16.JUL.21 | PostaPorteña 2218

CUBA: Crónica de una Protesta Anunciada

Por varios

 

Carta de Yunior García Aguilera

 

Los  siguiente  dos textos son  el testimonio reciente del joven dramaturgo y director teatral Yunior García Aguilera, aparecido hace unas horas en Facebook después de haber sido liberado de las dependencias policiales adonde fue llevado detenido. Yunior,  es  reconocido como representante y vocero del grupo de jóvenes que hicieron una “sentada” frente a la sede del Ministerio de Cultura de Cuba y elaboraron un pliego de demandas. Aquel hecho que acabó días más tarde, marca el inicio de un proceso de rebeldía y represión sin parangón en el cual los jóvenes se han consolidado como la alternativa de un país diferente

Frente al silencio cómplice e injustificado de gran parte de la intelectualidad cubana dentro y fuera de la isla, podríamos sentir orgullo de los jóvenes que han decidido enfrentar la deriva de quienes debieran gobernar para todos y ser ejemplo de dignidad.

 

A mis amigos, colegas y hermanos

 

(Estoy sin Internet, pero encontré una vía para escribirles)

Ayer, al ver las imágenes de la protesta en San Antonio de los Baños, un grupo de jóvenes artistas decidimos llegar hasta el ICRT (Instituto Cubano de Radio y Televisión)  para exigir transparencia. Siempre hemos rechazado los caminos violentos, de modo que llegamos pacíficamente y solicitamos 15 minutos ante las cámaras de la televisión cubana para ejercer el derecho a réplica, hacer un llamado a resolver nuestros conflictos por vías democráticas, condenar la represión y encontrar una solución sin sangre a la crisis total que vivimos los cubanos.

No nos importó que nos llamaran “ingenuos”, otra vez, desde cualquier extremo. Para nosotros, quedarnos en casa de brazos cruzados, mirando desde un sofá el fratricidio, no era una opción. Sabemos, como pocos (porque lo hemos vivido antes), que la rabia es sorda, pero teníamos que intentarlo.

Ya se sabe que fuimos tratados como basura. Les importó un comino que fuéramos sus colegas de la cultura, que tuviéramos posiciones anti-embargo y contra toda injerencia. ¡Ya las órdenes estaban dadas! Una horda de conservadores radicales y varios grupos de Respuesta Rápida nos negaron el mínimo espacio de 15 minutos, y una vez más, la posibilidad de un diálogo cívico y transparente. Fuimos golpeados, arrastrados a la fuerza y lanzados sobre un camión de carga, como sacos de escombro.

En ese camión nos llevaron directo hasta el “Vivac” y nos encerraron hasta hoy en horas de la tarde. Vimos llegar a decenas de jóvenes y nos fuimos enterando poco a poco de las protestas en diversas zonas del país. 

En los múltiples interrogatorios que vivimos quedó claro que nadie desde fuera nos orientó salir a la calle, que absolutamente nadie nos pagó un centavo por hacer lo que hicimos.

Pero también dejamos clarísima nuestra posición y nuestras ideas de CAMBIO, en un país que no frena su caída al barranco, con una aguda crisis sanitaria, sin medicamentos ni comida, con una inflación galopante, una deuda impagable, tiendas en moneda extranjera que se expanden como pulpos, un país que se llena de hoteles mientras el fondo habitacional sufre un perenne peligro de derrumbe y los hospitales no dan abasto. Un pueblo donde crece el descontento, el desabastecimiento crónico, los apagones, los presos de conciencia. Una nación donde el Estado de Derecho está siendo pisoteado sin que un solo diputado levante su voz en favor nuestro.

Nos soltaron bajo una medida cautelar y se lleva contra nosotros un proceso de investigación. Los del “Vivac” que estuvimos en el ICRT, salimos todos, pero todavía hay hermanos presos o desaparecidos, entre ellos, Manuel Alejandro Rodríguez Yong. Nadie puede silenciar nuestro derecho a ser honestos, a exigir que los liberen a todos y a expresar lo que sentimos.

Agradecemos a nuestros amigos y familiares por no descansar hasta que fuimos liberados. Nos parte el corazón ver todo lo ocurrido en Cuba, mientras estábamos en aquellas galeras. ¡Y todavía no lo hemos visto todo!

Condenamos todo hecho de sangre, toda represión, todo uso de la fuerza bruta contra el pueblo y su legítimo derecho a manifestar su descontento por vías pacíficas. 

Condenamos también todo acto vandálico, ajeno al civismo, la dignidad, el humanismo y la decencia.

Condenamos toda manipulación y mentira desde los medios de prensa.

Condenamos toda injerencia extranjera o el uso de fuerzas militares desde cualquier nación, sea Estados Unidos o Venezuela. Y al mismo tiempo, pedimos a gritos la ayuda humanitaria del mundo entero para evitar que las calles se nos llenen de sangre.

¡Todos los ojos sobre Cuba! ¡Todas las voces en favor de la Cuba de a pie que vive minutos de peligro real!

Condenamos todo llamado fascista que incite a la violencia entre cubanos. Todo llamado al combate salvaje entre hermanos, para beneficio de un grupo o élite.

Condenamos toda acción dictatorial, toda violación de los derechos humanos, todo pandillismo político.

Hacemos un llamado, una vez más, a defender el derecho de un país, que ya ha sufrido demasiado, a vivir en paz, democracia, libertad, prosperidad, justicia y respeto a nuestras diferencias. 

Cuba llora, Martí está llorando ahora mismo desde su tumba. Salvemos a nuestra tierra del odio y la barbarie. ¡Qué renuncien todos los culpables de esta pesadilla! ¡Qué se levanten de su silencio todos los cubanos dignos que no comparten el discurso fascista!

No seamos cómplices. ¡Ya basta!

 

VINDICACIÓN DE CUBA

 

En la tragedia griega hay dos términos que bien podrían aplicarse al poder en Cuba: hybris (exceso de arrogancia) y hamartia (error trágico).

Díaz-Canel es el principal responsable de todo lo ocurrido en las últimas jornadas. Es él quien se sienta, sin haber pasado por las urnas, en el vértice superior de la pirámide. Fue él quien llamó al combate entre cubanos, aunque ahora pretenda suavizar su discurso. Es como un Edipo que ya estaba ciego, incluso antes de sacarse los ojos.

Pero el error más trágico de todos ha sido culpar a una parte del pueblo por los sucesos ocurridos. Ese pueblo, que reaccionó inevitablemente ante el desastre de país que nos imponen por la fuerza, ha sido llamado marginal, delincuente, vándalo, mercenario, confundido...

Yo viví las protestas, no me hagan cuentos de camino. Fui detenido con el mismo desprecio conque Hitler trataba a los judíos en la Alemania nazi. Y en mi celda para doce personas en el Vivac, éramos tan diversos como en una República.

Allí estaba Daniel Triana (un vándalo, según Díaz-Canel). Ese vándalo sabe pararse sobre un escenario y convencer a un público con sus palabras y sus gestos. Ese vándalo ha tenido el coraje de luchar a brazo partido por los derechos de la comunidad LGBT. Ese joven tiene tantos huevos que ni en la cárcel perdió su sonrisa ni su mirada franca que desconoce el odio.

En mi celda estaba "Ef-Bi-Ai", el muchacho al que llevaron esposado por cantar Patria y Vida, con un pulóver negro que decía FBI. Solo espero que no mezclen manipulación y paranoia para fabricar teorías que quieran condenarlo por sus gustos musicales o su manera de vestir.

En mi celda estaba Raúl Prado, el "delincuente" que estudió derecho, se graduó en la EICTV de San Antonio y será el director de fotografía de la próxima película de Fernando Pérez.

También estaba "el menor", un niño de 17 años que no tiene la culpa de haber nacido y crecido en un barrio sin progresos. Varias veces tuvimos que salir a defenderlo de los carceleros y de otros reclusos, porque en las prisiones de Cuba nada es más peligroso que un adolescente. Los tratan con rabia desde el primer minuto porque dicen que ellos "no la piensan". Sin embargo, El Menor nos dejaba a todos con la boca abierta por una inteligencia de calle que desconocíamos. El Menor supo escuchar atento cuando hablábamos de Colón, Varela o Martí. Dice El Menor que aprendió más de historia en esas discusiones, que en todos sus aburridos años en la escuela.

En mi celda estaba un joven negro que salió a las calles ese día para no dejar solo a su amigo El Menor. Desconozco cuál fue su delito. No sé si arrojó alguna piedra contra la tienda en MLC donde nunca ha podido entrar, porque nadie le manda Euros. Lo que sé es ese joven me recordaba mucho a los mambises. Y con tal de tener noticias de lo que pasaba afuera, se lanzó descalzo a pegar cables para lograr que funcionara el televisor roto que adornaba la celda.

Quien peor la pasó fue Calahorra, la persona más sensible que conozco. Me preocupaba verlo cabizbajo y triste. Luego supe que no era por él. Calahorra (ese marginal, según el presidente), temía por la vida de los dos gatos que dejó en su casa sin saber hasta cuándo. Sufría por las mil posturas que intentaba usar para frenar la deforestación, y que seguramente ya habían muerto. Pensaba en su libro, que ya estaba en fase de encuadernación y que ahora su destino se llenaba de incertidumbre.

En mi celda estaba el actor Edel Carrero, tal vez un "mercenario" para los burócratas de la marca Puma. No para mí. Sé que Edel trabajaría en mis obras aunque fuera gratis. Sé que cuando decía: "contigo, hasta el fin del mundo, si hace falta", lo hacía por convicciones, señores conservadores que me leen. Cuando ya ni recuerden lo que significa ser revolucionario, piensen en Edel.

En mi celda estaba El Rubio, el muchacho al que cinco hombres arrastraron por el cuello frente al ICRT, solo por abrir su boca en solidaridad con nosotros, sin conocernos. No se imaginan la impotencia que da saber que sigue en el Vivac sin que su familia sepa de él todavía. Ya localizamos a su novia. Y no descansaremos hasta que El Rubio esté libre, con ella.

En mi celda estaba Reinier Díaz, el actor de Inocencia que tanto conmovió a Díaz-Canel, según un tuit desafortunado en que llamó "mal nacidos" a los cubanos que no coinciden con sus criterios. Reinier quedó fuera de la redada frente al ICRT. Quizás los agentes vestidos de civil no querían al actor de Inocencia siendo víctima de abusos similares a los del filme y la historia. Pero Reinier no iba a dejar solos a sus amigos. Y decidió subir él mismo al camión de carga donde nos lanzaron como sacos de escombro.

En mi celda estaba Leo, el católico que se arrodilló a orar por Cuba frente a la turba que, siguiendo órdenes presidenciales, gritaba: "este pueblo no te quiere". A Leo le quitaron su cruz en el Vivac, por la fuerza. A Leo lo llevaron esposado a una celda de castigo por mencionar una palabra tan vulgar como DERECHOS.

No recuerdo el nombre de todos, tampoco del flaco que compartió sus cigarros con nosotros. Lo que sí recuerdo es el respeto y la armonía que se generó en aquella celda tan diversa como una República. Lo que no olvidamos es que allí nadie discriminó a otro por ser marginal, demócrata, católico, homosexual o contestatario.

Y de las mujeres que fueron llevadas a otras celdas, ¡habrá que llenar tantas páginas!

Allí, señor Díaz-Canel Bermúdez, no había un solo delincuente o confundido. Éramos todos CUBANOS, luchando por una Cuba libre y próspera, sin burócratas retardatarios y conservadores, sin oportunistas acomodados sobre el sacrificio de otros. Una Cuba sin dictadores.

El confundido es quien vive en una burbuja blindada contra la realidad. El vándalo es quien ordena que apaleen al pueblo inconforme. El marginal es quien vive ajeno al sentir de la calle y sus conflictos. El delincuente es quien te vende en tiendas exclusivas los productos básicos a precios de estafa.

Solo espero que todos, sin excepción, sean liberados cuanto antes. Y que los verdaderos responsables asuman su culpa. Cuba no es Tebas. No se merece una plaga tan larga de calamidades, para expiar los pecados de una cúpula.

Y usted, señor Díaz-Canel, no es un héroe trágico. Hasta ahora solo ha sido un funcionario sin suerte, sin amor de pueblo ni liderazgo auténtico, sin aché ni carisma ni ideas geniales.

Todo líder se pregunta cómo será recordado. José Miguel Gómez era el "Tiburón". Machado, el "asno con garras". Batista, "el hombre". Fidel (para muchos), "el caballo". En el caso suyo, ya debe haberse dado cuenta de cómo lo nombra la sabia popular. Me pregunto: ¿será capaz de cambiar su propia historia? ¿O ya los oráculos escribieron el guion de su trágico rumbo?

Váyase a un rincón solo, lejos de aduladores, vigilantes y guardaespaldas. Piense. ¿Le quedan pantalones para un punto de giro en favor de Cuba?

Piense, luego exista.

 

Yunior García Aguilera Holguín, (1982) es un actor y dramaturgo cubano tomado del Facebok

 

¿Por qué protesta el pueblo cubano?

 

13/7/2021. El gobierno de Díaz Canel y el Partido Comunista de Cuba (PCC) dice que las protestas “son orquestadas y financiadas desde los Estados Unidos”. Esto no es cierto. Desde ya que el imperialismo quiere utilizar las protestas a su favor. Pero las causas de fondo hay que buscarlas en la política ajustadora aplicadas en enero por el gobierno cubano que profundizó la desigualdad social. En Cuba hace décadas que existe un capitalismo a la “cubana”.

 Lo primero que hay que decir, y más desde la izquierda, es que las protestas populares en Cuba son totalmente genuinas. La gente salió a las calles porque ya no aguanta más la pobreza, el grave deterioro de su nivel de vida. Desde ya que el imperialismo tiene su cuota de responsabilidad en la crisis social cubana por su histórico bloqueo y las ultimas sanciones. Pero el bloqueo, que siempre repudiamos y combatimos, es solo un elemento pero no la causa fundamental de la grave situación social que padece el pueblo cubano.

El bloqueo, instaurado en los años 60, fracasó por la resistencia del pueblo cubano y el apoyo en mundo a la revolución cubana. Hoy en día es muy limitado y parcial. Desde hace décadas Cuba tiene relaciones comerciales y políticas con casi todos los países del mundo. Tal es así que desde los años 90, de la mano del Fidel y Raúl Castro, se fue facilitando la inversión privada extranjera, bajo empresas mixtas con las multinacionales, en especial de la Unión Europea y Canadá. El PCC, siguiendo el camino marcado por China, restauró el capitalismo en la isla. Esta es la triste verdad. Ese es el verdadero marco económico-social que explica el inédito estallido social del 11 de julio.

 El ajuste capitalista de enero de 2021

Justamente es la burocracia del PCC la que siempre ha esgrimido el argumento del “bloqueo” para justificar que no haya libertades y que las y los trabajadores cubanos estén por años con salarios de 15 dólares trabajando, por ejemplo, para las multinacionales españolas o canadienses en el sector turístico o para la Corporación Cuba Ron SA, formada por empresarios cubanos y la francesa Ricard Pernod(dueña del whisky Chivas Regal). Mientras tanto los dirigentes del PCC, los militares y los nuevos burgueses viven como ricos, con sus privilegios y en barrios reservados. Hace unos meses Tony Castro, uno de los nietos de Fidel Castro, compartió por medio de sus redes sociales, imágenes de sus costosos viajes a destinos como París y España. Además, publicó fotos conduciendo un BMW en  lujosos sitios turísticos de Cuba. Lo cual provocó gran indignación.

Lo que hizo prender la mecha no fue una “conspiración imperialista” sino el brutal ajuste que aplicó el gobierno cubano en enero de este año. El presidente Miguel Díaz Canel lo llamó, a la reforma laboral y de precios, “Tarea ordenamiento”. El gobierno dio por terminado el largo período de la existencia de dos monedas en Cuba, el peso cubano y el peso convertible CUC. Con lo cual decretaron un mísero aumento del salario y un elevado aumento de todos los precios de consumo popular. O sea, un típico ajuste capitalista. Tan “ortodoxo” que hasta se anunció que tenía por objetivo “incentivar la inversión privada”. Junto con ello se habilitó “la participación mayoritaria de capitales extranjeros en las empresas mixtas (…) en el sector financiero incluye firmas de capital totalmente extranjero” (Clarín, 19/12/ 2020, página 36). El salario mínimo mensual pasó de 500 pesos (20 dólares) a 2.100 (87 dólares) pero los precios de los alimentos, aseo, gas, luz y transporte se incrementaron muy por arriba del aumento salarial. En estos meses se desató una mayor inflación y especulación capitalista con el dólar.  Lo que derivó en una devaluación de hecho (el dólar oficial de 24 pesos ya está en 60 en el paralelo) que terminó de licuar el salario, ya de por si miserable. Todo lo cual produjo una mayor escasez. El pueblo cubano hace colas interminables para conseguir comida, sufre cortes de electricidad y, en medio de la pandemia, escasean los medicamentos. Mostrando el deterioro del servicio de salud que antes era de primer nivel.

Todo esto terminó estallando el domingo 11 de julio, en el pueblo de San Antonio de los Baños, a 38 km de la Habana, y se extendió rápidamente a otras ciudades y a la misma Habana. Miles salieron a las calles a reclamar por comida, medicamentos y a repudiar al gobierno y a su ajuste. Así lo explicaban los integrantes del Colectivo editorial de Comunistas Blog: “En la tarde de hoy el pueblo cubano salió a las calles. Un pueblo que no estaba convocado por ninguna organización que no fuera la aguda crisis económica que enfrenta Cuba y la discapacidad del gobierno para manejar la situación. Cuba salió a las calles con la consigna equivocada ‘Patria y vida’, pero salió a las calles más allá de una consigna, salió para exigir al gobierno un socialismo verdadero”. Algunos de sus miembros fueron detenidos, entre ellos, el historiador marxista Frank García Hernández. 

Miguel Sorans, miembro de la dirección de Izquierda Socialista, de Argentina y la UIT-CI

 

Apoyemos la protesta popular y la libertad de todos los detenidos

 

Lo ocurrido en Cuba se asemeja a las movilizaciones que se dieron en Chile, Colombia, Perú o Brasil contra los ajustes. Muchas luchadoras o luchadores pueden creer que en Cuba es distinto. Pero no es así. En Cuba ya no existe ningún socialismo. Se trata de un régimen de partido único represivo que, al estilo de China o Vietnam, gobierna para los nuevos ricos y sus alianzas con las multinacionales. En Cuba crecen la pobreza y la desigualdad. Por eso estas protestas populares pueden ser el comienzo de un cambio en la situación. Sabemos que en estos procesos actúan sectores proyanquis, aliados al exilio de Miami, que van a querer usar estas movilizaciones para instaurar su propio gobierno. Como socialistas revolucionarios alentamos la movilización obrera y popular, para terminar con el ajuste en la perspectiva de lograr un gobierno de la clase trabajadora y un socialismo con democracia obrera y popular. Para ello luchamos por la construcción de una nueva dirección revolucionaria que retome las banderas del Che y de la primera revolución socialista.

Las protestas continúan y ya hay un muerto por la represión. Desde la UIT-CI, apoyamos al pueblo cubano y llamamos a todos los que reclaman antiimperialistas y de izquierda en el mundo, a solidarizarse para que se derrote el plan de ajuste, contra la represión, por el derecho a la protesta y para lograr la libertad de todos los detenidos por luchar.

Cuba: por la libertad de Frank García Hernández y demás detenidos de la izquierda cubana

Desde Cuba llaman a la solidaridad internacional por la inmediata libertad de detenidos de la izquierda cubana que estaban presentes en las genuinas protestas que se dieron el 11 de julio en la Habana y otras ciudades. Entre ellos fue detenido en La Habana, Frank García Hernández, historiador y marxista cubano.

Desde el colectivo editorial de Comunistas Blog llaman a la solidaridad y aclarar que las protestas son genuinas y que no tienen nada que ver con ninguna maniobra del imperialismo yanqui: “En la tarde de hoy el pueblo cubano salió a las calles. Un pueblo que no estaba convocado por ninguna organización que no fuera la aguda crisis económica que enfrenta Cuba y la discapacidad del gobierno para manejar la situación. Cuba salió a las calles con la consigna equivocada «Patria y vida», pero salió a las calles más allá de una consigna, salió para exigir al gobierno un socialismo verdadero. Los que estaban en las calles no eran artistas e intelectuales solamente, esta vez era el pueblo en su más amplia heterogeneidad”, Denuncian que el régimen reprimió usando gas pimienta y todos los recursos disponibles.

Desde la UIT-CI, como socialistas revolucionarios nos sumamos al reclamo de inmediata libertad de Frank García Hernández y demás detenidos de la izquierda cubana. Además de García Hernández están detenidos Leonardo Romero Negrín, joven socialista estudiante de Física de la Universidad de La Habana, Maykel González Vivero, director de Tremenda Nota, una revista marginal y Marcos Antonio Pérez Fernández, menor de edad, estudiante de Preuniversitario.

Como siempre el imperialismo y los gusanos de Miami quieren usar estas protestas para su política reaccionaria para atacar la soberanía de Cuba. Pero la gente salió a las calles reclamando contra la miseria, la falta de servicios y contra la represión del gobierno cubano que traicionó, hace décadas, su revolución socialista y favorece los privilegios de los de arriba y pacta con las multinacionales.

Desde la UIT-CI llamamos a las y los luchadores antiimperialistas y a las organizaciones que se reclaman democráticas y de la izquierda a pronunciarse y sumarse al reclamo de libertad de Frank García Hernández y demás detenidos de la izquierda cubana.

Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)

12 de julio de 2021

 

Exhortamos a que se respete la protesta pacífica del pueblo cubano

 

Red Global contra la Violencia Policial

 

Ante la situación en Cuba , julio 2021

Las organizaciones que suscribimos el presente pronunciamiento reivindicamos el derecho del pueblo cubano a la protesta pacífica. Exhortamos al gobierno de la República de Cuba a escuchar y canalizar los reclamos de la población.

El derecho a la manifestación pacífica es un derecho humano y una forma de ejercer el derecho a la libertad de expresión y reunión. El deber de los Estados es garantizar que la ciudadanía pueda ejercer libremente sus derechos.

Las movilizaciones de carácter pacífico que se han realizado en Cuba exigen de las autoridades atención en asuntos sociales que agobian a la población. Tales reclamos deben ser escuchados por el gobierno y canalizar las respuestas más adecuadas teniendo como norte garantizar el mayor nivel de vida adecuado posible.

Informaciones provenientes de distintas partes de Cuba indican que fuerzas policiales han realizado detenciones arbitrarias. Exhortamos a las autoridades a respetar su integridad física y conceder inmediata libertad.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha sostenido que la protesta social, en sus más diversas expresiones, reviste de especial importancia en los sistemas democráticos por ser una de las formas más usuales del ejercicio del derecho de reunión.

Asimismo, ha enfatizado que “la protesta social es una de las formas colectivas más eficaces de expresión” e incluso, “en algunas circunstancias, la única forma a través de la cual ciertos grupos pueden ser escuchados”

En ese sentido, ha afirmado la necesidad de que los Estados diseñen marcos regulatorios que “respeten el ejercicio de la protesta social y que la limiten sólo en aquellos aspectos que resultare necesario para proteger otros bienes sociales o individuales de la misma relevancia”

Si bien reconoce que el derecho a reunión puede tener restricciones, la CIDH ha sostenido que el Estado tiene un marco ceñido para justificar estos límites, los cuales deben ser razonables y deben regirse por los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad

Exhortamos a los organismos internacionales de protección de derechos humanos a monitorear la situación de las protestas en Cuba y exigir el respeto al derecho a la manifestación pacífica. 

Finalmente, las organizaciones que conformamos esta Red Global Contra la Violencia Policial, condenamos el bloqueo económico que, durante años, se le ha impuesto al país caribeño y que afecta principalmente a la población provocando limitaciones en su calidad de vida, que son las razones de las actuales protestas. La comunidad internacional debe contribuir para que Estados Unidos elimine ese bloqueo, atendiendo las recomendaciones de diversas instancias de la Organización de Naciones Unidas.

Firmamos, PROVEA, Voces cotidianas, Kilómetro Cero, Temblores ONG, INREDH, ILEX Acción Jurídica de Colombia, Centro Gumilla, Centro de Pensamiento y Acción para la Transición – CPAT, Article 19, Asociación Azul Originario

 

 

“Vengo por el aviso del Granma”

Sobre el levantamiento del bloqueo y la estructura económica de Cuba

 

Una nota  de 2016, para entender la eclosión actual

 

Como veremos en este artículo, el Estado cubano opera como intermediario y partícipe de las ganancias, ligado al capital extranjero que le permite repartirse parte del plusvalor que extrae a los obreros. Un “socialismo” empresario, basado en la coparticipación Estado-privados en la explotación del trabajo asalariado.

Jonathan Bastida Bellot y Juan Manuel Duarte 27/07/2016  en El Aromo nº 91 OME-CEICS

 

Entre finales de 2014 y comienzos de 2015, Cuba y Estados Unidos restablecieron relaciones diplomáticas. El impacto fue significativo: la isla en donde triunfó la única revolución socialista del continente recibía, por primera vez desde 1928, al representante del “imperialismo yanky”. Es decir, al mandatario del estado que allá por 1961 Fidel calificara como “amigo de cuanto traidor, de cuanto mercenario y de cuanto enemigo de los pueblos hay en el mundo”. Sectores de izquierda no castrista, como aquí el Partido Obrero, consideraron que el hecho, con el levantamiento del bloqueo, expresarían la victoria de David sobre Goliat. De esta forma la heroica isla habría logrado, en soledad y con una economía en decadencia, lo que la Unión Soviética y el bloque de naciones asociadas no pudo conseguir en más de tres décadas: “ganarle” a los EEUU. En consecuencia, lo caracterizan como una “victoria de todos los pueblos del mundo que defendieron la independencia de Cuba”/1

En la necesidad de comprender el fenómeno sin apelar al disparate, es necesario tener una correcta caracterización de la estructura económica de Cuba y sus principales transformaciones durante los últimos años. Desde la caída del Muro y el derrumbe del campo del mal llamado “socialismo real” a finales de los ’80, el gobierno de la isla intentó diversas alternativas con el fin de sostener las deterioradas finanzas públicas. Las conquistas de la revolución resultaron socavadas, convirtiendo a Cuba en un buen lugar para que los capitalistas hagan sus negocios.

La magnitud del bloqueo

En el sentido común, y también en gran parte de la izquierda (que muchas veces no se distinguen), a Cuba se lo considera como un país aislado y autosuficiente, a pesar de todas sus dificultades. Quizás es esta imagen idílica la que permite suponer que el socialismo en un solo país, que supuestamente no era posible para una economía inmensamente más grande como la URSS, si lo es para la pequeña isla caribeña /2

Es cierto que la revolución dejó como legado una cobertura de salud, educativa y social en general de las más avanzadas en el continente, que continúa hasta la actualidad. Pero sin despreciar el enorme sacrificio de las masas cubanas, es necesario tener un cabal conocimiento de la estructura económica del país para entender las perspectivas que se abren. En ese punto, y a pesar de las limitaciones que existen para el comercio con los EEUU, lo cierto es que Cuba obtiene el grueso de los productos que consume del intercambio con el mundo capitalista. Incluso, de forma indirecta, con EEUU.

El flujo de comercio exterior se incrementó de manera acelerada desde 1995, con la sanción de la ley de inversiones extranjeras. En la actualidad, exporta a 69 países e importa de unos 84. Sus principales socios comerciales son China y España, que desde hace más de una década cuentan con casi el 50% del intercambio cubano. Con respecto al vecino del norte, si bien su comercio bilateral es acotado (en 2015, exportaciones por 180,3 millones de dólares), hay empresas estadounidenses que desarrollan un intercambio indirecto a través de triangulaciones con otros países en operaciones mercantiles con Cuba.

Las principales importaciones de Cuba corresponden a combustibles, maquinarias, equipos de transporte, productos alimenticios y manufacturas diversas, provenientes en su mayor parte de Venezuela, China y España./3   En relación a las exportaciones, si bien la economía no se basa como antaño en los despachos de azúcar de caña y subproductos que alcanzó un 90% del valor de exportación en 1975, produce poco más que materias primas, minerales y algunos derivados. El mayor peso los tienen los hidrocarburos, minería, tabaco, pesca y medicamentos. La minería cobró mayor peso durante la última década: en níquel, tiene un tercio de las reservas del globo y es el octavo productor mundial.   A su vez, posee la segunda reserva mundial de cobalto. Esta disponibilidad es un atractivo para inversiones extranjeras: capitales canadienses como la Sherrit International, o australianos como la Western Mining Corp. tienen inversiones en el sector minero de la isla

Camaradas S.A.

Durante los últimos años, las sociedades anónimas crecieron no solo en número, sino también, y más importante, en relevancia económica. Un conglomerado de compañías se ubica en el corazón económico: la industria hotelera, la minera, los puertos (en especial la ZED Mariel y sus terminales de carga) son regenteadas por sociedades anónimas que garantizan la parte cubana de las explotaciones mixtas (asociadas a capital extranjero) de gran parte de la actividad productiva. El gobierno sostiene que pese a su crecimiento, su peso no es grande en la economía, ya que de las 3.000 empresas que integran las 21 ramas industriales que existen en Cuba, solo 120 funcionan bajo esa forma jurídica (en 1989 apenas existían 20). Sin embargo, más allá de la proporción de esta forma en el total, lo relevante es lo que expresan. Es necesario analizar el peso real de estas sociedades en el PBI o, a falta de datos confiables, las ramas que ocupa el capital extranjero bajo la forma de empresa mixta.

En el caso del petróleo, la estatal Cupet ha firmado desde 1990 (cuando celebró su primer acuerdo con una extranjera, la francesa Total) a la fecha 42 contratos petroleros con capitales extranjeros. El proceso fue favorecido por la modificación de la Constitución de 1992, que reconoce la propiedad de empresas mixtas y asociaciones económicas constituidas de acuerdo a la ley./4    En la producción minera también se observa esta tendencia: la mayor mina de níquel es explotada por la canadiense Sherritt International, que también tiene explotación de crudo y gas que vende al gobierno cubano. Asimismo, se firmaron acuerdos con Brasil para la creación de varias empresas mixtas en níquel, tabaco y la gestión de un ingenio azucarero, operado por Oderbrecht (salpicada por el Petrolao en su país).

En el sector hotelero, están presentes las grandes cadenas internacionales que administran otros centros turísticos. A fines de 2006, existían 32 empresas mixtas con 25.633 habitaciones en 60 hoteles bajo contrato de administración con 14 cadenas internacionales./5

La ZED Mariel

Luego de los impulsos de la ley de Inversión extranjera de 1994, se buscó promover aún más la iniciativa privada con una serie de medidas que incluyen la legalización de ciertas actividades autónomas. A su vez, en 2014 se sancionó otra tanda de leyes para facilitar la radicación de capital extranjero.

En este sentido, el gobierno impulsó la creación de la Zona Especial de Desarrollo (ZED) Mariel. Inaugurada a fines de enero de 2014, cubre un área terrestre total de 465 km cuadrados. Su puerto, más accesible al comercio con cargas procedentes de EEUU y del Canal de Panamá, reemplazó al de la ciudad capital. La ZED es explotada en conjunto por la Terminal de Contenedores de Mariel S.A., propiedad de Almacenes Universales S.A., operador logístico cubano de más de 20 años de existencia y administrada por la compañía PSA International, de Singapur, operador portuario de importante trayectoria internacional./6

La ZED Mariel ofrece facilidades fiscales para la radicación de empresas extrajeras (10 años de eximición fiscal). Brasil se ha comprometido con una inversión de 800 millones de dólares para la construcción del puerto. Ya cuenta con 11 empresas que tienen la aprobación gubernamental para radicarse. Entre ellas, la anglo-holandesa Unilever (que proyecta una inversión de 35 millones de dólares), la mixta cubana-brasileña de cigarros Brascuba, las mexicanas de carnes Richmeat y de pinturas Devox, la española de alimentos ProFood, y la belga BDC. Asimismo, empresarios estadounidenses que visitaron Cuba junto con la comitiva de Obama estiman que la isla tiene un gran potencial para ser un centro clave de transporte marítimo para la región, ya que solucionaría problemas de infraestructura portuaria en la costa este norteamericana y del norte de México./7

Mano de obra barata y tercerizada

Para comprender las perspectivas de la economía cubana, debemos trascender la observación de la circulación y las formas jurídicas de la producción. Es necesario analizar cómo se procesa esta última, las relaciones sociales que organizan la reproducción social y lo que se vislumbra con la expansión del capital privado en los últimos años.

En 2015, Cuba tenía 4,86 millones de trabajadores ocupados, siete de cada diez vinculadas directamente con la producción (operarios y técnicos). Cuentan con alta calificación: un 73% tiene nivel terciario o universitario completo. Esto ya es un atractivo para el capital privado. Pero además, Cuba ofrece la inestimable colaboración del Estado para lidiar con los trabajadores al actuar como tercerizador de mano de obra. Esto es así porque la ley 77/95 impide que una empresa contrate directamente personal. Para proveerse de fuerza de trabajo, debe hacerlo a través de una contratista cubana de reclutamiento, habilitada por el gobierno. Eso no impide que la empresa establezca criterios para la contratación. En el artículo 40 del decreto 316 del Consejo de Ministros se prevé que la empresa extranjera puede “devolver” al trabajador que no es de su conveniencia por “razones justificadas”, previo pago de una indemnización, y solicitar su reemplazo por otro. Esa indemnización es bastante miserable: según el artículo 41, para un trabajador de hasta diez años de antigüedad es de apenas un salario mensual.

Por otro lado, el salario se determina de común acuerdo entre el inversor y la parte cubana. El salario medio que recibe el trabajador cubano es de 687 pesos en moneda local, mientras que en la manufactura es de 804. En dólares, entre 26 y 30 mensuales. Pero la firma extranjera paga en pesos cubanos convertibles a la contratista estatal, a una tarifa establecida para cada categoría y tipo de compañía: el costo para la empresa puede estar entre 400 y 1.000 dólares como media en función de la categoría profesional./

En resumen, el capitalista extranjero abona en divisa a la contratista cubana, y luego ésta liquida los salarios en moneda local. El trabajador percibe poco menos del 5% del costo que abona quien utiliza su fuerza de trabajo de forma directa (por eso el capital extranjero presiona por una mayor liberalización de la contratación de asalariados). Como el bajo salario atentaría contra el incremento de la productividad la empresa suele abonar incentivos adicionales, que no son legales, pero que desde 2008 se gravan con impuestos, lo que implica un reconocimiento tácito. Además, el Estado percibe el impuesto a la utilización de fuerza de trabajo, que grava a todo aquel que contrate trabajadores, lo que hasta 2012 representó cerca del 10% de los ingresos tributarios.

En definitiva, nos encontramos frente a relaciones capitalistas de venta de fuerza de trabajo, en la cual el trabajador se reproduce como tal por su relación con el capital. El Estado opera como intermediario y partícipe de las ganancias, conformando una joint-venture con el capital extranjero que le permite repartirse parte del plusvalor que extrae al obrero. Un “socialismo” empresario, basado en la coparticipación Estado-privados en la explotación del trabajo asalariado. La tendencia no es hacia la victoria de las conquistas de la revolución frente al imperialismo. Al contrario, bajo la presión del capital y de la crisis mundial de la cual no es ajena, las reformas en la sociedad cubana tienden a fortalecer la reestructuración de una economía capitalista.

NOTAS

1 / Prensa Obrera n° 1345, 18/12/2014 , http://goo.gl/12TLPp.

2 /   Izquierda Revolucionaria, 30/11/2014, en http://goo.gl/GFf4I6.

3/    Ministerio de Asuntos Exteriores, Gobierno de España. Ficha País Cuba, s/f, http://goo.gl/VkQgr2.

4/   http://goo.gl/Rk6sKx

5/   http://goo.gl/IsPSxS

6/   PanamericanWorld, 12/01/16. http://goo.gl/4XhGp2; y sitio de ZED Mariel, http://goo.gl/CaZeKk

7/  WSJ, 29/03/16; http://goo.gl/2YMKto

 

8/    Oficina Económica y Comercial de España: Guía de Cuba, La Habana, 2016.

 

 

ESTALLIDO SOCIAL EN CUBA: LAS SEÑALES IGNORADAS

 

Duele ver el estallido social en Cuba; sin embargo, no asombra en lo más mínimo. Las ciencias sociales no serán exactas pero no son ciegas. Si quienes dirigen  cierran los ojos a la realidad, las mujeres y hombres de ciencia no debemos hacerlo. Está en juego nuestra credibilidad y, lo más importante, la vida de muchas personas y el futuro de la Patria

Alina Bárbara López Hernández 15 julio 2021 –La Joven Cuba 

 

En entrevista para OnCuba hace poco más de un año, Alex Fleites me preguntó si creía que en la Isla se incubaba un nuevo momento histórico y cuáles serían sus señales más visibles. Esta fue mi respuesta:

«Sí, lo creo. Una crisis no es tal hasta que los actores sociales no toman cuenta de ella, ahí es determinante el factor subjetivo. Es una especie de malestar de época, por decirlo de un modo que ciertos críticos hallarán metafórico. Casi siempre se relaciona con el agotamiento de un modelo, fíjate que no digo de un sistema (…)

Para la llegada a ese momento de malestar existen hoy, en mi opinión, dos condicionantes. Por un lado la incapacidad de nuestros gobernantes de encauzar un camino de reformas exitoso. Ya son más de tres décadas del derrumbe del campo socialista y dos períodos de intento de reformas, uno en los noventa y otro a partir del 2010, este último incluso de modo formal y con una gran cantidad de documentación confirmatoria. Por otro lado, existe la capacidad ciudadana de someter a juicio público esa incapacidad, eso es algo novedoso. La ruptura de un canal de información unidireccional permite visibilizar las señales de alarma. Y los que dirigen lo saben bien pero han sido incapaces de responder adecuadamente.

Mi opinión es que presenciamos el agotamiento definitivo de un modelo económico y político, el de socialismo burocrático. Quienes dirigen no logran hacer progresar la nación con los viejos métodos, pero no son capaces de aceptar formas más participativas, con un peso mayor de la ciudadanía en la toma de decisiones».

Doce meses después, publiqué en LJC el artículo «Cuba, los árboles y el bosque», donde afirmé:

«En Cuba están maduras desde hace tiempo las condiciones objetivas para una transformación. Es indudable que la nación dejó de avanzar: la economía no crece desde hace años, la deuda externa aumenta constantemente, igual que los niveles de pobreza, y, a pesar de ello, las reformas han sido demoradas de manera inexplicable. Es evidente que los de arriba no pueden seguir administrando y gobernando como antes. Pero ¿qué ocurre con los de abajo?

Sin la maduración del factor subjetivo esa transformación no era posible. Se requería la voluntad de querer cambiar de las personas, una energía cívica que había sido aplastada por condicionamientos políticos, educativos y mediáticos. La «indefensión aprendida» también existe en un modelo socialista en el que el sistema controla en cierta medida la manera de comportarse de sus ciudadanos.

Faltando el factor subjetivo, las condiciones objetivas por sí solas no determinarían nada. Sin embargo, actualmente existen señales muy claras de su existencia. Tales signos no han sido entendidos por el aparato ideológico, que se equivoca al reducir las manifestaciones de descontento a «un golpe blando», a «una manipulación generalizada», o a la «creación de matrices de opinión negativas sobre el gobierno»; sin que yo niegue de plano que ello también ocurra. La dirección del país no termina de ubicarse en:

– El novedoso entorno que ha creado el acceso masivo a internet y las redes sociales, que los ha privado del monopolio absoluto de la información que tuvieron por décadas y ha democratizado su difusión y generado la posibilidad de campañas y denuncias ante arbitrariedades.

– Un estado de permanente polémica, visible en las redes y fomentado por la propia dirección del país a raíz de la consulta popular para la redacción de la nueva Constitución; quizás pensaron que al concluir la referida consulta y no requerirse más de nuestros puntos de vista cesaríamos de ofrecerlos, ingenuo de su parte, ahora tenemos cómo y no necesitamos de sus convocatorias.

– La declaración de Cuba como un Estado Socialista de Derecho que visibilizó mejor las prerrogativas de cubanas y cubanos y los compulsó a exigir libertades que la propia Constitución garantiza.

– La existencia de generaciones jóvenes, cuestionadoras per se, que han encontrado repercusión en generaciones mayores, ya cansadas de promesas incumplidas y reformas demoradas o interrumpidas.

Esta coexistencia de condiciones objetivas y subjetivas para una trasformación social es totalmente novedosa en el devenir del modelo socialista cubano. La cuestión que está en juego ahora no es si hay que cambiar, sino cómo hacerlo (…)

Llegados al punto en que se encuentra Cuba hoy, los caminos para un cambio social pueden ser dos: pacífico o violento. El primero de ellos, al que me adscribo totalmente, significaría aprovechar los espacios legales —muchos de ellos que habría que crear primero—, para presionar por cambios económicos, políticos y jurídicos dentro de un diálogo nacional en que no haya discriminación por motivo de credos políticos (…)

Alerto que es un momento gravísimo en este país. Se reúne un potencial conflictivo en un escenario que está siendo muy mal analizado, no solo por el gobierno sino también, infelizmente, por intelectuales y científicos sociales a los que su formación teórica y su habilidad para interpretar los hechos sociales debería separarlos de una declaración meramente ideológica (…)

Son nuestras muchachas y muchachos, dialoguemos con ellos y con la sociedad civil cubana que desea caminos de cambio y de paz. Si se escoge por el gobierno la confrontación violenta como respuesta, puede ocurrir, a gran escala, lo que ya vimos en el Vedado: un grupo pacífico de jóvenes rociados con gas pimienta; o lo que ocurrió en el Parque de la Libertad de Matanzas en la noche del sábado: un pequeño grupo que fue golpeado por miembros de la Seguridad del Estado. No importa que impidan el acceso a internet por algunas horas. Todo se conoce, y se enjuicia.

Mi conciencia no me permite callar.

El resultado

Los intelectuales que alertamos durante meses al gobierno sobre la posibilidad de un estallido social de mayor magnitud fuimos denominados mercenarios. El aparato partidista y gubernamental desconoció con negligencia las señales de alarma. Este es el resultado de su actitud.

El domingo 11 de julio, miles de personas se manifestaron en numerosas ciudades y pueblos de la Isla. Junto a los que solicitaban cambios, mejores condiciones de vida y libertades políticas; como es común en todo conflicto de estas dimensiones, también se sumó el que pretendía únicamente delinquir y vandalizar, pero esa fue la excepción, no la regla.

El presidente y primer secretario Miguel Díaz-Canel reaccionó a esos hechos, inéditos en la historia reciente de Cuba, con la siguiente convocatoria: «La orden de combate está dada. A la calle los revolucionarios».

En su primera comparecencia televisiva reconoció que entre los manifestantes había personas revolucionarias y confundidas. En la segunda aparición, el día 12, aseveró que todos eran contrarrevolucionarios y mercenarios y que lo acaecido era resultado de un plan diseñado en el exterior. Esa es la narrativa que se ha sustentado desde entonces. Para él, los miles de manifestantes no son parte del pueblo. Gran error.

Las fuerzas del orden —del Ministerio del Interior, las FAR, Tropas Especiales, los cadetes de las Academias militares y hasta la reserva—, han reprimido con violencia. También algunos grupos de manifestantes han sido violentos.

Se sabe de al menos una persona muerta y otras heridas, golpeadas y detenidas. Una parte de ellas fue liberada al siguiente día. No sucedió así en otros casos, como el de Leonardo Romero, joven estudiante de Física de la Universidad de La Habana que fue preso hace dos meses por alzar un cartel que decía «Socialismo sí, represión no». Transitaba cerca del Capitolio con un alumno suyo de preuniversitario. El muchacho intentó grabar la enorme manifestación que se había congregado allí. Lo agredieron con saña. Era un menor de edad y Leonardo lo defendió. Fueron detenidos ambos.

Es imposible conocer con exactitud lo ocurrido, porque desde las 3 de la tarde de ese día fue quitado el servicio de internet en Cuba. Somos un pueblo a ciegas, sin derecho a información y sin posibilidad de expresarnos. Los periodistas oficiales demuestran con su actitud que apenas son meros propagandistas del gobierno. Caiga sobre ellos toda la vergüenza del gremio.

Declaraciones justificativas, y en ocasiones incoherentes, han marcado la tónica del gobierno. El Buró Político se reunió hoy con la presencia de Raúl Castro pero nada trascendió de lo tratado. Al parecer, no existe una hoja de ruta diseñada para resolver una situación interna como este estallido, que es presentada ante la opinión pública como una gran conspiración internacional que emergió a partir de la etiqueta SOS Cuba.

Se han limitado a pedir la eliminación del bloqueo norteamericano. Ni una admisión autocrítica acerca de reformas postergadas y transgresiones constitucionales. Ni una invitación al diálogo. Creen, o quieren hacer creer, que los incómodos apagones de las últimas semanas son los responsables de la molestia ciudadana, sin reconocer las inmensas deudas sociales acumuladas que datan de décadas.

Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Exteriores, dijo en una conferencia con la prensa extranjera acreditada que en Cuba «nadie pasa hambre». Esa afirmación es otra evidencia del nivel de desconexión del gobierno con la gente de a pie. Solo es comparable con la crítica que hiciera Raúl en su «Informe Central» al 8vo. Congreso como secretario general saliente, a la «cierta confusión» que tuvieron algunos cuadros de dirección al emprenderla contra la «supuesta desigualdad» que ha creado la comercialización dolarizada en Cuba.

La desesperación de la gente la ha lanzado al estallido, a protestas masivas en medio del peor momento de la pandemia en la Isla. Es previsible esperar un enorme crecimiento de contagios, tanto entre los manifestantes como entre las fuerzas del orden y en los grupos de respuesta rápida convocados en los centros de trabajo para mostrar apoyo al gobierno.

A todo esto se une el oportunismo político de algunas voces en el exilio que piden una solución militar para Cuba. Deben saber que afectar la soberanía nacional con la tesis de una intervención humanitaria es totalmente inaceptable para una enorme mayoría de este pueblo, incluso para muchos de los que se manifiestan hoy contra el gobierno.

Al dirigirse a la prensa extranjera, Rodríguez Parrilla argumentó con ligereza que este no era el peor momento que se ha vivido en Cuba. Es cierto que en los noventa tuvimos una crisis terrible y un maleconazo; no obstante, le recuerdo que en aquella etapa teníamos un líder con visión suficiente para ofrecer cambios a corto plazo y un pueblo con esperanzas de que ante la caída del socialismo real en Europa el gobierno tendría la inteligencia suficiente para encauzar una vía expedita y continua de cambios.

Ninguna de estas cosas existe hoy. Pero pedirle al gobierno cubano que atienda a las señales es, ya lo hemos visto, arar en el mar


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