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Informe sobre Uruguay del Bank of America

Por El País

 

¿Qué dijo una de las empresas más grandes del mundo sobre Uruguay?

 

El Bank of America, una de las empresas más grandes del mundo y el tercer mayor banco a nivel global, realizó un informe sobre Uruguay

El País 21 agosto 2020

 

Es una de las empresas más grandes del mundo, con un valor actual de mercado de US$ 217.686 millones. De hecho, en su rubro, el bancario, es el tercero más grande del mundo: es el Bank of America (BofA).

A través de su división BofA Securities emitió un informe sobre Uruguay para clientes en el que destaca el manejo de la pandemia del coronavirus, afirma que el déficit fiscal está “bajo control” aunque debe ajustarse y duda de que solo pueda hacerse con recortes de gasto, prevé que el gobierno logre mantener el grado inversor y remarca el manejo de la deuda.

“Uruguay es una de las pocas historias de éxito en América Latina, el epicentro del virus, ya que ha mantenido al COVID-19 bajo control a pesar de una reapertura más rápida (incluidas las escuelas). Los casos activos ascienden a solo 210 (a la fecha del informe) y los brotes recientes se han contenido en medio de pruebas y rastreo efectivos”, destacó el informe.

“Una rápida reacción del gobierno, pruebas efectivas y rastreo de contactos, así como factores idiosincrásicos como la baja densidad urbana y los hogares de ancianos atomizados permitieron una reapertura más rápida y una baja incidencia de virus”, añadió.

El banco espera una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de Uruguay de 4% este año, “una recesión mucho menor que el promedio de América Latina (-8,2%) en medio de evidencia de un repunte de la actividad debido a la reapertura en curso”. La estimación del gobierno (será actualizada en el proyecto de ley de Presupuesto) es de una caída de 3%.

“Para 2021, vemos que la economía crecerá al 5,4% en medio de la recuperación mundial, una fuerte inversión extranjera directa y políticas favorables al mercado”, agregó.

El informe recordó que el déficit del sector público no financiero se situó en el 5,1% del PIB en los 12 meses cerrados a junio, lo que representa 1 punto porcentual más que al cierre de 2019, “un deterioro mucho menor que en el resto de América Latina”.

“Los gastos del Fondo Coronavirus hasta ahora son solo el 0,3% del PIB (0,5% del PIB con el alivio impositivo), muy por debajo del 1,3% del PIB que esperamos para 2020”, puntualizó el BofA Securities. Es decir, hasta ahora los gastos del fondo representan US$ 271,1 millones y el banco estima que llegarán a US$ 705 millones en el año.

Según el banco “la situación fiscal se deteriorará significativamente en 2020 como resultado del COVID-19. Sin embargo, creemos que el impacto fiscal será de corta duración dada la rápida recuperación del PIB en 2021, la eliminación del estímulo COVID-19 y un presupuesto austero en proceso”.

El BofA estima un déficit fiscal de 6,7% del PIB al cierre de este año, “un deterioro significativo frente al 4,1% del PIB del año pasado, pero un aumento relativamente pequeño en comparación con el resto de América Latina”. El gobierno proyecta un déficit de 6,5% del Producto (que podría actualizar en el Presupuesto).

“Creemos que el gobierno puede reducir el déficit a alrededor del 4% del PIB en 2021 debido al repunte de la actividad, la eliminación de la mayor parte del estímulo COVID-19 y un prudente presupuesto que se dará a conocer en breve”, añadió

El banco duda de que el gobierno pueda reducir el déficit solo con recorte de gastos. “¿Solo recortes de gastos?”, se preguntó y señaló que “el gobierno ha anunciado que la consolidación provendrá principalmente de recortes de gastos, lo que puede ser positivo para el crecimiento a mediano plazo, pero plantea algunas dudas sobre su factibilidad”

Sobre esas dudas, dijo que “en particular, el gobierno está operando actualmente bajo una coalición donde los partidos minoritarios son importantes para aprobar leyes y reformas. Dicho esto, la aprobación presidencial en torno al 60% debería servir de apoyo”.

Para el banco, “la caída de los salarios reales aporta credibilidad a la consolidación”  fiscal. “La caída de los salarios reales impulsada por la administración (tanto para los trabajadores privados como públicos), que es posible en un mercado laboral muy débil, ayudará a reducir los pagos de salarios estatales y pensiones (que están vinculadas a los salarios pasados) en 2021. Estos dos rubros representan el 16,4% del PIB. Ya se acordó una caída del salario real para el salario del sector privado para 2021 (caída similar a la caída del PIB este año) y entendemos que el gobierno busca una lógica similar para los salarios públicos”, afirmó.

“Los recortes del gasto de 2021 son solo el comienzo de la consolidación fiscal, ya que se espera que los límites de gasto se endurezcan a partir de 2022. Para el mediano plazo, la nueva regla fiscal en proceso y la discusión de la reforma de pensiones pueden proporcionar un ancla para seguir reduciendo el déficit. Las reformas son clave dada la rigidez del gasto corriente”, concluyó.

Ajuste fiscal debe ayudar a desacelerar suba de deuda

El informe señaló que “Uruguay pudo cubrir la mayor parte de sus necesidades de financiamiento para luchar contra el COVID-19 al obtener préstamos multilaterales, así como aprovechar los mercados locales y globales”. Agregó que “sin embargo, las autoridades no descartan regresar a los mercados internacionales si las condiciones son favorables para la emisión en moneda local (que podría incluir operaciones de gestión de pasivos)”. En ese sentido, destacó que “el gobierno desea continuar aumentando su financiamiento en pesos de los mercados globales para construir un mercado más líquido, expandir su base de inversores y hacer que los índices de deuda sean menos vulnerables a la volatilidad cambiaria”. Según el reporte de Bank of America Securities para sus clientes, “la consolidación fiscal debería ayudar a ralentizar sustancialmente el crecimiento de la deuda en relación al PIB en 2021”.

Popularidad “respalda medidas duras”

El informe del Bank of America estima que “Uruguay mantendrá su estatus de  grado inversor este año ya que las fortalezas superan a las debilidades y porque esperamos un proyecto de ley de Presupuesto suficientemente austero” ya que el gobierno es conciente “de la importancia de un presupuesto responsable para mantener su estatus de grado inversor”

Para la institución, las fortalezas de Uruguay para mantener el grado inversor pasan por el “superávit en cuenta corriente, alto nivel de reservas internacionales (29% del PIB), flujos de inversión extranjera directa y acceso fluido al mercado. Un gobierno con una agenda favorable al mercado apoya el crecimiento a mediano plazo. Las fortalezas estructurales incluyen un alto PIB per cápita en la región, instituciones sólidas y una buena distribución de la riqueza” además de una “red de seguridad que hacen que los cambios estructurales y la consolidación sean social y políticamente factibles. El control del COVID-19 permitió una recuperación más rápida y un menor deterioro fiscal. La gran popularidad del gobierno respalda medidas duras a corto plazo”

En las debilidades, mencionó que “claramente el altísimo déficit fiscal inicial es el talón de Aquiles. En nuestra opinión, las agencias de calificación implementarán una estrategia de esperar y ver qué pasa hasta que se presente el nuevo Presupuesto, pero los riesgos de rebaja son sustanciales si la consolidación no es decisiva (no es nuestro caso base). Además, la relación entre la deuda y el PIB del gobierno central es moderadamente alta, del 58,4% en 2019, aunque la larga duración de 14,1 años en promedio proporciona cierto colchón. Tener a Brasil y Argentina, dos vecinos volátiles, como socios comerciales y ser un exportador de materias primas también es una vulnerabilidad externa. La inflación en torno al 10% sigue siendo alta para un país con grado inversor


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