30.AGO.20 | PostaPorteña 2143

Siglo 21: Discurso del elemento denominado coronavirus y el siniestro perverso patriarcado

Por Osvaldo V. Buscaya

 

El nihilismo intelectual/seudocientífico aplicado en la globalización

 

En el siglo 21, ya, nada puede sustituir los insospechados perfeccionamientos, de la concepción perversa del poder mundial globalizado. Esta concepción está, ya acabada en todas sus partes y seguirá siéndolo ni puede modificar en nada, el hecho de adaptarse nuestra dependencia en el nuevo mundo real impuesto por el perverso poder mundial globalizado que, extrae su fuerza de su adaptación a sus perversos impulsos instintivos, hoy, mediante la aplicación del elemento denominado coronavirus. El nihilismo intelectual/seudocientífico aplicado en la globalización, irradia en nuestros tiempos el anarquismo político, propio de la perversión paranoica de la civilización, utilizando los conocimientos que provee la tarea científica, pero componiéndola para impulsarla a la anulación de la persona, dictándole la misión de suprimirse a sí misma, sometida a las reglas del perverso paranoico poder mundial globalizado.

El poder del perverso paranoico poder mundial globalizado actúa sobre las masas, invadiéndole la psique con el temor de angustia, incapacitándola de suprimirla, por medio de una reacción adecuada, tal un peligro procedente del exterior, precipitándola en la irreversible neurosis de angustia endógenamente nacida.

Las masas se conducen así, como si proyectasen dicha excitación al exterior. El temor y la neurosis correspondientes se hallan en íntima relación, siendo el primero la reacción a una excitación exógena, y la segunda, la reacción a la excitación endógena análoga. El temor es un estado pasajero, pero la neurosis de angustia, un estado crónico, pues, la excitación exógena del temor actúa como un impulso único, y la endógena como una fuerza constante con lo impulsado con el elemento denominado coronavirus proyectándole la muerte si no se somete a la imposición mundial. Semejante nihilismo no es una actitud provisoria de un sector determinado y sectario, todo lo contrario; es la sólida base del perverso paranoico poder en su imposición globalizada proyectado a todas las áreas del mundo.

Al perverso paranoico poder mundial le falta el criterio de la verdad

En el fondo no hallamos en el perverso paranoico poder mundial globalizado, sino lo que necesita, ni verá más de lo que quiera ver en su irresoluble perversión no sublimada. Y como al perverso paranoico poder mundial le falta el criterio de la verdad, le es indiferente la coincidencia con el mundo exterior donde ejecuta su impune y genocida accionar, hoy, en la globalización. En ésta “evolución” de la ejecución política del perverso paranoico poder mundial globalizado desde la izquierda/derecha las investigaciones sobre la estructura de la sociedad, sobre todos los sectores de la vida humana permiten considerar: las tesis como las de que la evolución de lo social, sería un proceso natural y que los cambios sobrevenidos en la estratificación social surgen unos de otros en la trayectoria de un proceso dialectico que, nada tienen de “materialistas”; salvo la delirante aplicación del genocidio totalitario, hoy, con el elemento denominado coronavirus y sus consecuencias.

No me es posible libertarme de mi opinión habituada a referir la estructura de las clases sociales desde la izquierda/derecha, de la perversa civilización, a las, luchas que, desde el comienzo de la Historia, se desarrollan entre hordas humanas, separadas por mínimas diferencias, donde la ley es la paranoica perversión.

Las diferencias sociales fueron originalmente diferencias entre clanes o de raza de paranoicos perversos. Factores psicológicos como el exceso de la tendencia agresiva constitucional de los perversos o también la cohesión de la organización dentro de la horda, y factores materiales tales como la posesión de armas mejores deciden la victoria entre los perversos. Los vencedores se hacen los amos y los vencidos pasan a ser los esclavos con las mujeres y en todo esto no descubrimos nada de leyes “naturales” ni de evolución “dialéctica” de conceptos; en cambio, se evidencia el influjo que el dominio progresivo sobre las fuerzas naturales, incluida la mujer como objeto al servicio de la procreación y el placer sexual, ejercido sobre las relaciones sociales del perverso, al poner siempre al servicio de su agresión los nuevos medios de poderío conquistados y los utilizan unos contra los otros, en tanto la mujer en su carácter también de esclava ----más del 50% de la humanidad---- se somete al rol de procrear proveyendo los integrantes varones perversos irresolubles y ambiguos sexuales para el “juego” de los amos y los esclavos en la “civilización”; hoy, mundial globalizada.

El paranoico perverso poder mundial globalizado, hoy, utiliza los temores con el encierro abusivo

El paranoico perverso poder mundial globalizado, hoy, utiliza los temores con el encierro abusivo, el uso de las pantallas y la exposición al morbo de los medios en la problemática del desarrollo respecto del terrible confinamiento.

Lo esencial en considerar será que, no son los sucesos mismos generados en la situación de cuarentena --un real campo de concentración--, los que actúan traumáticamente, sino su recuerdo emergente. Los casos de este real campo de concentración abusivo, derivará en una serie de “costumbres” patológicas, síntomas y fobias irreversibles, por medio de su referencia a las presentes experiencias de la indebida cuarentena, que resultarán explicables en el enlace lógico de las manifestaciones neuróticas y paranoicas del futuro; que hará imposible rechazar dichos recuerdos, fielmente conservados en niñas y niños. Claro está que será inútil querer interrogar en el futuro al adulto sobre el actual y real confinamiento de la indebida cuarentena fuera del psicoanálisis, pues su huella no se encuentra jamás en la memoria consciente y si solo en los irreversibles síntomas patológicos.

Desde la introducción del metal, bronce, hierro, la pólvora, las grandes guerras, la conquista del aire, lo nuclear, la carrera espacial, la cibernética, la nanotecnología, etc., observaciones con la que no decimos nada nuevo, la interpretación de la Historia y la predicción del futuro en que se funda la paranoica perversa civilización patriarcal, desde la izquierda/derecha política, prosigue apuntalando su influencia coercitiva sobre las disposiciones intelectuales, culturales y científicas.

Ahora bien, sobre la masa humana, sometida a necesidades económicas, transcurre el proceso de la evolución de la cultura del paranoico perverso patriarcado en el robustecimiento progresivo del espíritu científico, como parte esencial. Es así que el paranoico perverso patriarcado en la amplia significación izquierda/derecha política en que se alterna, robustece su irresoluble perversión y ambigüedad sexual en la evolución histórica, imponiendo con sus “revoluciones” su siniestro parecer y las dudas sobre su paranoica perversión milenaria que implica la prohibición de pensar; es el implacable método genocida disimulado sobre la condición humana, como en los tiempos de herejía por la iglesia católica, hoy con el elemento denominado coronavirus.

La pretensa posición de los mecanismos “igualitarios” promovidos por el perverso patriarcado, tomados como una suerte de “revelación” en la globalización, no están más libres de contradicciones y oscuridades que aquellos libros sagrados más antiguos y es explicito con la relación entre el derecho y el poder; pudiendo sustituir la palabra “poder” por el termino, más rotundo y más duro, “fuerza”. En esta hipócrita paranoica perversa civilización patriarcal derecho y fuerza hoy se disimulan como antagónicos, no siendo difícil demostrar que el primero surgió de la segunda, y cuando retrocedemos a los orígenes arcaicos de lo humano para observar cómo se produjo este fenómeno, resolver el enigma se nos presenta sin esfuerzo no siendo novedad y conocido el sometimiento implacable sobre la mujer, más del 50% de la humanidad.

Esta realidad de sometimiento genocida, a escala globalizada, posee antecedentes experimentales

Los conflictos de intereses en la paranoica perversa civilización patriarcal se solucionan mediante el recurso de la fuerza, como en todo el reino animal y en el caso del perverso se suman conflictos de opiniones llevados a la máxima altura de la abstracción para “requerir” otros “recursos” para su solución como complicación reciente ahora, pero desechando más del 50% de la humanidad, la mujer; como al principio en la pequeña horda humana, donde la mayor fuerza muscular decidía a quien pertenecía alguna cosa --la mujer-- como voluntad de quien debía llevarla a cabo. Reforzando luego la fuerza muscular con el empleo de herramientas, triunfando aquel que poseía las mejores armas o que sabía emplearlas con mayor habilidad.

Mediante las armas, el perverso, comienza a ocupar la plaza de la fuerza muscular bruta con la superioridad intelectual, pero el objetivo final de la lucha es el mismo; por el daño que se inflige o por la aniquilación de las fuerzas del contendiente, le obliga a abandonar sus pretensiones y este objetivo se alcanza completamente cuando lo mata. La “ventaja” es doble, pues el enemigo no puede iniciar otra vez su oposición y sirve como escarmiento a otros incluido más del 50% de la humanidad; reflejando sobre las masas sometidas la realidad de la inquisición, y que en un momento dado respetándoles la vida manteniéndolas atemorizadas, el perverso varón, se permite emplear a la mujer para realizar trabajos “útiles” en la procreación y así por la fuerza se la subyuga dominando con el mayor poderío, la fuerza bruta, el abuso, el femicidio intelectualmente fundamentado del perverso varón.

Esta realidad de sometimiento genocida, a escala globalizada, posee antecedentes experimentales en la segunda guerra mundial con dos bombas atómicas de fisión, provocando la destrucción total dentro de un perímetro limitado, además de que el entorno circundante se volvió altamente radiactivo, dejando secuelas graves en el organismo de cualquier ser vivo: Una efectiva destrucción de estructuras materiales y matanza de personas; es decir eliminación inorgánica y orgánica. Pero las variantes científicas logradas, llevaron a perfeccionar a las que producen poca destrucción de estructuras y edificios, pero mucha afectación y muerte de los seres vivos por la radiación, (Chernóbil, por ejemplo, mediante la radiación inicial de un accidente nuclear puede ser mucho más baja que la de una bomba, pero su tiempo de vida será mucho más largo) incluidas en la categoría de armas tácticas.

En este año 2020 la estrategia mundial con el elemento denominado coronavirus, ejecuta una serie de tácticas logrando su determinado fin, produciendo poca destrucción de estructuras materiales y edificios inorgánicos, pero una afectación irreversible e indefinida sobre la población mundial; es decir una eliminación orgánica más efectiva que una bomba neutrónica.

El poder del paranoico perverso poder mundial globalizado se impone con especial energía

El poder del paranoico perverso poder mundial globalizado se impone con especial energía, ejerciendo sobre las masas humanas una influencia incomparablemente poderosa y revela una irresistible pretensión de veracidad contra la cual queda inerme toda argumentación lógica, hoy, con el elemento denominado coronavirus, y solo podremos comprenderlo, este carácter, comparándolo con el delirio del psicótico. Advertimos que la idea delirante del paranoico perverso patriarcado, deforma confusamente en su evolución su convicción compulsiva inherente al delirio, que emana como su verdad y se extiende a los errores, que la envuelven en su verdad histórica sobre el carácter de síntomas psicóticos de los fenómenos colectivos.

El paranoico perverso patriarcado globalizado con la imposición del elemento denominado coronavirus, es transparente en la historia de las religiones, abstracción hecha de la evolución no menos íntegramente comprensible, que conduce del animal totémico al dios antropomorfo (varón), precisamente la religión del protopadre (varón), para la dominación del mundo encumbrando todo lo intelectual y lo ético; transitando hacia el heredero (varón) de esa fantasía desiderativa del hijo de dios (varón) a través del objeto gestante femenino; la mujer. Con su imposición, con sus imprecaciones, con sus insinuaciones, con sus provocaciones y sus ardides, con las fluctuaciones de la intención que dirige el perverso varón comunica el dibujo de su imagen; ecuménico perverso irresoluble y ambiguo sexual; a medida que sus intenciones se hacen más expresas mezclando en ellas testimonios con los que apoya el sometimiento mundial globalizado, hoy, dándole vigor haciéndole tomar aliento, para reducir la población mundial.

En esta peligrosa burlesca simiesca parodia siniestra, simulo seguir el juego, al no sentir identificación absolutamente alguna, ya, con ningún integrante de esta “civilización”, en ningún orden social liderado por políticos/seudocientíficos.

Osvaldo V. Buscaya (OBya)

Psicoanalítico (Freud)*FEMENINOLOGÍA*Ciencia de lo femenino

27 de agosto de 2020 CABA Argentina


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