ve, Vázquez dio dos explicaciones distintas. Una vez no sabía nada del tema. Otra vez, Menéndez se lo había comentado antes.

¿Vázquez sabía o no? ¿Se enteró por la prensa o por Menéndez?

¿Por qué en la homologación no se puso ni una línea de las confesiones de Gavazzo y Silveira?

¿Por qué si el Tribunal de Honor mereció reparos al punto que el ministro de Defensa ni siquiera quería homologarlo y Vázquez terminó haciéndolo con reservas, se eligió como sustituto de Manini Ríos a un general que había integrado el cuestionado tribunal?

Son explicaciones pendientes. La respuesta no vendrá del proceso judicial ya que el fiscal Morosoli descartó cualquier imputación dentro del ámbito de la Presidencia por el ocultamiento. Sólo acusó a Manini Ríos.

De la actuación del fiscal, emergieron algunas cosas que no se conocían cuando se publicó la primera nota sobre el caso.
Quedó claro que los tres generales que integraron el tribunal –González, Gustavo Fajardo y Alfredo Erramún– en más de una oportunidad le relataron a Manini Ríos el tenor de las confesiones de Gavazzo y Silveira y le transmitieron su opinión de que había que denunciar el caso ante la justicia.

Manini les ordenó que continuaran con el Tribunal, según el dictamen fiscal. 

Según Morosoli dijo en una entrevista con radio Carve, Manini incurrió en un delito porque "tuvo una serie de advertencias de sus subordinados, hubo una reflexión de parte de él y una decisión clara de seguir con las cosas y no dar cuenta a la justicia competente ni a su superior que es el ministro de la cartera en cuestión".

De la prueba que reunimos, más allá de eventuales negligencias, displicencias, culpas de otras personas implicadas, la única persona que se demostró hasta el momento que obró con deliberada intención de no informar y no denunciar, es el imputado”, dijo en referencia a Manini.

El hoy senador esgrime dos argumentos para sostener que no ocultó nada. Por un lado, las confesiones estaban en las actas y quien leyera el expediente completo podría conocerlas. Pero el fiscal entiende que eso no es suficiente para considerar que se cumplió con el deber de informar de un crimen. 

El otro argumento de Manini es que él le informó al ministro Menéndez de los dichos de Gavazzo y Silveira, y que Menéndez, tras consultar al entonces secretario de la Presidencia, Miguel Ángel Toma, le dijo que continuara adelante con el Tribunal de Honor.
Según el fiscal, sin embargo, no consta en ningún lado que el ministro supiera.

Menéndez falleció poco después de que estallara el escándalo. Ya en su lecho de muerte, Vázquez le pidió la renuncia.

En su carta de dimisión, fechada el 1 de abril de 2019, diez días antes de morir, el ministro dejó establecido que en febrero informó del contenido del Tribunal a la Presidencia.

Antes de la carta de Menéndez, Vázquez le dijo a Pereyra que no sabía nada de las confesiones de Gavazzo. Después de la carta, le dijo a Morosoli que sí.

Son muchas preguntas pendientes. 

En este año que pasó, intenté hacerle algunas de ellas a cinco de los protagonistas de esta historia: dos de los tres generales del Tribunal, Toma, Manini y Vázquez.

Ninguno aceptó una entrevista.

Uno solo aceptó una charla, con la condición que fuera off the récord. Habló mucho. Pero las preguntas concretas, no las pudo responder.

Desafuero de Manini podría considerarse archivado

Cuando una legislatura se cierra, todos los asuntos pendientes de ser tratados son archivados.

Uno de los tantos temas que la legislatura anterior dejó sin laudar, fue el del pedido de desafuero del senador Guido Manini Ríos. La Suprema Corte de Justicia envió al Parlamento el pedido de desafuero en noviembre, cuando Manini Ríos era solo senador electo.

El fiscal Rodrigo Morosoli había entendido que el excomandante en jefe del Ejército ya estaba protegido por los fueros parlamentarios a pesar de no haber asumido. 

A poco de ingresar el pedido, la entonces presidenta de la Asamblea General, la vicepresidenta Lucía Topolansky, dijo a radio Uruguay que no era seguro que el caso fuera tratado en ese período. “Si lo discutirá esta legislatura o la que viene. No lo sé”.

No se lo hizo, y hoy algunos senadores entienden que el pedido de desafuero quedó archivado como todo aquello que no fue abordado en el anterior período. Sostienen que para que la nueva legislatura considere desaforar a Manini, la Suprema Corte de Justicia debería repetir su solicitud.

Según un senador consultado, en conversaciones informales entre sus colegas, algunos se han mostrado opuestos a esa interpretación. Argumentan que en que al final de la legislatura anterior se pidió un informe jurídico sobre el caso, lo que indicaría que el trámite no se detuvo y continúa vigente.

Debido a la crisis del coronavirus, la Comisión de Constitución y Códigos aún no se instaló y por lo tanto el asunto no fue abordado.
Solo han existido conversaciones informales entre algunos senadores, sin que exista una posición clara en las diferentes bancadas.

Manini Ríos ha declarado que quiere que su desafuero sea aprobado.
El senador José Mujica, del Frente Amplio, ha anticipado que votará en contra.


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