16.AGO.21 | PostaPorteña 2226

No Me Dejen Afuera

Por Adrián Buenaventura

 

Desde un comienzo quise participar de la experiencia covid


Quería saber qué era eso de lo que tanto hablaban



Así que cuando dijeron que había un tal coronavirus super peligroso que atacaba sin piedad a quien se le cruzase y había que quedarse encerrado en casa yo elegí salir todos los días a caminar. Miraba, narigueteaba, buscaba algún indicio de la presencia del 'muchacho'.


Escuchaba que el famoso coronavirus era como un bicho con patas que saltaba de persona en persona, por lo que intentaba acercarme a los policías, a los homeless y a la poca gente que encontraba.

 Quería saber qué se sentía.

Después dijeron que el susodicho quedaba adherido a las superficies, así que me senté en cuanto banco de plaza había, toqué los árboles, los semáforos, las manijas de las puertas, el mostrador del chino...

Nada


Como escuchaba que el barbijo impedía que el bicho salga (o entre, vaya a saber...) no lo usaba y me metía en todos lados. 

Me miraban como irresponsable, como asesino serial... Y me decían ... ¿pero Ud. no entiende lo que está pasando, la amenaza mortal que estamos padeciendo? Y yo le decía que "sí", que "perfectamente", pero que quería sentirlo y ser parte, que quería como ellos formar parte de la experiencia covid, ser un covidiano con todas las letras.



Cuando me enteré que Don Corona quedaba pegado a la suela de los zapatos dije, ahora sí, ahora no se me escapa, y me puse hablar como el Superagente 86 con su zapatófono por largos minutos, pero con mis zapas o con las alpargatas. Nada che...


No quise espantar al bicho con el alcohol así que todo frasquito que encontré fue expulsado de la casa sin atenuantes.


Entré a deprimirme, ya no sabía dónde buscarlo



Leía que los calvos eran más propensos a agarrarselo así que me pelé. Que juntarse con otros o generar multitudes era fija que te lo agarrabas, así que fui a despedir al Diego, a recibir a la reina, a homenajear al muerto y a cuanta fiesta clandestina en patio, casa, terraza que me enteraba.


Decían que los perros podían transmitir el coronavirus así jugué y acaricié cuanto perro encontraba en la plaza.


Que ser un buen ciudadano era no compartir el mate, así que me prendí en rondas de 6, de 8, de 10, todos tomando de la misma bombilla!! Y nada...

Y un día me dieron la gran idea, "¿por qué no te mandás a un hospital?, ahi seguro te lo agarrás". Me pareció excelente así que fui.


Me recibieron varios astronautas así que pensé que me había equivocado de lugar, que era una sucursal de la NASA en Argentina. Pero no, era un hospital. Y les dije, "quiero participar de la experiencia covid, quiero saber qué se siente".


-¿Tiene síntomas? - No. "En su familia alguien tiene síntomas?" -No. "Viajó al exterior?" -No
"Entonces váyase a su casa" -Pero en casa no me lo agarro!!.

"Entonces salga a la calle" -Es que tampoco, no lo encuentro. "Entonces júntese con gente y no se ponga barbijo" -Es que es lo que vengo haciendo desde el año pasado!

 "Mire, si no se contagia, lo siento"

-No tiene un coronavirus por ahí, al menos para verlo? -"No, no se ve" -Cómo no se ve? - "No se ve, pero sabemos que está ahí" -Ahí donde?  "Ahí, no le puedo explicar, aparece en los test" -Qué test?  "Los que mandan de afuera" - ¿De afuera me dicen si yo estoy enfermo? "No, se lo dice el test - ¿Y los médicos que dicen? - Nada, aquí quien mandan son los test" - No entiendo, los que están acá dentro están enfermos o no? "No lo sabemos, el test dice que sí" -Y Ud. qué dice?

"Mire, no me la complique, las cosas son así y punto".

Salí a la calle, silbando bajito, las manos en los bolsillos, pateando latitas. Se me acababa de pinchar la última esperanza.  


Hasta que me enteré que llegó la vacuna y dije 'ésta es la mía'. Si la vacuna protege contra el bicho entonces no me la aplico. Me sigo juntando con gente, practico danza contact, llevamos un parlante con blutú a las plazas y bailamos, y hacemos pogo y tomamos mate, mucho mate, y nos abrazamos y nos besamos. Fija que me lo agarro...

En fin gente, acá estoy, más perdido que timbero sin dados. 

Se me acabaron las posibilidades, estoy frustrado
Así que el que cree todavía en el coronavirus y tiene uno por ahi... ¿Me lo prestaría por unos días?

Acepto el original o cualquiera de sus imitaciones: la variante inglesa, francesa, sudafricana, la cepa Manaos o Cunnington, o la Alfa, la Beta, la Delta o la Delta Plus sabor naranja.
 

Quiero ser parte de la experiencia covid, quiero ser uno de Uds.


No me dejen afuera

 

Adrián Buenaventura


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