16.OCT.20 | PostaPorteña 2155

Joaquín Villalobos y la banalidad del Mal

Por Tato López

 

El Mal es un “desafío al pensamiento”, porque el pensamiento trata de alcanzar una cierta profundidad, ir a las raíces y, en el momento mismo en que se ocupa del Mal, se siente decepcionado porque no encuentra nada.Esa es su “banalidad

Hannah Arendt      

                                                                                               
Así como Villalobos, echa mano al ariete bifronte de la Discordia y del Silencio, usado por San Miguel en el campo de Agramante, para reducir y caricaturizar desde su representación imaginaria a la izquierda latinoamericana, parece valerse de un recurso análogo, para constituir una especie de doctrina materializada en la representación del mal y sus efectos en la agonía de la “mística cubana”.

 Esto no es un recurso novedoso, sin perjuicio de su larga historia imperialista, la Doctrina del eje del Mal (axis of evil),tiene su antecedentes más inmediatos en las intervenciones de EEUU y de sus aliados occidentales en Medio Oriente, sin embargo, la tentativa de Villalobos de instruir un vista fiscal contra Cuba, es una regresión que trasciende a Kant, inspirado en el mal radical ,quien percibe  el mal y el bien, como dos principios iguales y contrapuestos, cuya constante lucha originaría la alternancia de mal y bien en el mundo y determinaría el destino moral del ser humano.

La inspiración de nuestro diacono parece fundada en la doctrina del mal, que ha sido adoptada por gran parte de la tradición cristiana, establecida definitivamente por San Agustín, en su doctrina donde el Mal no es un ser, no tiene realidad independiente y es parasitario del bien, pues se define como un elemento accidental, mera afectación de la criatura. La corrupción o daño es un defecto contra la naturaleza, es decir, es un perjuicio contra el orden y las demás perfecciones de la criatura.

En una de las citas de John Gray que refiere Villalobos “Los movimientos revolucionarios modernos son una continuación de la religión por otros medios", no hace más que hablar de un registro simbólico que le sigue jugando una mala partida a su registro real, sin poder asumirlo.

“...La Habana y Caracas fueron sede de muchos eventos con miles de participantes. Allí se decidió que las organizaciones sociales serían el instrumento; la violencia callejera, el medio; la lucha contra el neoliberalismo y el imperialismo, la bandera; y la defensa de Cuba, Venezuela y Nicaragua, el objetivo. Cuba estaría al mando, Venezuela pondría el dinero y cada país los muertos“

“Cuba decidió que sus creyentes debían pasar de la lucha revolucionaria al vandalismo callejero porque sólo la violencia generaría hechos mediáticos y políticos suficientemente potentes para su defensa.”

En México suelen ocurrir secuestros de empresarios que no tienen explicación en la delincuencia local. Es difícil saber hasta dónde llega la actividad de las embajadas cubanas en su tarea de conspirar contra los gobiernos. 

“El fracaso económico de Cuba no es culpa de Estados Unidos, sino del conflicto religioso de los comunistas cubanos con la ganancia, la creatividad, el espíritu emprendedor y el deseo de superación de sus ciudadanos.”

 Lo que pone en aprietos Villalobos, es la pertinencia de la noción de verdad en la vida política, incluso cuando no se trate con el tipo de datos verificables por la experiencia sensible .Y aquí no se trata para nada la posibilidad de negar que el campo de las ideas sea inmune a la crítica racional, o no admita criterios de corrección-verdad. Lo que pone de relieve es una tergiversación del discurso político, así como el desbordamiento injustificado de sus límites. Porque, más allá de si es o no posible conocer a ciencia cierta lo que es el Mal y si en el universo del mismo se halla en Cuba, en Corea o en Nicaragua con insostenibles regímenes de verdad, o cualquier otro país, se ha de discutir previamente si un gobierno, y su panoplia de dispositivos en el dominio de organismos internacionales que arbitran sobre derecho internacional, en los cuales ejercen hegemonía excluyente, debe tener como competencia la guerra contra el Mal, más allá de las amenazas particulares de sus supuestos representantes. Asumir la designación y el arbitraje sobre el Mal, no es susceptible de verificación ni de falsificación. No apela a los hechos — aunque intente acomodarlos en un relato coherente-. Sin embargo, en sentido estricto tampoco apela a la razón. Esta instalación tan evidente sobre el discurso sobre el bien y el mal, difundido entre los burócratas rentados del “derecho internacional” en el cual esta incrustado Villalobos, constituye un abuso del mal. Es un abuso porque, en lugar de invitarnos a cuestionar, el discurso del mal es utilizado para reprimir el pensamiento crítico. Esto es muy peligroso en un mundo multipolar y poco seguro, con guerras permanentes de baja intensidad. Las apelaciones recurrentes sobre el mal, tienen el mismo soporte que en el discurso fundamentalista de los muyahidines y su  Yihad, o en las guerras de saqueo del cristianismo y sus cruzados, decididas a eliminar a los malvados infieles. Los párrafos expuestos supra, tienden a instalar de manera defectuosa, la  amenaza que supone la nomenclatura cubana como agente desestabilizador y diabólico de las democracias en América Latina, ante las cuales, el autor se inviste con funciones de arbitraje.

Sin perjuicio de la hilaridad que provoca Borges, cuando caracteriza a la democracia como  “una superstición muy difundida y un abuso de la estadística” vaya a saber con qué criterios sesgados, nuestro diacono deviene en calificadora de riesgos, definiendo en que sociedades, la represión contra los sectores populares movilizados, defiende el orden y el estado de derecho, y en cuales el Estado, se defiende contra la sedición desestabilizadora del Castro-comunismo, llegando a cierto paroxismo con ribetes de gendarme ,haciendo un sincretismo mamarrachesco para llamar la atención sobre algunos secuestros  extorsivos recientes en México  “ad hoc” de los mismos fines, sospechables de estar instigados por la embajada cubana, extremo que no fue capaz de fabular Pedro Camacho, el demente difusor de telenovelas de La Tía Julia y el Escribidor de Vargas Llosa, en su odio visceral hacia los argentinos, a causa de las palizas que recibía de su consorte, de dicho origen. Un inefable oxímoron el que presenta nuestro diacono, sería menester preguntarnos desde su inapelable descripción, ¿cómo, siendo Cuba, una economía capitalista caótica que cayo hace décadas por debajo de la reproducción simple, dónde la “acumulación originaria”, solo materializa el enriquecimiento de los apparatchiks vernáculos como agentes de retención del turismo y algunas inversiones exteriores más, sumado a las remesas provenientes, de lo que el caracteriza como “la Cuba rica de Florida”, pueden solventar solamente, a través de un eficiente aparato de inteligencia y de sus feligreses internacionales, una amenaza permanente de subversión y riesgo a las “democracias”, que sería comparable a preguntarse ¿Con que culo se sienta la cucaracha?

Concluir que desde el Foro de San Paulo, en Caracas o en La Habana, se propiciaban eventos homologables con La Primera Conferencia Tricontinental de La Habana, de enero de 1966, es por lo menos política-ficción. En dichos eventos, la ortopedia discursiva, digitada por los anfitriones comunes, solo era pirotecnia que velaba el carácter espurio de los gobiernos progresistas que la promovían, subordinando “organizaciones sociales” y burócratas sin ninguna capacidad de convocatoria,  ineptos para desestabilizar algo más que una botella de Ron, o tomar por asalto un colchón Premium de sólidos resortes, en un hotel cinco estrellas que pagaban los convocantes, con ditirambos emocionantes, sin ningún correlato con las acciones que reproducían posteriormente. En tanto ese turismo militante, resultaba un velo para enmascarar acuerdos vinculados a transferencias de valor y adjudicación de rentabilidades de opacos negocios que crearon prosperidad en el entorno de los gobernantes organizadores. Sin dudas que también promovían el seguidismo al soporte místico del pasado revolucionario cubano, y el entrismo proverbial entre leones vegetarianos, oportunistas y otras disciplinas opacas. Pero vincular estos eventos con las rupturas y acontecimientos de resistencias y conflictividades de esta última década, oscila entre la mayor incomprensión política de los mismos, o a falsificaciones funcionales a la izquierda a la cual intenta interpelar, o quizás a ambas cosas. En otro pasaje señala Villalobos: “En Costa Rica hubo una guerra civil entre 1948 y 1949 que condujo a una revolución basada en un programa social demócrata que disolvió el ejército, estableció una nueva constitución, modernizó el país, aseguró el crecimiento económico, la educación, el bienestar social y las libertades democráticas”.

Sobre este extremo, solo el alineamiento binario de la guerra fría, y el carácter estalinista de los partidos comunistas, pudo silenciar este hecho, sin perjuicio del devenir de dicha guerra y de sus efectos posteriores, aunque la historiografía contemporánea haga énfasis en aspectos institucionales que no garantizaban reglas democráticas de funcionamiento de poderes y fraudes electorales, creo reconocer, apenas fue el demiurgo de una revolución, que desde el año 40,hasta el 47,tuvo expresiones de participación popular muy combativas, desembocando en la huelga de los brazos caídos, y la posterior guerra civil del 48 al 49,donde hubo cruentos combates protagonizados por sectores populares, protagonizado por ejércitos populares y no mercenarios desde los alzados, y permitiendo expulsar de territorio Tico la influencia del somocismo, garantizando una zona de alivio, que hizo posible en décadas posteriores, la retaguardia de las luchas insurreccionales en Centro América. Sin embargo, el modelo costarricense “pura vida”, se nos presenta actualmente como una ficción del pasado, que no se sustrae las iniquidades de la obscena concentración de riqueza. Desde finales de setiembre de 2019, los Ticos, tomaron las calles en repudio al contubernio que intenta homologar  el gobierno de Carlos Alvarado a través de un préstamo del FMI, de 1.750 millones de dólares en condiciones leoninas, que llevan  una receta recesiva conocida,  el 80% de su amortización se respaldaría en recortes de salarios, impuestos inmuebles y transacciones bancarias, la privatización del Banco Internacional de Costa Rica, más el 20.5 % de recorte de gasto público, la entrega de la  Fábrica Nacional de Licores, fundada 1850. Para 2019 era déficit fiscal era 9.3 %, uno de cada cinco habitantes vivía bajo la línea de pobreza, y uno cada seis, no cubría sus necesidades básicas de alimentación, según la CEPAL, Costa Rica es en la actualidad, la cuarta economía Latinoamericana con mayor concentración de la riqueza y  desigualdad. El desempleo paso del 11 % al 24%, uno de cada cuatro de los habitantes está desempleado, la deuda publica acumulada del 70.2%del PBI. Desde hace dos semanas la violencia de la represión se ha desatado contra los manifestantes, que aun, ante la prórroga de homologación del acuerdo, no abandona la calle. Sería menester interpelar a nuestro diacono, ¿cuál es la naturaleza de esta agitación permanente, si es impulsada por el hambre, o instigada por la subversión cubana infiltrada?

Lo curioso de Villalobos es como, pudiendo definir con agudeza e ironía el proceso de cooptación que sufrió la izquierda que ha accedido al poder político en este siglo, que se auto define como progresista y nada quiere saber con el socialismo, ha eliminado de sus consignas la lucha contra el capitalismo, sustituyéndola por el marbete “alias neoliberalismo”, o su afirmación acertada de que“El neoliberalismo es sólo una variable del capitalismo con menos Estado y más mercado”, no pueda inferir que la misma, necesita de un soporte místico, una falsificación histórica inocua que le haya dispensado el pasado, como Cuba o Nicaragua, a quienes necesitan tanto para mantener un orden simbólico en su dispositivo de discurso, como Villalobos necesita de otra ficción que lo defina como socialdemócrata. Como se puede incurrir en tal reduccionismo histórico, cuando fustiga al marxismo..?, no haciendo ni una referencia al origen marxista de la propia socialdemocracia y su llamado “periodo clásico” ,que desde 1880 a 1914, es reconocida como la ”edad de oro del marxismo”, es olvidarse que Engels fue cofundador de la misma, junto con Bebel y Kautsky. Don Emilio Frugoni, marxista socialdemócrata y reformista, fundador y secretario del Partido Socialista del Uruguay, refería a la izquierda y al socialismo como  “un enorme rio donde el marxismo es apenas un arroyo que nutre su caudal”, reconociendo a las corrientes libertarias del siglo XIX, como las precursoras indiscutibles, poniendo en incertidumbre a cual izquierda convoca Joaquín Villalobos.

    La Historia Universal de la Infamia y sus páginas infinitas

Son el irresponsable juego de un tímido que no se animó a escribir cuentos y que se distrajo en falsear y tergiversar (sin justificación estética alguna vez) ajenas historias- Jorge Luis Borges.

Conocí a Joaquín Villalobos en la Managua post insurreccional,  a principios de 1980, en una casa de seguridad del ERP salvadoreño ubicada en el barrio del Sumen. Entonces era Atilio o Chon, secretario de su organización, antes que el FMLN tuviera estatuto de existencia, y era la incipiente Coordinadora Político Militar, cuando escaseaban todo tipo de recursos para pensar en alguna ofensiva estructurada contra el aparato represivo salvadoreño.

Quienes concurrimos a esa primer cita, éramos militantes clandestinos, con diez años o más, de andar “a saltos de mata” eludiendo a servicios de inteligencia, no éramos esa representación emotiva de “internacionalistas” conmovidos por los procesos de insurgencia centro americanos, dicho esto, sin ninguna animo de menoscabo hacia quienes formaron brigadas internacionales para cortar café ni para integrarse a milicias, extremo por demás digno. Entonces, Joaquín Villalobos no podía aun prever que comería caviar con Fidel Castro, cuando el gallo pinto y la tortilla, era lo que estaba al orden del día. Nos comprometimos, y creo reconocer que lo cumplimos, en suministrarle el soporte material en vísperas de la “ofensiva final” para aportar logística, recursos humanos y entrenamiento en áreas que conocíamos mejor, y poner el pellejo en la misma guerra. Dicho apoyo, no surgía de hipotecas y donaciones anónimas, sino a través de cruentas expropiaciones bancarias, y los consecuentes recursos que transferíamos, retaceándolos a la recomposición de las organizaciones que nos dieron origen, ante derrotas sufridas en nuestros países, teniendo la percepción de que las luchas centro americanas, eran la prolongación de aquellas luchas.

No fuimos convocados por Cuba, ni por ninguna interpósita mística, no éramos subsidiaria política de nadie, y ya habíamos formado opinión sobre el costo del tutelaje político que pretendieron imponernos. Esa, es parte de una “amnesia”-hay otras más graves- por donde discurre el ensayo de marras, valga el entrecomillado, aunque me provoque rechazo casi visceral hablar, aun como protagonista menor de esas peripecias, ante la arrogancia con la que intenta darle legitimidad a alguna opaca evacuación de su prueba fiscal, expresando:

” A esto agrego mi propia vivencia que describo con un viejo refrán que dice: “Si digo que la burra es parda, es porque tengo los pelos en la mano”. Obrando en consecuencia, teniendo también, un manojo de pelos en la mía, puedo decir otro refrán ”al pájaro se lo conoce por la cagada”

Para darle legibilidad a este ensayo, desde un principio he procurado examinarlo como un alegato fiscal, parto del presupuesto de que el autor, lo expone “pour la galerie” a otro auditorio que no involucra a la “izquierda”, aun en su versión más conservadora y vegana, nuestro diacono es lo suficientemente astuto para incurrir en ese error. La hipocresía que trata de transferirle en su opción binaria final a las “almas de izquierda” cuando cesan las hostilidades, que él llama “volver a la normalidad”, no hace más que enmascarar la hipocresía propia ,como ambientador dilecto de todo tipo de ilegalidades-extremo por demás legitimo entonces- en pos de obtener recursos económicos para financiar la guerra-que era sobre todo su guerra- ,parecería que en el ocaso de su vida, lo hayan asaltado escrúpulos propietaristas de una moral victoriana, adecuada a su actual función de burócrata de seguridad.

El fiscal debe de tener en cuenta en una controversia, cuando hace su alegato, el anticipo de debilidades para lograr los efectos deseados con sus testigos, y en el informe oral, los argumentos adversos. Esta es una de las parrafadas inefables que expone:

Con una izquierda pobre y perseguida, resultó fácil contraponer codicia y ambición a justicia y solidaridad. Pero ¿qué ocurre en las almas izquierdistas cuando la realidad demuestra que la codicia y la ambición son más eficientes para desarrollar la economía y reducir la pobreza? ¿Qué les ocurre cuando el poder los coloca frente a las tentaciones de la sociedad de consumo? Tienen dos caminos: entrar honestamente a la normalidad o volverse corruptos y cínicos.”

“La corrupción en la extrema izquierda establece una relación de amor y odio con la riqueza que deriva en una vulgar transición de revolucionarios a ladrones“

No muestra el menor escrúpulo en relación a muertos emblemáticos como Rogelio Castillo Gamarra (Tabanuco), dirigente social que nunca considero la gloria de enriquecerse. Detenido a la edad de 28 años por la Policía Técnica Judicial, el 29 de abril de 1982 en la ciudad de Coro, víctima de horribles torturas que le ocasionaron la muerte, su cuerpo nunca fue entregado a sus familiares, pasando a engrosar junto a muchos otros venezolanos la larga lista de los revolucionarios y líderes del pueblo a quienes se le aplicó la terrible práctica de la Desaparición Forzada. “Tabanuco” desapareció callado, firme, confiando que los fondos de una expropiación bancaria histórica, llegara a manos de los insurrectos salvadoreños-como efectivamente llego- para dar nuevos recursos a la guerrilla del ERP. En tres ocasiones se les pidió a Villalobos, Ana Guadalupe Martínez y Chico Armijo, luego de la guerra, que su memoria fuera reivindicada, extremo que jamás se realizó. Y es largo el rosario.., compañeros que llegaron a 25 viajes consecutivos de armas por el Amatillo, que nunca fueron cooptados por la nomenclatura chavista como funcionarios, y sobreviven hoy en la pobreza, con el único bien que no se compra, su dignidad.

       Matar a un hombre es un Crimen, matar un Elefante Blanco, es un pecado.    John Huston

A propósito de lograr efectos elocuentes y apelar a las emociones sobre la despiadada lucha por el poder dentro del FMLN, nuestro diacono relata escrupulosamente:

“En abril de 1983, en Managua fue asesinada con 90 puñaladas Mélida Anaya Montes (Ana María), segunda al mando de uno de los grupos guerrilleros salvadoreños. Inicialmente el asesinato se atribuyó a la CIA, pero los investigadores nicaragüenses y cubanos capturaron rápidamente a los autores. Los debates sobre la negociación como una salida a la guerra produjeron profundas diferencias en el grupo guerrillero al que pertenecía Mélida. Ella estaba en favor de la negociación y el jefe de la organización, Salvador Cayetano Carpio (Marcial), consideraba que negociar era traicionar al proletariado y a la revolución. Carpio ordenó entonces al equipo de contrainteligencia que tenía bajo su mando ajusticiar a Mélida por desviaciones pequeñoburguesas y traición y encubrir el crimen. Al ser descubierto Carpio optó por suicidarse.” 

Sin perjuicio de las razones que le asistieran,  Villalobos, represento siempre un factor problemático para la frágil unificación de la ortodoxa izquierda salvadoreña, a tal punto que en vísperas de los primeros antecedentes de unificación en diciembre de 1979 que se formó la Coordinadora Político Militar, integrada por las FPL, la RN y el PCS. El ERP fue excluido, a pesar de que era el segundo grupo con mayor incidencia en el plano militar y en antigüedad, después de las FPL, por exigencia de la RN. En 1975, el ERP se había dividido por discusiones acerca de la estrategia política y militar a seguir, y de allí surgió la RN. La dirección del ERP ordenó y ejecutó la muerte de dos de sus militantes, luego de tenerlos secuestrados por tres días: Roque Dalton y  Armando Arteaga, esa herida siempre quedo latente, al punto de que las RN, se retiraran de la segunda instancia de unificación que conformo la Dirección Revolucionaria Unificada -DRU- como consecuencia del ingreso del ERP. El relato de Villalobos sobre la ejecución de Ana María en Managua, reproduce con exactitud los hechos, y la responsabilidad política de Salvador Cayetano Carpio y su posterior suicidio, “Marcial” siempre represento un escollo en las ambiciones hegemonistas de Villalobos, y su fin le allano camino en la disputa interna del FMLN, sin embargo, quien comienza a crear jurisprudencia no escrita, en este modo de promover y resolver luego los conflictos que generaba, siempre a su favor, extremo que ha perfeccionado actualmente-pero circulando en dirección inversa-aun cuando la guerra civil estaba muy lejos, es el mismo, con la ejecución de Roque Dalton y de Arteaga, aunque el segundo podía ser más o menos olvidable, en virtud de las retaliaciones que desencadeno posteriormente. No me corresponde hacer juicios virtuales sobre esa interna, ni hacer un registro de cuantos tiros, y de que calibres, fueron los proyectiles disparados contra Arteaga y Dalton, eso sería un relato forense algo morboso, pero aun en 1981, se notaban esas tensiones, y las consecuencias de la expulsión de las RN de Morazán, ordenadas por Villalobos. Hurgar sobre ese episodio lamentable, seria equiparable con exaltar a Vladimir Mayakovsky por encima de otras atrocidades de Stalin, a cuenta que era un “Elefante Blanco” de la cultura de izquierda rusa, aunque finalmente, glosando a Dalton en su libro Taberna y otros lugares, si “la mitad de la vida es sobrevivir, la otra mitad es táctica”, Joaquín Villalobos, se quedó con la táctica,  con la mitad de la vida de Dalton. Dentro de algunas observaciones de Villalobos, se hacen visibles  binarismos infantilizadores, que recurren sobre la condición de ricos y pobres, donde hay buenos y malos, hay que saber percibir algunos disparadores de la sustanciación de sus propósitos, a los que procura atraer al lector con la misma prestidigitación que se atraían unidades enemigas hasta trochas minadas en Guazapa o el Cacahuatique, su propio relato esta minado interiormente, la exhortación al abandono de la mitología castrista, a una hipotética izquierda que describe con premeditada confusión, enmascara el reduccionismo y la falsificación histórica, del periodo de mayor amenaza para los intereses hegemónicos de EEUU en nuestro continente, y como observábamos en anterior nota, a destruir los soportes simbólicos de la izquierda insurrecta, llegando a provocar con bastante talento en algunos pasajes, aunque ”desflecándose” en la sustanciación de la prueba.” Afirma nuestro Diacono:

El fracaso económico de Cuba no es culpa de Estados Unidos, sino del conflicto religioso de los comunistas cubanos con la ganancia, la creatividad, el espíritu emprendedor y el deseo de superación de sus ciudadanos.  

Parecería ser que los sucesivos gobiernos de EEUU, a saber por su afirmación, no hubieran tenido ningún interés particular en desestabilizar ningún gobierno en Cuba, que tuviera proyectos de defender tímidamente su independencia, cuando sus antecedentes intervencionistas no podían digerir siquiera el gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala. De acuerdo a como lo percibía Martí durante el periodo de resistencia Mambi, antes de su muerte en Tres Ríos: “Por lo que respecta a Estados Unidos tal vez estaré equivocado; pero en mi concepto su gobierno a lo que aspira es a apoderarse de Cuba sin complicaciones peligrosas para su nación y entretanto que no salga del dominio de España. Siquiera sea para constituirse en poder independiente; este es el secreto de su política”

Parecería que la doctrina Monroe, la enmienda Platt y otras intromisiones groseras, estuvieran por fuera de agresiones posteriores a Cuba, a partir de Playa Girón y la secuelas de saboteo a su economía y atentados terrorista e intentos de magnicidio. El fracaso económico de Cuba, es muy cierto, no es culpa de EEUU, es una contribución decisiva de sus méritos, el uso abusivo por parte de los apparatchiks actuales en relación a la “guerra económica”, no debe pensarse como un pretexto, sino más bien, como un poderoso postexto, los equívocos arrogantes de la política de EEUU con respecto a Cuba, nunca fueron pensados desde la mirada de la rareza histórica del acontecimiento, en la originalidad del acaecer; en ruptura total con la historiografía tradicional que asumía los mismos en relación a una serie de afirmaciones presupuestas, propias de los análisis positivistas de la época donde ante el acontecimiento, surge un muro infranqueable que negaba el acceso a la comprensión de “accidente” de Cuba, como  no previsto 

Era tal la confianza y autosuficiencia imperialista, que solo se trataba de esperar que esta isla tan cercana, de turismo recreacional y lujurioso, cayera como “fruta madura” en sus manos, efectivamente el fruto cayo, pero no en sus manos, sino en los de la URSS, por intermedio del estalinismo vernáculo, que ante la virulencia de su vecino, facilitó, como dice nuestro diacono, “desayuno, almuerzo y cena” para la economía Cubana, hasta la propia implosión del socialismo real. Dentro de las organizaciones que conspiraban activamente para derrocar a Fulgencio Batista, no existían marxistas orgánicos, a lo sumo, viejos anarcosindicalistas sobrevivientes de la guerra civil española, con aprehensiones constitutivas al marxismo, siendo Fidel Castro, más bien un anticomunista confeso. Las previsiones de EEUU, y sus análisis, fueron incompetentes  y  no indagaron para reconstruir el pasado que lo produjo, el cual no es pasible de la pretensión de interpretarlo ni probar su veracidad, sino abordarlo desde su interior. El primer Congreso, convocado 10 años después de la fundación del Partido Comunista Cubano, se realizó en 1975 en La Habana. La historia que le da estatuto de existencia, debe de ser la mayor falsificación de cualquier Partido Comunista, que ya es mucho decir... Presidiendo la “continuidad histórica” del  Partido de Julio Antonio Mella, expulsado en 1926 por el estalinismo, acusado de desviaciones pequeño burguesas, debió de asilarse en México, donde se le agrego una nueva acusación novedosa del PC Mexicano, como Trotskista, hasta su ajusticiamiento en 1929. El primer mitin legal del Partido tuvo lugar en el estadio La Polar el 12 de noviembre de 1938., en el cual, Blas Roca, fue apoyar la política del Buen Vecino que patrocinaba el presidente Franklin Delano Roosevelt y la defensa de la política de Batista, con énfasis en colaborar con ese personaje en la política nacional a quien calificaban como "El Mensajero de la Prosperidad". Batista no olvidó a sus aliados y premió al Partido con dos ministros en su gabinete, Carlos Rafael Rodríguez y Juan Marinello, que luego ocuparon ministerios y lugares destacados dentro de la nomenclatura próxima a Fidel Castro. Fulgencio Batista en reconocimiento a los servicios prestados, les aseguro el control  de la mayoría de los sindicatos reconocidos por el Ministerio del Trabajo aunque no agrupaban a la mayoría de los trabajadores, permitió que gran parte del sindicalismo organizado pasara bajo su control. El Partido se hizo tan fuerte en el sindicalismo organizado que Lázaro Peña, uno de sus líderes, fue elegido Secretario General de la Confederación de Trabajadores de Cuba, la misma posición que ocupó por años durante el primer periodo revolucionario, hasta su muerte, .la estabilidad y ascenso político de Batista estuvo estrechamente asociado a la complicidad de los comunistas fue tal que declararon en 1944 que Fulgencio Batista era una "magnífica reserva de la democracia cubana", relaciones carnales del Partido y del gobierno de hicieron crisis cuando Cuba rompió relaciones con la Unión Soviética, ese fue el motivo central de Fidel y su alianza con el PSP fue la posición agonística de Cuba, ante el bloqueo de los EEUU. Recurrir a un análisis con cierto rigor de historicidad, trasciende a la interpelación de Villalobos, se trata de pensar por dentro de la historicidad de la propia revolución cubana, sus tensiones internas, sus virajes progresivos, hasta llegar a lo que es hoy.

Observarlo sin historicidad, por fuera de los esquemas perceptivos de la época, que sustanciaban ideas, y acciones dramáticas, no superaría un mediocre relato literario .Pero este propio proceso de auge y posterior declinación, deben de hacernos pensar más, sobre las revoluciones fracasadas, sobre el ascenso al poder, y la lógica ,irreductiblemente contra revolucionaria del Estado y los dispositivos que se vinculan a este, que rechazan y estigmatizan formas de pensamiento crítico ante el chantaje de la guerra permanente, sus armas, y la entrega voluntaria de las mismas, al “enemigo”, en la lógica perversa que Fidel Castro, en un lapsus de verborragia, compara a los procesos revolucionarios,“son como el Dios Cronos, que se come a sus mejores hijos “-sin mencionar el final del mito, que lo hacía para no ser derrocado. Aunque en esto, también instala la discordia nuestro Diacono, su caracterización de Castro no tiene desperdicio, aunque es probable que su inspiración, sea producto de su imagen especular frente a un vidrio convexo, ante el cual, él es un diacono, y Fidel  un Obispo, las funciones de oráculo infalible que no podía cumplir Villalobos ante la conducción del FMLN provocan su frustración, al afirmar ”Unas cuantas veces su apoyo fue crucial para que los comunistas salvadoreños aprobaran mis propios planes. Si Fidel apoyaba, todos aceptaban”

. Los dirigentes de los procesos revolucionarios más reconocidos de la década del siglo pasado, además de virtudes incuestionables, tenían una fuerte impronta voluntarista que merodeaba el mesianismo en algunos casos, y de la cual se dispensaban valores que intentábamos reproducir en nuestras propias conductas, extremo perceptible en Villalobos, que fue uno de los últimos exponentes, pero lo de Fidel Castro, ya era megalomanía, lindante en un sentimiento religioso de inmortalidad, decidiendo que no fuera llamado con su nombre, ningún monumento, calle o plaza pública, luego de su muerte.

Aunque en esa descripción de Fidel Castro, haya una intención espuria y reduccionista que se transfiere a Ernesto Guevara mediante varias falsificaciones que persiguen el inconfesable fin de su destrucción simbólica.

Sin perjuicio de perfiles psicológicos y su ingeniosa descripción, Fidel Castro debía de cumplir una función dentro de ese sincretismo de burócratas de la conspiración y místicos de la revolución, que estaba muy por encima de su pulsión de deseo, no exenta de problematizaciones, aunque finalmente, sobreviviera la capacidad anaeróbica de los primeros, sobre la tenacidad de los segundos. La parrafada que a continuación dedica nuestro diacono a Ernesto Guevara, no presenta desperdicios, merece hasta ser comentado, aun desde la estética de un guionista de cine duro de la década de los 30´s:

“Guevara dio fuerza a la mitología religiosa izquierdista al asociar violencia, sufrimiento y martirio con redención y transformación revolucionaria. Cuestionar esta mitología se convirtió entonces en herejía, no importa que se estuviera frente absurdos evidentes, La guerrilla cubana no necesitó un gran desarrollo militar. Los rebeldes entraron a La Habana con sólo unos cientos de hombres. El Che fue un mal estratega, su plan en Bolivia era absurdo y por eso fue derrotado. Hay evidencia fotográfica y testimonial de que fue capturado vivo, de que se rindió sin “luchar hasta la última gota de sangre” como exigía Castro. Él mismo dijo a sus captores: “No disparen. Soy el Che Guevara valgo más vivo que muerto”. Esta cara cruel de Guevara dejó de destacarse y muchos, la verdad, ignorábamos esa parte de la historia. Sin embargo, las evidencias de guerrillero inepto, cobarde y de hombre sanguinario no impidieron su santificación como ícono revolucionario heroico, representante del bien. Ernesto Che Guevara se rindió al ver cerca la muerte, es un sacrilegio. Yo lo digo con la autoridad que me da haber comandado revolucionarios que se enfrentaron solos a batallones, que prefirieron morir heroicamente antes que rendirse.” 

La construcción del relato ,me recuerda al guion de un viejo film de gánsteres de William Wellman de 1931 protagonizado porJames Cagney, que mi padre me hizo ver, para mi hastío , y recordar de memoria por sucesivos retornos al cine, ”El Enemigo Público”, representaba la vida de un duro del hampa, pero el personaje, que seducía a los hampones más jóvenes por su violencia, tiene un golpe de giro, en busca de venganza, Cagney sale, bajo la lluvia, con sus armas, el público lo ve entrar en un edificio, se escuchan disparos y luego sale tropezando y herido. Cuando se cae en la calle, bajo la lluvia, murmura su propio epitafio “No soy tan duro” Con la canción “I’m forever Blowing Bubbbles“, aparece el cuerpo de Tom, que es entregado en su casa. William Wellman, para satisfacer a los censores, debió de  cambiar su final, dándole una muerte aleccionadora 

El regocijo por la Épica de nuestro Diacono, sigue incólume, sin perjuicio de que Ernesto Guevara-al igual que Villalobos, no me gusta referir al “Che”, seguramente, por inversos motivos-es muy posible que fuera mal táctico, un poco sanguinario, misógino y halitoso, pero hablar de su cobardía, es algo más que un abuso del lenguaje, más  que una modificación de guion por la censura.

El relato de Villalobos, se respalda en el agente de la CIA de origen Cubano, Félix” el Gato” Rodríguez que llevaba la orden de matar a Ernesto Guevara, en evidencias empíricas no se puede impugnar su relato, por el simple hecho de ser un funcionario que ejecuta el asesinato por “obediencia debida”, sin embargo, el relato del piloto del helicóptero que traslada luego el cadáver de Guevara, desmiente el dialogo entre ambos, más bien, da cuenta del escupitajo en la cara de Rodríguez al pretender humillarlo  ,”Inmediatamente de conocida en La Paz, la versión de Félix Rodríguez, el general Gary Prado Salmón le salió al frente acusándolo de embustero, fantasioso y mercenario imbuido de fines puramente mercantilistas. El general (r), Gary Prado, que capturó en 1967 a Ernesto “Che” Guevara, calificó de “mercenario” y “tenebroso” al exagente de la CIA, Félix Ramos, nombre con el que actuaba en Bolivia Félix Rodríguez, quien narra los últimos momentos de la vida del guerrillero argentino-cubano, en un libro que será publicado próximamente en los Estados Unidos.  Prado afirmó que el agente de la CIA, cuya identidad verdadera es Félix Rodríguez Mendigutia, dejó al “Che” vivo en La Higuera. “Ramos llegó por primera vez a La Higuera el 9 de octubre a las 9:00, con el Cnel. Joaquín Zenteno y retornó a Vallegrande con el mismo coronel a las 11 de la mañana, cuando el ‘Che’ estaba todavía vivo” afirmó Prado. “El no vio absolutamente nada esas dos horas y menos pudo trasladar el cuerpo sin vida del ‘Che’, hasta el helicóptero que lo trasladó a Vallegrande” Tampoco pudo sostener una plática con el Che, “es más, cuando llegó Ramos a La Higuera para identificar al Che, lo único que intercambiaron fueron insultos. El Che le dijo que era un mercenario”. Por fuera del guion que elije Villalobos para afirmar tales extremos, lo que pone en evidencia es su intencionalidad de muerte simbólica de Guevara, v lo hará más adelante para sustanciar prueba, con Jorge Masetti, hijo de Ricardo Masetti, que literariamente, en un pésimo libro, entre el “Furor y el Delirio ”destaca que las operaciones encubiertas derivaron en “bandidaje revolucionario” y se extendieron a otros países del continente”  El escritor de marras, sin otro merito que su apellido, recuerda la sentencia de Marco Tulio Cicerón “Estos son malos tiempos. Los hijos han dejado de obedecer a sus padres y todo el mundo escribe libros", un mediocre burócrata de la conspiración, que pierde sus privilegios en Cuba, luego de que cae en desgracia su suegro Tony de La Guardia-justo reconocer, excelente persona, que no tuvo la culpa de la elección de su hija-..Su relato, es minucioso, sobre todo, en detalles y operaciones que el no participo, delata y expone sin ningún escrúpulo, a vivos y muertos, y lo que no le contaron, lo afirma por deducción, digno para incorporarlo en el programa de protección de testigos de la fiscalía. Estereotipo de ese sincretismo letal que producía la inteligencia cubana, y entraba en contacto con “operaciones encubiertas”, por desgracia, su padre, habida cuenta de su prematura muerte, no pudo prevenirlo de lo inmoral que resulta su estatuto de confidente , !!Bien por la fiscalía, “tengo los pelos en la mano”´ es un ortiba calificado!!!

La fractura histórica y la elisión grotesca del relato de Villalobos ,parecería indicar que Ernesto Guevara, no era más que un ejecutor ciego de las instrucciones de Fidel Castro, cuando por lo contrario, su alejamiento de Cuba, que era inevitable, se  precipita , producto de percepciones radicalmente diferentes sobre el devenir revolucionario, sin que esto le otorgara a Guevara, la posesión de una solución sin fisuras para, por fuera de una historicidad de la cual fue parte y creo jurisprudencia.

Guevara, a pesar de su juventud y de una torsión que hoy resultaría fácil caracterizar como ”militarista”-que efectivamente lo era-,comenzó a ser perturbador y nada complaciente con la burocratización progresiva que dispensaba la dependencia con la Unión Soviética, y el progresivo desplazamiento de los combatientes de la sierra, por la vieja burocracia intrigante del PSP, y la constatación de la ambigüedad de Fidel Castro sobre como consolidar el “Estado revolucionario” y a sí mismo, o contribuir la revolución, de acuerdo a la representación temeraria de Guevara, Fidel siempre mantuvo siempre  una actitud astuta para lidiar con disputas sin posibilidad de resolución para terceros, operando de tal manera que las mismas ,reforzaran finalmente su infalibilidad, creo reconocer que el régimen de verdad que  produjo-en contubernio con su nomenclatura- para el ejercicio y sustentación del poder, tiene fuertes anclajes en Edipo Rey de Sófocles, que no es sólo una forma retórica, es al mismo tiempo religiosa y política. Consiste en la técnica del símbolo como instrumento, a través de medias verdades, teniendo diferentes mitades a través de un profeta ciego como Tiresias, intermediario del oráculo de Delfos, y de los  mensajeros que envía y que deben regresar, que justificarán el oráculo, y su vinculación con el poder porque cada uno de ellos posee un fragmento de la pieza que se combina perfectamente con los demás., completando su ciclo ,manteniendo su unidad gracias a este juego de pequeños fragmentos separados unos de otros, de un mismo conjunto, un objeto único, cuya configuración general es la forma manifiesta del poder, aquello que los griegos llamaban el símbolo ,finalmente, legitimado por testimonios que intervienen, y enmascaran en  la última mitad ,mediante el más oculto de los pastores, enunciarán la verdad definitiva al dar el último testimonio para enmascarar el juego de la verdad por mitades del Rey.

Fidel Castro, y su verdad por mitades, fue ejercida no solo con Guevara, que desata su furia contra el burócrata Mario Monje, que no se entrevista con el hasta dos meses después de la implantación de la guerrilla en Bolivia, que como buen funcionario del PCUS, cumplió la consigna de aislarlo, pero cumplió otra misión a cabalidad de acuerdo del compromiso con Fidel, que le afirmo que la estadía de Guevara iba a ser corta pues su objetivo era el Norte Argentino, adquiriendo una propiedad rural en Tarija, muy próxima a la frontera. Sin saber aún, lo incierto de la guerrilla Boliviana, mantuvo que “medio informado”, conjunta y subsidiariamente, a Mario Monje, a los soviéticos y a Guevara. Su intermediario directo, que a su vez, tenía bajo su servicio otros mensajeros para no exponerse directamente, fue el “Monje Gris”, Manuel Piñeiro,  viceministro del Interior, que se hará cargo del seguimiento del frente africano, donde Guevara desarrollaba su actividad guerrillera y luego en Bolivia, y más tarde seguirá ejerciendo sus intrigas desde el Departamento América, y seguirá haciéndolo hasta su muerte. En la década de los 70´s, mal podría haber conocido yo a Fidel Castro ,cuando ni siquiera había recibido al “hereje” de Raúl Sendic , durante la Conferencia Tricontinental, por recomendación expresa de Piñeiro que lo caracterizo como un “delirante trotskista”. En cambio, si conocí por razones azarosas a Dariel Alarcón “Benigno”, con quien hicimos una relación muy entrañable, aquel guajiro dicharachero y directo que me narró a fines de 1973, sus peripecias internacionalistas, y parte de sus incertidumbres sobre la actitud de Fidel Castro en relación a Guevara, me reencontré con él en 1984,cuando su carácter irreverente lo llevo a un trabajo humillante y opaco en institutos penitenciarios, finalmente nos reencontramos en Uruguay, en 1996,cuando la izquierda institucional y su prensa oral y escrita, por recomendaciones de la Embajada Cubana, hizo una campaña de aislamiento en su contra, concurrimos con Jorge Zabalza a verlo en la habitación de su hotel, cuando las incertidumbres del año 73 y las del 84,estaban dolorosamente constatadas. El ejercicio de la verdad por mitades a lo Sófocles, fue permanente en Fidel, por un lado, durante los preparativos de la incursión al Congo, y luego en Bolivia, donde Guevara, ni siquiera pudo conocer el terreno de la guerrilla, donde se le cortó, meses antes de su final, totalmente comunicación con la Habana, y su enlace con la ciudad, fue el mismo que Joaquín Villalobos refiere como: El primer jefe de la inteligencia sandinista fue un oficial cubano.” bajo las instrucciones de Manuel Piñeiro ,nunca pudo explicar, según Benigno, porque razón había interrumpido el contacto con Guevara meses antes, aduciendo que estaba en Europa, arreglando temas de su identidad, cuando el pasaporte y su identidad entonces, era Boliviana . La recurrente mención durante meses, de “Manila no responde” en las páginas de su diario, pudieran ser una parcial respuesta, como dice nuestro diacono “Sobra información pero abundan los ciegos que no quieren ver .Dicen que la fe es ciega”, pero parecería que exponer esta información, no es digna de ser considerada por él, porque pondría en incertidumbre su propia fe, es más funcional a su relato y sus propósitos, resulta más tranquilizante aceptar la del agente de la CIA,  Félix Rodríguez. No me extenderé sobre estos detalles, se pueden acceder a ellos, a través de páginas web o por los libros publicados por Benigno (https://www.elmundo.es/larevista/num71/textos/cheb.html).

Aunque la política sea irreductible al psicoanálisis, la observación lacaniana de que somos hablados por el inconsciente, puede explicar algunas afirmaciones de Villalobos:

 “...Lo ocurrido en Nicaragua me llevó a pensar que si en El Salvador hubiésemos triunfado, los comunistas, que eran más dogmáticos que Ortega, con el apoyo de Cuba habrían tomado el control del gobierno, yo habría sido disidente y, como tal, habría terminado muerto o dirigiendo fuerzas contrarrevolucionarias. “ 

No pongo bajo sospechas las aprehensiones de Villalobos, pero las mismas, justificadas como una actitud de preservación de la vida propia, ponen más en evidencia, el desprecio por las ajenas. No se me ocurriría darle el estatuto de cobardía, sin embargo el, no duda en caracterizar a Ernesto Guevara como cobarde, en circunstancias que él ni yo vivimos, dejado a su suerte por Manila, sin medicamentos durante meses que mitigaran su asma crónico, con unos trapos para protegerse sus pies, que llamaba piadosamente “abarcas”, cargando con heridos al borde de la inanición, da su combate final y pierde su carabina M-2 por un disparo directo en la caja de los mecanismos, más una herida en la pierna izquierda, con solo una pistola Walther, cuya parque de munición no llegaba a los seis proyectiles mojados, que según Benigno, en su último contacto visual, le dice a Simeón Cuba” Willy” ”cárgame la pistola que estoy desarmado”, puede ser aplicado el estigma de cobarde. Las afirmaciones de nuestro diacono, son el límite de sus vanidades, quizás por eso, hace tabla rasa con Fidel Castro y Ernesto Guevara. Parece explicarlo cierta frustración que transfiere Borges  sobre la inmortalidad, en su cuento “Tiempo circular” “Si los destinos de Edgar Allan Poe, de los vikingos, de Judas Iscariote y de mi lector secretamente son el mismo destino —el único destino posible—, la historia universal es la de un solo hombre...”

De la misma manera, la vida de Villalobos, de quien escribe y de quien eventualmente nos lea, tocara  su fin, se disipara como lágrimas en la lluvia, y salvo la probable memoria de otros, será una constatación imprecisa de nuestros actos pasados. En cambio, la mitología será muy difícil de desterrar en el devenir histórico, tal cual ironiza Feyerabend :.“Hoy día nos damos cuenta de que el racionalismo, por estar vinculado a la ciencia, no puede ayudarnos en el debate entre ciencia y mito, y sabemos además, por investigaciones de una clase completamente distinta, que los mitos son mucho mejores de lo que los racionalistas se atreven a admitir''. En consecuencia, Fidel Castro, Ernesto Guevara, Stalin, Mussolini, héroes o monstruos mitológicos se preservaran“                                                                                                                                                        Tato López


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