02.AGO.20 | PostaPorteña 2133

APORTES PARA REPENSAR: ECOSOCIALISMO vs. MARXISMO COLAPSISTA (XIII)

Por Olegario Ballesteros

 

Capítulo XIII: NAVEGAMOS INMERSOS EN UN MUNDO, QUE ¡NO CONOCEMOS!

 

Investigador/militante del FPA: Olegario BALLESTEROS

URUGUAY, Montevideo, junio de 2020

CAMBIO CLIMÁTICO     - Parte A–   

Tratamos de comprender ¿cómo funciona? el mundo, partiendo de sus complejas interrelaciones. Buscamos de posicionar las sumas de ideas que formateen los diseños que nos expliquen ¿por qué?, suceden  periódicamente  estos grandes hitos, de los que no tenemos razones. Sólo sabemos, que el Cambio climático – Calentamiento Global, ¡están en marcha!

Virtualmente vamos surfeando ¡lejos!, ¡muy lejos!, ¡tanto!, que andamos intercambiando pareceres con Anaximandro de Mileto, (610 a.n.e. - 545 a.n.e.), sabio, geógrafo, y filósofo de esencial importancia en el pensamiento humano. Escuchamos temas del pasado/presente, sobre si:

...”El principio originario de las cosas es el Ápeiron el cuál lo consideraba como el principio constitutivo de las cosas, que no es agua, ni tierra, ni fuego, ni aire; no tiene forma concreta, porque es infinito. El cosmos nace, se desarrolla y perece en el seno de ese Ápeiron."; ...”la naturaleza es eterna y no envejece.”; ...”el principio y elemento de las cosas es lo indefinido.”; ...”todos los seres derivan de otros seres más antiguos por transformaciones sucesivas.”; ...”hay muchos mundos y muchos sistemas de Universos que existen todos al mismo tiempo, y todos ellos son perecederos.”; ...”lo ilimitado no tiene principio pues, en tal caso, sería limitado.”; ...”las cosas se originan por la separación de los contrarios.”; ...”la era de los humanos no se explica sin sus antecesores.”…

Después de reconocer que los temas son extremadamente complejos, profundos, y nos conmocionan los pensares llenándonos de grandes incertidumbres, nos despedimos de Anaximandro, y nos metemos en el Universo, que -por ahora-, decimos ¡conocer! Partimos de las enseñanzas que nos impartió el gran científico Albert Einstein, al decirnos:

...”No existe un tiempo absoluto, ni un espacio absoluto, y por lo tanto, la velocidad de la luz (en el vacío) es la misma en cualquier sistema de referencia;...”Todos los fenómenos físicos tienen su tiempo propio asociado;…”Diseñó un modelo cosmológico según el cual el Universo era finito, pero sin fronteras. Esta concepción contradictoria se aclara al aceptar que el espacio es curvo; así como, la superficie de la Tierra es finita porque se cierra sobre sí misma, y no tiene fronteras.”

Por último irrumpe un gran maestro olvidado que aparece resplandeciente hasta llenar de vergüenza a los científicos mentirosos que nos están rodeando. El gran astrofísico, Milutin Milankovitch (1829/1958), nacido vecino a la ciudad de Osjek, en Croacia (ex Yugoslavia). Quién nos enseño en el año 1941, con su obra “Kanon der Erdbestrahlung und seine Anwendung auf das Eiszeitproblem”, fundamentando las tesis: matemáticas, astronómicas, geofísicas, y geológicas, para explicar los Cambios Climáticos secuenciales sucedidos en la Tierra. Basó sus estudios e investigaciones en las interrelaciones, entre: la oblicuidad del eje,laprecesión de los equinoccios, y la excentricidad orbital de la Tierra.

ELEVAMOS LAS IDEAS Y PENSAMIENTOS INTENTANDO LLEGAR, ¡HASTA ELLOS!

Tentamos descifrar los pareceres de los grandes maestros, ubicándonos nuevamente sobre la tabla espacial surfeando en las dimensiones/tiempos del Universo. Desde la lejanía del Ápeiron, constatamos que todas las interrelaciones cósmicas se estructuran sobre trayectorias curvas dentro de órbitas cerradas como ciclos, que, no tienen: ni infinito, ni horizonte, ni fronteras, ni comienzo, ni fin. Se organizan describiendo trayectorias por dónde se desplaza la materia/energía que va y viene girando/rotandoen forma de frecuencias orbitales dentro del propio espacio/tiempo, el que arribará virtualmente ¡siempre! a su inicio (pasado – ciclo estratigráfico), porque como materia/energía en evoluciones secuenciales in aetérnum, se transforma/cambia como unidad de contrarios para,¡no envejecer nunca!

Las órbitas se posicionan girando en el espacio cósmico dentro de una intrincada interrelación de equilibrios interconectados entre las fuerzas de atracciones gravitacionales en armonías equidistantes, las que se intercambian atrayéndose/repeliéndose (±), según la Ley de la atracción Universal de los cuerpos definida por Isaac Newton, al enunciar: ...”la fuerza con que se atraen dos cuerpos de diferente masa únicamente depende del valor de sus masas y del cuadrado de la distancia que los separa.”. Y como nos enseñó  Anaximandro de Mileto, cuando definió, que:las cosas se originan por la separación de los contrarios

Es de investigadores, el andar surfeando sobre la tabla por el espacio cósmico, y poder prontamente, cambiar de vehículo para navegar cómodamente en un Dron cósmico a la  velocidad de la Luz (c). Es tan genial saber que esta velocidad es la medida de longitud en el espacio/tiempo absoluto. Con este salto comprobamos lo que nos enseñó el maestro, cuando nos dijo: ...”No existe tiempo absoluto, ni espacio absoluto, y por lo tanto, la velocidad (en el vacío), es la misma en cualquier sistema de referencia.”.

La Galaxia Vía Láctea orbita en dirección a la Constelación de Hidra a la velocidad de ±585/725km/s, casi ±2'100/2'600.000km/hr, según constataciones realizadas por el Radiotelescopio Very Long Baseline Array (VLBA), de la Fundación Nacional de la Ciencia de EEUU. Tarda 220/250 millones de años en dar una vuelta completa a su órbita cercana al borde interno de la Burbuja Local. Se han repetido sus secuencias/órbitas unas ±18/20 veces en los tiempos como Año Galáctico, lo que tarda el Sistema Solar en dar una vuelta a la Vía Láctea. Navega adentro y cerca de la punta del brazo barrado de Orión o Brazo Local, el que gira por la fuerza centrípeta alrededor de su Agujero Negro -Sagitario A-, el que se encuentra a ±25.300/29.586 años luz en el centro/eje galáctico. Se ubica adentro de la Constelación de Orión, entre el brazo de Sagitario y el de Perseo, los dos brazos más grandes de nuestra Galaxia, oscila en vaivenes rotatorios -pendulares sincrónicos llamadas fuerzas de marea, las que producen fuerzas atractoras/repulsoras (±), alternándose hacia el centro y hacia  afuera, por encima y por debajo del plano de rotación del disco Galáctico

Astrónomos dirigidos por Christopher Conselice, de la Universidad de Nottingham, descubrieron que el Universo contiene unos 2 billones de Galaxias, diez veces más de lo que se calculaba. Durante los últimos 20 años, los científicos han utilizado imágenes del Telescopio Espacial Hubble para estimar que el Universo que podemos dimensionar contiene alrededor de 100/200.000 millones. La tecnología astronómica de última generación nos permite estudiar sólo el 10% del espectro, y el 90% restante sólo se  verá cuando se desarrollen telescopios más grandes, y de mayor capacidad.

DESDE ¡ALLÁ!, RECIBIMOS LOS APORTES QUE NOS VAN “ABRIENDO LAS IDEAS”

Dentro de las inconmensurables dimensiones espaciales se transmiten por el espacio cósmico las oscilaciones como resonancias orbitales de las ondas/energías, similar a como se transmiten en los temblores/terremotos en la Tierra, cuando las frecuencias de las ondas sísmicas actuando como energías externas se igualan a las frecuencias oscilatorias de las estructuras receptoras, sumándose como ímpetus (energías/fuerzas). De forma similar se produce en el brazo barrado con las sumas de las resonancias orbitales las que se transmiten como ímpetus de fuerzas energizadas por las atracciones que estructuran una trama interconectada con todas las fuerzas sumadas conformando un único campo magnético, lo que, le da forma propia como brazo barrado en evolución permanente.

Comprobamos por las constantes que todo cuerpo celeste que tiene su núcleo activo y se desplaza por el espacio cósmico ejerce atracción magnética con radio de influencia esférico desde su centro de masa (centroide), ¡al mismo tiempo!, que su peso/masa ejerce atracción gravitatoria hasta quedar integrada/o por sumatoria a una órbita/ciclo  por la atracción de los cuerpos. Sistema que se organiza armónica y  equilibradamente como unidades de pesos/masas contrapuestos que forman el sistema orbital que gira alrededor de la fuerza gravitatoria predominante, la que ejerce su atracción como cuerpo, o, como suma de los vectores de fuerzas, los que se organizan en resonancias orbitales, alineándose  todas lasfuerzas en una única dirección de atracciones/giros.

Dos cuerpos celestes orbitan alrededor de otro en sincronía, y la resonancia orbital es responsable de estabilizarlos en sus órbitas, pero también, ¡lo es!, de expulsar a otros cuerpos ajenos de la órbita. La resonancia orbital al tener movimientos oscilatorios periódicos y hacerlo con vaivenes/balanceos armónicos ejercen una desviación de bamboleos frecuenciales sincrónicos sobre la proyección de los ejes de giros orbitales/rotacionales de los cuerpos orbitando.

A vía de ejemplo, la Luna gira/orbita en rotación síncrona, que es una resonancia de 1:1, porque tarda lo mismo en dar una vuelta sobre sí misma, que en darla alrededor de la Tierra. Mercurio, está en resonancia 3:2 con el Sol, porque rota sobre sí mismo 3 veces, por cada 2 órbitas alrededor del Sol. Entre Júpiter y Saturno es de 5:2, porque cada 5 vueltas de Júpiter alrededor del Sol, Saturno da 2 vueltas, y su resonancia es la que causa la organización de los anillos de Saturno en el cinturón de Kuiper, etc.

De forma que su cambio como contrario magnético hegemónico secuencial/ oscilatorio, obliga a todas las interrelaciones integradas adentro del brazo barrado a girar sus cambios magnéticos, intercambiando sus posiciones físicas opuestas atraídos por los contrarios, porque los iguales se repelen. Ésta interrelación obliga a que se invierten las fuerzas, ¡rotando! atraídos por los signos opuestos a la fuerza magnética gravitatoria que predomina entre los cuerpos, o sistemas.

Los lugares físicos en los que se posicionan/estacionan los polos periódica cíclicamente ¡no son!, los que ejercen las fuerzas magnéticas, sino que¡son!, los campos magnéticos los que se estacionan en los lugares físicos periódicamente, y, ¡desde allí!, se ejercen  como fuerzas atractoras dentro de los sistemas que conforman. Cuando un campo magnético oscila en su secuencia pendular periódica (centrípeta/centrífuga) obliga a cambiar de posiciones ¡rotando! 180° a los polos magnéticosque se accionan dentro de su radio de influencia gravitacional predominante por lo que, todo lo que sucede dentro este sistema interrelacionado de fuerzas/campos magnéticos contrapuestos se sentirá, al ¡mismo tiempo!, en todos los lugares del brazo barrado,y en especial  sobre y dentro del Sistema Solar y la Tierra, porque están contenidos/integrados.

Para grandes distancias de separaciones en el espacio cósmico entre los cuerpos, o sistemas integrados, se admite que la masa de cada uno de los cuerpos se diseñe desde su centro, ¡es decir!, alineando al centro de masa con el centro de gravedad, lo que permite definir que el cuerpo es atraído por un campo de fuerzas unidireccional, es cómo, si fuesen solamente u punto cósmico, lo cual, permite en la teoría aplicada, reducir la complejidad de las interacciones entre cuerpos en el espacio.

Consideramos, que,éste, ¡es!, el peor desacierto teórico que prevalece entre los científicos que investigan éstos temas.

Coincidimos con los pareceres del Dr. Marco A. Martos Núñez de Cáceres, investigador del IA – Instituto de Energía del Universo de la UNAM- Universidad Nacional Autónoma de México, (19/12/2015), quién nos alerta:

...”En años recientes han aparecido datos que sugieren una revisión de los análisis en relación a los agujeros negros y sus cercanías, porque su gran poder de atracción gravitacional es disputado por las fuerzas magnéticas que lo rodean. Se confirma por la Sonda Espacial Planck que diseñó precisos mapas de polarizaciones interrelacionadas dónde se dibujan grandes nubes turbulentas filamentarias como líneas de fuerzas de fuertes campos magnéticos.”

UNA VIEJA TEORÍA QUE SE DESEMPOLVA, A PESAR DE LOS “SABIOS MIOPES”

Desde fines del siglo XVIII, se posicionaron diversas teorías sobre los Cambios Climáticos sucedidos en la Tierra. Los más connotados fueron: el matemático francés, Joseph Alphonse Adhemar (1797-1862); el científico escocés, James Croll (1821-1890); y, el astrofísico yugoslavo, Milutín Milankovitch (1879-1958). Los aportes conjuntados dan explicación y definen los fundamentos más objetivos científicamente de, ¿porque?, suceden los Cambios Climáticos, en nuestro Planeta.

Según éste astrofísico, los Cambios Climáticos son procesos periódicos cíclicos porque se repiten regularmente en el espacio y en el tiempo, y que, por tal razón, ¡son demostrables! y ¡predecibles! Para fundamentarlo se apoyó empíricamente en los incipientes conocimientos (para su época), de las estratigrafías sedimentarias depositadas secuencialmente (testigos) por la Naturaleza sobre todo el Planeta. Éstos presentes físicos, permiten  sacar las mejores lecturas del pasado lejano, en las distancias/tiempos, para predecir con mucha efectividad los ciclos que se repetirán de futuro.

Actualmente a ésta subdisciplina de la Estratigrafía se le llama  científicamente como ciclo estratigrafía porque se aplica en los análisis y reconocimientos de las diferentes sucesiones sedimentarias, las que, se han depositado secuencialmente, en: las grandes formaciones rocosas; los lechos lacustres; o, marinos, en capas sedimentarias. En el año 1976, los investigadores, Shackleton, Hays, eImbrie, participaron en el Proyecto Internacional CLIMAP para extraer en dos sondeos, muestras del fondo marino del Océano Índico. Éstas muestras/testigos permitieron datar con gran exactitud los Cambios Climáticos producidos en los últimos 500.000 años, y poder así reconocer los períodos climáticos fundamentados por la “Teoría de Milankovitch” a partir de las reacciones isotópicas del oxígeno (18O) contenido en la caparazones de los foraminíferos bentónicos extraídos como muestras, los que combinan el oxígeno disuelto en el agua circundante con carbono y calcio  para formar sus caparazones, incorporando la proporción entre18O y 16O dependiendo de la temperatura. Cuando estos organismos mueren, se depositan en el lecho marino, preservando un registro del clima global, así se pudieron medir con gran exactitud y comprobar las variaciones de los Cambios Climáticos.

Con sus estudios matemáticos, astronómicos, geofísicos, y geológicos, resolvió (en su época) los problemas de las perturbaciones cíclicas que se sucedieron en los Cambios Climáticos terrestres aplicando métodos geofísicos para enunciar la Ley de la Insolación Terrestre, y, con fundamentaciones geológicas dio respuestas científicas a las Glaciaciones sucedidas, y otros.

Fundamentó a escalas planetarias las variaciones de los patrones orbitales Tierra-Luna-Tierra-Sol los que se derivan  en distintos ciclos con un espectro muy amplio de frecuencias, las que van desde la “Banda de Frecuencias del Calendario”, dónde se suceden: ciclos mareales semidiurnos; ciclo lunar; ciclo anual; y otros, hasta la “Banda Galáctica”definiendo el ciclo de rotación de la Galaxia Vía Láctea.

En la parte media de estas bandas como frecuencias, está definida la “Banda de Milankovitch” que posiciona los ciclos asociados a los elementos orbitales de la Tierra en el Sistema Solar, analizados en períodos de cientos de miles de años, y para ello, se apoyó en la ciclo estratigrafía, para, así definir: la oblicuidad, la precesión de los equinoccios, y la excentricidad de la órbita terrestre.

Como conclusiones de estos importantísimos estudios fundamentó la Teoría del Cambio Climático, o, “Teoría de Milankovitch” la que postula un control orbital sobre los cambios climáticos de carácter periódico, los que se han producido a lo largo de la historia de la Tierra, en frecuencias cíclicas de decenas a cientos de miles de años, en vaivenes cíclicos secuenciales, entre los congelamientos glaciales, con calores extremos.

La “Teoría de Milankovitch” se reconoce, como la teoría astronómica del Cambio Climático que pronostica que los cambios producidos por la combinación de los elementos orbitales, de: precesión, oblicuidad, y excentricidad de la órbita con la cantidad de radiación solar recibida en una latitud/lugar en una época del año puntual, son la causa última de las grandes variaciones climáticas de la Tierra.

Estas comprobaciones se hicieron según un patrón en el que se reconocían superpuestos un ciclo de ±45/50.000 años (que expresa la periodicidad de la oblicuidad), otro ciclo de ±22.5/25.000 años, (que expresa la precesión de los equinoccios), y un tercer ciclo de ±100.000 a ±200.000 años, (que representa a la periodicidad de la excentricidad de las orbitas)

Estos ciclos son los que confirman la teoría de Milankovitch al demostrar que existe un sólido nexo entre los ciclos orbitales y los Cambios Climáticos de la Tierra.


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