Os Cangaceiros
La organización de varias “reuniones” de proletarios internacionalistas [1], durante mayo/junio 2020 constataba el entrevero y confusionismo ideológico producido deliberadamente por el Estado mundial (desde las sombras [2]), para IMPONER EL NUEVO ORDEN.
Por ejemplo, los Estados Mayores de los centros imperiales (USA, China, OTAN…), servicios secretos y medios de difusión largaron, junto con el ataque represivo y confinante, todo tipo de fakes news en forma permanente, acusando al “ejército enemigo” de haber inventado “el virus altamente contagioso y mortal para liquidar población, cuando saben perfectamente que ese “supuesto virus” no es más que un fantasma ideológico similar al “diablo” en la Edad Media y cuyas pruebas de su posible existencia son tan “científicas” como las que disponían los Inquisidores de la existencia del Diablo. Cualquier “científico”, por más trucho que sea, sabe que, hasta la visión de un “virus”, como si fuera un bicho chiquitísimo y no “solo energía” (en este caso, destructora de la salud del cuerpo), es una simplificación para la opinión pública, que marcha bien con las supersticiones más vulgares sobre los “bichos” (materialismo mecanicista), pero que no tiene más realidad que la mismísima superstición judeocristiana.
Con ello no solo tratan de disimular la tiranía contra los seres humanos que impusieron, sino de canalizar la bronca de la población humana contra la élite capitalista mundial, en conflicto interimperialista y utilizar a los proletarios como marionetas y carne de cañón de sus propios intereses imperialistas y guerras criminales. Es lo que hizo siempre la plutocracia mundial que produce el dinero FIAT, desde los orígenes del capitalismo y lucra con ambos bandos de la guerra imperialista, mientras los seres humanos se revientan entre ellos, destruyendo al mismo tiempo, las fuerzas productivas y promoviendo otra lucrativa “reconstitución” y expansión del capital.
El principio mismo de un “virus” que pudiera expandirse a pesar de matar al “contagiado” es antagónico con los principios más elementales de la biología, de la vida, de la energía vital (en oposición al materialismo vulgar), con la naturaleza y los principios de la salud natural e histórica; y no es reconocido por ningún tipo de aproximación “medica”, o principio “científico”, con algo de historia humana como la medicina tradicional china o la Ayurveda (exceptuando claro está. la superstición pasteuriana y pseudocientífica, de la medicina oficial basada en el lucro)
Además, el mutuo espionaje y control del “enemigo” imperialista, les certifica que ninguno posee más que las armas tradicionales y químicas que se conocen y con las que matan muy seguido. Si hubiese, algún virus tan “fantástico”, los estados, ejércitos y servicios secretos, no utilizarían venenos y tóxicos químicos para asesinar a opositores como siguen haciendo hoy. Tampoco gastarían tanta bala, y utilizarían ese virus fantástico, en las masacres masivas organizadas por las genocidas fuerzas armadas de todo el planeta. Si hubiese un “virus” con los que pudieran contagiar a millones de humanos y además exterminarlos, el ejército chino, que estudia desde hace décadas la producción de tales proezas científicas [3],lo hubiese utilizado contra los rohinyá. Por su parte, la bancocracia de Wall Street ahorraría (no millones) billones de dólares en el ejército de USA, que ocupa la gran mayoría de los países del mundo; le saldría muchísimo más económico el perpetrar sus masivos crímenes contra la humanidad.
¡Si no lo hacen es porque eso no existe, y es solo el sueño supremo de los psicópatas que dirigen a las fuerzas armadas del mundo!
Ni siquiera, en sus “indispensables” campañas de exterminación de poblaciones enteras, esas fuerzas armadas imperiales, han logrado algo parecido y han recurrido para completar el trabajo de exterminación armada, a tóxicos químicos, gases venenosos, es decir a envenenar el aire, la tierra, el agua…[4] y a la medicalización forzada y vacunación para esterilizar masivamente en Asia, África, América Latina…, desde (como mínimo) la época de Robert McNamara [5
En fin, si pudieran los banqueros hacer producir e inocular por los ejércitos a su servicio tan “fantástico virus” sería el sueño de todo banquero/Bilderberg para eliminar gente que gasta recursos del “planeta” del que se consideran dueños esos mismos banqueros y servicios secretos (Club Bilderberg) y no tendrían que quemar tanto las vacunas, como Bill Gates y Rockefeller, en campañas de esterilización, aborto y destrucción inmunológica del ser humano. Sería mucho más presentable para su modelo medical; sería más económico y habría mucho menos resistencia internacional a imponer los brutales y peligrosísimos cócteles de tóxicos, venenos y metales pesados, que llaman “vacunas”
Saliendo entonces de ese entrevero creado artificialmente por el poder, como manipulación real para destruir el entendimiento humano e imponer la falsa pandemia como si fuese real, no solo pasamos a denunciarlo, sino a concientizar la decantación real que se estaba produciendo incluso entre los grupos y organizaciones proletarias e internacionalistas en el mundo. Desde el principio vimos que incluso entre los “proletarios contra el confinamiento” había todo tipo de falsa oposición al mismo, que en el fondo estaban contra el encierro, únicamente como cuarentena sanitaria (aceptando en el fondo la justificación dada por los Gobiernos y la OMS), sin entender en absoluto que, con el confinamiento, se trataba de someter y esclavizar de forma permanente y absoluta a la humanidad.
Había sido por eso que, en la acción directa en todos los países posibles, el asociacionismo contra el Nuevo Orden, que habíamos impulsado, desde el inicio, llamaba a la lucha contra el confinamiento de la humanidad. Tratábamos así de denunciar que el confinamiento era el mismísimo Nuevo Orden que, el capital mundial quería imponer a la humanidad, con el pánico creado: encierro, sumisión, destrucción de la comunidad (de vida, de lucha), destrucción de cuerpos, debilitamiento de la salud, destrucción del sistema inmunológico natural, etc.
Como contribución a las reuniones internacionales que “proletarios internacionalistas” organizaba durante los durísimos meses de junio/julio, cuando era evidente ya la destrucción de la comunidad de lucha que el proletariado internacional había constituido en el último trimestre del 2019, formulamos las primeras TESIS DEMARCATORIAS.
Esta es la versión que presentamos, Os Cangaceiros en la Reunión Internacional del 20 de junio 2020:
1) Toda aceptación del pretexto sanitario, es complicidad con el poder. Toda superstición aceptada sobre test, virus y contagio constituye estructuralmente parte de la construcción ideológica para imponer, más tiranía del valor, contra los seres humanos.
2) La clave de la crítica revolucionaria es ir a la raíz de la falsificación: la pandemia no existe. La pandemia es una mentira montada ideológicamente (pura propaganda construida a partir de fakes news), para esclavizar al género humano subsumiendo, en el capital dinero, hasta el último soplo de energía vital.
3) La mentira de la pandemia es mucho más que, una mentira sobre los muertos y enfermos, construida, para y por,la televisión. Es mucho más que una mentira impuesta por la élite, para infundir miedo y pánico a la población sana. Es mucho más que una contraofensiva burguesa contra las luchas proletarias del 2019 que logró abortar el incipiente movimiento revolucionario internacional. Es mucho más que una mentira para destruir vida sana y vender vacunas. Es incluso más que el sometimiento definitivo de la especia humana a la dictadura sanitaria y a la tiranía de la tasa de ganancia…
4) Es la clave de la nueva esclavitud, es la esencia del nuevo orden mundial de tiranía y esclavitud absoluta. Toda actividad productiva es destruida y solo se acepta su restablecimiento, si la misma acepta la deuda y el dinero FIAT (emitido infinitamente también con pretexto sanitario) y la esclavitud al valor bancario a la que legalmente es sometida. Para los tiranos, este brutal ataque contra todas las condiciones de vida, no es más que una etapita en la estrategia global de subsunción generalizada de la vida a la plutocracia mundial. Ello lleva inevitablemente a la destrucción de los medios de vida y reproducción de valores de uso y la consecuente exterminación masiva de seres humanos.
5) Como en todas las otras fases de fortificación de la opresión, la domesticación, explotación y sumisión (¡y más queenninguna otra en el pasado!), el carácter voluntario, colaborativo, sumiso de los propios explotados resulta fundamental. La guerra contra la humanidad se camufla deliberadamente en “guerra contra el otro”, guerra contra el que contagia, guerra contra el vecino, guerra contra el que no acepta el tapado de boca, guerra entre proletarios asesinándose en beneficio del sistema de tiranía capital mundial.
6) El confusionismo generalizado y el espectáculo internacional sobre todo lo que se llama ciencia, medicina, virología…, sobre si existe un virus, un test y/o la superstición del contagio…es el escenario ideal de la religión opresiva del capital. En primera escena del espectáculo PANDÉMICO se proyecta 24 horas sobre 24, 7 días sobre 7, en redes y pantallas…el combate absurdo entre fracciones capitalistas, Estados nacionales e imperiales, pero sobretodo entre las 2 tesis oficiales sobre el “origen” del virus: natural o creado, producto “objetivo” del capitalismo o inventado por militares complotistas y militaristas. Cualquiera de esas hipótesis asienta, como verdad fundamental de la ciencia del capital, la superstición absurda del “contagio”, a su vez piedra angular de la religión pasteuriana. Sigue siendo la misma religión judío cristiana, fundamentada en el miedo al diablo y el infierno (virus y pandemia), en el pánico creado y el terror, como única base para idealizar el poder, el soberano (dios), el dinero. Contrariamente a una comprensión comunitaria y holística de la salud humana, la religión judeocristiana/capitalista también culpa del mal a un monstruo inventado y oculto que, como el “terrorismo” viene desde el “extranjero”
7) El choque emocional mediático creado,con el anuncio del virus y el pánico e inducido por el poder,es el punto de partida del ataque burgués. Con eso encerraron a la gente, le taparon la boca, la confinaron y militarizaron. El mundo entero está siendo cercado, controlado y sometido, como nunca antes, a los milicos. El punto de llegada es un orden maltusiano perfecto: con menos consumo, menos producción, menos distribución, menos actividad vital, menos seres vivos y en última instancia, muchísimo menos humanos… Ese es el nuevo orden mundial por el que lucha la aristocracia bancaria y el Estado Mundial, desde hace décadas.
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[1] “Reuniones” es una manera de decir. Algún día reconoceremos que verdaderas reuniones eran las de antes del confinamiento.Con la imposición del mismo, también censuraron todas las formas de comunicarnos (celulares, WhatsApp, Telegram, mail…) y las “reuniones” fueron mucho más virtuales que reales. Desde el punto de vista del proletariado internacionalista, aunque tuvimos obligados a usar formas modernas de video conferencias como Zoom, en lo regional frente a la prohibición casi generalizada de todo tipo de reuniones, siempre tuvimos que recurrir a formas de estructuración y trasmisión mucho más limitadas y rudimentarias, tipo estructuración en “células de 3”, como las utilizadas por los estudiantes en lucha, durante la dictadura militar en Brasil en la década del 60. ¡Y todo parece indicar que ese retroceso a formas arcaicas y clandestinas, casi como en los campos de confinamiento, se ha impuesto también para siempre!
[2] Es evidente que esta terminología, “Estado mundial operando desde las sombras”, pareciera dar razón a ese mismo Estado que responde a todo el que denuncia, la verdad de la planificación detallada de lo que ese Estado hace, para mejorar la opresión y dominación de los humanos. En realidad, es algo totalmente “natural” en la historia de las sociedades de clase y en particular en la historia del capitalismo. Solo los cómplices hacen como si no se enteraran que la policía, los ejércitos, los gobiernos, los medios de información…, planifican EN SECRETO las acciones que luego realizan. Ningún humano que no sea parte del Estado y todos sus aparatos de opresión (incluyendo por lo tanto los servicios secretos, los partidos, los sindicatos…, la burocracia…, las universidades, los científicos…), puede ignorar (aunque no sepa más que eso) que el PODER PLANIFICA, EN SECRETO, EN LAS SOMBRAS todo lo que hace para mantener la opresión. ¡Con más razón todavía cuando se trata de AMPLIAR ESA OPRESIÓN, de hacerla más TOTALITARIA Y TIRÁNICA! Como es el caso hoy con el PRETEXTO PANDÉMICO.
[3] Se divulgaron muchos documentos al respecto que prueban la voluntad de las Fuerzas Armadas Chinas de exterminar y genocidar poblaciones enteras. Lo que es falso es que hayan descubierto un arma para ello, lo que es verdad es que, desde siempre, las clases dominantes del mundo proyecten el genocidio como política necesaria para mantener la dominación.
[4] El judaísmo, como pueblo elegido, atribuye a su dios, Jehová, ese mismo tratamiento genocidario, frente al pueblo egipcio, como cuentan los libros sagrados.
[5] Robert Strange McNamara Secretario de Defensa estadounidense entre 1961 y 1968 abre la era de genocidio sistemático por parte de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en todo el mundo (y no solo puntual, como las bombas atómicas contra la población japonesa): destrucción de la flora y la fauna (agente naranja de Monsanto), armas químicas contra la población, distribución aérea de alimentos envenenados, protocolos medicales de esterilización masiva de la población indígena (Asia, África, América), vacunación esterilizantes masivas, etc. Todo eso será oficializado como política oficial de Estado de Estados Unidos y de sus instituciones decisivas (la CIA y el Departamento de Defensa) durante la presidencia de Ford, al adoptar formalmente el informe Henry Kissinger (National Scurity Study Memorándum 200) por el cual se fija el interés de Estados Unidos en reducir la población mundial (de 500 millones de habitantes entre 1974 y el 2000, y en los 50 años siguientes en 3.000 millones de habitantes). Por supuesto que ese plan de exterminación, que dirigía toda la política mundial (no solo de Estados Unidos, sino de la OTAN…y fuerzas aliadas de los 5 continentes), porque “los recursos del planeta no serán suficientes” se mantuvo en secreto durante décadas y solo fue descalificado por etapas entre 1980 y 1989.
Os Cangaceiros
P.D. de posta: primera nota publicada ver