26.DIC.20 | PostaPorteña 2173

PLANDEMISMO Y DOMESTICACIÓN (7)

Por Os Cangaceiros/P.I.

 

NOTAS de DECANTACIÓN  (7)

 

La tiranía más temible no es la que toma la forma de arbitrariedad, es la que está cubierta por la máscara de la legalidad.

Albert Libertad, 1907

 

 

“Esto no es un virus, es un crimen” decíamos en la nota anterior. 

Crimen de seres humanos destruidos por el pánico creado, el aislamiento, el encierro, el tapado de bocas, la represión, la militarización de toda la sociedad humana mundial.

Crimen de actividades humanas (encuentros, disfrutes, contactos, amores, turismos…) y de sectores productivos de valores de uso necesarios a la vida

Crimen selectivo de los sectores “solo necesarios a la vida humana”, los que no generan plusvalía tributaria para la élite financiera y estatal. ¿Para qué dejar abiertas las playas, piscinas, bosques, montañas, bares, cafés, plazas, gimnasios, peluquerías, centros de esparcimiento, de belleza, dietéticos…, transportes turísticos, si no pagan ni impuestos, ni proporcionan intereses al capital financiero y al Estado mundial?

Liquidación voluntaria, consciente y criminal de los sectores y actividades económicas que “solo” necesita la población de a pie.  Es decir, destrucción de las actividades que no generan impuestos, las no reguladas, los trabajos precarios, las que la élite considera no indispensables, principalmente los “trabajos” y mercados “negros” y de los “negros”. Y por supuesto: supresión de intercambios “negros”, uso de dinero físico que no se puede controlar, etc. Por eso se destruye el dinero físico incontrolable…y se lo sustituye por el dinero digital, producto, en su gran mayoría, de la falsificación monetaria más gigante de la historia, de la “flexibilización cuantitativa”…realizada por los banqueros del mundo que detentan el poder mundial.

¡Quien no genera intereses e impuestos no merece vivir, no merece consumir y contaminar, declara el gobierno en las sombras del capital mundial!

¡El planeta explota si no paramos el consumo de los pobres gritan desde todos los centros del poder del Estado mundial!

¡La plandemia es precisamente la condenación a muerte de todo lo no esencial para el sistema capitalista mundial, de todo lo que escape al dominio del capital financiero y el crédito/dinero emitido por ellos!

Crimen contra la humanidad, será el genocidio más grande de la historia de la humanidad, porque controlada y conscientemente se está provocando la destrucción de actividades productivas necesarias a la especie humana, lo que asegura un futuro de hambre y miseria planetaria.  Todas las medidas pandémicas destruyen fuentes de subsistencia y provocaran hambre, miseria, e infinita destrucción de seres vivos.

 ¿Quién es el criminal? ¿Quién aumenta su poder y riqueza con el crimen social plandémico? 

¿A quién beneficia el crimen? ¿Quiénes quieren confinar y destruir la vida de millones de humanos y someter al resto a la dictadura más imponente, como la aplicada con el confinamiento?

¿Quién gana con la sumisión de la humanidad al encierro, a la tiranía “sanitaria” del Estado mundial? 

¿Quién puede acumular más dinero paralizando la producción de bienes y servicios humanos?

Pero el crimen ha sido muy bien organizado.

Cualquiera que plantea estas preguntas, que son las más elementales frente a todo asesinato, es atacado por los milicos, por el Estado, por la unidad mundial plandémica: represión abierta, acusación de complotista, anticientífico, antisemita, paranoico…, censura de toda expresión no plandémica, ataques informáticos, amenazas físicas, verbales y cibernéticas…, secuestro, interrogatorio policial o militar, enclaustramiento psiquiátrico…, desaparición y en muchos casos muerte. 

Se utiliza todo el abanico represivo, porque el crimen es, antes que nada, la represión de todo movimiento contestatario del Estado mundial, de la lucha proletaria en contraposición al capital y el Estado: Chalecos amarillos, Hong-Kong, Argelia, Irak, Irán, Líbano, Chile, Ecuador, China, La Reunión ( isla del archipiélago de las Mascareñas con estatus de departamento de ultramar francés, situado en el océano Índico), Haití, Nicaragua, India…

Porque el asesinato primero y prioritario del Plandemismo, es la desaparición y muerte programada, preparada y consciente del movimiento social del proletariado internacional (pre-plandémico) y de todas las expresiones formales e informales del mismo, que precisamente, había denunciado, durante la última década, los planes de la aristocracia financiera mundial.

Es así que se fue produciendo la decantación en el movimiento social, entre quienes denunciamos el crimen, el genocidio y declaramos abiertamente que NO HAY NINGUNA PANDEMIA, que es pura propaganda y el Poder del Estado mundial. 

Y seamos sinceros, a pesar de todos nuestros esfuerzos, los criminales del Estado capitalista lograron taparnos la boca. Lograron encerrarnos, y no logramos socializar una verdadera resistencia generalizada en ninguna parte. 

Quienes denunciamos el crimen y a los criminales fuimos aislados, violentados, encerrados, censurados, psiquiatrizados, torturados, aprisionados, allanados, desposeídos… y nos fueron destruyendo (desde mediados del 2019) nuestras redes, blogs revolucionarios, contactos, salud, listas de correo, publicaciones…

Mientras la población sufría el asesinato directo, la encerraban, calaboceaban, le tapaban la boca, le impedían tocarse y respirar, los criminales no solo no eran inquietados, sino que a través de los diferentes “Estaditos” locales seguían profundizando el desastre y la catástrofe capitalista planetaria destruyendo la vida, todos nuestros medios de vida, para controlar todo. 

Los partidos políticos, sindicatos de todo pelo y color, pero sobre todo los de izquierda y los progresistas, contribuyen tanto o más que los militares, policías y servicios secretos que se dedicaron solo a ejercer el mando de todo el TINGLADO criminal.

Mientras la población grita desesperadamente contra el confinamiento y el tapado de boca y sale a la calle, como puede y donde puede gritando “alcahuetes” a quienes aplauden a médicos y enfermeras sometidos al plandemismo, la gran mayoría de los “anarquistas”, “libertarios”, “internacionalistas”, “comunistas de izquierda”….se pliegan al “alcahuetismo” generalizado y son subsumidos en la sopa supersticiosa y cómplice de la “incidencia directa del virus… a nivel biológico”

 ¡Cómo si el ataque no fuera de los criminales de la élite que dirige el Estado mundial y toda la sociedad burguesa internacional…, sino de un supuesto “virus”, que todavía nadie ha podido aislar y mucho menos probar que contagia!

Mientras la población denuncia que la “pandemia es falsa” y que “hay que denunciar a los asesinos”, mientras la gente grita la “pandemia es pura propaganda” y que “los asesinos plandémicos son los dueños de todos los medios de información del mundo”, los marxistas leninistas, y otros “aportadores libertarios de la consciencia  supuestamente antiestatal [1] “ se someten al plandemismo organizado por el verdadero ESTADO del capital mundial que organizó con lujos de detalles la propaganda pandémica y con ello creó el tinglado plandémico global. 

Manipulados por los medios, por los milicos, por las universidades y los partidos…, “internacionalistas”, “libertarios”, “anarquistas” y “revolucionarios”…, desconcertados y aplaudidos por el poder del capital mundial se pliegan a las campañas plandémicas inocentando y haciéndose cómplices del verdadero asesinato mundial

En vez de denunciar la “pandemia” como un montaje publicitario y mentiroso del terrorismo de Estado, en vez de denunciar el asesinato consciente y deliberado, se acepta la coartada de los asesinos: “el que mata no son los milicos que nos encierran, ni los que desde las sombras dirigen el mundo, sino la pandemia, “el virus”.

Los asesinos que están genocidando al mundo entero, aseguran así totalmente la impunidad de Estado y la efectividad de su campaña publicitaria de terror plandémico y formulan y difunden su coartada histórica y científicamente bien elaborada: es el virus el que mata, es el capitalismo y la globalización capitalista que producen cada vez más pandemias”


[1] Por supuesto que los “antiautoritarios” que se pliegan a la mentira oficial del “coronavirus asesino” están ocultando el asesinato real que hace el Estado mundial que dirige cada uno de los Estaditos locales. En general esos “antiautoritarios” siguen confundiendo los gobiernos nacionales con el Estado, con el verdadero Estado mundial que dirige, desde las sombras, la aristocracia financiera (a través de los medios y los Estados mayores militares de todos los países)


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