14.FEB.21 | PostaPorteña 2185

Pandemia, Verdades, Libertades, y Caravana (Feb/2021)

Por MR/LaFragua

 

-Un apuntecito actual, sobre la vieja relación contradictoria y complementaria, entre la VERDAD (en la LIBERTAD LIBERAL), y la VERDAD (en la LIBERTAD OBRERA Y POPULAR)

-Uno apenas quiere decir algo, porque está atragantado. Ahora mismo, hay miles de escritores brillantes, filósofos, académicos, artistas, escribiendo y manifestándose por éste tema. Otros muchos, indispensables, están en silencio o silenciados, es preocupante. Otros muchos, asintiendo con su silencio, lo que sucede. Aunque poca gente lea éstos asuntos, se intenta. Siempre se intenta. Las ganas de leer en un tiempo de frenética búsqueda de respuestas urgentes, fáciles, y rápidas, no encuentran lugar para la reflexión.

-Entonces éste asunto de las libertades, es tan enorme como la humanidad. Sin posibilidades de expresarlo en pocas líneas. La lucha por las libertades está en movimiento permanente. Por ej. Haití fue el primer país reconocido que se constituyó en República en las Américas. Conquistó la libertad de la colonia y del esclavismo. Hoy, a más de dos siglos de esa historia, lleva década tras década de dictaduras feroces, y de títeres autoritarios disfrazados de demócratas, ahogada en sangre y miserias, y recolonizada, una y otra vez, y con su pueblo heroico que sigue luchando. Sucede en Chile, Colombia, Ecuador, y en tantos y tantos ahora mismo.

 -Las libertades culturales pueden, y son a veces, llevadas a propósito al romanticismo. Enunciados emocionantes sin consecuencias reales. También sufren cambios periódicos, retoques, pactos. Aquí, aún vivimos en el alcance y vigencia de un pacto infame: el Pacto del Club Naval, hecho para una salida impune de la dictadura. Ese pacto hoy envejeció, necesita de modernización para un gobierno que se muestra débil, pero que es más hostil a las libertades sociales del pueblo. Entonces aquél pacto se recicla y condensa y se parcha, en la nueva LUC. La Ley de Urgente Consideración

 -No somos todos iguales en derechos ni en libertades formales. El poder, y el poder político y económico, sobre todo el poder de las relaciones del dinero, la pertenencia a las clases sociales poseedoras de conocimientos de élite, por oportunidad y acceso a mejor formación, da trascendencia, prensa y difusión, a una especie de verdades que se aplican como órdenes. De acuerdo a su conveniencia. Es así que en el planeta entero se vive hace más de un año, bajo la presión enorme de la mayor campaña propagandística que una enfermedad haya tenido antes. Que descarga día tras día, un informe tras otro por la prensa y las redes, contando las cantidades de Infectados, y muertos sin certificar. No hay registro histórico de una campaña mediática similar.

Difícil escaparle a ésa red. No hay medios alternativos, de peso, que digan otra cosa igualando esa presión. No está permitido, o no es lo políticamente correcto.

 - Hay una movilización convocada, llamada Caravana por la Verdad. Gran nombre. Se propone como parte de la campaña de Médicos Por La Verdad, una movida que se está dando en varios países. Con una argumentación confrontativa con la verdad pandémica -oficialista gobernante y opositora- en Uruguay. Son profesionales, activistas sociales, políticos, con nivel para exponer ideas, que, si bien no son muy bienvenidos por la campaña oficial, han logrado alguna visibilidad minoritaria en televisión radio, diarios y redes, en sintonía con otros movimientos similares de la región y de Europa.

-En esta pandemia, que es muy real, en cuanto a su efecto de paralización económica, en un país con grandes diferencias de acceso al consumo mínimo indispensable, con gran desocupación creciente, con enfermedades cronificadas desatendidas, con barriadas marginadas, lejos de centros laborales, con cierres de empresas y pérdidas de puestos de trabajo, situación general en aumento, de mayor precarización social al menos desde 2015, luego de algunas mejoras desde el 2005, se ha agravado enormemente. Nadie sabe cuánto más va a suceder de ese empobrecimiento.

Ésa situación es la que amenaza y provoca gran sufrimiento en los “sectores más vulnerables” (frase de moda), con cientos de ollas populares en agotamiento de meses y meses, sin ver ninguna salida. Hay suspensión de tratamientos de otras enfermedades, con gran sobresaturación estresante en trabajadores de la salud, en actividades exclusivas sobre el cuidado de contagios virales. Con la siempre amenazante saturación de los centros médicos. Con la promesa oficial de vacunación no cumplida por alta demanda internacional y guerra comercial, mencionada por el gobierno, con grandes negociados de las multinacionales vendedoras de vacunas. Ni siquiera con la vacuna como una esperanza de curación o inmunización, ya que es un experimento mundial sobre población sana. Cada día éste último punto es más conflictivo.

-La alimentación con incremento de comida sana, de vida, trabajo y ejercicios sanos, de aire libre, con promoción y financiamiento de cultivos de alimentos sanos y agua potable sin agrotóxicos, sin comida sintetizada enfermante… Nada de eso es el centro de ésta campaña oficial de salud pública. La campaña recae exclusivamente sobre la actividad social y cultural obligando a vivir en burbujas alienantes, tapándose la boca y la nariz, distanciándose y restringiendo y reprimiendo la vida social sana. Ofende la razón ver gente caminando en espacios abiertos en soledad, en bicicleta, motos, automóviles, usando tapabocas, y mirando con desconfianza al que no lo usa.

-Claro que sí, que cada día se va haciendo urgente manifestarse por libertad y por verdades verdaderas, legítimas, y consistentes.

Para el conjunto de la sociedad hace falta. Para la inmensa mayoría de la sociedad. Para los trabajadores y el pueblo. Para quienes mueven la sociedad creando riqueza, para aquéllos que en servicios limpian los restos de un desenfrenado consumismo...

Para los que limpian el culo a la sociedad de consumo frívolo. También para aquellos que en las llamadas “residencias permanentes” de ancianos, muy ricos y pobres. Las clases ricas no se limpian el culo, ni se cocinan, ni lavan su ropa, ni construyen sus ocios... Contratan gente. Del pueblo más pobre que no hace asco a trabajar en lo que sea, con salarios muy mínimos, porque necesita comer y mantenerse. !!

Si será vital para una sociedad tener el pueblo sano!!

 -Es en ésta situación, que se organiza una caravana. Caravana por la Verdad se llaman. Desde ésa organización que quiere manifestar por su verdad. Lo que diferencia a esa propuesta, es su origen social y sus propósitos. Atiendo en ésta gran confusión existente (donde es el progresismo frenteamplista, el que pide medidas más duras al gobierno¡¡) varios argumentos científicos, humanitarios, y políticos, para una necesaria reflexión colectiva. Hasta ahí coincido.

Entre los convocantes hay (y no podía ser de otra forma creo, el filón es grande) algún personaje excesivamente autoproclamado. Y otros que nunca defendieron intereses humanitarios. Ésta Caravana por la Verdad, que la proponen en varias etapas y días, es muy elocuente que comience en las Canteras del Parque Rodó. Sigue un recorrido alejándose hacia el este. Va hacia Atlántida, a Piriápolis, a Maldonado, a la peatonal Gorlero, a Punta del Este, y una actividad final en la Paloma. Zonas muy alejadas del pueblo más perjudicado en ésta pandemia.

La libertad no puede ser solo una suma de libertades individuales, donde el más fuerte y mejor relacionado determine y sea privilegiado. Por eso es lamentable el rol de los organismos de defensa de los trabajadores y el pueblo, la mayoría de los sindicatos, y otras organizaciones, que permanecen en silencio o acallados, sin propuestas.

 -La verdad de la libertad de una sociedad, es la justicia social, la distribución de riquezas generadas, y de oportunidades y de bienes y servicios y de derechos a la vida. La libertad individual en la libertad colectiva, es un objetivo positivo, legítimo, a ser -creativamente- equilibrado, cuando podamos construir otra sociedad alternativa. A la cual no me corresponde ponerle nombre, aunque la tenga en mi imaginario intacto.

Mientras, como pueblo, sin más argumento que nuestras razones colectivas y con la movilización organizada, como gato panza arriba, debemos defendernos tanto de las mentiras oficiales y de la opresión, como de la dispersión burocrática de nuestras luchas legítimas.

Y defendernos también, de las verdades a medias.

M.R. -  La Fragua FEBRERO 2021 – N° 92


Comunicate