En el número de 2174 de Posta, correspondiente al pasado 30 de diciembre, un airado lector, cuya identidad ha preferido ocultar, nos dice que “Hoy vale la pena el destacar que el "Negro Amodio" esta patinando sobre su propia mierda que lo está ahogando como mentiroso y farsante de aquel pasado glorioso de combatientes que hicimos la verdadera historia y que fuimos anulados porque fuimos honestos y consecuentes, entre ellos y nosotros, entre estos tipos y los compas, sí que hay una gran diferencia es ESA MORAL que nunca tuvieron y podemos gritarles,....iii FARSANTES MENTIROSOS!!! Y VOS TAMBIÉN AMODIO....
El anónimo indignado, como tantos otros durante tantos años, me han acusado de muy diversas formas, no solo sin aportar las pruebas que validaran sus dichos, sino que muchas de esas acusaciones terminaron por ser desmentidas por los propios creadores de los infundios.
El indignado lector que se atribuye para sí virtudes varias y que niega a otros, no ha tenido la suficiente valentía de dar la cara, aunque más no sea para que pudiéramos comprobar si en verdad existe y si escribe en nombre propio o cumpliendo algún encargo.
Y a propósito de lo que él llama mis mentiras, le informo que lo que dije esta sacado de las declaraciones de Jorge Manera Lluveras, realizadas el 19 de setiembre de 1972, que ocupan 11 páginas escritas a máquina a un espacio, en las que el interrogador realiza algunas preguntas en las páginas 1 y 11, en las que Manera realiza un largo monólogo referido a la historia del MLN, en el que incluye su participación directa y la de otros, con nombre, apellidos y detalles del rol que desempeñaron en el asesinato y enterramiento de Pascasio Báez.
Yo defendí la vida de Pascasio, nos dice. Y puede ser, porque yo también, recogiendo lo dicho por Manera, dije que solamente dos de los presentes lo hicieron. Es el indignado uno de ellos?
Podría ser, pero para eso también hay que aportar pruebas. Por ejemplo, decirnos su nombre y decirnos quiénes más estaban en el Caraguatá en esos momentos, quiénes le mintieron acerca del destino de Pascasio y todo otro detalle que nos sirva a todos para conocer la verdad.
Si a la búsqueda de la verdad el supremo indignado le llama tirar mierda, que busque en otro lado. Y si no tiene más elementos para insultar, el que se tiene que cuidar de los patinazos es él mismo.
Desde ya espero su respuesta. Feliz año a todos.
Amodio
BASTA de tapado de bocas que solo buscan acallarnos
BASTA de confinamiento humano que solo sirve para encerrarnos
BASTA de separación y distanciamiento entre los humanos
BASTA de la tortura que nos prohíbe abrazar, besar y amar a nuestros seres queridos
ABAJO la dictadura con pretexto sanitario que revienta nuestra solidaridad
Proletariosinternacionalistas.com
Diego Valeriano - 31 diciembre 2020 Lobo Suelto
Ranchada, manija, fiesta, vagancia. Muchas formas de decir, nuevas formas de luchar. Se rancha una época, las aulas, los furgones. La tierra, los pasillos. Se detiene el tiempo, se pavea, se está en una. Se escapa de los modos de vida productivos, tan eficientes y obedientes.
Se Rancha hasta que algo pase, hasta que sea ley, como otra forma de decirle hasta siempre al Diego. Se escabia, discute, se abraza, se suman, se busca aire frente a todo esto que tanto asfixia.
Los cuerpos fiesta, los cuerpos de las pibas y pibes que no hacen caso, que se la dan en la pera, que luchan. Son cuerpos vagabundos, indómitos, atrevidas. Los cuerpos fiesta son la contra figura subversiva de este tiempo cada vez más ortiba, controlador, politizado y frívolo. Son el verdadero enemigo, otra forma de fuga, una revolución inevitable, un tiempo desquiciado. Los cuerpos fiesta no aparentan normalidad, no flashean orgánica, tienen otras formas que ni sabemos.
Los pibes ranchan en la plaza de Libertad para torcer el destino de cooperativista, gato, preso o Rappi, las pibas ranchan y cambia el mundo entero,
Se ranchó en Guernica para habitar una época nueva de recuperación de la tierra. Una nueva época, un nuevo tiempo. Ranchada, cuerpos fiesta, desobediencia como ejercicio destituyente, espiritual y vital.
Este mundo y las formas de dominación cambian, pero las pibas y pibes siempre encuentran la forma de no hacer caso.