19.OCT.20 | PostaPorteña 2156

Uruguay : JUP Y LUC

Por Hoenir Sarthou

 

Para que el aroma “setentoso” fuera perfecto, aparecieron carteles de la JUP (Juventud Uruguaya de Pie) en apoyo de la LUC  (Ley de urgente consideración, recientemente aprobada)

Por Hoenir Sarthou - Voces 14 oct 2020

Para quienes, por jóvenes, no tengan memoria, y para quienes, por viejos, la hayan perdido, les cuento que la JUP fue una agrupación juvenil de derecha que, entre fines de los años sesenta y principios de los setenta del siglo pasado (suena horrible, pero así es), se hizo célebre por atacar liceos y agredir a militantes estudiantiles de izquierda.

En esa época, presidencia de Jorge Pacheco Areco y comienzos de la de Juan María Bordaberry, se vinculó insistentemente a la JUP con sectores conservadores del gobernante Partido Colorado, y se la acusó de tener apoyo de la policía, acusación bastante verosímil, dado que sus integrantes –algunos bastante conocidos- solían exhibir armas de fuego y efectuar disparos durante los ataques a los liceos, sin que la policía interviniera, ni la organización fuera investigada, y sin que ninguno de sus miembros fuera detenido. Como organización, mostraba fuerte hostilidad hacia el naciente Frente Amplio y muy poca simpatía por el creciente nacionalismo wilsonista.

La JUP desapareció a principios de los setenta, no reapareció durante la dictadura, y fue en general justamente olvidada. Varios de sus miembros ocuparon luego cargos en el Estado y algunos debieron responder individualmente ante la Justicia penal por otras causas, aunque su pasado de matoncitos  paragubernamentales nunca fue enjuiciado.

En casi medio siglo, nadie había reivindicado a la JUP. Es lógico, ¿quién querría recordar a una organización de “nenes de mamá”, protegidos por el gobierno y por la policía, que jugaban al terrorismo hasta la hora de tomar la merienda?

La pregunta es,  ¿a quién le sirve que reaparezca ahora?

Claramente, no  a la LUC. Tampoco al gobierno. ¿De qué sirve  el apoyo de un “sello” despreciado y despreciable,  que oscila entre el desconocimiento y el olvido?

Si alguno de los antiguos juperos, o, más probablemente, un  hijo o nieto de los antiguos juperos,  decidió desempolvar el sello, no se sabe para qué, alguien debería decirle que le está haciendo un gran favor a la campaña contra la LUC y a fuerzas que seguramente cree odiar.

IZQUIERDA CON ANTEOJERAS

Si con algo se conjuga una trasnochada reaparición de la JUP, es con cierta visión del mundo que podríamos describir como “izquierda con anteojeras”.

¿En qué consiste esa visión?

Lo central es una mirada que parece limitada a lo simple e inmediato: “El enemigo es la derecha. Y la derecha son los blancos, los colorados, los independientes y, por supuesto, Cabildo Abierto, que es el partido militar y debe dar mucho miedo. Contra la derecha está la izquierda, que es el Frente Amplio. Arriba, abajo, al costado  y afuera no hay nada. Sólo la derecha y el Frente Amplio (bueno, y el PIT CNT, y algunas ONGs, y algunos organismos internacionales que promueven los derechos humanos y la igualdad de género, pero ellos también están contra la derecha, así que son buenos). La derecha propuso la LUC. Luego, la LUC es mala

Conclusión: tenemos que luchar contra la LUC, que es luchar contra la derecha y contra el partido militar. Esa es la consigna.”

Mientras el Frente Amplio, un poco despatarrado por el resultado electoral, se recupera del impacto, la cúpula del PIT CNT parece decidida a convertirse en la abanderada de esa visión.

Para ello, siguiendo una vieja y conocida estrategia, intenta trazar una raya que divida lo bueno de lo malo. Y esa raya es la LUC. Del lado de la LUC, todo lo malo. Contra la LUC, todo lo bueno.  “Contradicción fundamental”, se le decía antes.

La propuesta de referéndum contra la LUC es hija de esa visión. Lanzada por la dirección del PIT CNT, con el aliento discreto de sectores del FA, intenta galvanizar a quienes se opongan a la coalición de gobierno mediante una consigna clara y simple. Algo así como “Oligarquía o Pueblo”. Sí, clara y simple. Me temo que demasiado simple.

UN ELEFANTE IMPERCEPTIBLE

El principal problema de esa mirada con anteojeras no es tanto lo que ve como lo que no ve.

Sin duda, la LUC puede aparejar problemas y probablemente sería conveniente revisar algunos de sus aspectos. Pero, ¿esos problemas tienen una entidad tal como para convertirse en el parteaguas de la vida social y política de los uruguayos? En otras palabras: ¿la raya del PIT CNT está bien trazada? ¿Quiénes quedan de uno y del otro lado?

Por ejemplo,  ¿de qué lado queda el sistema financiero, siendo que la LUC eliminó la bancarización obligatoria para negocios de menos de 100 mil dólares? ¿El referéndum evitará que el agua se privatice y comercialice en base a la ley de riego?

¿Afectará en algo las ganancias leoninas y los privilegios de los principales intereses económicos del País, como UPM? ¿Qué pasa con las políticas pandémicas, las decenas de miles de empleos perdidos, los miles de millones de dólares de deuda, los niños sin clases y el recorte de libertades que avanza en el mundo y también nos amenaza? ¿Qué opinan la cúpula del PIT CNT, y los sectores partidarios que la alientan, sobre esos asuntos?

La cúpula del PIT CNT y la mirada con anteojeras no ven muchas cosas. No vieron la bancarización del País, con su inevitable costo para los sectores más pobres; no vieron la privatización del agua (el PIT CNT sólo aportó pocas decenas de firmas para evitarla);  no ven ni vieron el avance del modelo forestal celulósico, con su sistemática destrucción de nuestra soberanía política, económica, territorial, ambiental y educativa, y no ven ahora la destrucción social a largo plazo que implican las injustificadas políticas pandémicas.

Por decirlo en pocas palabras, la mirada de izquierda con anteojeras – que no es privilegio exclusivo de la cúpula del PIT CNT- no ve, ni quiere ver, dónde radica el verdadero poder en el mundo actual. Ese es el elefante invisible que se le cuela al PIT CNT detrás de su raya estratégica trazada en base a la LUC: hablan de un Uruguay ilusorio de espaldas a la realidad del poder en un mundo globalizado

Tal vez la mejor expresión de esa mirada miope y recortada sea el documento que emitió hace poco el Frente Amplio para analizar el resultado electoral y delinear su estrategia futura. Un documento en el que, en sintonía con la actual estrategia de la cúpula sindical, no se menciona a la pandemia, ni a la OMS, ni a los miles de empleos perdidos, ni al sistema bancario, ni a UPM, ni al agua, ni a la lumpenización social. Un documento en el que los únicos problemas parecen ser algunas “desprolijidades” de gobernantes del FA, la poca comunicación con las bases y una defectuosa práctica comunicacional. En suma, una realidad soñada.

PAL UL  DON

Las viejas historietas de Tarzán se referían a Pal Ul Don, un valle perdido en el que la evolución se había detenido y era posible toparse con dinosaurios y plantas monstruosas, desaparecidos del resto del mundo hace muchos millones de años.

A veces, el mundo que se autodibuja la izquierda con anteojeras me hace recordar a Pal Ul Don. En él, campea por sus fueros (sin alusiones) el dinosaurio manini rex, quizá descendiente del aguerrondus rex, y, por alguna extraña alquimia, la suma Cuquito-Sanguinetti permite evocar al pacheco-tiranosaurio, que todos creíamos extinguido. Ni qué decir si en el valle aparece un nido de JUPtiles, pequeño reptil que solía lucir tonalidades coloradas. La alegría de los viajeros del tiempo será infinita.

En el Pal Ul Don uruguayo no hay pandemias, ni empleos perdidos, ni OMS, ni celulosa, ni bancos, ni deserción escolar, ni agua contaminada, ni endeudamiento, ni suicidios, ni nada. El tiempo se detuvo en 1971 y el único asunto a atender es ganarle las elecciones a Pache… perdón, al candidato rosado, luchar contra el golpe militar que planean Domenech y Lust, reclamar “verdad y justicia” por crímenes antiguos (no por los recientes) y combatir la LUC, que, como se sabe, es la causa de todos nuestros males.

Sólo hay un problema, queridos lectores y viajeros del tiempo: Pal Ul Don no existe. Tarzán se sacó el taparrabos, ahora lo usa de tapabocas, y envió un e mail postulándose para gerente de una multinacional.  Pero no importa, “¡derogaremos la LUC y derrotaremos a la derecha!”.


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