¡Mis felicitaciones amigos y lectores!
ISRAEL SHAMIR • 21 DE AGOSTO DE 2021 The Unz Review
La victoria de los talibanes es nuestra victoria, la tuya y la mía. Nosotros, los no musulmanes y no pastunes, en los Estados Unidos y Europa, podemos regocijarnos, porque en Afganistán, la masculinidad viril (no "tóxica") derrotó a la diversidad de género, los creyentes derrotaron a los débiles de fe, la moral de nuestros padres venció la moral de nuestros hijos.
Ésta es la alegría pura de la victoria afgana; Esta victoria de hombres barbudos con armas sobre anfitriones de butch (término inglés para marimacho, en especial la mujer que se comporta masculina, se usa en la cultura queer)y sus ONG feministas es también nuestra victoria.
No te avergüences de ser un hombre varonil; ¡Estar de pie! Es un soplo de aire fresco, esta victoria viril en las montañas lejanas holladas por las falanges de Alejandro Magno; y es mucho más agradable escribir sobre cosas que de costumbre, especialmente después de este tiempo de ser alimentado por goteo por noticias hipocondríacas de otro anciano sucumbiendo al terrible virus, de pasaportes verdes, de consejos médicos sobre cómo vivir más tiempo, de expiar las fechorías de nuestros antepasados, de ser de la raza equivocada y de cómo evitar microagresiones para que alguien no se sienta herido. Si nosotros, los hombres, quisiéramos lastimar a alguien, no nos detendremos en una broma, buscaremos un juego de rol.
El lanzacohetes RPG, del tipo preferido por los talibanes, duele mucho. No es una sensación de incomodidad imaginaria, sino un agujero real en la armadura. O una cabeza arrancada. No hay nada micro en su entrega. No necesitas una máscara en el campo de batalla porque la máscara no detendrá el cohete lanzado.
No se preocuparán tanto por el virus cuando encuentre balas reales. En el campo de batalla, el problema de los inodoros neutrales en cuanto al género no surge. Twitter no puede prohibir una ametralladora, pero una ametralladora puede desterrar a Twitter y a toda la banda de Twitter.
Los talibanes derrotaron al Wokery;(forma de referirse a los actos y opiniones de personas que son especialmente conscientes de problemas sociales como el racismo y la desigualdad) no tienen miedo de ser políticamente incorrectos como nosotros.
Los talibanes no tienen miedo de adorar a Dios e invocarlo, como nosotros. No tienen miedo de defender los valores familiares, ni siquiera entienden cómo podría ser diferente.
Los talibanes son un presagio de una verdadera democracia muscular y la libertad de sacarse de encima a Bill Gates, Greta Thunberg, Anthony Fauci, Nancy Pelosi, quienes nos esclavizan. No se someterán a este grupo; impartirán justicia revolucionaria a los que quieren privarnos de la calefacción, a los que tapan el sol y nos asfixian con sus máscaras.
Trump y sus muchachos observan con envidia cómo estos rebeldes toman el palacio del presidente en lugar de ser acusados ??de hacerlo como en el 6 de enero.
Estos campesinos armados nos recordaron que todavía podemos cambiar el mundo. No es necesario presentar, obedecer todas las reglas del juego, que podrían reescribirse; todo el juego podría desecharse. Normalidad, se puede recuperar una norma tradicional.
Y es una cosa en la que todos ganan: yo, por mi parte, no creo que Estados Unidos fue derrotado o que el presidente Biden cometió un error. Lejos de ahí. Poner fin a la ocupación de una tierra extranjera es un acto noble.
Fue una verdadera victoria para Biden, una victoria sobre el Estado Profundo, una victoria sobre el lobby judío. Si dependiera del Lobby, del NY Times, de la CIA, Estados Unidos nunca dejaría Afganistán. Lea a Bret Stephens en el New York Times (aquí hay un texto sin muro de pago ), esta es la voz auténtica del Lobby. Stephens, un neoconservador e hijo de padres judíos (a pesar del supuesto apellido gentil), había sido el editor en jefe de The Jerusalem Post en el momento de la Intifada y glorificó los horrores de la ocupación israelí. Stephens lamenta la "derrota" de Estados Unidos y afirma que Estados Unidos debería haberse quedado en Afganistán para siempre. Su mejor argumento es el siguiente: “¿Pero no tuvimos que irnos de Afganistán alguna vez? Así va un contraargumento. Sí, aunque hemos estado en Corea durante 71 años, a un costo mucho más alto, y el mundo está mejor por eso”.
¡Hombre tonto! El mundo estaría mejor sin las tropas estadounidenses en Corea; El Norte y el Sur se unirían y el dinero gastado allí podría pagar la educación y la salud de los estadounidenses.
Los neoconservadores, los amos del Estado Profundo, nunca permitirían que Trump abandonara Afganistán, ya que descarrilaron sus dóciles intentos de salir de Siria. Ahora Trump puede criticar a Biden por las horribles escenas del aeropuerto de Kabul, pero a decir verdad, no hay una manera agradable de irse, ni de un país ocupado, ni de una mujer con la que se vivió durante veinte años. Si decides irte, prepárate para muchas cosas desagradables. La retirada de Vietnam también fue fea, pero fue una decisión correcta en ese momento y ahora es una decisión correcta.
Considere Auschwitz, definitivamente un lugar duro. Cuando los alemanes tuvieron que irse, cientos de judíos los siguieron hacia el oeste (Elie Wiesel, el escritor del Holocausto, estaba entre ellos) Tenían miedo de que el Ejército Rojo viniera a liberarlos y preferían a los alemanes que conocían. Por eso no me sorprende que muchos afganos quieran seguir a las tropas estadounidenses a otros lugares: tienen miedo de sus libertadores.
Las cosas podrían ser difíciles para los partidarios demasiados entusiastas del régimen de ocupación. Cuando los nazis abandonaron Francia, muchos colaboradores fueron a la cárcel, algunos fueron linchados por los patriotas franceses. Pero eso no significa que sea mejor mantener ocupada a Francia.
Biden tenía razón al ordenar a Estados Unidos que abandonara Afganistán. Demostró mucha resistencia al ir en contra de los alegatos de su ejército, sus servicios de inteligencia y todo el Estado Profundo. Debo admitir que hoy tengo mucho más respeto por el presidente Biden que antes de la retirada. Lo respeto aún más por su excelente respuesta al caniche británico. Los estadistas británicos se quejaron de la decisión de Biden de retirarse "después de que se derramó tanta sangre allí". El Reino Unido podría quedarse en Afganistán si quisiera, respondió Biden. Tenían esta opción, quedarse. Simplemente sin el apoyo de Estados Unidos. Estados Unidos ya no quiere ser el policía del mundo.
Por cierto, el Reino Unido era el único miembro de la OTAN que tenía ganas de quedarse allí, admitió Johnson.
El nuevo jefe del opositor Partido Laborista, Keir Starmer (que llegó a su cargo después de que Corbyn fuera perseguido por la difamación del antisemitismo) estaba tan fuertemente en contra de Biden como Johnson. Bueno, a los británicos les gustan las guerras. Empujaron a los EE.UU. reacios a la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial, y recientemente trataron de conseguir algo de acción en el mar de Crimea. Es bueno que Biden no sea un tipo fácil de jugar; no tan fácil como lo fueron Wilson y Roosevelt.
Ahora existe la posibilidad de que Biden comandará y tomará las tropas estadounidenses de Irak y Siria; y con suerte, de otros países, de Corea y Filipinas, o incluso de Alemania y Reino Unido. Sería muy bueno para el pueblo estadounidense; y quizás todavía veremos a Boris Johnson subiéndose al techo del edificio Grosvenor Square de la Embajada de los Estados Unidos en Londres para tomar el último vuelo en helicóptero hacia un portaaviones estadounidense antes de que los británicos lo pusieran contra la pared.
2
No se trata de menoscabar la victoria de los talibanes. Lograron una hazaña increíble: en pocos días terminaron la Guerra de los Veinte Años. Sí, es una buena noticia: la larga guerra afgana ha terminado oficialmente. Comenzó en 2001 con la invasión estadounidense; terminó el pasado domingo 15 de agosto cuando el protegido de Estados Unidos, el ex presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, partió hacia los Emiratos Árabes Unidos con sus cuatro carros llenos de efectivo.
El Ángel de la Historia se rige por las reglas de la triple unidad del drama clásico: unidad de acción, unidad de lugar y unidad de tiempo. En un día, el poder pasó a manos de los rebeldes: en Kandahar, en Mazar-i-Sharif y, finalmente, en Kabul. Las expectativas apocalípticas de la próxima "batalla por Kabul" no se materializaron: el nuevo gobierno entró en el palacio presidencial prácticamente sin un disparo.
La instantánea más notable de este giro histórico llegó el lunes. Estos no eran luchadores con bazucas o muyahidines en el palacio. Se trataba de chicas de Kabul que iban a la escuela por la mañana. Con pañuelos blancos y mochilas, como de costumbre, fueron a la escuela. Dos días después, hubo un video aún más notable de algunas activistas saliendo a la calle para manifestarse con pancartas frente al palacio presidencial. Esta es probablemente la prueba más clara de su creencia de que no serán interferidos. Y, de hecho, nadie molestó a estas damas a pesar de la simple tontería de sus lemas en medio de la trascendental agitación.
El tema de la discriminación femenina en Afganistán fue inflado por feministas al servicio del Departamento de Estado de Estados Unidos, cuando era necesario justificar la agresión y toma de este país independiente. Es poco probable que el estatus de una mujer en Afganistán difiera mucho del de una mujer en Pakistán o Arabia Saudita, pero nadie tiene prisa por desembarcar tropas allí.
Los halcones británicos y estadounidenses suelen utilizar el supuesto maltrato de mujeres y homosexuales para justificar las “intervenciones humanitarias” y esto debe tomarse con cautela. Y el invasivo discurso occidental LGBT no parece normal, no solo para los afganos. Los hombres aman a las mujeres, ¡no creas a las mentirosas butches, (los LGBTQ lesbiana, gay, bisexual, transgénero, y queer (en proceso de averiguarlo) hermana!
La ética sexual puede ser extraña, tanto en Afganistán como en Inglaterra. Los talibanes les piden a las mujeres que se cubran el cabello, al igual que los judíos ortodoxos, y que se comporten con modestia. Occidente tramó el absurdo de las relaciones sexuales sin consentimiento mutuo ; El 28 por ciento de las mujeres jóvenes llegan a creer que guiñar el ojo "usualmente o siempre" constituye acoso sexual); vence a los talibanes en cualquier momento. Algunas de las ideas de los talibanes son realmente extrañas; pero no tan extraño como la flagelación del príncipe Andrew por una palabra de una vieja prostituta en el Reino Unido / Estados Unidos.
La vida en Afganistán seguirá mejorando para mujeres y hombres, y será mejor que bajo el régimen títere, esperan los afganos. Es la Toma Dos para los talibanes, y en ambas ocasiones llegaron al poder prácticamente sin encontrar resistencia, una clara señal de apoyo popular.
Los talibanes nacieron a principios de la década de 1990, después de que el gobierno prosoviético de Najibullah (muchos afganos ahora dicen que fue el mejor gobernante del país en el siglo XX) fuera derrocado por los muyahidines patrocinados por la CIA.
En ese momento, reinaba la anarquía en el país. Cada señor de la guerra se consideraba un rey. En este contexto, los talibanes surgieron como un movimiento de base por la honestidad, la ley y el orden, contra la anarquía de los señores de la guerra.
Lograron ganar en 1996, sin derramamiento de sangre, entrando triunfalmente en Kabul. Detuvieron la producción y el comercio de drogas y prácticamente eliminaron el flagelo. Esta fue su perdición. La CIA no permitiría entrometerse con los suministros de drogas, porque querían mantener a los estadounidenses en un sueño inducido por los narcóticos.
Afganistán fue sometido a sanciones progresivas; el país pobre estaba aún más empobrecido; las tribus del norte se rebelaron y luego de la invasión estadounidense derrocó a los talibanes para que regresaran al poder 20 años después. Durante este tiempo, Afganistán ha cambiado; Kabul ha crecido hasta convertirse en una ciudad con cuatro millones de habitantes. Pero todavía no había orden; los señores de la guerra y los grandes productores de drogas todavía gobernaban libremente, robando a los aldeanos a voluntad.
La base de apoyo original de los talibanes eran los pastunes de la aldea, que por lo general quieren muy poco del estado: querían orden, derecho consuetudinario en funcionamiento o derecho islámico, sin interferencias en sus vidas privadas y, preferiblemente, sin impuestos en absoluto.
Ahora que las grandes ciudades están bajo el dominio de los talibanes, tendrán que mostrar más flexibilidad. En ciudades con una población de más de un millón, el derecho consuetudinario no siempre funciona. Pero los talibanes también aprendieron mucho. Se espera que puedan llegar a un compromiso entre el pueblo y la ciudad, teniendo en cuenta que las armas están en manos de los aldeanos. Esta confrontación de ciudad y pueblo nos recuerda la revolución de Mao y la toma de poder de los Jemeres Rojos en Camboya.
Pero el mundo es diferente hoy. El estilo de vida occidental apenas resulta atractivo ahora; el progreso entró en un callejón sin salida de locura de género, bloqueos de la corona, teoría crítica de la raza y totalitarismo digital.
Incluso el gran crimen de los talibanes antes de 2001, la destrucción de monumentos antiguos, ha sido repetido por los progresistas estadounidenses y británicos desde Atlanta hasta Londres. Quizás los afganos sepan cómo proceder. Cada nación es un gran arquitecto de su futuro. Y durante los últimos 200 años de constantes incursiones, los afganos han tenido pocas posibilidades de averiguar lo que realmente necesitan.
Un factor nuevo importante es una China poderosa, que necesita el tránsito afgano. Los británicos y los estadounidenses no necesitaban transitar por Afganistán; dominan el mar. Pero en los viejos tiempos, antes de la llegada de los europeos, las rutas de las caravanas pasaban por Afganistán. Quizás los flujos de tráfico comiencen de nuevo, el petróleo de Irán fluirá hacia China, el comercio con el norte a través de la antigua Asia Central soviética se reanudará y se abrirá un corredor hacia la India. La prospección geológica rusa ha descubierto enormes reservas de elementos de tierras raras en las montañas de Afganistán, y su desarrollo podría volver a vincular Rusia y China con Afganistán.
3
En Kabul, la gente esperaba la entrada de los talibanes con gran temor. Sin embargo, los talibanes no interfirieron con la evacuación; cuando el presidente Biden pidió su permiso, inmediatamente dieron el visto bueno. Pero, en general, no había necesidad de apresurar los aviones.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia anunció que llegaron a un acuerdo con los talibanes de que las aerolíneas civiles rusas volarán a todos los que tengan un lugar adonde ir. Lamentablemente, no hay ningún lugar en la tierra que le gustaría aceptar a tantos refugiados afganos. La gente debería quedarse en casa y hacer las paces con sus compatriotas; si han cometido delitos, deben pagar por estos delitos. Sin embargo, los talibanes emitieron una amnistía general y, con suerte, seguirán este curso humano y misericordioso.
En la propia Kabul, como en otras ciudades, los primeros días del nuevo gobierno transcurrieron con calma. Los talibanes reemplazaron a los soldados en sus puestos de la embajada y prometieron que no se les caería un solo cabello de los jefes de los diplomáticos. En la embajada rusa, los diplomáticos dijeron que ahora es incluso más seguro que bajo el antiguo régimen.
Las declaraciones de los talibanes también son tranquilizadoras. Prometieron que no habría venganza. Las mujeres pueden seguir trabajando sin tener que vestirse con un estricto estilo tradicional. De hecho, en los primeros días del nuevo Afganistán, se cumplieron estas promesas.
El canciller ruso, Sergei Lavrov, cree que hay que esperar y ver cómo evolucionan las cosas en Afganistán, aunque sus primeras impresiones son favorables: “Estamos observando procesos positivos en las calles de Kabul, donde la situación es bastante tranquila y los talibanes están efectivamente hacer cumplir la ley y el orden "
El embajador ruso ante la ONU también expresó un cauto optimismo en la reunión del Consejo de Seguridad. “No deberías ceder al pánico. Es importante que logremos evitar un derramamiento de sangre masivo entre la población civil”, dijo. El enviado especial del presidente ruso para Afganistán, Kabulov, también evaluó positivamente el giro de los acontecimientos. “Los talibanes me han parecido durante mucho tiempo mucho más confiables que el gobierno títere de Kabul”, dijo.
Los primeros pasos de los talibanes en la elaboración de leyes también fueron alentadores. Los talibanes han prohibido las enemistades de sangre, el azote de larga data de Afganistán. Dicen que se guiarán por la ley islámica Sharia, lo que puede parecer una pesadilla para nuestros lectores seculares, pero esta es una alternativa mucho más misericordiosa a la ley tribal pashtunwali
Pashtunwali aprueba las enemistades de sangre; según la Sharia, está prohibido
Refiriéndose a la ley Sharia, los talibanes prohibieron la distribución y el uso de drogas, que era la principal ocupación de los afganos bajo la ocupación estadounidense
También prohibieron la costumbre local de bacha bazi., la explotación homosexual de los niños. Prohibieron la brujería y los préstamos con intereses, e incluso cancelaron todas las deudas, algo de lo que todos podemos aprender. Veamos qué se implementará y qué seguirá siendo una promesa vacía.
Un peligro real y presente sería cualquier intento de las fuerzas occidentales de regresar e inmiscuirse en Afganistán. Hay muchos belicistas; tipos como John Bolton siempre quieren más guerra. Ahmad Massoud, hijo del señor de la guerra del Norte, ya pidió armas para seguir luchando contra los talibanes. Se había reunido con BHL (Bernard-Henri Lévy), el maestro del discurso franco-judío que siempre llega antes de la tormenta.
Es por eso que el presidente Putin, en su conferencia de prensa después de reunirse con Frau Merkel, dijo: “No nos interesa ahora hablar sobre el fracaso de Estados Unidos. Nos interesa que la situación en el país sea estable”. Vladimir Putin ha exigido que los países no interfieran en Afganistán después de la liberación de Kabul, diciendo que Occidente "debe detener la política irresponsable de imponer valores extranjeros desde el exterior"
Y ese es probablemente un punto muy bueno.
Traducción : Google Traductor, énfasis y notas aclaratorioas de Posta