12.AGO.20 | PostaPorteña 2137

Bolivia: Nueva ola de represión y violencia

Por Chaski Clandestina

 

Parte 1: Testimonios desde abajo

Chaski Clandestina  10/8/20

EN EL BORDE

 

Acatando la convocatoria de Huelga General y Bloqueos de Caminos, realizada por la Central Obrera Boliviana, (COB), en el Cabildo de El Alto del 28 de julio, el día 3 de agosto, las manifestaciones y los bloqueos camineros empezaron exigiendo que se respete la fecha para las elecciones generales, que habían sido fijadas para el 6 se septiembre y que luego, en una decisión del Tribunal Supremo Electoral y el régimen añecista fueron postergadas para el 18 de octubre. Ante la negativa del órgano electoral, las personas movilizadas han decidido radicalizar sus medidas en los diferentes puntos de bloqueo y exigir ahora la renuncia de Añez. Una vez más, dispositivos de odio y violencia están invadiendo todos los resquicios que van dejando el sensacionalismo y la necropolítica, remanentes de cómo se afrontó la pandemia y la crisis de fin de 2019.

Ahora, en circunstancias recrudecidas, los medios de paga se limitan a criminalizar los bloqueos, silencian lo que se gesta en las calles, e invisibilizan la violencia paramilitar que ha invadido el espacio público desde hace dos días.

Qué estamos viviendo: En inicio las movilizaciones más contundentes se dieron en los departamentos de Cochabamba, La Paz, Potosí y Oruro, con la participación central de diferentes sindicatos campesinos. En las ciudades, sobre todo en Cochabamba y El Alto, juntas vecinales sostienen dos puntos de bloqueo fuertes en Senkata y las inmediaciones de San Roque en el otro extremo de la ciudad, y bloqueos intermitentes en otros puntos como la Ceja de El Alto. La movilización se extendió a ciudades intermedias como Yapacaní, San Julián, conocidas por ser bastiones del Movimiento Al Socialismo y de los sindicatos interculturales (hace no mucho denominados de “colonos”), también en el altiplano donde ha resurgido la figura de el ex dirigente sindical Felipe Quispe, el Mallku, que ha proclamado una movilización independiente del MAS.

Los puntos de bloqueos comenzaron a crecer hasta ser más de 100 en todo el país, y siendo ubicados desde medios de prensa y desde muchos sectores de la ciudad, como “bloqueos del MAS”. La representación partidaria del Movimiento Al Socialismo reconoció que participa de los bloqueos

La situación es mucho más compleja de lo que reflejan maniqueamente desde medios de prensa que muestran una media parte de la realidad, o esconden lo que está pasando en el país. 

Hay gente del MAS que exige elecciones y está movilizada, pero en varios puntos de bloqueo incluso esta dirigencia ha sido rebasada, esto está mezclado con un verdadero descontento en varios sectores de toda la población con las políticas de represión, intimidación, persecución, instauradas por el régimen añecista, y  por la situación del sistema salud pública, con el escándalo de corrupción protagonizado por el régimen en el caso de los respiradores para atención de casos de COVID-19. Otra medida ampliamente repudiada ha sido la aprobación de la evaluación de eventos transgénicos que afectará a las semillas nativas, que es una política totalmente atentatoria a la salud integral de todos. Otra, la inoperancia y descuido del sistema educativo, su liberalización y el cierre del año escolar. La crisis sanitaria y social provocada por la pandemia ha develado la crisis estructural del sistema de salud en Bolivia y la inoperancia de diversas autoridades estatales en todas estas décadas.

Los sindicatos a nivel nacional y organizaciones que convocaron e iniciaron las medidas están debilitados por varios factores. La dirigencia de la COB no tiene legitimidad ante todos sus sindicatos de base y varios han desconocido la convocatoria, así como su apoyo incondicional y acrítico al MAS, habiendo llegado a declarar su dirigente máximo en mayo de 2019 que primero estaba el binomio electoral “Evo-Álvaro” y después el país, que le valió críticas diversas, donde se ha cuestionado también la burocratización del ente matriz de los trabajadores sindicalizados.

Otras organizaciones como la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, están fraccionadas, la FEJUVE El Alto tiene tres dirigencias paralelas todas afines al MAS, el Pacto de Unidad que fue el gran pilar del gobierno del MAS, también está dividido y las dos organizaciones indígenas, la CIDOB y CONAMAQ, que formaban parte de él están fragmentadas producto de la intervención partidaria entonces oficialista que han vivido todos estos años. Varias organizaciones indígenas originarias de tierras altas y bajas han expresado su rechazo a los bloqueos, evidenciando fracturas que se han dado a través de por lo menos nueve años de políticas impulsadas por el gobierno del MAS, que han abierto los Territorios indígenas a un feroz avance extractivista.

El rechazo de sectores de las ciudades contra las movilizaciones son heterogéneas, ha habido una fuerte cobertura político-mediática a la escasez de oxígeno que estarían provocando los bloqueos y que la gente movilizada no está dejando pasar los tanques de oxígeno necesarios para atender a enfermos de COVID y otros pacientes críticos, especialmente se ha enfocado la posible muerte de bebés que en hospitales necesitan oxígeno para sobrevivir, esta posibilidad emitida por varios centros de salud, y el gobierno, ha generado un rechazo hacia las movilizaciones en un gran sector de la población. Sobre esto ha habido orden de la COB de dejar pasar tanques de oxígeno por la carretera, y varios videos que atestiguan que puntos de bloqueo dejan pasar los camiones de transporte que los traslada, pero informes oficiales detallan que aun no es suficiente la cantidad de oxígeno.

 Todo este rechazo se da por un lado de manera racista y con lenguaje de guerra, producto también de lo que se ha vivido en octubre y noviembre de 2019, y que identifica lo indígena campesino sobre todo de tierras altas inmediatamente con el MAS, el terrorismo, la muerte, hasta la falta de higiene y el foco de contagio, y pedir bala contra ellos. Otro sector reconoce la crisis que el MAS terminó produciendo en las organizaciones sociales, pero apoya las movilizaciones y hay otras opiniones que incluso están pidiendo un gobierno a la cabeza de militares, entre otras tantas posturas que hay. 

Más desde adentro de lo que está pasando en los sectores movilizados, cuando han transcurrido ya casi siete días de bloqueo caminero, puede verse que en varios puntos de bloqueo se ha sobrepasado la dirección del MAS y hay sindicatos que de manera masiva han salido en respuesta también a la acción de grupos parapoliciales y paramilitares que han actuado con la complicidad de la policía.

Los desbloqueos en la ciudad de Cochabamba que ha realizado la Resistencia Juvenil Kochala (RJC), con toda su violencia y racismo, en el punto de bloqueo de Colcapirhua, ha alimentado esa lógica de guerra y el imaginario de contraposición del campo contra la ciudad, o ahora, del campo y zonas populares, contra la otra parte de la ciudad. No desconocemos la actuación de grupos de dirigencias del MAS todo este tiempo, que ha deslegitimizado las demandas más profundas de la gente, pero del otro lado están los grupos de choque parapoliciales y paramilitares que han actuado en Cochabamba, también se han registrado enfrentamientos en Samaipata y Mairana que parecen pequeñas guerras civiles, donde grupos de campesinos contrapuestos a grupos juveniles se han enfrentado cuando éstos últimos han ido a desbloquear las vías, algo que ya lo veíamos desde 2003 en Santa Cruz.

Esta vez, hay un respaldo y justificación desde varios sectores de ciudades a este tipo de hechos, asumiendo que estos grupos juveniles son “la defensa” de las ciudades asediadas. El día sábado, por ejemplo, grupos de la RJC llegaron a La Paz exportando su violencia, y provocado enfrentamientos y amenazas contra la vigilia que realizaban grupos del MAS y gente que pide el adelanto de elecciones y/o la renuncia de Añez.


Pero hay más realidad que esa: existen iniciativas solidarias vecinales auto-organizadas que no ganan protagonismo en el recuento ‘oficial’, existe todo un conglomerado de personas que no se prestan al juego de la polarización a pesar de la manipulación mediática de los medios de paga, y otras tantas personas autoconvocadas que tienen su propia lectura crítica de la realidad a pesar de ser metidas todas en un solo saco con la etiqueta del MAS


En este momento crítico cuando en medio de pandemia, hay incendios en la Chiquitanía nuevamente, pronósticos de sequía, enfrentamientos entre sectores sociales, toma de rehenes, salida de grupos paramilitarizados, un asqueroso manejo político de todos los partidos, y los tambores de guerra de una caravana policial militar que parte de la ciudad de Santa Cruz hacia La Paz, pasando por medio de los bloqueos camineros, queremos escucharnos, y como medio de abajo, hemos decidido amplificar testimonios y voces que se dan en algunos puntos de bloqueos, gracias al trabajo de radios comunitarias y compañeras que nos acercan al cerco silenciador, para escuchar también disentir, y debatir, pero jamás dejar paso a la fascistización.
 

#HayQueReconstruirDesdeAbajo!!!!!!!!


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