09.MAY.20 | Posta Porteña 2110

EL ESPÍRITU CRÍTICO HA MUERTO

Por mateamargo1

 

José Enrique Rodó, Walt Wiltman, León Felipe, César Vallejos, José Ingenieros, Charles Dickens, han  muerto… los asesinó el tiempo, la podredumbre necrosa del pensamiento.

 Los zombies, los muertos vivos nos instan a vivir en la muerte sepulcral de la cordura…

En el hedor más pestilente, en la “miasma de fulguración”, los otrora “luchadores sociales”, creen saber de un aroma que solo sabe a lucha y esperanza, que realmente desconocen y que  catalogan como rancio, estando en la vaporosa cloaca del servilismo.

Este tiempo es la pandemia a la rebeldía, a no arrojar la piedra “a Dios, con la fuerza de la blasfemia o la plegaria… y romperle la frente... A ver si dentro de su cráneo está la luz… o está la nada.”…

Los sabios nos enseñaron que todo lo que nace, muere, pero el peor de los pecados es morir en vida, en manos de todos los dogmatismos.

Para los sentados en sus tronos de “sabiduría”, para los pensamientos cadavéricos, nuestros pequeños “grititos” en medio de la parafernalia oficialista, el espíritu crítico les sabe a ignorancia. Criminales de la rebeldía, verdugos de la desobediencia nos impulsan a convertirnos en rinocerontes, sumidos a la quietud, a la parálisis de la resignación esclavista.

“Muchos nacen, pocos viven” y algunos han nacido y vivido un poco, y esa poca vivencia los cree merecedores de erudición, cuando no llegan a gatear el suelo de la crítica filosófica. Anquilosados en la estructura oficial, nos endilgan sus hazañas de catecismo como baluarte de la mayor de las luchas revolucionarias, mientras se arrastran en excrementos de la persuasión del oscurantismo legal.

“Veneran” a los lobos vestidos de cordero que salpican sangre y muerte por doquier y rezan por la perpetuidad de la pandemia mental. La baba de la petrea catatonía intelectual cae en el abismo de argumentos sin sentido “Yo te puedo decir, porque yo trabajé en un hospital” (creo que vendía café) y nos muestra una gran colección de “Satalin”, para decirnos que lo ilustrado de su mente caduca, sabe claramente lo que es el comunismo.

Los hechos hablan. Disculpe señor Satanás , tal vez Ud. haya sido un ángel pero su ego, ego, ego, no me permite seguirlo… íncubos pestilentes que anhelan “futuros” carroñeros, en que su estrechez visual engreída, percibe solamente estupidez, mientras engulle un langostino envuelto en jamón crudo…

“El pez no ve el agua”, en las cómodas poltronas de la petulancia, todos los demás son estúpidos e ignorantes, y el más afable de sus argumentos es la calificación de quien no puede responder su propia tesis con sus mismas armas.

“Ciego guía de ciegos” reclamar poesía sin rebeldía es como pedir el calor del sol, a las tres de la mañana, o sonrisas con tapabocas, literales, sin metáfora de por medio.

Los más encumbrados jactanciosos tienen por idea que los libros tienen vencimientos, desconocen que se vence el alma, se vence el espíritu, se vence el furor, se vence el ideal y quedas allí… “fría bazofia humana” queriendo sentir calor cuando ya tiene la sangre  congelada. Los libros no tienen vencimientos y los reviven día a día los espíritus rebeldes, independiente de la época que sean leídos.

Ayer… ayer… literalmente… se acerco una persona que me dijo “me quitaron la esperanza, solo me queda la fuerza de lanzar alguna piedra” y abracé la estupidez y la ignorancia como parte de mi ser…

Mateamargo1


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