Con la intervención del ex fiscal Enrique Viana en las dos pasadas audiciones, ha quedado claro que el nuevo Código del Proceso Penal, más conocido por sus siglas CPP, ninguna de las bondades que se vendieron por parte de sus impulsores se ha cumplido.
Es más, el nuevo CPP ha terminado por desvirtuar el papel de la justicia, porque ya no importa conocer la verdad sino que alguien pague por un delito denunciado. Tampoco importa si es culpable o no.
Tampoco importa si para llegar a un acuerdo de tipo delictivo, criminal dijo el ex fiscal, es el propio estado, por la acción de su Fiscalía General, comete un delito o varios, como en el caso Balcedo.
Tampoco importa si se violan preceptos varios reconocidos incluso en la Constitución.
A quienes votaron la elección del Fiscal General y a quienes votaron la implantación del CPP, les cabe una doble, tremenda responsabilidad. Por la elección del propio Fiscal y por su puesta en práctica.
Excluyo de esa responsabilidad a los legisladores del FA, porque de todos es sabido que desde el caso Feldman en adelante, la Fiscalía General actuó para beneficiar a los corruptos que gobernaban entonces.
Y lamentablemente, muchas veces contando con el silencio cómplice de la entonces oposición y hoy gobierno, porque no es bueno tener como enemigo a nadie tan poderoso como el Fiscal General. Parafraseando a Martín Fierro, yo diría “no critiques al Fiscal, no le des de qué quejarse, que siempre es bueno tener palenque dónde rascarse”.
Y a todos los que se llenan la boca criticando la intromisión del Foro de San Pablo no los he visto abrirla para criticar la intromisión de los EE.UU. ni han dicho una sola palabra de la actuación de la cancillería, y por lo tanto del gobierno, referidas a la posición actual del gobierno acerca de Palestina y de los saharauis.
Lamentablemente, tengo que reconocer que se ha impuesto lo políticamente correcto, que cada cual trata de sacar ventaja para sí o para su grupo sin importar si al perjudicado le cabe razón o no.
Puedo hablar con propiedad sobre estos temas, porque la primera vez que pude decir públicamente que la historia que algunos dirigentes del MLN habían puesto en circulación era falsa, los medios de comunicación que recibieron mis cartas se llamaron a silencio, con excusas varias. Otros más audaces pero igual de alcahuetes se atrevieron a tratar de darme lecciones de conducta, como Brecha y La Diaria.
Se abrieron los micrófonos y la prensa para que todo quien quisiera hablar sobre mis motivos para desmentir la historia oficial pudiera hacerlo, sin importar si lo que decía tenía algún margen de veracidad o no.
Con mi venida en el 2015 se formó un coro mediático para tratar de crear en la opinión pública la idea de que mi procesamiento, decidido por miembros del gobierno, que no vaciló en presionar a la jueza que me devolvió el pasaporte español para que me lo incautara nuevamente, cosa que hicieron funcionarios policiales mediante engaño.
Se me procesó por denuncias falsas, por testigos falsos, la mayoría de los cuales dijeron no conocerme y que hablaban de oídas, se llamó a declarar a varios militares cuyos nombres los proporcionó el mismo MLN, en la persona de dos de sus integrantes, David Cámpora y Alejandro Artucio, que redactaron sendos informes que me leyó el fiscal Cancela en mi primera comparecencia ante la jueza Díaz Maynard, que ya había aceptado una denuncia sin pruebas, por lo tanto inadmisible. Presentada por uno de los Grille, que llevó como testigo al secretario de Huidobro, Roberto Caballero.
En dicho informe aparecen varias acusaciones que incluso varias de ellas han sido desmentidas por sus propios protagonistas, como son las referidas a las caídas de los locales de la calle Amazonas y Pérez Gomar, el berretín en la casa del mismo Cámpora, entregado por él mismo, etc.
La actuación de la fiscalía apelando el auto que revocó mi procesamiento debe inscribirse también dentro de ese panorama general del montaje acerca de mi procesamiento, así como el encajonamiento durante más de un mes para tomar conocimiento del levantamiento del cierre de fronteras que me permitió viajar a España, alargando de manera innecesaria mi estancia en Montevideo, sin medios de ninguna clase.
Y qué decir de la jueza Staricco y de la fiscal Llorente, que realizaron a los testigos preguntas de este tipo: La jueza pregunta a Orosmán Pereira, ¿en qué despacho interrogaba Amodio Pérez a los detenidos? El testigo contesta que no lo sabe, con lo que queda la idea de que Amodio Pérez efectivamente interrogaba pero que el testigo ignoraba dónde.
Otra pregunta de la fiscal: ¿Con qué oficiales Amodio Pérez salía a practicar detenciones? El testigo tampoco sabe.
Se dice que la justicia está flechada y todo el mundo pone el grito en el cielo. No hay que atacar a la Justicia, dicen. Y por qué no dicen que la Justicia dio, da y a este paso no dudo que seguirá dando motivos para ser criticada?
Cómo no voy a creer que esta flechada si a mí se me procesó por denuncias falsas, por falsos testimonios de los testigos que contaron con la ayuda de la Fiscal Llorente cuando esos testigos quedaban mal parados en el careo conmigo.
El Caso Martel. El Caso Quartiani. Los Que Se Negaron Al Careo.
Como o voy a creer que esta flechada si en mi sumario hay tres informes médicos sobre el estado de salud mental del coronel Asencio Lucero, coincidentes los tres en que el acusado padecía un deterioro mental que lo incapacitaba para declarar pese a lo cual la jueza, acompañada del fiscal Cancela constituyó despacho en la misma sala en que Lucero estaba internado en el Hospital Militar para interrogarlo.
Lucero, acusado por 28 mujeres detenidas en Punta de Rieles junto al también coronel Orosmán Pereira, fue procesado por abuso de funciones, violaciones y un largo etcétera. Orosmán Pereira no.
Porque fue declarado inocente de las acusaciones? No. Porque su causa fue archivada? Tampoco. Nada se sabe acerca de su situación penal. Tampoco se sabe si la Fiscalía especializada, tan interesada en procesar a subordinados por hechos sucedidos hace 50 años se ha interesado sobre delitos cometidos hace algún tiempo menos.
Tampoco sabemos la razón por la cual ninguna de las 28 mujeres que oficiaron como acusación tampoco se han preocupado por la situación de este coronel retirado, acusado por todas ellas de los mismos delitos que Lucero, perseguido hasta su muerte, no solo por la justicia, sino también por la periodista Georgina Mayo, tan locuaz en otros momentos y hoy llamada a silencio.
El mismo silencio cómplice que guarda el entonces patrocinante de la denuncia, Álvarez Petraglia.
Por si no lo recuerdan, Orosmán Pereira es el único militar que refrendó, dando falso testimonio, las acusaciones que el MLN me hizo entonces. Es, además, el autor de una carta pública, integrada al mismo sumario, dirigida a Lucía Topolansky y a José Mujica, en la que les recuerda su paso por el cuartel Florida.
Estas son las razones por las que Pereira está en el limbo judicial y por las que a nadie interesa su procesamiento.
Si a mí se me procesó sin pruebas por qué no voy a creer que hay presos que también lo están? Es que en aras de lo políticamente correcto tengo que callarme y no decir lo que pienso?
Es que en aras de lo políticamente correcto tengo que admitir que como en mi caso se procese por simple venganza?
Es que como me dicen algunos no tengo que decir, por ejemplo, que a los militares que hoy están condenados se les había prometido que no serían perseguidos por los delitos cometidos cuando el pacto del Club Naval.
Es que tengo que callar que se los condena por delitos de lesa humanidad cuando los delitos se cometieron –y reitero, si se cometieron- cuando no estaban calificados como tales delitos y se los condena aplicando la retroactividad que la Constitución y el propio código no avalan?
Es que no tengo que decir que para salvar a la institución fueron presos algunos militares señalados como responsables cuando actuaron con conocimiento de sus mando superiores?
Es que defender el cumplimiento del Estado de derecho, aunque los perjudicados por el no cumplimiento sean delincuentes confesos y que no fueron juzgados en tiempo y forma, tengo que callarme para no aparecer actuando en su defensa?
Pues no. Así como nadie se ha atrevido a desmentirme en relación a la falsa historia del MLN, si estoy equivocado en este tema, que me lo aclaren y lo digan.
Que no hagan como el number one del periodismo patrio, Leonardo Haberkorn, que insiste en adjudicarme traiciones que ni él ni quienes le hacen coro y le festejan sus metidas de pata, -tan ignorantes y atrevidos como él-, han podido demostrar y seguramente no demostrarán nunca.
Este atrevido y laureado charlatán, hoy premiado con pluriempleo en el programa La mesa de los galanes, insistió con el tema de la cárcel del pueblo y vuelve a adjudicarme la responsabilidad de la caída.
Uno de los integrantes del coro, dice que adjudicarle a un muerto la responsabilidad es un viejo truco.
Para conocimiento del tan laureado Haberkorn y para quien se mete a opinar sin saber de lo que habla, transcribo la pregunta 28 del Cantando las 40 de Gerardo Tagliaferro, dedicado a Julio Marenales, de fecha 29 de agosto de 2009.
28) En un programa de televisión, hace un tiempo, le preguntaron quién había delatado la "cárcel del pueblo" en 1972 y usted dijo que, contrariamente a lo que siempre se supuso, no fue Amodio Pérez sino Adolfo Wasen. ¿Correcto?
Sí.Wasen fue a buscar a Ios compañeros. Ellos (las FFCC) tenían la característica del teléfono de la cárcel del pueblo, andaban cerca pero no tenían la casa. Wasen (que estaba detenido) fue con los milicos, para evitar que los compañeros se hicieran matar. Creo que se equivocó el compañero; su razonamiento fue que teniendo la característica del teléfono iban a llegar y su preocupación era que quienes estaban allí no se hicieran matar.
Cuando yo digo que Haberkorn miente, lo demuestro. De periodismo de investigación, nada de nada. Y todavía sigue sin llamar al coronel Grignoli, para que desmienta la historia que Haberkorn cuenta sobre la detención de Rodríguez Larreta.
Con relación a la falsa historia, en el Archivo Cámpora, que casi todos los que han escrito y opinado sobre el pasado reciente citan casi de continuo, hay testimonios que nadie cita, precisamente porque desmienten la historia oficial.
En la carpeta 1 del archivo, subcarpeta 1, llamada textos, fechada año 2015 se encuentra el informe que Cámpora y Artucio firmaron para el Poder Judicial.
En la carpeta 3, subcarpeta 1, textos de libros y ensayos, dice Cámpora que es de vital importancia precisar la fecha en que Sendic y Huidobro conspiraron contra Amodio. Iban a preparar un libro, según surge del archivo.
En el mismo archivo está la entrevista que Hugo Fontana hizo a Cámpora para El Observador, publicada el 25/11/2006, en la que Cámpora se queja de que el MLN le quitó el apoyo para el Archivo porque estaba investigando demasiado…
Tras la falsa historia del MLN muchos hicieron carrera. Algunos fueron premiados con cargos, premios literarios varios y otros tratan de seguir vendiendo versos, como Caras y caretas, que el pasado viernes 4 publica un reportaje a Mauricio Rosencof, para que éste anuncie que va a publicar una nueva novela.
Este personaje es uno de los creadores intelectuales de la historia oficial del MLN por la cual los responsables de la debacle del año 72 salvaban sus responsabilidades echándoles las culpas a otros. De paso, evitaban que se investigaran sus comportamientos en los cuarteles y hasta el presente todavía no se sepa cómo y por qué Sendic fue detenido y a punto estuvo de perder la vida, luego de negarse a aceptar la “rendición honrosa” que entre los presos y los militares, entre los que se encontraba el coronel Trabal, le ofrecieron la noche del 25 de agosto de 1972, en el cuartel Florida.
Quien firma el publirreportaje, de nombre Daniel Alejandro, se asombra “que un hombre que ha sufrido tanto siga teniendo en su mirada ese brillo especial de un joven ilusionado… esperanza y amor son los sentimientos que traducen sus ojos, esos que han sido testigos de las más crudas realidades”.
Este joven de espíritu revolucionario, según el cronista, aprendió pronto las artes del engaño y ganó sus primeros abundantes dólares dando charlas a los incautos que creyeron sus historias, a tal punto que se ganó las críticas del viejo Julio, que lo recriminó, aunque sin nombrarlo, en el libro que le escribió Márquez Zacchino.
Desde entonces adoptó un perfil bajo, lo que lo puso a resguardo de las críticas tan comunes a sus compinches de fechorías.
En el publirreportaje, nombra a dos de sus más connotados compinches, que no pueden ser otros que el Ñato y el Pepe. Los nombra en medio de una anécdota que ya fue contada por Zabalza, aunque con algunos cambios. Los personajes eran Marenales y Sendic y los bulones del Ñato se transformaron en clavos. Según Zabalza quien distraía a la guardia era Sendic y en esta historia es Mujica. Todo lo demás, coincide casi palabra por palabra, lo que me causa cierta sorpresa.
Ni Zabalza ni Rosencof hablan de la coincidencia de ambos tercetos en pensar en poner en práctica el mismo plan de fuga, circunstancia que de haber sido real los dos intentos, alguno lo habría mencionado.
En este caso creo que una vez más, como ha sido costumbre, quien miente es Rosencof, otro plagiario que ya ha sido desmentido por sus propias compañeras del MLN, a causa de un cuento que se inventó sucedido en Punta de Rieles y que contó como un hecho real.
Para cerrar, una noticia que nadie ha publicado hasta ahora y que, como la moción presentada por un representante de Cabildo Abierto, en este momento no recuerdo su nombre, creo que es de justicia pero de difícil cumplimiento, por todo lo dicho anteriormente.