18.SEP.21 | PostaPorteña 2232

CABEZA DE TURCO (16,17 y 18)

Por AMODIO

 

Cabeza de turco 16

 

Alicia hizo la defensa de su planteamiento aportando hechos concretos, actitudes e incluso anécdotas que pretendiendo ser graciosas evidenciaban menosprecio por la labor de las mujeres en general y de su trabajo en particular. Solo la apoyamos Alfredo Rivero, Mejías Collazo (132) y yo. Ni siquiera Sendic lo hizo, a pesar de que muchos de los planteos de Alicia eran coincidentes con los suyos.

Tanto Fernández Huidobro como Marenales pretendieron hacernos ver que las críticas de Alicia eran producto de apreciaciones subjetivas y le reprochaban que fuera ella, precisamente la mujer que en esos momentos tenía asignadas mayores responsabilidades, la que se hiciera portavoz del sector supuestamente marginado, y pusieron de ejemplo a María Elia, la que según ellos tenía mayores motivos para quejarse y no lo hacía, apoyando con sus palabras la labor del Ejecutivo.

Cultelli hizo un largo análisis de los términos en que las renuncias estaban redactadas, pretendiendo demostrar que mientras a Sendic lo motivaban consideraciones atendibles, dado que no podía considerarse válido que un líder revolucionario lo fuera sin participar del aparato militar, mientras que a Alicia la impulsan sentimientos de un falso feminismo, y para ello comenzó a analizar la etimología de algunos vocablos que usaba con cierta reiteración.

Yo conocía a Cultelli desde el Partido Socialista. Coincidimos en algunos aspectos, pero su concepción política era más cercana al MUSP. Encontrarlo formando parte del MLN fue para mí una sorpresa, ya que toda su trayectoria estaba en contradicción con el pragmatismo del que el MLN hacía gala. Y por su planteamiento, seguía en sus trece.

Voy a terminar con la reunión, le dije a Alicia antes de pedir la palabra. Llevé mi argumentación de tal forma que Marenales creyó que otra vez el ejemplo de María Elia, “la Parda”, como la llamábamos, bastaría para demostrar lo equivocados que estábamos.

Evidentemente, Marenales ignoraba a qué respondía el silencio de ella. La Parda había llamado a un aparte a Alicia y le había dicho que compartía su planteo, pero que no la iba a apoyar porque Marenales le había prometido pasarle la atención de un grupo de periféricos, y no quería que tomara su apoyo al planteo de Alicia como una crítica hacia su labor de dirigente. Cuando yo lo expuse la sorpresa fue tremenda. A partir de ese momento, las críticas fueron dirigidas hacia mí, acusándome de hacer uso incorrecto de una confidencia entre dos compañeras. ¿Confidencias?, les dije.

Traje entonces a colación antecedentes de discusiones anteriores en las que primó siempre la consideración política y la defensa de lo organizativo sobre lo particular. Mencioné como ejemplo más claro la sanción a Tabaré Rivero. Pero ya los ánimos eran otros y poco después se levantó la reunión y quedamos citados para el fin de semana siguiente, dado que no habíamos adoptado ninguna resolución.

Cuando la reunión se reanudó, las posiciones se mantuvieron por cada parte, pero el tono ya no era el mismo. Había como una necesidad de llegar a un acuerdo que salvaguardaba la Organización. Fue Cultelli quien hizo el planteo donde se contemplaba la no aceptación de las renuncias y la adopción de medidas que contemplaran la descentralización organizativa, de manera progresiva –esta fue la frase que hizo posible el consenso– como medida necesaria para preservar al MLN ante posibles golpes represivos y posibilitar el crecimiento.

Para ello se resolvió dividir al MLN en dos columnas, que se denominará Columna 1 y Columna 2 y para dirigirlas se eligen dos grupos, a los que se llamarán Comandos, integrados por Aníbal de Lucía, Leonel Martínez Platero y María Elia Topolansky por la 1 y Falero Montes de Oca, Ismael Bassini y Graciela Jorge Pancera por la 2. Salvo Falero, en la primera reunión todos se habían mostrado contrarios a la descentralización y ninguno de los que la defendimos fuimos tenidos en cuenta.

Desde el Ejecutivo, Marenales atenderá la Columna 1 y Sendic y Fernández Huidobro la 2. En realidad, lo que se hizo fue mantener la organización tal como estaba hasta ese momento. Lo único nuevo era que se trataría de evitar el trasiego de compañeros de una columna a la otra.

Meses después sabré que tal decisión fue un acuerdo del Comité Ejecutivo y que la elección de los comandos fue acordada después de realizar consultas entre los que habían participado en la primera reunión, consultas que no incluyeron a ninguno de los que apoyamos la descentralización. La medida dejaba implícitas dos conclusiones: una cierta autocrítica entre líneas por parte de la Dirección y otra mucho más evidente: se aceptaban nuestros planteos pero no se nos consideraba aptos para llevarlos adelante. Claro, es como decís, pero en aquellos momentos nos bastaba con que nuestro planteo fuera aceptado.

Quedaba claro que para que la descentralización fuera posible eran necesarios medios económicos y se designó a Falero Montes de Oca responsable de la planificación de una acción para conseguirlos. Falero solicitó que yo compartiera con él esa responsabilidad, lo que se aceptó.

Era el 2 de octubre de 1968. El 8 fueron detenidos Marenales, Leonel Martínez Platero y Carlos Rodríguez Ducós (133), lo que afectó a las estructuras recién acordadas y puso en peligro el objetivo económico: el Casino de Carrasco. El 11, Fernández Huidobro me comunicó que había sido cooptado para integrar el Ejecutivo en sustitución de Marenales.

Mi respuesta fue negativa. Argumenté que no creía conveniente integrar la Dirección dado el grado de críticas recibido hacía apenas unos días, habiendo defendido un planteo crítico hacia la misma dirección que se me propone integrar y sin contar con la confianza no solo de los compañeros de base, sino de los mismos que me eligen, dado el resultado de la reunión, cuando no fui designado ni siquiera como comando de una de las columnas.

No es esa la opinión del Ejecutivo, me dijo Fernández Huidobro, ya que cuento con la confianza plena de Sendic y la suya personal. ¿Entonces Zenón(Julio Marenales)es el que me cuestionaba? le pregunté. Es evidente, fue su respuesta. Acepté integrarme hasta que volviera Manera de Cuba. Cuando este llegó, fue detenido junto con Jessie Machi (134), seguramente por errores en la documentación falsa que los cubanos les proporcionaron.

Jessie era la otra cara del machismo. Desde su época de estudiante se caracterizó por su belleza física, que usó como tarjeta de presentación. Fue pareja de Mujica en el MIR, de Manera y Leonel Martínez Platero en el MLN, causando en lo interno más de un problema por su sentido amplio de las relaciones de pareja. Después de su fallecimiento he leído acerca de ella opiniones que ensalzan sus cualidades como militante, testimonios que considero fuera de la realidad, lo que no quiere decir que no haya sentido su muerte. Solo digo que se exageran.

Entre 1992 y 1994 mantuvimos correspondencia que un accidente casero me destruyó, en la que me manifiesta su apoyo personal en el caso de que decidiera abrir la discusión acerca del tema de la traición. En 1998 nos encontramos en el Fernandito, en Justicia y Cuñapirú, pero ya el alcohol y su enfermedad le habían hecho cambiar de opinión.

Por dichas cartas ambos nos enteramos que durante un tiempo ambos fuimos “consejeros” de Trabal cuando las negociaciones por la tregua y después cuando el fracasado intento por parte del Ñato de “tupamarizar” a un sector de las FF.AA.

Para no ser cuestionada y perder el apoyo de la “tribu” ella negará después haberlo hecho, pero aceptó plenamente la actitud asumida por mí. “No te quedaba otra, Negro”, me dijo en la fechada el 24 de noviembre de 1992, enviada por mi cumpleaños. “Hasta yo te hubiera cortado el pescuezo”

 

Cabeza de turco 17

 

El Casino de Carrasco era el objetivo previsto para conseguir financiarnos y lo estaba estudiando un grupo uno de cuyos integrantes era Candán Grajales, que tenía en su casa varias fotos necesarias para el conocimiento del interior del Casino. Estas fotos estaban ocultas debajo del pie de la ampliadora y allí seguían cuando Candán contactó con su familia.

Yo había pasado a vivir en un apartamento de la calle Bompland (135), propiedad de una colaboradora, Teresa Labrocca (136), que será mi acompañante femenina en las varias visitas diurnas y nocturnas que hice al Casino. Teresa Labrocca hacía relativamente poco tiempo que estaba conectada y venía avalada por la gente de Época, principalmente por Chifflet (137) y Barrientos (138).

Entonces carecía de toda experiencia de militancia, pero era disciplinada, atenta y sobre todo sabía moverse con naturalidad. Era hija de un alto cargo en la Marina y eso nos facilitó algunas cosas. Una visita que hicimos al Casino en busca de una billetera “perdida” llamó la atención de un empleado del Casino que desde la ventana de su oficina pudo ver la matrícula del coche con el que habíamos llegado, un exceso de confianza por mi parte, ya que nunca debimos estacionar tan cerca del edificio. Realizado el asalto, la identificaron a través de la matrícula del auto y pasó a la clandestinidad, para lo que no estaba preparada aún. Sí, eso sucedió cuando el asalto ya lo habíamos realizado.

Los primeros momentos de la clandestinidad le fueron muy difíciles, pero una vez superados se convirtió en una integrante del sector militar ciertamente destacada. En el Francés Italiano (139) fue muy importante. Lo mismo tengo que decir de otra compañera, profesora del liceo de Malvín (140), que también actuó como telefonista mientras se producía el asalto.

Confiados en que la policía no había encontrado las fotos del Casino (141), continuamos con su estudio, pero desde el inicio nos dimos cuenta que estaba siendo vigilado. Otero (142) encontró las fotos y las dejó en su sitio. Fue muy hábil, pero no lo bastante como para que la ratonera que intentó montar pasara desapercibida. Cuando se retiró la vigilancia policial, llevamos la acción adelante sin ninguna dificultad, y con los seis millones conseguidos, comenzó la etapa del desarrollo.

Yo no me incorporé al Ejecutivo hasta después del Casino, es decir, hasta treinta días después de mi designación. Mientras, Sendic y Fernández Huidobro decidieron dividir las dos columnas iniciales en siete, mucho más reducidas en tamaño y elaboraron un plan de trabajo que era un calco del planteo formulado por Alicia, Alfredo Rivero y yo en el simposio de octubre.

Con el dinero obtenido en el Casino se abasteció a las siete columnas a razón de 700.000 pesos de le época a cada una y se mantuvo un fondo a disposición del Ejecutivo por el resto. A mí se me encomendó la designada con el número 15 y en ella estaban integrados dos clandestinos de la primera época, Eraclio Rodríguez y Edith Moraes, ambos en esos momentos sumamente críticos, tanto con Alicia como conmigo, posición que variarán más adelante, pasando a ser los dos firmes militantes de la Columna. El resto, entre quince y veinte compañeros, provenían del sector universitario y fueron reclutados por Alicia.

Alquilamos un apartamento en Avenida Italia y Santander (143), a pocas cuadras de Comercio, en un primer piso, al que dimos cobertura de academia. Alicia y yo figurábamos como profesores de secundaria. Pusimos una chapa en la puerta para justificar las entradas y salidas del apartamento sin levantar sospechas y tuvimos que dar clases de idioma e historia a pibes del barrio. Cuando al Comando se integró Pablo Blanco Massara, un biólogo de la Facultad de Medicina como responsable del sector Servicios, también dimos clases de Química.

 Antes del ingreso de Blanco al comando de la columna, su lugar lo había ocupado Mujica, a sugerencias de Sendic. Pero los criterios de trabajo que Mujica expuso lo alejaban de los nuestros, y Alicia se opuso a que integrara el Comando, así que se lo devolvimos a Sendic.

 

Cabeza de turco 18

 

Como consecuencia de la unidad de criterio de su comando, la columna 15 siempre tuvo un desarrollo armónico y uniforme, fundamentalmente porque su responsable político, Alicia Rey, supo realizar su trabajo a la perfección. Sin embargo, la Columna 15 será conocida por sus acciones militares, que tenían una gran repercusión pública, pero esas acciones no hubieran sido posibles sin el trabajo concienzudo y eficaz de Alicia.

Su trabajo será fundamental después de la segunda fuga de la Cárcel de Mujeres, cuando el Ejecutivo actuante en esos momentos, con la excepción de Rosencof (144), proviene de la Columna 15 y todos habían pasado por el sector político a su cargo. Es decir, compartían los mismos criterios de organización, formación y desarrollo.

Sin embargo, nunca fue posible un desarrollo homogéneo del MLN, seguramente porque ya desde el inicio de la descentralización en 1968, la forma en que cada miembro del Ejecutivo la entendió fue diferente y diferentes fueron los criterios de trabajo. Así, se confundió descentralización con autonomía y se formaron comandos de columna con compañeros cuya experiencia era baja, haciendo que la mayoría de las veces el trabajo fuera improductivo.

Cuando ya Mansilla (145) y Efraín Martínez Platero integraban el Ejecutivo, yo intenté, sin éxito, trasladar la experiencia del Comando de la 15 al resto de Comandos. Y cuando se resolvió establecer la figura del “fantasma” (146) a nivel de Dirección, yo elegí a Alicia para sustituirme en el Ejecutivo, lo que impidió Sendic enviándola como enlace con Ferreira Aldunate (147), ya que no quería que Alicia supervisara su trabajo con las Columnas del Interior.

No solo de Ferreira Aldunate, es verdad. También lo fue de Erro (148) y de Alba Roballo (149)

Héctor Amodio Pérez

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132  Hébert Mejías Collazo. Como integrante del Movimiento Revolucionario Oriental, MRO, viajó a Cuba en 1962, donde recibió instrucción acerca del uso de explosivos y la confección de artefactos para su uso. Vuelto a Uruguay se integra al Movimiento de Apoyo Campesino, MAC, y es el responsable de los primeros atentados protagonizados por el grupo Tupamaros. Pasó a la clandestinidad tras los sucesos del 22 de diciembre de 1966. Entre los años 1967 y 1969 participó del sector Servicios del MLN, del que se aparta en una fecha no muy bien determinada para integrarse a la Organización Popular Revolucionaria 33 Orientales, OPR 33, brazo armado de la Federación Anarquista Uruguaya, FAU. Antes había integrado el comando de la columna 3 del MLN. Cuando la fuga del Penal de Punta Carretas declinó su integración al grupo de militantes de OPR 33 que el MLN ofreció incluir entre los fugados y realizó su fuga particular en diciembre de 1971, con la complicidad del mismo funcionario que había sido corrompido por el MLN. Está considerado el cerebro del robo de la bandera de los 33 Orientales de la sede del Museo Histórico Nacional. Falleció en abril de 2021.

133  fueron detenidos en Ganaderos y Garzón, cerca del domicilio de Jorge Candán Grajales, en la calle Ganaderos 4898 bis. La casa estaba siendo vigilada desde el momento en que un vecino encontró un rollo de fotos de clandestinos para la fabricación de documentación falsa y lo entregó a la policía. Como luego reconocerá Marenales en el libro de Márquez Zacchino, en la página 68, Candán no informó de la pérdida, lo que impidió que se tomaran precauciones. Luego de la dictadura, el MLN dirá que las fotos en poder de la policía las había entregado Amodio Pérez, lo que será desmentido por Marenales muchos años después. El tema de las fotos en poder de la policía fue una acusación recurrente contra mí y aún algunos la mantienen, pese al desmentido de Marenales. Mujica fue uno de los propagadores de la acusación en el libro que le escribió Campodónico, tal como aparece en la página 139.

134 Jessie Arlette Machi Torres. Conocida como Cecilia, nació en Montevideo en 1947 y falleció en la misma ciudad el 3 de febrero de 2009. Militante de las Juventudes Comunistas se aparta del partido para integrar el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR y viaja a Cuba a inicios de 1968 invitada por el Movimiento Revolucionario Oriental, MRO. De este hecho hace referencia en la segunda edición del libro Memorias de Insurgencia, de Clara Aldrighi, entrevista que ya había sido publicada de forma parcial en la primera edición, seguramente por decisión de la misma Aldrighi dado el tono de las declaraciones de Jessie acerca de su periplo europeo y en la isla, así como la justificación que hace de la muerte del peón rural Pascasio Báez Mena. A su regreso de Cuba a inicios de 1969 se integra al Movimiento de Liberación Nacional, MLN, formando parte del sector militar de la columna 15. Detenida integra el grupo de fugadas de la cárcel de Cabildo en la llamada Operación Estrella, el 31 de julio de 1971. Integrada a la columna 7, también conocida como Collar, participa en su sector militar. Detenida nuevamente en Parque del Plata el 13 de junio de 1972 y en Artillería 1, mediante la complicidad de un sargento de la unidad, mantiene relaciones con un preso del MLN, Mario Soto, considerado colaborador con los militares. Esto provocó las críticas de sus compañeras de prisión y su momentáneo alejamiento del MLN. Liberada tras el fin de la dictadura en 1985 participó en organizaciones sociales hasta su muerte.

Aunque se alargue el relato, creo necesario dar a conocer los términos de la declaración de Jessie a Clara Aldrighi para Memorias de insurgencia y que Aldrighi no publicó hasta la edición de 2016. Como Jessie falleció en el 2009, queda claro que en las ediciones en que estos párrafos no aparecen fue por una decisión de la “historiadora”, que no creyó conveniente que se conocieran. Las palabras de Jessie van entrecomilladas.

“Dije a todos que me iba a París a estudiar psicología, un año en la Sorbona. Nadie lo creyó. Aunque en Alcan yo formaba parte del personal de confianza, existía un sindicato clandestino en el que yo participaba. Estaba fichada. Mi militancia sindical era conocida por la organización amarilla creada por los yanquis. El viaje fue difícil. En barco de Montevideo a Cannes, luego en tren hasta París, de París a Praga también en tren, de allí en avión a Vancouver y La Habana. Caro y largo, porque en cada lugar me quedaba un tiempo. En París me enamoré de un fotógrafo y me quedé dos semanas; en Praga me enamoré de un sudanés y estuve otra semana más; en Cuba llegué decidida a quedarme un año. Cuando volví, estaba ya semiclandestina, porque mi compañero en Montevideo —que se quedó viviendo en mi apartamentito de Malvín— había pasado a la clandestinidad, “quemando” la casa. Mi auto había desaparecido, porque en un rapto de locura mi compañero había decidido dejar el motor en un mecánico, el chasis en otro, la caja de cambio en un tercero, etcétera. Nunca más recuperé el auto”.

¿Y el compañero?

“Tampoco, porque volví con un amor que hice en Cuba. Un querido amor, venezolano, con el cual viví el año entero. De modo que volví muy enamorada y muy triste por la separación. Murió dos años después en la guerrilla de Douglas Bravo. Me enteré por una carta anónima. Es así, volví de Cuba muy enamorada y me duró mucho tiempo. Bueno, mucho tiempo es un decir. En aquel momento, para mí, seis meses eran mucho. Pensaba siempre en él [...]. El volvía a su guerrilla, yo a la mía. Por otra parte, yo no podía ir con él a Venezuela porque había ido a Cuba con una tarea política, la de prepararme para luego volver a mi país. Con mucho dolor y pesar, la relación terminó. Pensábamos seguir carteándonos pero le llegó la muerte.”

Si todo hubiera sido tal lo cuenta Jessie, su historia podría formar parte de la literatura romántica. Pero todo lo que se informó cuando su ingreso al MLN fue por parte de Jorge Manera, que fue su verdadero valedor entonces. Jessie estaba demasiado desprestigiada por sus actitudes personales mantenidas a lo largo de varios años. Es inútil abundar en detalles, ya que ella misma se ha encargado de ponerlo en claro. De manera lamentable, dio pie a uno de los comentarios más machistas que se hayan dicho jamás. Como no podía ser de otra manera, su autor fue Julio Marenales: a las mujeres la ideología les entra por la vagina.

135 Bompland 618.

136  María Teresa Labrocca Rabellino. Conocida como Lía, nació en Montevideo en 1933 y falleció en la misma ciudad en 2013. Se integró al MLN en el Servicio de Información y como tal participó del estudio del asalto al Casino de Carrasco el 27 de noviembre de 1968, lo que provocó su paso a la clandestinidad, pasando a formar parte de la columna 15. Integró el grupo de fugadas de la cárcel de Cabildo el 31 de julio de 1971.

137 Guillermo Chifflet Zerboni. Nació en Montevideo el 15 de septiembre de 1926 y falleció en la misma ciudad el 26 de abril de 2020. Afiliado al Partido Socialista desde su juventud, en 1971 participó de la fundación del Frente Amplio. Fue elegido diputado titular en 1989, siendo reelecto en 1994, 1999 y 2004. Como periodista, escribió en los diarios Época y Hechos y en los semanarios MarchaEl Sol y Brecha. En 2005 renunció a su banca por discrepar con la participación de las FF.AA. uruguayas en las Misiones de Paz de la ONU. Aunque nunca se integró al MLN fue un colaborador en materia de reclutamiento.

138 Julio María Barrientos. Sin alcanzar el prestigio de Guillermo Chifflet, colaboró en Época y colaboró con el MLN en tareas de reclutamiento.

139 Banco Francés e italiano. Estaba situado en la esquina de Misiones y Rincón. El asalto se produjo el 23 de diciembre de 1969, en un operativo que insumió varias horas y que no produjo beneficios económicos, porque no se pudo acceder al tesoro. El efecto fue político, ya que se incautaron documentos de actividades ilegales del banco y que fueron entregados a la Justicia. Todos los pormenores del banco y la documentación nos fueron proporcionados por un empleado, Eduardo González Olivieri, el que nos entregó libretas de cheques del supermercado Disco y los originales de las firmas autorizadas, lo que nos permitió cobrar cheques por cantidades no muy cuantiosas sin llamar la atención. El mismo Eduardo nos proporcionó el nombre del apoderado que impidió que accediéramos al tesoro, quien se había jactado del éxito de su engaño. En enero de 1970 se montó un nuevo operativo para repetir el asalto, el que se tuvo que suspender por un accidente de uno de los coches que participarían, lo que motivó que uno de los miembros del equipo, Alberto Cocco Pérez, fuera detenido por la policía. Finalmente lo rescatamos en el talud de bajada a la Rambla y Batlle y Ordóñez.

140 Hasta 2017 no conocí el nombre de la compañera, Irma Roux. Lo supe al leer el libro Ay de los vencidos…!!!, de Manuel Marx Menéndez, alias Enrique y Marxito. Marx Menéndez me acompañó la mañana del operativo de Pando en la búsqueda de la moto que necesitábamos. En su libro hace una crítica muy dura a Candán Grajales por la manera en que condujo los secuestros del Plan Satán, los entretelones de la muerte de Dan Mitrione y relata su rompimiento con Fernández Huidobro y José Mujica, al que dice lo echó de su casa, al tiempo que renunció al cargo de secretario que el mismo Mujica le había otorgado.

141 Casino de Carrasco.

142 Alejandro Otero. Nació en Montevideo en 1931 y falleció en la misma ciudad el 13 de agosto de 2013. Fue jefe del Departamento de Inteligencia y Enlace hasta la formación de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia en 1971, puesta bajo la dirección del comisario Víctor Castiglioni. En ese momento Otero fue nombrado jefe de Institutos Penales. Como director de Inteligencia y Enlace cosechó varios procedimientos exitosos, pero que no consiguieron desbaratar al MLN. Como director de Institutos Penales debió soportar las fugas del 31 de julio y 7 de septiembre de 1971 y la del 12 de abril de 1972.

143 Avenida Italia 3851. Actualmente es 3951.

144 Mauricio Rosencof Silverman. Nació en Florida, Uruguay, el 30 de junio de 1933. Como afiliado del partido Comunista y periodista de El Popular colaboró con Raúl Sendic hasta su ingreso al Movimiento de Liberación Nacional, MLN, en octubre de 1968. Integró el comando de la columna 3 junto a María Elia Topolansky y Hébert Mejías Collazo, hasta que éste pasó a la OPR 33. A partir de ese momento la columna 3 pasa a ser llamada columna 10 e integra el comando con la misma María Elia Topolansky y José Mujica Cordano. Tras la caída de Almería integró el Ejecutivo junto a Adolfo Wassen Alaniz, Henry Engler Golovchenco y Nelson Simón Berreta Hernández, hasta que este último fue sustituido por Donato Marrero Abero. Este Ejecutivo fue el que refrendó la muerte del peón rural Pascasio Báez Mena el 21 de diciembre de 1971.

En el libro Memorias de Insurgencia, de Clara Aldrighi,  Rosencof le dice que tras la fuga del 7 de septiembre de 1971, Fernández Huidobro presentó unos planes contundentes y lúcidos para pasar a una ofensiva que chocaban con la realidad de la Organización, la que teniendo 170 fusiles no tenía diez militantes en condiciones de usarlos. Sin embargo, tras la crisis de Dirección en marzo de 1972 y siendo Rosencof, junto al mismo Fernández Huidobro, Henry Engler Golovchenco y Jorge Candán Grajales miembro del Ejecutivo elegido el día 16 de ese mes de marzo, los planes se pusieron en marcha. Dichos planes incluían al Plan Hipólito, desatado el 14 de abril de 1972 y que marca el inicio de la derrota militar del MLN. Rosencof fue también responsable de las informaciones para los secuestros de Dan Anthony Mitrione y Nelson Bardessio y de las negociaciones con el presidente Salvador Allende para la liberación del embajador inglés Geoffrey Jackson.

145 Lucas Mansilla Gallero. Oriundo de Carmelo, departamento de Colonia, Uruguay, fue colaborador con la columna del Interior desde 1967. En 1969 y para atender a los integrantes de esa columna que actuaban en Montevideo, se integró al comando de la columna Sur y luego al Ejecutivo, junto a Raúl Sendic, Eleuterio Fernández Huidobro y Héctor Amodio Pérez. Aunque el asalto al cuartel de la Marina le fuera adjudicado a Raúl Sendic, Mansilla fue el verdadero responsable. Participó también en la planificación del operativo Pando. Fue el enlace entre el MLN y el sector del partido Nacional de los hermanos Heber para la tregua del año 1970 y facilitar el golpe de Estado contra Pacheco Areco impulsado por el Gral. Mario Aguerrondo, la financiación de El Debate y el cambio de las libras producto del robo a Julio Mailhos. Escapó a la detención del resto de la Dirección del MLN el 7 agosto de 1970 pero fue detenido días después. En esos días integró un Ejecutivo provisorio junto a Samuel Blixen, Manuel Marx Menéndez y Juan José Domínguez, siendo el que decidió la muerte de Mitrione, acaecida el día 10 de agosto de 1970. Tras el 14 de abril de 1972 viaja a Chile y tras el golpe contra Allende viaja a la Argentina, entrando en contacto con Zelmar Michelini, Enrique Erro, Héctor Gutiérrez Ruiz y Wilson Ferreira Aldunate. Al mismo tiempo participa de las actividades de la Junta Coordinadora Revolucionaria y participa de algunos de los secuestros con los que la Junta se financiaba. Según Gavazzo, dólares provenientes de esos secuestros fueron canjeados por Zelmar Michelini en el cambio del hotel Liberty, cuyo dueño era informante de Aníbal Gordon, dando pie a la creencia de que él y el círculo que lo rodeaba, eran los administradores de los dineros del MLN, lo que provocará sus muertes, a manos de la gente de Aníbal Gordon en mayo de 1976. Mansilla integró el grupo de los renunciantes, junto a Kimal Amir, Luis Alemañy Viñas y Efraín Martínez Platero.

146 Se llamaba fantasma al miembro del comando de columna encargado de sustituir al miembro del Ejecutivo en caso de prisión o muerte del titular.

147 Wilson Ferreira Aldunate. Nació en Nico Pérez, departamento de Florida, el 28 de enero de 1919 y falleció en Montevideo, el 15 de marzo de 1988. Comenzó su actividad política en 1954 y fue diputado, senador y ministro. Pero su mayor notoriedad la adquirió como uno de los más destacados opositores a los gobiernos de  Jorge  Pacheco  Areco y Juan María Bordaberry, y tras el Golpe de Estado del 27 de junio de 1973, se exilió y se convirtió en uno de los más ácidos censores de la dictadura. Sin embargo, es durante este período que su actuación política genera más dudas. Durante el mes de julio de 1970 y planteado por el Movimiento de Liberación Nacional, MLN, el canje de los funcionarios extranjeros Aloisio Dias Gomide, Dan Anthony Mitrione y Claude Fly por la liberación de todos los presos políticos, y cuya aceptación habría significado la caída del gobierno de Pacheco Areco, Wilson Ferreira, a través de su compañero de partido Pedro Zabalza Arrospide transmitió al MLN todos los vaivenes de la negociación en curso. Es a partir de ese momento que la relación entre Wilson Ferreira y el MLN comienza a gestarse, pese a las diferencias ideológicas, para enfrentar al enemigo común, que no es otro que el presidente Jorge Pacheco Areco, que había salido vencedor tras negarse a toda negociación con el MLN y haber conseguido la policía detener el 7 de agosto de 1970 a la plana mayor de la dirigencia tupamara. En septiembre de 1971 y tras la fuga de Punta Carretas, producida dos meses antes de las elecciones previstas para el mes de noviembre de ese mismo año, el MLN, que ya había dado su apoyo al Frente Amplio, pacta con Wilson Ferreira, cuyo triunfo electoral se considera será favorable al MLN, una tregua en su accionar para que las elecciones se desarrollen con normalidad, a cambio de una promesa de incluir en los planes de su gobierno algunos puntos reclamados por el MLN y una posible amnistía para sus presos. Sus interlocutores por parte del MLN fueron Mauricio Rosencof y Julio Marenales Sáenz. Tras el triunfo electoral de José María Bordaberry y el fortalecimiento de la figura de Pacheco Areco, el MLN acompañará a Wilson Ferreira en sus denuncias por el presunto fraude cometido en el recuento de votos, nunca comprobado. La relación entre el MLN y Wilson Ferreira se mantuvo viva hasta la noche del 14 de abril de 1972, en que estaba acordada una entrevista entre el líder nacionalista y su par tupamaro, a pedido del propio Ferreira, entrevista a la que acudiría Eleuterio Fernández Huidobro, autodesignado para la ocasión. Esa reunión la impidió la policía que detuvo a Fernández Huidobro en la casa de Amazonas 1440 horas antes de la fijada para la entrevista. Wilson Ferreira y sus correligionarios votaron junto al partido de gobierno el Estado de Guerra Interno y no acompañaron las denuncias por el empleo de la tortura en unidades militares presentadas por los representantes del Frente Amplio Enrique Erro y Zelmar Michelini, ambos señalados por las FF.AA. como colaboradores con la organización guerrillera. Esta actuación motivó las críticas del MLN, que le fueron transmitidas a Héctor Gutiérrez Ruiz la tarde del 24 de abril de 1972, día en que se simuló el secuestro del legislador para entrevistar a Nelson Bardessio, que todavía se mantenía secuestrado en la Cárcel del Pueblo sita en la calle Constitución 2177. Tras el fracaso de las negociaciones para la rendición incondicional del MLN producida tras la presentación de una contrapropuesta del MLN el 6 de julio de 1972 y sobre la base de la identidad de los objetivos de militares y guerrilleros, como expresa el mismo Fernández Huidobro en su Informe sobre todo lo actuado por los 5, de fecha 2 de julio de 1972, comenzaron las conversaciones para un accionar conjunto de militares y guerrilleros para el combate de la corrupción y que tuvo como meta llevar adelante un proceso que tras conseguir la renuncia del presidente Juan María Bordaberry posibilitara la adopción de un gobierno de concentración en que Wilson Ferreira tendría una participación destacada.

Este planteo tiene que haberle sido comunicado al mismo Wilson Ferreira por parte de Fernández Huidobro, que ya actuaba de acuerdo con el Cnel. Ramón Trabal en alguna de las reuniones que mantuvieron en casa del ex diputado socialista Arturo Dubra Naranjo. Resulta claro así que Wilson Ferreira Aldunate supo en todo momento que el sedicioso que conspiraba con los militares para atentar contra las instituciones no era Amodio Pérez como se encargó de señalar en varias oportunidades sino su interlocutor Fernández Huidobro. Se dio entonces la conjunción de intereses entre el MLN y un sector de la clase política que buscó, de esa forma, invalidar mis dichos en el manuscrito escrito en el cuartel Florida y dado a conocer por Federico Fasano a partir de leer mi original, que mi padre le entregó el 18 de septiembre de 1972. Desbaratadas las comisiones de los ilícitos y conocidas por los mandos las actitudes de Wilson Ferreira y la defensa que éste hace de Enrique Erro, se convierte en un objetivo para los militares al mando y es la razón de su exilio y su exitosa campaña internacional contra la dictadura. Cuando las negociaciones que culminan con el Pacto del Club Naval aceptó la condición impuesta por los militares y que le significó ir a prisión el 16 de junio de 1984. Será liberado el 30 de noviembre del mismo año.

148 Enrique Erro. Nació en Montevideo, el 14 de septiembre de 1912 y falleció en París, el 1 de octubre de 1984. Fue un político uruguayo, perteneciente al  Partido  Nacional y luego al Frente Amplio. Inició su actividad política como periodista en diarios de tendencia nacionalista, como El Debate y La Tribuna Popular. En las elecciones de 1954 obtuvo una banca de diputado, la que retuvo cuatro años después, al triunfar en los comicios el Partido Nacional. En marzo de 1959 asumió el cargo de Ministro de Industria y Trabajo en el primer colegiado blanco. Sus discrepancias con las políticas seguidas por el nuevo gobierno, en particular la orientación económica, con la firma de la primera Carta de Intención con el FMI y la reforma cambiaria y monetaria, llevaron a su destitución en enero de 1960, al cabo de menos de un año de gestión. Retornó entonces a la Cámara de Diputados. En 1962 acordó con el Partido Socialista y otros grupos menores, presentándose juntos bajo el nombre de Unión Popular en las elecciones de ese año. La votación no fue la esperada, pero Erro retuvo su banca de diputado. Cuatro años después, la Unión Popular volvió a obtener una votación reducida, y Erro perdió esta vez su puesto parlamentario. En 1971 participó en la creación del Frente Amplio, fundando dentro de éste el grupo llamado "Patria Grande". En las elecciones de ese año fue elegido senador. Su relación con el Movimiento de Liberación Nacional comienza en 1968, cuando aloja en su casa de la ciudad de La Paz al requerido José Mujica Cordano.  Partir de 1969 se convirtió en informante político del MLN y como tal mantuvo varias reuniones con quien escribe y también con Alicia Rey y Teresa Labrocca Rabellino, Estas relaciones fueron conocidas por las FF.AA. a partir del acuerdo entre Arquímedes Píriz Budes, alias Tino, que había sido detenido en Durazno el 9 de mayo de 1972 y ratificadas por Eleuterio Fernández Huidobro, Jorge Manera Lluveras, Mauricio Rosencof y Donato Marrero Abero, todos detenidos antes del 23 de mayo, fecha de mi detención por el cuartel Florida y como Federico Fasano pudo comprobar la noche que me entrevistó en el cuartel mencionado.

Todos los declarantes contra Enrique Erro dejaron constancia de que el contacto de Erro con el MLN era Amodio Pérez. Son por tanto falsas las versiones de que la denuncia contra Enrique Erro fue efectuada por mí. Eso ha sido posible porque se ha ocultado, tras la dictadura, el verdadero desarrollo de la acusación contra Erro, con el único fin de hacerme responsable de ella.

En 1973, la justicia militar, que un año antes, con la Ley de Seguridad del Estado, había asumido competencia en los procesos contra los integrantes de la guerrilla, pidió al Parlamento que se le retiraran los fueros parlamentarios, acusándolo de estar implicado en contactos con el MLN. El Parlamento rechazó tal solicitud, lo cual fue esgrimido como motivo puntual por el presidente Juan María Bordaberry para disolver las Cámaras, el 27 de junio de ese año.

149 Alba Roballo. Nació en Baltasar Brum, departamento de Artigas, en el año 1909 y falleció en Montevideo, el 3 de septiembre de 1996. Inició su carrera política en el Partido Colorado, en 1938, al lado de Julio César Grauert, siendo electa posteriormente diputada. En 1933, cuando Baltasar Brum se suicidó en protesta por el golpe de estado de Gabriel Terra, Roballo convocó a más de cinco mil estudiantes para que defendiera la democracia y pronunció un ferviente discurso en su velatorio. Presidió el Concejo Departamental de Montevideo. Fue elegida Senadora por primera vez en las elecciones de 1958. En 1965, tras el fallecimiento de Luis Batlle Berres, Roballo participó en las elecciones internas de la Lista 15, pero su agrupación resultó derrotada por Jorge Batlle Ibáñez. En 1966 compareció a las elecciones en la agrupación Frente Colorado de Unidad, conocida como "el grupo de los Senadores" que integraban además Glauco Segovia, Justino Carrere Sapriza,  Luis  Tróccoli  y  Manuel  Flores Mora, y resultó elegida al Senado. Dicha agrupación apoyó la candidatura de Óscar Gestido a la Presidencia. Tanto Roballo como Carrere Sapriza fueron firmes impulsores de la candidatura a la Vicepresidencia de Jorge Pacheco  Areco como figura de compromiso. En 1968, el presidente Pacheco Areco la nombró Ministra de Cultura, cargo que ocupó por un mes. Renunció junto con  Manuel  Flores Mora y Carlos Queraltó por profundas discrepancias con el presidente, debidas a la aprobación de "las medidas prontas de seguridad".


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