24.ABR.20 | Posta Porteña 2105

APORTES PARA REPENSAR: ECOSOCIALISMO vs. MARXISMO COLAPSISTA (VII)

Por Olegario Ballesteros

 

Capítulo VII -  ENTRE C. MARX Y NOSOTROS, LA FRACTURA METABÓLICA

 

Investigador/militante del FPA: Olegario BALLESTEROS

URUGUAY, Montevideo, mes de marzo de 2020

Nos dice Federico Engels, en la Dialéctica de la Naturaleza, Introducción de: “Esbozo de un Plan Conjunto”. (1873/1883)

...”El descubrimiento de Kant encerraba, en efecto, lo que sería el punto de partida de todo progreso ulterior. Si la tierra era el resultado de un proceso de formación, también tenían que serlo necesariamente su actual estado geológico, geográfico, climático, sus plantas, y sus animales; esto quería decir que la tierra debía necesariamente tener una historiano sólo en el espacio, en orden de extensión, sino también en el tiempo, en orden de sucesión. De haberse seguido investigando en esta dirección inmediatamente y de un modo resuelto, la ciencia de la naturaleza se hallaría al presente mucho más avanzada de lo que se halla.

Pero, ¿acaso podía venir algo bueno de la filosofía? El estudio de Kant no se tradujo en resultado inmediato alguno, hasta que, muchos años después, Laplace y Herschel desarrollaron y fundamentaron con mayor precisión su contenido, abriendo camino con ello, poco a poco, a la "hipótesis nebular". Posteriores descubrimientos dieron, por último, el triunfo a esta teoría; citaremos entre los más importantes el movimiento propio de las estrellas fijas, la demostración de un medio resistente en el espacio cósmico, y la prueba, obtenida por medio del análisis espectral, de la identidad química de la materia cósmica, y de la existencia de masas candentes de niebla, como las que hipotéticamente habría supuesto Kant.”…

...”La materia se mueve en un ciclo perenne, ciclo que probablemente describe su órbita en períodos de tiempo para los que nuestro año terrestre ya no ofrece una pauta de medida suficiente; en el que el tiempo del más alto desarrollo, el tiempo de la vida orgánica y, más aún, el de la vida consciente de sí misma y de la naturaleza, resulta medido tan brevemente como el espacio en el que se hacen valer la vida y la autoconciencia; en el que toda modalidad finita de existencia de la materia, ya sea sol o nebulosa, animal concreto o especie animal, combinación o disociación química, es igualmente perecedera y en el que nada hay eterno fuera de la materia en eterno movimiento y de las leyes con arreglo a las cuales se mueve y cambia

Pero, por muchas veces y por muy implacablemente que este ciclo se opere también en el tiempo y en el espacio; por muchos millones de soles y de tierras que puedan nacer y perecer y por mucho tiempo que pueda transcurrir hasta que lleguen a darse las condiciones para la vida orgánica en un solo planeta dentro de un sistema solar; por innumerables que sean los seres orgánicos que hayan de preceder y que tengan que perecer antes, para que dé entre ellos puedan llegar a desarrollarse animales dotados de un cerebro capaz de pensar y a encontrar por un período breve de tiempo las condiciones necesarias para su vida, para luego verse implacablemente barridos, tenemos la certeza de que la materia permanecerá eternamente la misma a través de todas sus mutaciones; de que ninguno de sus atributos puede llegar a perderse por entero, y de que, por tanto, por la misma férrea necesidad con que un día desaparecerá de la faz de la tierra su floración más alta,el espíritu pensante, volverá a brotar en otro lugar y en otro tiempo.”…

Algunos elementos de la crítica del Colapsismo marxista al Ecosocialismo

...”Desde hace algunos meses diversas Organizaciones Ecosocialistas de Chile, Argentina, y otros países de América Latina vienen siendo objeto de una potente campaña de ataque ideológico en redes sociales por parte de un nuevo referente comunicacional que actúa bajo el nombre de “Marxismo y Colapso”. Uno de los objetivos centrales de este referente ha sido polemizar con algunas de las figuras y posturas centrales del Ecosocialismo, por ejemplo aquellas representadas por el intelectual marxista Michael Lowy.

Una de las posiciones centrales de este grupo ha sido negar reiteradamente varios de los preceptos centrales de los programas marxistas tradicionales y de la estrategia ecosocialista; esto es, por ejemplo, la idea de que un cambio revolucionario en las relaciones sociales de producción y el establecimiento de un nuevo régimen productivo orientado a la satisfacción de las necesidades sociales sería capaz tanto de “frenar” (o “revertir”) los efectos de la actual crisis ecológica-energética, así como también de “evitar” un fenómeno de colapso civilizatorio cercano

Por el contrario, “Marxismo y Colapso” defendería la necesidad de un nuevo marco teórico y estratégico al interior de la izquierda mundial para dar cuenta del fenómeno de colapso civilizatorio y extinción humana que, como producto de la combinación entre los efectos destructivos de la crisis ecológica-energética actual y las contradicciones tradicionales del sistema capitalista decadente, sería ya imposible de detener

Según este planteamiento, lo anterior pondría al conjunto de las fuerzas socialistas ante un escenario inédito en la historia revolucionaria moderna que se caracterizaría, entre otras cosas, por la “irrupción práctica” (a diferencia de los siglos pasados) del “horizonte de barbarie” anticipado teóricamente por una serie de pensadores marxistas tales como Rosa Luxemburgo o Walter Benjamin.

De acuerdo con Miguel Fuentes, uno de los ideólogos principales de estas posiciones, un escenario como el anterior implicaría no sólo una diferencia fundamental con el siglo pasado en el cual dicho horizonte se habría mantenido en un terreno aún “hipotético”, sino que obligaría además a las organizaciones de izquierda anticapitalistas a pensar la situación histórica actual en el marco de una “dinámica de cierre” (o clausura) del horizonte socialista moderno

La razón de lo anterior sería que estaríamos (o estaríamos muy cerca de estarlo) ante las puertas de un tipo de “resolución negativa” de la lucha de clases moderna como aquella anticipada teóricamente por Marx en el Manifiesto Comunista, esto al referirse a la posibilidad de una “autodestrucción” de las dos clases fundamentales del sistema capitalista

Uno de los ejemplos de este “escenario inédito” al cual estaríamos a punto de enfrentarnos sería la perspectiva de un derrumbe generalizado (inminente) de las fuerzas productivas a nivel planetario, aquello como efecto de un avance imparable del calentamiento global y la crisis ecológica.

Según las concepciones de “Marxismo y Colapso”, una situación de derrumbe económico de este tipo poseería, potencialmente, una gravedad mayor a cualquiera de las crisis económicas experimentadas durante la historia del capitalismo, asociándose desde aquí a un escenario mucho más destructivo al que tuvieron algunas de las peores catástrofes históricas de los últimos siglos: por ejemplo, las guerras mundiales. La explicación de esto sería que, a pesar de los niveles de destrucción masiva que experimentó Europa durante estos conflictos bélicos, las bases de la economía capitalista habrían podido mantenerse sólidas en el resto del planeta (por ejemplo en Estados Unidos), constituyendo lo anterior, en consecuencia, una situación radicalmente diferente al escenario potencial de derrumbe global “sincronizado” que estaría pronto a producir la crisis ecológica-energética en ciernes. Igualmente, a diferencia del costo en vidas que tuvieron las guerras mundiales, el cual ascendió en su conjunto a una cifra alrededor de los cien millones de personas, la crisis ecológica actual, ligada a una pronta crisis de subsistencia planetaria generalizada, podría cobrarse durante este siglo un número de víctimas que llegue a varios miles de millones (esto sin descartarse la posibilidad de una extinción completa de nuestra especie)

Otro planteamiento colapsista que puede destacarse aquí, sería la supuesta existencia de un “déficit tecnológico” estructural que, debido a la extrema gravedad que tendría la crisis ecológica-energética actual y el nivel de descomposición de las basesecosocialesdel desarrollo histórico contemporáneo, incapacitaría hoy no sólo al capitalismo, sino que también a un hipotético proyecto socialista, para “contener”, “frenar” o bien “revertir” los efectos catastróficos de la crisis mundial que se aproxima. Esto último, por lo menos, en el poco tiempo que nos quedaría antes de que esta crisis se descontrole de manera absoluta, precipitando con ello un derrumbe ecosistémico planetario total que se asociaría, de manera inevitable, no a una pretendida “superación revolucionaria” del sistema capitalista, sino que a su colapso

Un argumento adicional en esta línea sería que la crisis ecológica y energética en ciernes plantearía hoy, acorde con el posible derrumbe inminente del desarrollo de las fuerzas productivas que se asociaría a aquella, un horizonte de escasez crónica de recursos que terminaría por “bloquear” y volver pronto en inviable una gran parte del programa marxista revolucionario de los siglos pasados. La razón de lo anterior se encontraría en el hecho de que, a diferencia del contexto característico de abundancia de recursos de los siglos XIX y XX, un escenario de escasez global implicaría una pérdida de efectividad (y posterior caducidad) de una serie de consignas revolucionarias clásicas que habrían sido entendidas hasta hoy como las vías principales para la aseguración íntegra y efectiva de las necesidades materiales y espirituales de la población mundial

Algunas de estas medidas serían, entre otras, la expropiación y el control obrero de los medios de producción y la redistribución socialista de las riquezas sociales

LA CONJUNCIÓN DE LOS APORTES MULTIFACÉTICOS, ¡NOS ASUSTAN!

Las lecturas de los fundamentos, que consecuentemente vierten, unos y otros, no hacen más que confirmarnos: ...”que de muchas barbaridades publicadas, pueda salir una sola idea que sirva al futuro válido de la humanidad”… Se comprueba la falta, u ocultamiento de los conocimientos científicos, como lo más grave. ¡Veamoslo!:

Contesta pregunta 4: Miguel Fuentes (pensamiento colapsista):

...”Michael Löwy y otros exponentes del Ecosocialismo y de la Ecología Marxista tales como Bellamy Foster o Ian Agnus fueron algunos de los primeros que advirtieron el peligro de un colapso civilizatorio y un ecocidio en su análisis de la actual crisis ecológica capitalista. Esto cobra más fuerza cuando partimos del hecho de que a muchos de nosotros nos tomó más de una década de militancia en las filas de la izquierda comenzar a integrar estas problemáticas. Pero la crisis ecológica y el peligro de un colapso civilizatorio, que Löwy y los Ecosocialistas anticiparon de manera visionaria y que antes de aquellos intuyeron otros referentes de izquierda tales como Nahuel Moreno (Argentina), Luis Vitale (Chile), o incluso Fidel Castro, ha avanzado mucho más rápido de lo que nadie pensó. Lo que a fines de los 90’s y los 2000’s era nada más que una “sombra amenazante” (la posibilidad de un ecocidio), ha adquirido en el presente una fisonomía histórica mucho más clara. Es quizás la rapidez con que se ha desenvuelto este peligro una de las causas principales de que la teoría Ecosocialista haya quedado hoy definitivamente rezagada en su evaluación respecto al avance de estas amenazas, haciéndose necesario, por lo tanto, la elaboración de un nuevo marco teórico-político marxista de contenido propiamente colapsista; en otras palabras, uno que tome el proceso de crisis ecológica súper-catastrófica y el avance de un fenómeno de colapso planetario inicial ya en marcha en tanto “desafíos prácticos” (inminentes) y no, tal como se acostumbra frecuentemente al interior de la izquierda, al modo de meras intuiciones teóricas o discusiones filosóficas.”...

Contesta pregunta 7: Michael Löwy (Ecosocialismo)

Francamente, no sé sí sea posible algo así como “restablecer” el equilibrio ecológico tal como existió en el Holoceno. Pero por lo menos deberíamos (y podemos hacerlo) tomar medidas enérgicas que nos permitan superar la ruptura metabólica que representa el capitalismo. Lo anterior serviría así para crear condiciones para un nuevo equilibrio entre el hombre y la naturaleza, uno que pueda evitar la catástrofe

A partir de aquí, la recomposición de este equilibrio no sería una fantasía, pero tampoco (todavía) una realidad. Ahora bien, es la única propuesta racional para superar el callejón sin salida capitalista. Sólo una reorganización Ecosocialista de la vida económica, social y política podría restablecer, por lo menos en parte, el equilibrio metabólico entre las Sociedades Humanas y la Naturaleza. No hay ninguna garantía, sin embargo, que se logre imponer una alternativa Ecosocialista al colapso civilizatorio. ¡Esto dependerá de todos nosotros!

Contesta pregunta 7: Antonio Turiel (Teoría del decrecimiento)

...”Tiene razón Fuentes cuando tan detalladamente explica que volver al equilibrio del Holoceno, ese paraíso perdido, es a estas alturas imposible; en primer lugar, porque el propio Holoceno representa una anomalía geológica, una que hizo posible la proliferación de la vida humana y que, probablemente, tendríamos que haber hecho lo imposible por preservar, tarea que ya era difícil de por sí.”…

...”Lo cierto es que nuestro conocimiento científico actual es muy limitado y por eso la pretensión de que somos capaces de “restablecer ecosistemas es bastante ilusoria. Estamos lejísimos de poder hacer tal cosa, entre otras cosas porque los ecosistemas experimentan procesos de histéresis y una vez que los alejas mucho de su punto de equilibrio, aquellos simplemente no pueden volver al estado anterior, acabando así forzosamente en un nuevo estado, el cual puede ser para nuestros intereses poco conveniente.”…

...”Dado que no entendemos todos los engranajes del equilibro ecosistémico, deberíamos seguir un principio de elemental precaución y simplemente intentar disminuir nuestra huella, alterando tan poco como sea posible estos Ecosistemas. No intentemos remediar nada: simplemente, intentemos no fastidiarla más.”…

Nos dice el Dr. en Filosofía, Sirio López Velasco, en las pág.: 82 y 83 de su Libro:“IDEAS Y EXPERIENCIAS DE LA DEMOCRACIA: UNA MIRADA ECOMUNITARISTA”

6.3 Resumen de mis propuestas-apuestas. Los mecanismos de la democracia directa/participativa en Brasil y nuestras ideas iniciales para una nueva democracia en A. Latina

...”A nivel económico esa nueva democracia supone encaminarse hacia una  Economía Ecológica y sin patrones, que use energías limpias y renovables, para cubrir todas las necesidades humanas con frugalidad ambientalista, y que reduzca-reutilice-recicle los insumos y residuos; tal economía tendrá que fundarse en empresas y banca de propiedad estatal bajo control obrero- ciudadano y en verdaderas cooperativas socialista-ecomunitaristas; también será estatal y con control público la gestión del comercio exterior y de la gran distribución de bienes y servicios; las empresas (SIRIO LÓPEZ VELASCO|83) privadas medianas (con capital nacional de preferencia al internacional) serán admitidas sólo provisoriamente en términos históricos, en las áreas no estratégicas; las pequeñas empresas serán admitidas pero controladas para que no se amplíen en perspectiva capitalista en la ciudad y en el campo, donde los latifundios serán abolidos en provecho de las grandes producciones estatales bajo control campesino-popular, y las verdaderas cooperativas socialista-ecomunitaristas, para la producción abundante de alimentos orgánicos (sin el uso de transgénicos ni agrotóxicos).”…

Nos dicen, Ignacio Sabbatella y Damiano Tagliavini en su libro Marxismo Ecológico -Elementos fundamentales para la crítica de la economía-política-ecológica. Págs., 297, y 298:

...”El Ecosocialismo se distancia del Ecologismo en sus tres variantes. Del ecologismo profundo porque la radicalidad de éste le lleva a posiciones absurdas antihumanistas y relativistas. Igualmente rechaza otras proposiciones Ecologistas que proponen frente a la urgencia del problema medioambiental unas políticas de decrecimiento intenso que supondrían un retroceso importante en el nivel de vida de las poblaciones de los países desarrollados que las harían inaceptable

Por último, y es la distancia más importante, critican a los Ecologistas moderados porque no ponen en causa la relación existente entre el capitalismo y los problemas medioambientales y, por tanto, conciben la posibilidad de corregir esos problemas dentro del capitalismo

Esta última es la tendencia mayoritaria dentro del Ecologismo que ha dado lugar a sus actores más influyentes, los Partidos Ecologistas. Entre los autores que se adscriben al Ecosocialismo podemos encontrar, a: Michael Löwy, James O'Connor, Joel Kovel, Wolfgang Harich, Ted Benton, Barry Commoner, Elmar Altvater, Manuel Sacristán, Raymons Williams, Jorge Riechman, John Bellamy Foster, Jean-Paul Déléague, Francisco Fernández Buey, etc.

Muchos de los autores adscritos al Ecosocialismo han intentado una tarea ingrata y poco productiva, la de intentar apoyar sus tesis en una supuesta posición ecologista existente ya en Marx y Engels, o también en el inicio de la Revolución Soviética. En parte esta posición también es una reacción defensiva frente a las corrientes Ecologistas que han criticado al Marxismo de falta de atención a este problema o le han acusado de ser una teoría de carácter productivista, que estaría en contradicción con el Ecologismo.

Lo innegable es que el problema Ecológico no era percibido en el siglo XIX y, por lo tanto, es normal que no fuera objeto de las preocupaciones de Marx y Engels, de la misma manera que no pudieron fijar su atención en otros problemas inexistentes en su época como, por ejemplo, la presencia, de: armas nucleares, bacteriológicas y, otras de gran poder destructivo. La diferencia de conocimientos merece una distinción en los análisis a elaborar


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