18.ABR.20 | Posta Porteña 2104

APORTES PARA REPENSAR: ECOSOCIALISMO vs. MARXISMO COLAPSISTA (VI)

Por Olegario Ballesteros

 

Capítulo VI -  EN TODOS LOS CAMBIOS CLIMÁTICOS SUCEDIDOS EN LA TIERRA  LOS GRANDES CALORES HAN PRECEDIDO A LOS GRANDES FRÍOS

 

Investigador/militante del FPA: Olegario BALLESTEROS

URUGUAY, Montevideo, mes de marzo de 2020

Lo más difícil de comprender con nuestros razonamientos investigadores, es que vamos surfeando en la única Tabla Vida sobre las olas de los diferentes océanos cósmicos -al unísono- para un sólo/mismo tiempo humano y por diferentes espacios, lo que, nos demuestra que navegamos al mismo tiempo por varias dimensiones de los espacios/tiempos Universales de una sola forma, con nuestra vida racional en dependencia absoluta al evolucionismo que forma la bíonaturaleza como opción única/conjunta para la toma de las decisiones estratégicas del Universo y la Naturaleza, ¡sin consultarnos!

Analicemos la llamada variación orbital del Sistema Solar en las interrelaciones de la Tierra girando alrededor del Sol, oscilando desde un círculo a una elipse, orbitas demostradas por el Geofísico yugoslavo, Milutín Milankovitch en el año 1920, a partir de sus investigaciones sobre los efectos de las radiaciones solares. Con sus estudios y cálculos descubrió los dos ciclos que se cumplen orbitando la Tierra en el Sistema Solar en los tiempos, de: ±100 a ±95.000 años; y  ±45 a ±50.000.

Con sus estudios pudo calcular con gran precisión las orbitas cíclicas de la Tierra alrededor del Sol, descubriendo que ellas oscilan consecutivamente entre un círculo cuasi perfecto, hasta una elipse pronunciada. Constató que cuando la Tierra órbita alrededor del Sol en forma de circunferencia, lo hace con una distancia constante a su centro de ±149.000 millones de kilómetros, recibiendo la misma cantidad de luminosidad solar durante todo el año. En cambio, cuando la órbita se hace sobre una elipse el punto más cercano entre la Tierra y el Sol es de ±146.000 millones de kilómetros y se le denomina perihelio, y cuando está más lejos a ±151.000 millones de kilómetros llamado afelio, es cuando recibe la irradiación en forma irregular

Cada ±100.000 años se cumple que la órbita de la Tierra pasa de un círculo a una elipse en dos tiempos/ciclos de aproximadamente de ±45 a ±50.000 años cada uno, dónde los tiempos de rotación de la Tierra en sus desplazamientos orbitales son iguales para las dos orbitas (sistema horario), pero para las trayectorias orbitales, los tiempos no son iguales, porque las distancias recorridas tienen una diferencia de ±5 millones de kilómetros. Y, entre ellas de ±2 millones de kilómetros más lejos, y ±3 millones de kilómetros, más cerca del centro del Sol.

Estas diferencias de distancias hacen cíclicamente los distintos climas y sus respectivas variaciones de temperaturas, porque cuando la Tierra está más cerca del Sol se calienta, y cuando está más lejos se enfría. Para el hemisferio norte, la Tierra está más lejos en el mes de Enero a una distancia de ±5 millones de kilómetros, lo contrario de lo que sucede en el mes de Julio. La luz solar es un ± 7% más débil durante el invierno del hemisferio norte que la que recibe el sur, por lo que podemos deducir que la variación de irradiación solar  puede llegar a ser un ± 30% más alta en el sur, y más baja para el norte.

Las distintas orbitas, dicen de las diferencias de temperaturas que se cumplen como constantes en los orbitales entrecruzados cada ± 45 a ± 50.000 años. Se define que la órbita de circunferencia mantiene las mismas irradiaciones durante todo su recorrido, y la elíptica se subdivide en cuatro cuartos, de forma que se hacen coincidentes con los tiempos de las Nutaciones y Precesiones que se suceden sobre la Tierra cada ±45 a ±50.000 años, y ± 22,5 a ± 25.000 años, en dos ciclos semejantes para describir una circunferencia y una elipse bucleada que en sus interrelaciones gravitacionales/tensiónales ejercidas dentro de los mismos tiempos de sus giros  rotacionales que se dimensionan en distancias/orbitas diferentes son las que producen los distintos cambios de los climas y de las temperaturas.

Los eventos climáticos que se sucedieron en la Tierra durante los ± 4’500 millones de años en que se constituyó el Sistema Solar, son de una cuantificación imposible de formular, por lo que, afirmamos que ¡fueron muchos!, por lo que presentamos la Tabla adjunta que posiciona tentativamente en los posibles tiempos, los más importantes por las huellas y rastros  geológicos  comprobados.

POSIBLE CRONOLOGÍA DE LAS EDADES DEL HIELO

Tiempo en años

Acontecimientos sucedidos

±2.000 millones

- Primera edad del hielo importante

±700 millones

- La Gran Edad del Hielo - Precámbrico

±230 millones

- La gran Edad del Hielo - Pérmico

±230/±65 millones

- Intervalo de clima cálido y muy cálido

±65 millones

- Deterioro del clima, los Polos se enfrían mucho

±30 millones

- Primer episodio glacial en la Antártida

±15 millones

- Segundo episodio glacial en la Antártida

±4 millones

- El hielo cubre los Océanos

±2 millones

- Primer episodio glacial en el Hemisferio Norte

±1 millón

- Primer inter glacial importante

±100.000 años

- Episodio glacial más reciente

±20 a ±18.000 años

- Ultimo glacial

±15 a ±10.000 años

- Fusión de casquetes polares de Hielo

±10.000 años al actual

- Interglaciar actual

Partimos de encuadrar nuestra propuesta desde el Pleistoceno como testigo geológico de la progresión de las edades del hielo,el que comenzó hace aproximadamente unos ± 2,4 millones de años. Entre los investigadores geólogos se posicionó un serio desacuerdo acerca del número en que se habían sucedido las Edades del Hielo, cuestionando las cuatro edades del hielo que en ese entonces se sustentaban. Evidencias claras sugerían la existencia de ¡algunas más! Pero varios geólogos, y especialmente los norteamericanos, se negaban a aceptar esta idea y preferían simplemente ignorarla.

A mitad de la década de los años cincuenta el climatólogo de origen italiano Cesare Emiliana que trabajaba en la Universidad de Chicago consiguió la evidencia irrefutable de la sucesión rápida y rítmica de las Edades del Hielo. Su prueba fue obtenida por los análisis del oxígeno pesado contenido en los caparazones fósiles de los testigos extraídos del fondo del mar.

Cuando el clima es frío el isótopo más pesado del oxígeno permanece en el caparazón cuando se evapora el agua de mar, concentrándose como huella  o rastro transformándose en testigo de absoluta fiabilidad. De esta manera, mediante la datación de los fósiles el climatólogo Emiliana pudo reconocer siete Edades del Hielo diferentes, que ocurrieron durante los últimos ± 780.000 años.

En la década de los años treinta del siglo pasado, el geólogo inglés Charles Leyll quién acuñó el término Pleistoceno basado en los registros fósiles, quién la fundamentó como la Edad del Hielo compleja antes de pasar a la época Holocénica, edad que comenzó hace unos ± 12,5 a ± 10.000 años como nuestra época actual. Propuso que los cambios en los niveles de los mares eran causados por las fluctuaciones de la cantidad de hielos formados sobre las tierras emergidas. Fue un ferviente defensor de la Teoría del Uniformismo, que sustentaba que los procesos geológicos lentos actuaron de la misma manera en el pasado como en el presente.  

El término Edad del Hielo significa un tiempo medible en la distancia/tiempo durante el cual los mantos de hielo alcanzaron su máxima extensión y grosor, en la época Pleistocena. En el último millón de años se ha sustentado que hubo nueve edades del hielo distintas. La más reciente, o la última sucedida, comenzó hace unos ± 22 a ± 18.000 mil años y es  coincidente con los procesos de Nutación y Precesión  de los giros de la Tierra sobre su eje geográfico.

Un tercio de las tierras emergidas del hemisferio norte estuvieron cubiertas por el hielo glacial. En América del Norte el hielo tenía un espesor de más de 3 kilómetros  y llegaba hacia el sur hasta Oregón y Nueva York. Al mismo tiempo los hielos cubrían casi todo el territorio de Gran Bretaña y de Europa del Norte, hubo enormes glaciares Alpinos y se congelaron la mayoría de las grandes montañas. La Antártida; parte del Asia; Groenlandia; el sur y oeste de la América Latina; fueron cubiertos por grandes mantos de hielos de más de 2 kilómetros de espesor. El 5% del agua de la Tierra quedó retenida en los hielos de los extensos glaciares, lo que produjo un descenso general de los niveles de los océanos de ± 130 metros en relación a las cotas  actuales, lo que permitió las conexiones terrestres posibilitando temporariamente varios pasos intercontinentales que produjeron las migraciones preferentemente de las vidas animales y humanas. El mejor ejemplo fue el pasaje de asiáticos a través del Estrecho de Bering expandiéndose por el norte de América.

En esos períodos de intensos glaciares La Tierra estaba muy fría, alcanzando durante la Edad del Hielo como temperatura media anual unos 12 grados centígrados más baja que la media actual.

HACE ± 1’000.000 DE AÑOS QUE GENÉTICAMENTE ESTÁBAMOS PRESENTES

Según hallazgos recientes encontrados en el yacimiento fosilífero de La Gran Dolina, ubicados en la Sierra de Ata puerca al este de la ciudad de Burgos, perteneciente a la Comunidad Autónoma de Castilla y León, situada al norte de la Península Ibérica, España. En este yacimiento en marzo del 2008, se encontraron y se dieron a conocer nuevos restos humanos del Homo Antecessor identificado como perteneciente al género Homo,considerada la especie homínida más antigua del continente europeo, y se clasifica en los estudios como probable ancestro de la línea Homo Heidelbergensis-H – Neanderthalensis. Se estima que vivió hace unos ± 900.000/1’000.000 de años en el Calabriense del Pleistoceno temprano.

Esta confirmación como vestigios registrados científicamente,dice de un tiempo constatado de un ± 1’000.000 millón de años, lo que cubriría unas ± 225avas/partes de desplazamiento en su órbita la Vía Láctea. Realidad que no permite interpretar ningún antecedente ¡cierto!, porque aún faltan conocer los  registros que pauten la continuidad de los estadios sucedidos en sus evoluciones interrelacionadas durante todo ese tiempo. Surge el detalle más importante que demuestra que durante el millón de años transcurridos la vida humana continuó a evolucionar con continuidad histórica ¡adaptándose! Por lo tanto, ¡nuestra vida actual!,es el registro histórico  en la Naturaleza.

Bajo la misma óptica como tiempo transcurrido de 1’000.000 de años,  observamos que como razas humanas antepasadas/actuales en desarrollo/transformaciones ¡adaptados! evolucionistamente el haber dado/cumplido 20 circuitos interrelacionados del Sistema Solar (Milutin Milankovitch) sobre 40 orbitas circulares/elípticas; realizando al mismo tiempo 40 vueltas alrededor del eje geográfico de la Tierra como Precesiones; y 20 vueltas como Nutaciones. Se suceden al mismo tiempo Circuitos distintos coincidentes en un único tiempo para todos por igual, los que se cumplen en el Sistema Solar, y en la Tierra en sus giros/desplazamientos regularmente como frecuencias cíclicas dimensionales.

Se comprueba que en todos los millones de años transcurridos la vida humana sobre la Tierra, no dejó de existir ¡nunca! Las razas humanas como especie homo se fueron adaptando a los cambios climáticos soportando grandes y extremos fríos/calores, los que se sucedieron  cíclicamente durante todo ese extenso período de millones de años. Se confirma que: la vida,¡siempre!, ¡aprendió a vivir!, mutándose, emigrando, evolucionando, adaptándose, hasta, ¡nuestros días!

Los estudios avanzados confirman que el Universo y la Naturaleza en sus memorias transcurridas gravaron sus haceres, los que, buscamos y encontramos registrados por doquier  sobre y dentro de todo lo que existe en los espacios /tiempos transcurridos hasta el presente. Razón por lo que, estamos obligados a investigar la historia gravada en lo que existe, y definir científicamente sus rastros, huellas y repeticiones cíclicas como vestigios o constantes para poder, leyendo el pasado, predecir, ¡el futuro!.

Los cambios evolutivos de las vidas diversas/múltiples son las adaptaciones multifacéticas a que estuvieron/están obligadas para continuar a existir conjuntamente para un ¡único tiempo! en las dimensiones cambiantes del Cosmos y la Naturaleza. Cada una de las vidas que existen, ¡incluyendo la nuestra!, se tuvieron/deben de adaptarse a los cambios, sino desaparecen/desaparecemos, como ya se ha comprobado con las extinciones masivas o, selectivas, sucedidas en varios periodos del pasado. Los Ciclos Cósmicos conjuntamente con los de la Naturaleza como materia/energía en movimiento, permiten percibir diseñando afuera delser, los espacios/tiempos y dimensionar las distancias/tiempos propias y apropiadas como frecuencias/ciclos de rotación o de desplazamientos,en el todo.

Realidad que se plantea para bosquejar cómo funcionan los sistemas en la dirección de resultados válidos para la continuidad de la vida, a partir de poder vislumbrar un horizonte incierto de los hechos sucedidos, dónde no podamos saber, ver, o, encontrar los fundamentos para nutrir los razonamientos y potenciaremos optativamente dos caminos a tomar como procedimientos posibles. El primero: especular y negar conceptualmente la historia gravada; y el segundo: estudiar y elaborar nuevas teorías de imaginación y comparación que emulen comportamientos  a los cuáles llegarán los equipos pensantes inteligentes de última generación proponiéndonos por simulación resultados posibles, porque se cumple que en las probables ±15 vueltas dadas, (aproximadamente unos ± 3’500 millones de años), se repitieron los circuitos/ciclos y no se destruyó, ni se cortó la vida, lo que se identifica como de: evolución/adaptación obligatoria para la supervivencia

En esto consiste el poder percibir los cambios que están sucediendo en las distancias cósmicas con tiempos terráqueos lo que se mide a 300.000 kms/seg, según la Teoría de la Relatividad enunciada por A. Einstein. Realidad que registramos sensorialmente con la lentitud de lectura a que nos obliga la distancia/tiempo cósmica, -lo que nos permite con suficiente tiempo-, cambiar para adaptarnos en nuestras relaciones de intercambios y aplicaciones con la Naturaleza que nos rige y determina

EL UNIVERSO Y LA NATURALEZA EXISTEN, POR SÍ, Y PARA SÍ, Y NO INCIDIMOS EN SUS DECISIONES, NI PODEMOS CAMBIARLAS DE NINGUNA FORMA CONOCIDA

Es de importancia primordial  y de obligación absoluta, el poder entender con mucha humildad, que la Naturaleza depende para la continuidad de su existencia de las relaciones intrínsecas con el Universo y el Cosmos en un sólo equilibrio interrelacionado causal/casual, que hacen que el todo, afuera del ser, y de la inteligencia humana continúen en armonía. Cuando este equilibrio ¡cambia!, o, ¡se rompe!, la vida evoluciona, ¡adaptándose!

Esta visión, es el resultado materialista histórico de lo que ha formateado cíclicamente la Naturaleza bío/geo, y dentro de ella a la ¡vida!, en la que andamos surfeando desde hace, -por lo menos-, ± un millón de años sobre el Sistema Solar conformado por nuestra Vía Láctea.

Realidad que nos permite diseñar que dimensionamos dos espacios/tiempos diferentes. Los Cósmicos Universales, los cuáles se miden en años luz como espacios/tiempos; y el terráqueo que se mide en horas/días como giros/tiempos del Planeta Tierra, realidad que impronta las diferencias dimensionadas de las distancias/lugares, y que nos falta reconocer

Es de importancia primordial el poder entender que la Naturaleza depende para su continuidadde existencia de su equilibrio armónico con el Cosmos, con el Sistema Solar,y con la Tierra, lo que, no depende de la inteligencia humana. Cuando este equilibrio ¡cambia!, o se ¡rompe!, ¡la vida se extingue!, o, está obligada a adaptarse, ¡evolucionando!

Entonces ¡repensemos! como humanidad nuestras decisiones políticas y de los Gobiernos que estructuramos en cada país del mundo.

Porque el Sistema Capitalista contamina agrediendo a la Naturaleza atentando contra sus ciclos, de forma, que está organizado y estructurado para ¡destruir la vida!

Todo ataque a la Naturaleza contra sus equilibrios en armonía como Sistema único, funcionará negativamente permitiendo la destrucción multifacética de la evolución de la vida, cortando su ¡adaptación!, ¡extinguiéndola!


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