18.FEB.21 | PostaPorteña 2186

Moneda en la Rusia soviética, 1917-1930 (2)

Por ASTARITA

 

La NEP

 

La primera parte de la nota, aquí 

 

Rolando Astarita 15/2/21

Durante la guerra los campesinos aceptaron las requisas como un mal necesario para vencer a los blancos y a los intervencionistas. Pero una vez que el conflicto se decidió a favor de los bolcheviques, se manifestó el descontento frente a una situación gravísima. La cosecha de grano de 1920 fue apenas el 54% del promedio 1900 – 1913; en 1921 fue el 43% (Efremov). Hubo hambruna con una secuela de millones de muertos. Estallaron sublevaciones campesinas, y en 13 provincias se tuvo que suspender la colecta y requisa del grano (Bettelheim, 1978, p. 209). El giro de la dirección bolchevique hacia la Nueva Política Económica fue casi inevitable (véase aquí):

“La NEP consistió, en lo esencial, en restablecer los mecanismos de mercado para la relación entre la industria y el agro. Esto significaba el abandono del Comunismo de Guerra, el programa que el Gobierno soviético había aplicado durante los años de guerra civil e intervención extranjera. Ese programa había consistido, en esencia, en la requisa forzada de cereales, caballos, forrajes y otros productos a los campesinos, a fin de aprovisionar a las ciudades y al Ejército Rojo. Si bien había sido medianamente tolerado durante la guerra, cuando esta terminó los campesinos comenzaron a resistirse a seguir entregando el grano. En 1920 una autoridad gubernamental estimaba que los campesinos sustraían más de una tercera parte de la cosecha a los equipos estatales de acopiamiento; y empezaban a cultivar solo la tierra para cubrir sus necesidades directas. Se produjo una caída catastrófica de la producción y del aprovisionamiento de las ciudades. Era la expresión de la ruptura de la alianza de los campesinos con la Revolución, ruptura que era “funesta para República soviética” (Lenin).

El objetivo de la NEP, por consiguiente, fue restablecer la smichka, o unión económica y política duradera entre el proletariado y el campesinado, o entre la industria y la agricultura. Para eso, en lugar de la requisa, se estableció un impuesto (primero en especie, luego en dinero) y los campesinos fueron autorizados a comerciar su producción”.

El restablecimiento de las relaciones de mercado implicaba la necesidad de estabilizar un régimen monetario y financiero. Aunque, en un principio, esto no fue reconocido. Se pensó que la NEP podía aplicarse en una economía en transición a la desaparición de la moneda. En 1921 el valor del rublo era el 5% de su valor en 1918 (Nenovsky). Solo Preobrazhenski advirtió, en el Congreso partidario que aprobó la nueva orientación, que era imposible comerciar con el valor de un rublo que fluctuaba “a lo largo de días, sino de horas” (citado por Carr, p. 359). Propuso por eso crear una nueva moneda respaldada por plata, pero su recomendación no fue atendida.

Sin embargo, cuando el comercio comenzó a extenderse a nivel nacional “la política monetaria se convirtió en parte indispensable de la NEP” (Carr, p. 359). Era imperioso estabilizar la moneda. Pero eso era imposible en tanto se seguía financiando el déficit con emisión. Había que reducir los gastos o aumentar la recaudación. En los egresos estatales tenía un gran peso la mantención de la industria estatal, y de los obreros empleados en ella. Es que muchas empresas llevaban años de descapitalización, tenían baja productividad y eran deficitarias.

El gobierno intentó medidas “ortodoxas”: puso fin al proyecto de abolir los impuestos en moneda; implantó el principio de jozraschet (un método de dirección y planificación económica de la empresa basado en confrontar gastos de la producción con los ingresos); estableció un impuesto sobre la industria; restauró el principio del presupuesto estatal; y dispuso que todos los productos o servicios estatales debían pagarse con dinero contante (Carr, p. 361). Además algunas empresas fueron arrendadas a particulares y cooperativas, y se permitió que el sector privado dominara en la pequeña industria. Se ordenó al Narkomfin que tomara medidas para aumentar la recaudación y restringir el gasto. También debía desarrollar las operaciones bancarias necesarias para el buen funcionamiento de la economía y contratar la emisión de billetes. Carr señala que esta última disposición apuntaba a establecer una moneda estable. El capital extranjero fue invitado a invertir, pero hubo poca respuesta: en 1928 menos del 1% de la producción industrial era de empresas de propiedad extranjera.

En este marco, una medida trascendente fue la reapertura, en octubre de 1921, del banco estatal central, el Gosbank (el banco central había dejado de existir en enero de 1920). Se decidió que se regiría con los principios del jozraschet, y sería independiente, pero estaría bajo control del Namkofin (Nenovsky). Uno de sus objetivos principales era otorgar créditos. Sin embargo, comenzó estableciendo intereses muy elevados (para protegerse de la depreciación de la moneda), y hubo poca demanda de préstamos (Carr, 363).

La inflación, en tanto, continuó su marcha ascendente. Entre enero de 1920 y enero de 1921 el índice de precios para toda Rusia pasó de 2.420 a 16.800. La tasa de inflación aumentó de 598% en 1918 a 1.376% en 1919. En 1922 fue 7197%, y el índice de precios (en enero) alcanzó 288.000. En octubre de 1923 llegó a 21.050.00 (Nenovsky). No había forma de restablecer el comercio, de planificar o elaborar siquiera un presupuesto con ese nivel de inflación.

El giro hacia la estabilización se operó en sucesivos pasos. En noviembre de 1921 Lenin publicó en Pravda la nota “La importancia del oro ahora y después”; en ella sostenía que la tarea más importante del momento era restablecer el comercio interior “regulado (orientado) con acierto por el Estado”. En una futura sociedad comunista el oro podría servir para fabricar mingitorios, pero que por el momento era necesario “economizar oro en la RFSSR, venderlo más caro, adquirir con él mercancías a precios más bajos” (p. 360, 1972). Enfatizaba la importancia del oro para el comercio exterior; pero, de hecho, también para reanimar el comercio interno.

En diciembre de 1921, ante la 11° Conferencia del Partido los expertos del Gosbank (muchos de ellos antiguos banqueros) propusieron un programa de ortodoxia financiera: extensión de los “mercados libres”; ayuda financiera para la industria ligera; revisión del monopolio del comercio exterior; búsqueda de préstamos extranjeros y retorno al patrón oro (Bettelheim, p. 41). Estas propuestas fueron rechazadas, pero la Conferencia enfatizó la necesidad de desarrollar los intercambios entre la industria y la agricultura con una moneda estable (véase ibid.). En consonancia se proclamó que era un principio rector de las finanzas soviéticas limitar la emisión a fin de restaurar la circulación monetaria sobre una base metálica (Carr). Ese objetivo se reafirmó en el noveno Congreso de los Soviets de toda Rusia, a fines de 1921; y en el 11° Congreso del Partido, en marzo de 1922 (Carr, 366).

Por otra parte, en enero de 1922, en la resolución, propuesta por Lenin, “Rol y tareas de los sindicatos en la NEP”, se dispuso que las empresas del Estado debieran reorganizarse en base a la rentabilidad económica y regirse por principios comerciales. El presupuesto de 1922 fue calculado en términos de rublos de preguerra. Efremov observa que no era un respaldo sólido para garantizar el valor del rublo. Y en la medida en que continuó la alta emisión para cubrir el déficit, continuó la inflación. Todavía en 1922 el 60% de los ingresos del presupuesto correspondieron a la emisión de nuevos billetes (Bettelheim).

Se abrió una discusión sobre el sistema monetario. Se avanzaron varias propuestas. Algunas vinieron del exterior; también de académicos rusos (que habían participado en la reforma monetaria del ministro zarista Witte que estableció, a fines de siglo XIX, un patrón oro para el rublo); y del Gosbank; del Narkomfin; y del Comité de planificación, o Gosplan. Nenovsky resume las posiciones respectivas. Para nuestro propósito, nos interesa destacar que el Banco Central propuso una moneda respaldada por oro y convertible. El Tesoro, o Narkomfin, una moneda respaldada por oro, pero la convertibilidad debería postergarse durante dos años. El Gosplan planteó una estabilización inspirada en un programa para EEUU elaborado por el economista (neoclásico) estadounidense Irving Fisher, llamado de “dólar compensado”. Finalmente se adoptó el programa del Narkomfin.

Emisión del chervonetz, o rublo oro, y “ajuste”

Para avanzar en la estabilización, en julio de 1922 se resolvió emitir una nueva moneda, el chervonetz, que sería de alto valor. En noviembre el Gosbank comenzó a emitir el chervonetz. Equivalía a 10 rublos oro de preguerra, o 7,74 gramos de oro fino. Estaba respaldado en un 25% por metales preciosos y monedas extranjeras estables (tenían respaldo oro); y en un 75% por letras de cambio de préstamos de corto plazo. Había también un excedente de reserva. La convertibilidad se postergaba por dos años. La emisión estaba limitada por el requerimiento de que debía ser compensada por la reserva de oro. El Gosbank pagaba 4% de interés por los depósitos en oro, contra entre 50% y 70% por dinero fiduciario.

En lo que respecta al presupuesto, ya en 1921 habían comenzado despidos en empresas del Estado, y continuaron al año siguiente. Por eso durante la NEP la desocupación fue relativamente elevada. Así, en 1927 la Plataforma de la Oposición Conjunta (u Oposición de Izquierda) estimaba que había dos millones de desempleados, sobre 3,5 millones de asalariados en todo el país (oficialmente se reconocían 1,478 millones de desocupados), y reclamaba una mejora del seguro de desempleo. Por otro lado, y como parte del “ajuste”, los aumentos de salarios se condicionaban a aumentos de productividad (una medida que criticaría, en 1927, la Oposición Conjunta).

Además, entre agosto de 1921 y febrero de 1922 se establecieron impuestos sobre el vino, alcohol, tabaco, cerveza, cerillas, miel y aguas minerales. En este punto recordemos que en su plataforma de 1927 la Oposición Conjunta también cuestionó el aumento de los impuestos indirectos, los cuales afectaban al consumo, sobre los directos. De todas formas, no encuentro que Trotsky haya criticado, entre 1922 y 1925, el programa de estabilización monetaria y ajuste del presupuesto. Por ejemplo, en Towards Socialismo or Capitalism?, publicado en 1925 y dedicado a las perspectivas de Rusia, no se menciona siquiera el asunto. 

Por otra parte, en el verano de 1922 el gobierno solicitó suscripciones para su primer empréstito estatal. Significaba volver al endeudamiento interno. Con el objetivo de dar seguridad del pago y reembolso, se estableció que se haría en moneda vinculada al precio del centeno, y que el empréstito estuviera garantizado por un depósito de oro en rublos. Con estas medidas comenzó a reducirse el déficit. En el último trimestre de 1922 se anunció que la emisión monetaria cubría menos de un tercio de la recaudación (Carr, pp. 368-9).

En consonancia con las medidas descritas, en abril 1922 los bolcheviques enviaron una delegación a la Conferencia internacional de Génova, la primera que se realizaba desde el fin de la guerra. El objetivo era ampliar el comercio con los países capitalistas (véase intervención de Lenin en el XI Congreso Extraordinario del Partido). En Génova los delegados bolcheviques explicaron que si bien la Rusia soviética se negaba a pagar la deuda externa de la Rusia zarista, estaba dispuesta a discutir la cuestión en una reunión internacional. Los países acreedores exigieron el pago de la deuda e indemnizaciones por las propiedades confiscadas. El jefe de la delegación soviética, Chicherin, ofreció reconocer la deuda a cambio de la cancelación de la deuda rusa de guerra; comenzar los pagos después de un período de 30 años; compensación por los daños ocasionados por la Entente a Rusia y otorgamiento de créditos para Rusia. Estos créditos no debían destinarse a pagar la deuda, sino a la reconstrucción de la economía. La oferta rusa fue rechazada por los países acreedores.

La reforma monetaria de 1924

A partir de la emisión de la nueva moneda, la intención de las autoridades era que el chervonetz desplazara al oro y a las monedas extranjeras. Sin embargo el rublo – oro  no fue bien recibido y el Gobierno debió imponerlo. Los chervonetz coexistían con los sovznak. Los primeros eran moneda de ciudad y de elevado valor; los segundos, de poco valor, eran la moneda de las aldeas. El gobierno intervenía tratando de estabilizar a los chervonetz y a los sovznak. Sin embargo, con el tiempo aumentó la demanda de chervonetz, y se estableció una tasa de cambio entre ambas monedas distinta de la oficial. Los chervonetz eran demandados principalmente por los “hombres de la NEP” (los nepmen, como se los conoce en la literatura) comerciantes que se enriquecían con la nueva política (Nenovsky).

Las diferencias en las tasas de cambio entre chervonetz y sovznak se combinaron con la llamada crisis de las tijeras. Trotsky planteó el problema en 1923 ante el 12° Congreso del partido (el primero que se realizaba sin Lenin): los precios de los bienes industriales aumentaban cada vez más en relación a los bienes agrícolas, lo cual restaba incentivos a la producción campesina  (sobre esta cuestión, puede consultarse aquí y aquí). Esta divergencia se acentuó porque las transacciones industriales se hacían en chervonetz, que se valorizaban; y las aldeanas en sovznak, que perdía valor. A su vez, la depreciación del sovznak perjudicaba a los obreros, que recibían sus salarios en esa moneda.

En el curso de 1923 las autoridades apuntaron contra el sovznak, aumentando su emisión. Esto provocó inflación y la tijera de precios se abrió más todavía. Se buscaba también introducir el chervonetz en las aldeas. El contexto era de relativa mejora de la economía: el presupuesto se había equilibrado; disminuyeron las pérdidas en la industria y algunas empresas estatales presentaban algo de ganancias; hubo superávit en la cuenta corriente; el sector estatal ganó en eficiencia y el chervonetz, que era obligatorio para los contratos, se valorizó. En febrero de 1924 la emisión de sovznak fue interrumpida, y se los cambió por rublo oro. En total la depreciación del rublo papel desde 1913 hasta la reforma había sido 5 × 106. Con la nueva moneda, gradualmente los precios pasaron de ser fijos a controlados, y luego a flotar libremente (Nenovsky). Además, se le quitó el derecho al Narkomfin de emitir billetes para cubrir el déficit fiscal.

Por otra parte, las autoridades soviéticas intentaron contener el alza de los bienes de consumo procurando eliminar intermediarios, los nepmen, imponiéndoles altos impuestos y reduciendo los suministros que recibían del Estado. Asimismo, los bancos estatales redujeron los montos de crédito de 42,4 millones de rublos a 17,8 millones en 1923/24 (Ball, 1990). También se impusieron controles de precios, aunque no fueron muy efectivos en el sector privado (volveremos sobre la política de controles en la tercera parte de la nota, en referencia a las propuestas de 1927 de la Oposición Conjunta). Sin embargo, junto a la reducción de los intermediarios privados, cayeron el comercio y los abastecimientos. En 1925 se dio marcha atrás en esta política y se profundizó la política “bujarinista” de estímulo a la acumulación de los campesinos acomodados, y del comercio privado.

.En cualquier caso, entre 1923 – 1924 se logró el equilibrio presupuestario; en 1924 – 1925, y en los años siguientes, hubo superávit. Este logro se debió esencialmente “al notable auge de las producciones industriales y agrícolas” (Bettelheim, 1978, p. 47). Terminó la hiperinflación; en 1924 el aumento de precios fue 37%. Las tasas de interés cayeron fuertemente. Además, aumentaron las reservas de oro: pasaron de 2,6 millones de dólares a fines de 1922 a 94 millones en 1925. Lo cual dio más solidez a la moneda. Hasta 1928 el chervonetz era comercializado en los mercados de cambio externos.

Textos citados:

Ball, A. M. (1990): Russia's Last Capitalists: The Nepmen, 1921-1929. Berkeley:  University of California Press. http://ark.cdlib.org/ark:/13030/ft2199n7h5/

Bettelheim, C. (1978): La lucha de clases en la URSS. Segundo período (1923 – 1930), México, Siglo XXI.

Carr, E. H. (1982): La Revolución Bolchevique. 2 El orden económico, Madrid, Alianza Editorial.

Efremov, S. M. (2012): “The Role of Inflation in Soviet History. Prices, Living Standards and Political Change”, Electronic Theses and Dissertations. Paper 1474. https://dc.etsu.edu/etd/1474.

Lenin, V. I. (1972: “La importancia del oro ahora y después de la victoria total del socialismo”, Obras Escogidas, t. 6, Buenos Aires, Estudio.

Nenovsky, N. (2015): “The Soviets monetary experience (1917 – 1924) through de perspective of the discussion on unity and diversity of money”, CRIISEA, University of Picardie Jules Verne, Amien.


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