La información del gobierno venezolano de haber rechazado una tentativa de invasión por el litoral central, en Macuto específicamente, sorprendió a nuestra opinión pública ante el impacto de una noticia de esa categoría. Anunciaron que había dos detenidos y ocho fallecidos, entre ellos el capitán Robert Colina. Posteriormente señalaron haber repelido otra tentativa en Chuao, Estado Aragua, donde un hijo del general Baduel fue aprehendido al igual que dos personas de nacionalidad americana. También se comentó haber otra incursión fallida por el Estado Anzoátegui.
Humberto Decarli El Libertario 13 mayo 2020
Podrían interpretarse esas informaciones como señuelos para evadir otros temas de interés público que lesionaban la imagen del gobierno. La masacre en una cárcel de Guanare perpetrada por la guardia nacional es uno de esos aspectos a encubrir. Un conflicto generado por la apropiación de las comidas llevadas por los familiares a los internos por parte de las autoridades terminó en más de cincuenta muertos mientras los voceros oficiales señalaron que fue un intento de fuga. La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, anunció una investigación exhaustiva de estos lamentables hechos.
Asimismo, una confrontación a tiros de gran calibre durante varios días en Petare entre bandas delincuenciales que disputan el control del barrio José Félix Rivas, parece haber sido la causa de tal intercambio de disparos. Emplearon armas largas solo aportadas por el Estado venezolano y entregadas a grupos irregulares para ejercer el dominio sobre las barriadas populares caraqueñas.
La escasez de gasolina es otro hecho que el gobierno necesita invisibilizar por las carencias producidas en múltiples rubros en Venezuela, motorizada por los vehículos automotores dada la poca existencia de ferrocarriles. Mientras, se especula sobre la llegada del combustible y los aditamentos necesarios pero los voceros oficiales nada dicen al respecto. T
ambién debe destacarse las continuas fallas e interrupción del servicio eléctrico y de internet en amplias zonas del territorio nacional, las del agua y la limitación de bombonas de gas para muchas áreas donde no hay conexión directa. Son, entre múltiples falencias, las muestras de una pésima gestión pública que debe opacarse por razones obvias. Sin embargo, aparte de considerar como un pote de humo del madurismo, entran en apreciación otros sucesos distintos a una maniobra distraccionista
Un video donde aparece un capitán de apellido Nieto acompañado de un veterano de guerra americano asume la responsabilidad de la acción denominada operación Gedeón en los desembarcos mencionados. Esta confesión le da un mentís a la versión anterior porque militares venezolanos dicen ser los autores de tales acciones. Además, voceros informativos de varios sectores de oposición en el exterior, se han manifestado admitiendo las iniciativas militares invasivas e incluso indicando la existencia de comandos en el país. Muchos piensan en el valor simbólico de estas operaciones a pesar de su fracaso porque fueron expresiones realmente suicidas.
Una vez conocida estas declaraciones podemos pensar en operaciones desplegadas desde el exterior por algunos miembros de la oposición mas exasperada. Entonces, cabe preguntarse sobre la veracidad de los hechos habida cuenta de la tendencia oficialista a manipular la realidad y las informaciones. Una de las hipótesis es la infiltración oficialista en esos grupos y de allí el éxito en la represión frustrando esas acciones.
Existe un contrato suscrito en todas sus páginas, más de cuarenta, por el conocido fabricante de imagen electoral J.J. Rendón y el diputado Sergio Vergara, además del representante de una compañía denominada Silvercorp y por una supuesta rúbrica de Juan Guaidó en el último folio. De acuerdo a unas entrevistas a Rendón, se admite que si suscribió el avenimiento pero era un contrato preparatorio y el definitivo nunca se alcanzó, Confesó haber pagado la suma de 50 mil dólares para los gastos iníciales de una futura operación militar en Venezuela. Presumiendo incluso que Guaidó no haya firmado ese acuerdo queda la pregunta del por qué un diputado de su tolda y un asesor miembro de su equipo gubernamental, reconocido por más de cincuenta países, hubiesen negociado el contrato en referencia.
Rondón es un negociante del marketing político que ha vendido sus servicios a múltiples candidatos en América Latina. Un asesor cuya prestación es remunerada, vale decir, es una persona que a cambio de honorarios cumple tareas en este ámbito. El ser miembro del gabinete del gobierno provisional venezolano delata la naturaleza de este tren administrativo. No hay entre los cuadros superiores de esa gestión representación sindical, de trabajadores, gremios o de la luchadores sociales. Tanto Rondón como Vergara renunciaron al team del gobierno provisional pero ha sido después de haberse hecho un escándalo con la noticia.
Adicionalmente surge otra interesante interrogante. Por qué se contrata a mercenarios o empresas privadas cuyo objeto es la guerra. Hay muchos militares venezolanos en el exterior, sobre todo en Colombia y Brasil, que pudieran formar parte de una fuerza expedicionaria. Con guerreros tarifados no se busca ni se puede liberar a nadie. Aparte, cuesta pensar que el presidente encargado no haya sabido de esta convención máxime cuando fue firmada por dos de los cuadros superiores de su estructura.
Ha sido una tradición intentar invadir el territorio nacional mediante la organización de eventos operativos preparados desde el exterior. Conocemos la del Falke, la toma de Curazao y posterior presencia en Falcón, la de Francisco de Miranda, la de guerrilleros liderados por Luben Petkoff directo a la Sierra Coriana, la pequeña de Machurucuto y otras que escapan a la memoria. En general, todas terminaron en fracasos excepto la llevada a cabo por Cipriano Castro en 1899 que venía de los Andes y alcanzó tomar a Caracas y derrocar al gobierno de Ignacio Andrade en una reivindicación a la zona montañosa que sostenía económicamente al país porque había mantenido su actividad al no ser afectada por la guerra federal y necesitaba consolidar su dominio al obtener el poder político que le faltaba.
El régimen, a través del presidente, la Fiscalía y la cabeza de la constituyente, coinciden en imputar a grupos terroristas, mercenarios e involucran a los gobiernos colombianos y estadounidense en apoyo y organización de estos eventos e incluyen a Juan Guaidó como parte de estos acontecimientos. Dan la imagen de poder y control del país. Quieren equiparar estos acontecimientos a los de Bahía de Cochinos en los tempranos sesenta del pasado siglo aunque sus contextos son totalmente diferentes porque estábamos en la guerra fría y fue organizada desde Nicaragua por la CIA con resultados desastrosos para los anticastristas. El presidente colombiano Duque desmiente rotundamente el apoyo de su gobierno a estos aventureros y aclara la presión ejercida sobre el general Cordones Alcalá para entregarse a la DEA lo cual se cumplió en un lapso inmediato. Además, allá se discute sobre unas lanchas de guardia fluvial aparecidas en Venezuela.
El gobierno americano anunció no tener ninguna participación en las actividades mencionadas en Venezuela. Donald Trump indicó en forma tajante su distanciamiento con esas acciones y mencionó la palabra invasión como un ejercicio hecho por ellos de haberla organizado. Incluso, Mike Pompeo, el secretario de Estado, bromeó señalando que si hubieran hecho presencia el resultado habría sido otro.
La dictadura sale fortalecida con estos hechos porque saca provecho mediático ante tanta incompetencia. Una ristra más en la cadena de fallas de la oposición, en este caso, de la más beligerante. La frustración de la ayuda humanitaria en febrero y el fallido golpe del 30 de abril del año pasado todavía retumban en nuestros oídos así como el affaire del embajador Calderón Berti en Colombia
Unos incompetentes enfrentados a otros persiguiendo la captura del poder. Sería necesaria una nueva fuerza capaz de enfrentar al régimen para no contribuir con la eternización de esta represiva administración.
Es la tarea pendiente de quienes aspiran a un mejor país pero enmarcados en el esfuerzo titánico de confrontar con el chavismo y además hacerlo también con todas esas expresiones políticas pretendientes de alcanzar el poder para repetir los mismos vicios que dieron en el pasado los motivos para llenar el espacio político con el militarismo aspirante a quedarse el mayor tiempo posible en la cúspide de la dominación.
Esta segunda versión de Playa Girón ha sido toda una bufonada para beneplácito de los chavomaduristas.