13.SEP.21 | PostaPorteña 2231

LA PLANDEMIA Y “LAS ASAMBLEAS DEL PUEBLO” (1)

Por ProletariosInternacionalistas

 

Por PROLETARIOS INTERNACIONALISTAS [1]

 

En el antagonismo de clases a nivel mundial, las “Asambleas del Pueblo” buscaron definirse, desde el principio contra “el terror instalado por la plutocracia dominante para doblegar a la humanidad y preparar el camino a un nuevo y despótico orden social”[2]

Desde la revista LA MAZA y durante varios años denunciaron el terrorismo y el militarismo de esa misma plutocracia dominante y sus diferentes ejércitos terroristas y genocidas, lo que incluso les valió ser reprimidos y acusados jurídicamente como “antisemitas”, como sucede siempre que se denuncia el poder mundial: no olvidemos que dicho adjetivo, descalificativo e insultante, no solo es usado contra intelectuales protestatarios (Gabriel García Márquez, Eduardo Galeano…), sino contra el propio movimiento social que denuncia el poder del dinero: como por ejemplo a los “Chalecos Amarillos” en decenas de países, o en las manifestaciones que enfrentan a los bancos y militares de Israel/USA/Inglaterra, Francia, Rusia…; o como ayer, en que se atacaba al proletariado revolucionario en lucha contra las guerras mundiales (montadas por la oligarquía financiera), acusándolo de “antijudíos” (o más recientemente) de “fascistas” y/o de extrema derecha, y/o, como ahora de “complotistas”

“Cada día son más las voces que se escuchan expresando su rechazo a la INFECTADURA, como se ha dado en llamar este violento ataque que, en nombre de nuestra salud, se está perpetrando contra nuestra vida.

 Al principio, en marzo (2020), cuando Alberto Fernández impuso la cuarentena bajo el lema “yo los voy a cuidar” la campaña de mentiras y miedo daba cómo resultado, que el 80 % de la población acompañaba el encarcelamiento y el fin de la “normalidad”.

Con la uniformidad contundente de los medios de difusión de todos los países, la verdad oficial y el guión de una nueva guerra entró en las casas, los trabajos, las universidades y las plazas y clausuró la vida toda de las poblaciones. El terror estableció su reino; disidentes fueron perseguidos y censurados, sus saberes fueron ridiculizados y estudios y doctorados se transformaron en prontuarios policiales.

Sin embargo, lo más grave es que se indujo a los pueblos a repudiar la actitud crítica y el pensamiento independiente, sustanciales al hombre libre que han caracterizado las generaciones anteriores y que fueron el motor del desarrollo humano en todas las épocas. Han sido los críticos, los rebeldes, los que contradijeron la verdad y el discurso oficial, los que empujaron la rueda del progreso y el saber.

Resignar la opinión crítica es peor aún que perder la libertad en batalla, porque la obediencia y la pasividad ante los poderes hegemónicos ya entrañan la esclavitud y establecen derrotas sin lucha. Mucho más cuando lo que está en discusión es la salud y la vida política, económica y social de millones. Aceptar la verdad oficial es conceder legitimidad a este ataque que los grandes capitalistas están perpetrando contra los pueblos” [3]

Lo demarcatorio es sin dudas entre quienes difunden el discurso terrorista del Estado Mundial acerca de que todos tenemos un mismo enemigo común, el virus y la pandemia y quienes, por el contrario, denuncian todo ese tinglado como una gigantesca MENTIRA ESTATAL para atacar la vida de todos los seres humanos.

Asamblea del Pueblo define así su campo entre quienes desafían y luchan contra el “hermético cerrojo del pensamiento oficial y su verdad religiosa, la censura absoluta y las persecuciones de pensamientos críticos en las redes, la cacería hasta policial y judicial a quien cuestione la verdad oficial, los medios independientes, los críticos en red, los que no se rinden, han logrado establecer un diálogo que se reproduce día a día con millones personas que han comenzado a evaluar otra versión de los hechos” [4]

Así denuncian que: “El saldo mortal del COVID está lejos, muy lejos de los cien millones que pronosticaban los expertos a sueldo de quienes promocionaron y utilizaron el COVID para sus oscuros propósitos. La revista más oficial de la pandemia, The Lancet, llegó a hablar de doscientos millones de víctimas en dos años. Y, por supuesto, todo el pensamiento disciplinado por el régimen, su prensa, sus “expertos”, los opinadores y demás charlatanes, se hicieron eco de esos pronósticos para aterrorizar a las naciones y justificar la destrucción del tejido social, económico, cultural y político que se está llevando a cabo bajo la sombra del virus. Vale recordar que el famoso “Event 201”, el foro organizado, entre otros, por Davos, la Fundación  B. y M. Gates y la Universidad John Hopkins, apenas unos tres meses antes de que se declarara la pandemia pronosticó que la peste terminaría en dos años (igual que la gripe española) y que causaría entre 65 y 80 millones de muertos. Bien, después de 16 meses han muerto por COVID menos que las víctimas que cayeron en una sola gran batalla de la Segunda Guerra (Stalingrado, 2 millones de muertos y 2,5 de heridos graves, mutilados y discapacitados” [5]

Agreguemos, que las mismas estadísticas oficiales “constatan cuantitativamente” “muestran”, “reconocen” [6], a posteriori, que los muertos por el supuesto “coronavirus” tampoco fueron más que en los años anteriores por las gripes normales (que como por encanto desaparecieron de las estadísticas para atribuirle todos los muertos al coronavirus), que quienes ellos definieron como enfermos del coronavirus nunca pudieron probar que lo eran, porque los test para declararlos “positivos” es totalmente fraudulento, porque el PCR no puede en absoluto detectar o probar la existencia de ningún virus…, que en realidad nunca hubo una emergencia sanitaria: “los pueblos están saliendo a luchar porque están comprendiendo que no estamos ante una emergencia sanitaria sino ante un ataque en todos los frentes, contra las libertades, derechos, organizaciones, cultura y formas de vida que hemos construido con grandes luchas en los últimos 150 años” [7]

Afirmar que se trata de un ataque de la plutocracia internacional contra la humanidad para imponer un orden despótico y no de un “virus” o una “pandemia” como dicen los enemigos, lleva consecuentemente a las Asambleas del Pueblo a denunciar explícitamente a la “izquierda” por su alineamiento del lado de la mismísima plutocracia mundial.

“Es de destacar que en ese operativo de ocultamiento ha cumplido un rol muy importante la “izquierda” globalizada, la que ha culminado su largo proceso de adaptación a la dominación universal con su silencio ante esta guerra que lleva adelante el capital hegemónico contra los pueblos del mundo. Como en agosto de 1914, la lenta y sistemática cooptación de la izquierda legal termina de expresarse cuando los conflictos sociales llegan a su clímax. Lo cierto es que hoy esa izquierda integrada, en todos sus matices y versiones, se ha alineado vergonzosamente con la plutocracia dominante, con su versión sobre el covid y las medidas autoritarias en curso y ha resignado la que debiera ser su mayor bandera, la libertad” [8]

No podemos más que reafirmar la coherencia de esta posición de Asambleas del Pueblo. En la guerra contra el pueblo, como siempre…, como en 1914, la izquierda se alineó y se alinea del lado de la plutocracia dominante. Solo nos resta subrayar que nos parece mucho más clara la formulación que insiste en que se trata de la izquierda en “todos sus matices y versiones” que las que pudieran reducir lo dicho solo a la “izquierda legal” o “integrada”, lo que creemos que quieren indicar con la explícita referencia a la Guerra Mundial.

En coherencia con ello y teniendo en cuenta que Asambleas del Pueblo se autodefine como “una organización socialista y libertaria”, nos parece fundamental subrayar que también la inmensa mayoría de las organizaciones socialistas y libertarias, como también las que se autodenominan anarquistas y comunistas, antiautoritarias y antipatriarcalistas, también se alinearon con la plutocracia dominante.

Subrayemos qué, aterrorizándose y aterrorizando con el “virus” y la pandemia como si, ese mentiroso montaje publicitario mundial fuera otra cosa que un PLAN de dominación, opresión, control y destrucción de la vida humana…, para imponer un Nueva Orden Mundial, todavía más despótico que todo lo que el capitalismo hizo en su historia, se sometieron al discurso de los tiranos y funcionaron como milicos a su servicio.

 

LA PLANDEMIA Y “LAS ASAMBLEAS DEL PUEBLO” (2)

 

 

Por PROLETARIOS INTERNACIONALISTAS

 

Lo mejor es que las “Asambleas del Pueblo”, no se detienen en los aspectos inmediatos (o económicos) del ataque plandémico, sino que insisten por todos lados en el objetivo mismo de la plutocracia mundial, en el PLAN global: resetear la sociedad, imponer por medio del terror un nuevo modo de opresión capitalista mucho más milico, opresivo, controlador… destruyendo la esencia misma del ser humano, su comunidad:

“…no se trata solo de la ganancia fabulosa que la vacunación masiva y reiterada en varias dosis les brindará, sino de culminar un plan diseñado para “resetear” la sociedad después de destruir la cultura, las conquistas democráticas, sindicales, culturales y las instituciones forjadas en décadas de lucha. El terror fue su herramienta y no piensan abandonarla sin llegar al final” [9]

Al igual que los Proletarios Internacionalistas en diversas partes del mundo, las Asambleas del Pueblo denuncian como pueden y cuando pueden, todas las formas dictatoriales que la burguesía mundial va tratando de imponer con el pretexto sanitario. “la vacuna trasciende a la avaricia de los laboratorios y se instala en el ámbito del control, segmentación y vigilancia de la población. A la vacuna le sucederá la exigencia de pasaportes sanitarios, constatación de vacunación, carnet de salud u otros mecanismos que termine de seleccionar, segmentar y disciplinar a los pueblos” [10]

Es precisamente eso, lo que más ha ido demarcando, a las organizaciones proletarias de todas las fracciones del capital: la denuncia de que están destruyendo la vida humana para imponer ese “nuevo orden mundial”: lo que han conseguido con la pandemia en materia de lo que era central (la expropiación a los pueblos y la destrucción de las sociedades y soberanías), para otros es necesario seguir hasta el final, hasta lograr la sociedad universalmente gobernada con vigilancia digital” [11]

Desde el ataque abierto contra las luchas del proletariado y el desencadenamiento del PLAN destructivo de la vida, en la segunda mitad de 2019, la bancocracia preconiza abiertamente la paralización del consumo y la producción material de toda la humanidad (con el pretexto del calentamiento global), e inmediatamente después, con la declaración de la Plandemia (pretextando un supuesto virus que nunca lograron aislar, ni probar su contagiosidad), el terror de Estado contra la revolución social asume toda potencia y militarización. 

También aquí las Asamblea del Pueblo se sitúan entre las pocas expresiones internacionales que comprenden y asumen la denuncia de la dictadura mundial: “hacia el control, la segmentación y el disciplinamiento de la población, a imagen y semejanza de los dictadores chinos, quienes terminan revelándose como socios de la conspiración…” [12]

No solo le dan en el clavo en cuanto a métodos tiránicos y militaristas (“intentan seguir imponiendo restricciones, vigilancia, autoritarismo y, sobre todo, terror”) sino que afirman claramente que lo que quieren es destruir toda expresión comunitaria del ser humano, es decir abolir lo realmente humano: “Para ellos esto no ha terminado y no terminará hasta que no logren una reconfiguración total de la sociedad basada en la destrucción de la esencia de la humanidad, es decir el carácter social y asociado de la existencia humana. Reemplazar sociedad por individuos o grupos de interés, partidos y sindicatos por ONG, solidaridad por individualismo al extremo, justicia social por meritocracia, solidaridad por mezquindad, lazos personales por virtualidad, libertad por sujeción y obediencia…” [13]

Y es por eso que, con razón titulan “la gran batalla” (título del capítulo), “la batalla final” [14], pues se trata en la práctica de la destrucción de la humanidad misma y, luego de esta fase de organización del mundo en base un gran campo de concentración que abarca y somete a todas las regiones y países, su transformación en ganado transhumano, en seres totalmente desprovistos de humanidad.

***

Para nosotros esta comunidad de lucha con las Asambleas del Pueblo se afirma por todas estas coincidencias prácticas en esa gran batalla final y no la cuestionamos por desacuerdos políticos ideológicos.

 Sin embargo no podemos de criticar el hecho de que, la claridad con que se denuncia a la bancocracia que creó la Plandemia del coronavirus, se esfuma cuando se refieren a otras “pandemias” y en particular a la denominada “gripe española” [15]

Desde nuestro punto de vista proletario y revolucionario vemos que Asambleas del Pueblo aparecen arrodillados repitiendo el mito burgués (creado por la mismísima bancocracia mundial que la que hoy domina el mundo) de que esa era una verdadera “pandemia” provocada por un misterioso virus y no parte de la guerra y masacre genocidaria organizada por el capital y su aristocracia financiera.

En la nota siguiente trataremos este problema: la mentira histórica de la gripe “española”, que merece ser destruida sin piedad, porque constituye, todavía hoy un dogma crucial de la tiranía mundial para consolidar el “pretexto sanitario” en toda dictadura.

________

[1] Ver sitio en construcción de Proletarios Internacionalistas https://pi.kilombo.top/ (ver también el sitio: “proletarios internacionalistas.com”)

[2] Ver “LA BATALLA FINAL”, “Comunicado de Asambleas del Pueblo” emitido en Buenos Aires en julio 2021 http://www.postaportenia.com.ar/notas/11927/la-batalla-final/

[3] Editorial Revista LA MAZA, edición especial diciembre 2020. AQUÍ

[4] Ver “LA BATALLA FINAL” ídem

[5] Ver “LA BATALLA FINAL” ídem

[6] Por supuesto que este reconocimiento por parte del poder plutocrático mundial, no fue del tipo “honesto” (¡los dueños del dinero tampoco saben lo que es eso!) como por ejemplo “nosotros también nos creímos el cuento que estábamos haciendo y realmente creímos que iba a haber todos esos muertos que anunciamos, pero ahora sabemos que lo del “coronavirus” no tenía nada de nuevo y solo se trataba de la gripe anual como vemos ahora en las estadísticas por las que sabemos que no hubo más enfermos ni muertos que los que hay todos los años”, sino del tipo totalitario y ocultista de toda dictadura, es decir que las verdaderas estadísticas se ocultan, no sólo no se difunden en los medios dominantes, sino que simplemente se prohíben y censuran y que en su lugar se sigue por medio de imágenes y cifras (locales, inmediatas, falsas…) sensacionalistas se sigue reafirmando la campaña de terrorismo mediático. Corrijamos entonces lo que decimos arriba no “muestran”, ni “reconocen” el fraude, sino que para ocultar lo que “constatan cualitativamente” imponen, como dueños de los medios que producen el pensamiento único mundial imponen más de lo mismo: terrorismo ideológico y policial.

[7] Ver “LA BATALLA FINAL” ídem

[8] Ver “LA BATALLA FINAL” ídem

[9] Ver “LA BATALLA FINAL” ídem

[10] Ver “LA BATALLA FINAL” ídem

[11] Ver “LA BATALLA FINAL” ídem

[12] Ver “LA BATALLA FINAL” ídem

[13] Ver “LA BATALLA FINAL” ídem

[14] Ver “LA BATALLA FINAL” ídem

[15] Ver “LA BATALLA FINAL” ídem; pero sobre todo el texto “UNA “CATÁSTROFE SIN PRECEDENTES” PARA JUSTIFICAR MEDIDAS SIN PRECEDENTES... (publicado también en Posta Portenia 2225 en agosto 21), en donde Asambleas lleva la contraposición entre la mentira del coronavirus y la supuesta “verdad” de la pandemia de “gripe española” a su máxima expresión.  Ver: http://www.postaportenia.com.ar/notas/11944/una-catastrofe-sin-precedentes-para-justificar-medidas-sin-precedentes-1/


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