22.SEP.21 | PostaPorteña 2233

CABEZA DE TURCO (19,20,21 y 22)

Por AMODIO

 

Cabeza de turco 19

 

Importante fue también su actividad en Cabildo (150) Salvo contadas excepciones, las compañeras presas lo eran de rebote, por ser la esposa de o la compañera de, más que por su vinculación directa. Esto ocurría fundamentalmente entre las compañeras del interior, que de pronto se veían acusadas de múltiples delitos y enfrentadas a varios años de cárcel, lo que les provocaba estados de ánimo perjudiciales en lo personal y que afectaban también al general. El trabajo de recuperación que ella,  Raquel Dupont (151) y Graciela Estefanell (152) realizaron con esas compañeras fue importantísimo. En menor medida también lo fue combatir los comportamientos de  Elida Baldomir (153), que ya empezaba a replantear la posición del MLN acerca del trabajo de masas y que culminarán con su expulsión en 1970, como integrante de la Micro (154)

 

Cabeza de turco 20

 

Cuando después del Abuso (155) se me integra al Comando General de Montevideo ya Alicia era un pilar fundamental en ese organismo y cuando Fernández Huidobro, Sendic y Zabalza (156) comienzan su política de división para combatir a la Dirección por no atender sus planes, la tienen como objetivo prioritario. Van contra ella, aunque las críticas se me dirijan a mí, a Marrero (157) y a Wassen (158)

 

Cabeza de turco 21

 

Nunca le perdonaron que su capacidad de análisis fuera superior. Pero lo que más los hizo sufrir como machos fue la forma en que soportó la doble fractura de su pierna derecha y la manera estoica con que soportó el dolor cuando procedieron a enyesársela (159). Si hubiera gritado lo habrían aceptado naturalmente, ya que después de todo era mujer y ya se sabe cómo son las mujeres. Pero que lo hiciera en silencio, soportando un dolor que la llevará a perder el conocimiento, eso fue imperdonable.

 

Cabeza de turco 22

 

Cuando antes del Abuso desde el Ejecutivo se nos comunicó a los presos de Punta Carretas que ya tenían en marcha la operación Estrella (160), las críticas no se hicieron esperar. Se entendió que una fuga desde Cabildo podía aumentar las dificultades de la fuga masiva desde el Penal. Pero esta era una crítica apenas formal: lo que realmente se estaba cuestionando era qué valor, tanto político como militar tenían las compañeras, siempre en comparación con los valores que se nos adjudicaban a los hombres por el simple hecho de serlo.

El Ejecutivo de esos momentos había conseguido recomponer una organización diezmada por las caídas de Almería y las sucesivas a ella y necesitaba, así lo expusieron, cuadros con experiencia para continuar esa labor. En esos momentos, además, una fuga desde Cabildo era cincuenta veces más sencilla, por lo que no había que dejar de considerar, con cierto pragmatismo, que se conseguía mucho a cambio de muy poco.

El mismo Sendic que se sumó a las críticas y que antes maniobró para que Alicia no integrara el Ejecutivo en julio de 1970, consultó con ella antes de aceptar el acuerdo que el ministro Fleitas (161) le planteara.

En el tiempo que Alicia estuvo presa en Cabildo realizó un trabajo que luego redundará en el desarrollo posterior de las columnas del Interior, aunque se viera mediatizado por el desprecio de lo organizativo por parte de Sendic, que actuaba por la libre, muchas veces contraviniendo acuerdos en los que había participado y anulando el trabajo que desde los Comandos se intentaba.

El trabajo que Alicia llevó en Cabildo explicando a Raquel Dupont, Jessie Machi, Graciela Jorge y Nélida Fontora (162), entre otras, los criterios de trabajo que en la 15 habíamos adoptado, fue una verdadera transmisión de experiencia que fue imposible realizar en Punta Carretas, donde se estaba más preocupados por formular planes de reforma agraria y nacionalización de la banca, todos planes para realizar tras un hipotético triunfo revolucionario, sin considerar que primero debíamos resolver cómo íbamos a conseguir ese triunfo.

Lo que los compañeros del Interior consideraron fundamental, la formulación de los planes Tatú y del Segundo Frente, son también fruto del diferente criterio existente entre las compañeras de Cabildo, situadas más acertadamente en la realidad que los que estábamos confinados en Punta Carretas, con formulaciones que luego la práctica demostrará no solo erróneos sino francamente inútiles.

En otros momentos me he referido a la influencia negativa que el Abuso significó para el MLN y que no fue solo en lo práctico, necesidad de alojamiento, comida y ropa para un centenar de clandestinos, sino también en lo que tuvo que ver con la concepción estratégica y táctica del MLN como organización, aspectos en los cuales otros compañeros, como Nieto (163), Becca (164) e incluso el mismo Zabalza, este en ratos de lucidez, han coincidido conmigo.

Lo que nadie pudo prever, porque hubiera sido caer en la desconfianza, fue que las autocríticas realizadas por Fernández Huidobro y Sendic, admitiendo errores organizativos y pidiendo ser enviados a grupos de base, tenían como objetivo romper la unidad de criterio que Rosencof, Engler (165) y Donato Marrero mantenían desde el Ejecutivo y que luego Alicia y yo apoyaríamos desde el Comando General de Montevideo, oponiéndonos al desarrollo del Tatú y el Segundo Frente.

 Fundamentalmente intentando adecuar a la realidad a un sector del MLN que pretendía llevar adelante acciones que luego se mostrarán negativas, fundamentalmente las llevadas por el plan Collar (166), en las que participaron grupos de la columna 15 y la 7, quedando fuera la 10, en esos momentos a mi cargo, ya que consideré suicida hacerla participar, lo que fue considerado por algunos una reculada, cuando no era más que el reconocimiento de la realidad.

Héctor Amodio Pérez

______________________________

 

150 La cárcel de Cabildo funcionó entre octubre de 1968 y 1977, como lugar de reclusión para mujeres. En ese período fue gestionada por la Congregación del Buen Pastor y, luego de la fuga de marzo de 1970, también por la policía femenina de la Jefatura de Montevideo. Estuvo ubicada en la zona delimitada por las calles Cabildo, Acevedo Días, Gral. Pagola y Nicaragua. Actualmente el predio continúa siendo propiedad de la Congregación Religiosa del Buen Pastor que arrienda una parte al Ministerio del Interior donde funciona el Centro de Formación Penitenciaria, mientras que otro sector continúa funcionando como local de la congregación.

151 Raquel Dupont. Como la mayoría de las mujeres que integraron el MLN, de Raquel Dupont solo se conocen aspectos parciales. Su nombre aparece integrando el grupo de fugadas de la cárcel de Cabildo en la Operación Estrella, el 30 de julio de 1971 y siendo detenida el 27 de mayo de 1972, por integrantes del Florida, tras la caída de la Cárcel del Pueblo de la calle Juan Paullier 1190. En esos momentos se dice que ella fue decidida partidaria de la ejecución de los secuestrados, Claude Fly y Ulises Pereira Reverbel, por lo que se la considera una militante de ideas radicales. Esta visión contrasta con la de compañeras que compartieron prisión con ella, que la señalan como poseedora de un alto grado de madurez, tanto política como personal. En el libro Las Rehenas, de Marisa Ruiz y Rafael Sanseviero, se incluye a Raquel Dupont junto a Alba Antúnez, Cristina Cabrera, Elisa Michelini, Flavia Schilling, Gracia Dri, Yessie Macchi, Lía Maciel, Maria Elena Curbelo, Miriam Montero y Stella Sánchez, integrando un grupo de mujeres cuya historia no ha tenido igual relevancia que la de sus compañeros varones y que da título al libro. En su presentación se dice: Desde el final de la dictadura y hasta el presente, la epopeya de esos nueve hombres es unánimemente reconocida como símbolo de la resistencia a la represión dictatorial. La memoria de las mujeres rehenes desapareció o nunca existió. Este libro es el primer resultado de una investigación realizada con la finalidad de recuperar esa historia, dar la palabra a sus protagonistas y develar las razones de su invisibilización.

152 Graciela Marta Epifanía Estefanell Guidali, nació en Paysandú, Uruguay, el 7 de abril de 1940. Su fallecimiento es de fecha 20 de diciembre de 1974. Su cuerpo aparece junto a otros cuatro en las inmediaciones de la localidad de Soca, departamento de Canelones, Uruguay, en el cruce de la Ruta 9 y 70. Había sido detenida en Buenos Aires el 8 de noviembre del mismo año, junto a María de los Ángeles Corbo Aguirregaray, Héctor Daniel Brum Cornelius, Floreal García Larrosa, Mirtha Yolanda Hernández, Amaral García Hernández, hijo de Floreal García y Mirtha Hernández. Según testimonio de Gavazzo, todos fueron trasladados desde Buenos Aires, donde iban a ser ejecutados, en vuelos comerciales regulares con documentación falsa, proporcionada por la policía argentina y conducidos a la sede del SID en Boulevard Artigas y Palmar. Tras la muerte de Ramón Trabal en París, producida el 19 de diciembre de 1974, muerte atribuida  en una primera instancia a integrantes del MLN, fueron trasladados por un grupo de oficiales de varias reparticiones en un camión militar hasta el lugar donde fueron ejecutados y hallados los cuerpos.

153 Élida Baldomir Coelho. Afiliada al partido socialista, era conocida como la Troska,  por su carácter crítico hacia la línea del partido. Lo abandonó en 1965, para unirse al Movimiento de Unificación Socialista Proletaria, MUSP, liderado por su coterráneo Luján Molins. Ingresó al MLN tras el secuestro de Pereira Reverbel en 1968, junto con Andrés Cultelli Chiribao. Integró el comando de la columna 1 como responsable del sector militar de dicha columna, junto al ya nombrado Cultelli, responsable del sector político y de Graciela Jorge Pancera, responsable del sector servicios. Integró el grupo de fugadas el 30 de junio de 1970 de la cárcel de Cabildo, en la llamada Operación Estrella.

154 Micro. Se refiere a la microfracción, grupo disidente dentro del Movimiento de Liberación Nacional, MLN, que tuvo su raíz en la columnas 5 y 25, formadas mayoritariamente por miembros del sector estudiantil y que tras el operativo de Pando plantearon críticas hacia la Dirección aduciendo que descuidaba el trabajo político dirigido a la población en general y proponiendo una mayor participación del MLN en la labor sindical, tomando partido contra el accionar del partido Comunista y revertir la importancia que el accionar militar tenía dentro del MLN. Cuando el MLN se propuso negociar la liberación de Gaetano Pellegrini Giampietro, secuestrado el 10 de septiembre de 1969 en apoyo a la huelga de los empleados bancarios y estando bajo custodia de un grupo de la microfracción, se negaron a entregarlo con el argumento de que la huelga había sido entregada por el partido Comunista y que Pellegrini debía pagar las consecuencias. Tras arduas negociaciones, aceptaron los argumentos de la Dirección y Pellegrini fue liberado el 21 de noviembre de ese año, tras el pago de un rescate consistente en la publicación de una página confeccionada por el MLN a ser publicada en los diarios La Mañana y El Diario, publicados por SEUSA, de la que Pellegrini era partícipe y el pago de dos cheques por valor de un millón de pesos cada uno que tenían como beneficiarios a la escuela de Villa García y la policlínica de empleados del Frigorífico Nacional. La página fue publicada por La Mañana y la edición fue confiscada horas después. La policía impidió la publicación en El Diario y los beneficiarios de los cheques se negaron a admitirlos. 

Planteada la expulsión de los miembros de ambas columnas, el Ejecutivo del MLN planteó una sanción interna a los responsables de los comandos y disolvió al resto de las columnas entre las columnas 1, 10 y 15, con lo que alimentó la crisis que se planteará tras la caída de Almería el 7 de agosto de 1971 y que se resolvió con la expulsión del MLN de todos los elementos de la microfracción que se logró identificar, en diciembre de 1970.

155 El Abuso es el nombre con que se conoce la fuga masiva del Penal de Punta Carretas del día 7 de septiembre de 1971. Su nombre surgió como consecuencia de las veces que Juan Almiratti Nieto, autor intelectual de la fuga, se refería a las consecuencias que la fuga produciría: esto va ser un abuso, solía decirme. En el Archivo Cámpora, se encuentra la nota cuya parte fundamental es la siguiente:

Forjando la memoria; COMCOSUR Nº 1311 Jorge “Cabeza” Llambías.

…Andábamos hablando de bueyes perdidos, en cosa de anécdotas, cuando de repente Juancito nos mira a todos y nos pregunta: ¿Ustedes saben quién y porqué se le puso el nombre de "Abuso" a la fuga?  …En uno de esos trilles conocí a La Peluda que venía de pasar por Miguelete. Con la confianza del tiempo La Peluda me contó que en Miguelete habían intentado escaparse por un túnel que bajaba desde una celda, se ponía horizontal y luego subía hasta un lugar en el que, rompiendo la calle, podían lograr la libertad. Ese plan también había unido a varias celdas entre sí para que pudieran llegar al túnel. 

 …Bueno…, me dejó con la idea ya que siempre estábamos pensando en la fuga y los compañeros planteaban cualquier cosa porque querían irse. Ya en ese momento estábamos trabajando en lo que sería el Mangangá, la fuga desde el hospital penitenciario hacia las cloacas.

…“ahí fue que le planteé al Bebe la idea que estaba madurando de irnos por un túnel en una fuga masiva. Él Bebe me miró y dijo: ¿te parece?, y tras pensar un momento agregó: ¡andá a hablar con Amodio!!!...y eso fue todo. Amodio era realmente operativo y me escuchó. Empezó entre nosotros un peloteo acerca de qué era necesario hacer para lograr la fuga, y en la medida que iba tomando forma me di cuenta que era posible y comencé a repetir: ¡pobre Pachequito, qué abuso!, como una colita de esas que se le pegan a uno. 

Debíamos solucionar muchas cosas, como ser acomodar a los compañeros que se iban a fugar en una sola ala de la tercera que era la que iba a comunicarse pared a pared. Calcular los metros que había que bajar para pasar los cimientos de los muros. Calcular el largo del túnel para salir en la casa que los compañeros iban a copar el día de la fuga. Ver la forma de orientar el túnel para no errarle. Cómo hacer llegar aire fresco mientras se estaba trabajando. Qué hacer con la tierra que se sacaba que multiplicaba su volumen una vez extraída… 

 …El Negro Amodio era el que tenía los contactos con el exterior y comenzó a trabajar concretamente en el plan. En una que estamos juntos me da una cosa a leer y veo que dice: “El Abuso”, y pregunto: ¿Qué es esto? y el Negro me responde: Vos no te pasabas diciendo ¡pobre Pachequito, qué abuso! es eso, el plan de fuga. Se llama “El Abuso”. Por lo que a través de mis dichos repetidos tomó ese nombre, y el que lo eligió fue: Amodio!

En honor a la verdad y en memoria de Juancito, yo lo considero a él el autor del nombre.

156 Jorge Pedro Zabalza Waksman. Nació en Minas, en 1943. Estudiante de notariado, aunque de inclinación anarquista se vinculó al Movimiento Revolucionario Oriental, liderado por Ariel Collazo, para poder viajar a Cuba en el año 1967. Según ha relatado, con la intención de integrarse a la guerrilla del Ché Guevara en Bolivia. Sin embargo, volvió a Uruguay para integrarse al MLN en 1968, siendo su hermano Ricardo el encargado de su reclutamiento. Inicialmente se integró a la Columna 1, y adoptó el seudónimo de Justo, posteriormente pasó a la columna del Interior, pero permaneció en Montevideo siendo detenido en 1969, luego de su participación en el asalto al casino de San Rafael. En Punta Carretas formó parte de la Comisión Aspirina, encargada de los planes de fuga, junto a Lucas Mansilla, Servando Arbelo Gatti y Héctor Amodio Pérez. Integró el grupo de fugados el 7 de septiembre de 1971 y vuelto a detener poco después, integrará el C1 de ese momento, junto a José Mujica, Efraín Martínez Platero y Ángel Yoldi Arciet. Como tal solicitará se ponga en marcha un posible plan de fuga, para lo que solicitará que Amodio Pérez sea el responsable de la parte correspondiente al exterior de la cárcel. También solicitará la ejecución del jefe de la guardia interna del Penal, Rodolfo Leoncino, por haber dejado sin asistencia médica a un recluso. Vuelto a fugar en abril de 1972 participó activamente en la campaña que Raúl Sendic y Fernández Huidobro llevarán adelante para imponer la puesta en marcha de los planes del 72 y el Tatú, para llevar una campaña militar contra las fuerzas armadas. Será nuevamente detenido poco después de los acontecimientos del 14 de abril, de los que ha tratado de desvincularse y desvincular a los verdaderos responsables. De la misma forma acusó durante años a Píriz Budes de ser el responsable de la muerte de Pascasio Báez, solo por las diferencias políticas con el acusado. Liberado tras el fin de la dictadura, participó activamente en la consecución de “finanzas alternativas”, llegando a ser el entregador del robo a los remeseros de la Intendencia de Montevideo, siendo presidente de la Junta Departamental. Ha encubierto las actividades de las Tupabandas y a los responsables de los ajustes de cuentas por la posesión de las tierras del Movimiento por la Tierra y de algunas propiedades provenientes del MLN. Ha escrito varios libros para justificar sus cambios políticos pero sin reconocer que él mismo contribuyó a llevar adelante lo que luego califica como errores, como es el caso del ascenso político de Fernández Huidobro y José Mujica Cordano, a los que actualmente califica como traidores. Ha sido uno de los creadores y divulgadores de la historia oficial del MLN.

157 Donato Marrero Abero. Conocido como Mauro, se integró a la columna 15 proveniente del sector estudiantil, en el año 1968. Formó parte del Ejecutivo del Movimiento de Liberación Nacional, MLN, entre diciembre de 1970 y marzo de 1972. Su integración al Ejecutivo se produjo en sustitución de Simón Berreta Hernández, alias Fructuoso, quien desoyendo las decisiones del organismo que él mismo integraba, autorizó la construcción de “tatuceras” para la implantación de un segundo frente en el interior del país. Junto a Mauricio Rosencof, Adolfo Wassen Alaniz y Henry Engler Golovchenco el MLN logró superar la grave crisis tras la caída de Almería el 7 de agosto de 1970 y romper la dependencia y la influencia de los dirigentes encarcelados, tras la nefasta experiencia de los planes Cacao y Remonte. A partir de septiembre de 1971 será el miembro del ejecutivo que atenderá el funcionamiento del Estado Mayor de Montevideo. Firme opositor a los planes Tatú y del Segundo Frente será uno de los dirigentes sustituidos en la reunión del 16 de marzo de 1972. Detenido en mayo de 1972, fue señalado por el MLN como colaborador con las FF.AA., especialmente por Julio Marenales en el libro Marenales, de Sergio Márquez Zacchino, que en la página 87 lo acusa de forma directa y por Mauricio Rosencof, el que en el libro Seregni-Rosencof, mano a mano, de Fernando Butazzoni, entre las páginas 125 y 127 reafirma las acusaciones sin dar su nombre, pero aporta toda la información necesaria acerca de su identidad. Según me manifestara Pereira Mena, quien coincidió con Marrero, Wassen y el abogado Artucio en un juzgado militar instalado en las cercanías del puerto de Montevideo, Marrero, que como el resto vestía ropas militares pero calzaba alpargatas, era señalado por los guardias como Amodio Pérez. En el año 2017, siendo Marrero administrador gerente de Graneco, lo llamé para mantener una entrevista, a lo que se negó.

158 Adolfo Wassen Alaniz. Nació en Montevideo, el 14 de enero de 1946 y falleció en la misma ciudad el 17 de noviembre de 1984. Ingresó al Movimiento de Liberación Nacional siendo estudiante en la Facultad de Derecho y funcionario de la biblioteca de la Universidad de la República. Formó parte del sector militar de la columna 15 y del comando de esa columna junto a Alberto Cocco Pérez y Alicia Rey. Integró la dirección del MLN junto a Mauricio Rosencof Silverman, Donato Marrero Abero y Henry Engler Golovchenco entre agosto de 1970 y julio de 1971, fecha en la que fue detenido por primera vez. Volverá a la Dirección tras la fuga del 7 de septiembre de 1971. Tras el secuestro de Dan Anthony Mitrione en julio de 1970 actuó como “fiscal del pueblo” y en los relatos acerca del interrogatorio nunca hizo mención al carácter de Mitrione como instructor en torturas. En su estancia en el Penal de Punta Carretas fue un elemento fundamental para la realización de la fuga en ciernes, al comprobar su viabilidad. Durante el mismo período mantuvo duras discusiones con Raúl Sendic, Jorge Zabalza, Diego Picardo y Lucas Mansilla, partidarios de la instalación de un segundo frente en el interior del país. Fue apartado de la Dirección tras el 16 de marzo de 1972. Detenido en mayo de ese mismo año, propiciará la entrega de la Cárcel del Pueblo de la calle Juan Paullier 1190, actuando como mediador para la rendición de sus ocupantes, hecho del que admitió su responsabilidad al conocer la acusación que el MLN hizo recaer sobre Amodio Pérez, tal como reconocerá Julio Marenales Sáenz en el programa Cantando las 40, el 29 de agosto de 2009. En ese mismo mes de junio me comunicó mi condición de “cabeza de turco”, lo que provocó mi decisión de aceptar el trato que el Tte. Armando Méndez me propusiera en el mes de mayo anterior. En junio de 1972 será el promotor de las negociaciones para la primera tregua entre el MLN y los mandos militares y mantendrá activa participación en las treguas siguientes y en la formación de las llamadas comisiones de los ilícitos, acompañando a Fernández Huidobro en sus reuniones con el Gral. Esteban Cristi en la sede de la Región Militar 1, en la calle Agraciada. Acerca de las condiciones en que fuera atendido en su estancia en el Hospital Militar, varias fuentes insisten en que el cáncer que padecía fue mal atendido de manera deliberada. Estas me fueron desmentidas por algunos oncólogos que lo atendieron durante su enfermedad, en una reunión celebrada en un hotel de Carrasco, organizada por un ex gerente de radio Carve, a la que asistió el ex ministro de Sanidad Dr. Alfredo Solari, todos ex alumnos del profesor Armando Acosta y Lara.

159 Alicia Rey sufrió una doble fractura en su pierna derecha tras un accidente entre un coche y la motoneta conducida por Daniel Moreira, alias Douglas, al que por error identifiqué como Danilo en Palabra de Amodio, página 176. Pereira Mena fue quien me sacó del error en 2017.

Douglas la condujo al local de Victoria, en la calle Nicaragua 2116, donde esperó la llegada del transporte que la condujo al local conocido como “Berreta”, en la calle Constitución 2177. En Palabra de Amodio hago el siguiente relato:

 Otra mañana, a eso de las 10:00 llamaron a la puerta. Nuestra colaboradora abrió y entraron Alicia y un compañero al que no conocía, que funcionaba con el apodo de Danilo y al que nunca más veré, pero al que oí mencionar cientos de veces. He leído que ha fallecido… Este compañero sostenía a Alicia por la cintura, ya que estaba casi sin conocimiento. La pierna derecha, de la rodilla para abajo era un pingajo con vida propia.  Como pudimos la acostamos en la cama sin que ninguno supiéramos qué hacer con esos huesos que asomaban a través de unos músculos tumefactos y ensangrentados. Danilo salió a buscar asistencia médica, pero lo único que trajo fueron unas cajas de Dolvirán, creo recordar. Los médicos no podrían atenderla hasta la noche y nos dijeron que le diéramos los calmantes cada cuatro horas.

Me contó lo sucedido: una camioneta pequeña les había dado un golpe del que la peor parte se la llevó Alicia. Él había intentado convencerla para llevarla a un hospital, amparados en la documentación que no levantaría sospechas, pero a lo que Alicia se negó temiendo que al ser un accidente de tráfico, la policía investigara. Además existía el riesgo de que el conductor de la furgoneta al ver que abandonaban el lugar precipitadamente, hubiera visto la matrícula de la Vespa de su propiedad.

¿Cómo entraron? le pregunté a Danilo. Andando, me respondió. Se agarró a mí y entramos por el pasillo como si no le pasara nada, me dijo. Danilo se marchó, prometiendo volver en cuanto fuera posible atenderla. Yo pasé la tarde a su lado, intentando aliviar su dolor, pero era imposible. Lo más que pude hacer fue secarle el sudor de la cara, acariciarla y agarrarle las manos en los peores momentos.

El dolor no desapareció nunca, pero por momentos a juzgar por sus gestos y gemidos, aumentaba. En el fondo de la casa, nuestra colaboradora y su novio seguían su rutina diaria. En algún momento tuve que pedirles que dejaran de tocar. Me era imposible soportar que la vida siguiera, indiferente a nuestro sufrimiento. Pero era así y así debía ser.

Fueron ocho horas terribles. Por fin, ya anochecido llegó Danilo. Traía instrucciones: que tratáramos de inmovilizar la pierna sin moverla de la posición en que la habíamos dejado y que la sacáramos hasta la calle donde la recogería una camioneta que la llevaría a un local con un berretín amplio, donde se la podía atender. Con dos barras de madera de las que se usaban para las cortinas y una sábana que cortamos en tiras la inmovilizamos lo mejor que pudimos.

Fue tremendo, pero aún quedaba lo peor: llegar hasta la calle. Recorrimos el pasillo simulando que éramos una pareja de visita a la que la dueña de casa, nuestra colaboradora nos acompañaba hasta la vereda. De dónde sacó la fuerza necesaria y cómo lo hizo sin tan siquiera un gemido, es algo que hasta hoy me pregunto. En la camioneta la trasladamos en una camilla improvisada: dos tablones unidos entre sí y una frazada que los envolvía. En el camino la fuimos atando para poderla mover sin causarle más daño. Afortunadamente, tardamos poco en llegar.

Cuando el local ya estaba en poder de las FF.AA supe que era un taller en la calle Constitución y que había sido el lugar adonde las fugadas de la calle Cabildo habían sido conducidas a través de la red cloacal. El berretín era un amplio sótano y para bajarla tuvimos que poner la camilla de punta, dado lo estrecho de la entrada. Resolvimos hacerlo con Alicia cabeza abajo para evitar que la inercia del cuerpo incidiera en la fractura. Entré primero para ser yo quien la recogiera. Pronto vimos que la maniobra era muy complicada ya que corríamos el riesgo de que yo no pudiera sostenerla y la camilla y Alicia se vinieran abajo.

Tuvimos que sacarla y que dos compañeros bajaran a ayudarme. Recuerdo que bajaron Marenales y Arturo Dubra. El único gesto de Alicia era abrir y cerrar los ojos mientras se mordía los labios. Por fin, pasados unos minutos, bajó el médico. Colocamos la camilla donde nos indicó, cortó los pantalones y desató los palos que le habíamos puesto. Examinó la fractura y nos explicó que dada la cantidad de calmante ingerida no era conveniente aplicarle anestesia, por lo que nos indicó cómo debíamos sujetarla mientras él procedía a enderezar la fractura.

Entre Arturo, Marenales y yo la sujetamos mientras el médico, a ojo, puso los huesos en su sitio. Una vez esto, la enyesó desde la pelvis hasta el tobillo. La pierna tiene que estar levantadapor lo menos un mes, nos dijo. No sé si por un error de previsión, entre los materiales médicos no venía el taladro necesario para hacer en el talón el agujero preciso, por lo que se lo hizo con un taladro y una mecha del propio taller; fueron dos o tres segundos nada más, pero todavía hoy, pasados más de cuarenta años, recuerdo el ruido y el olor de aquellos momentos.

 El médico la visitó durante unos días, en los que fue indicando los cuidados que debíamos procurarle sobre todo en cuanto a los antibióticos y calmantes. Así durante algo menos de un mes la acompañé en aquel berretín, dándole de comer al principio y ayudándola para todo lo demás, higiene incluida. Cuando fue posible nos trasladaron a un local cercano al Piñeiro del Campo y al que volveré después de mi segunda fuga y en el que viviré los peores momentos a partir del 14 de abril de 1972. Cuando huimos por las cloacas, Alicia no estaba recuperada, había quedado con serias dificultades para desplazarse, por lo que tomó la decisión de entregarse como forma de que los demás pudieran ganar tiempo y no caer detenidos; una actitud heroica, realmente.

160 Operación Estrella es el nombre que recibió la fuga de la cárcel de Cabildo producida el 30 de julio de 1971

161 Carlos María Fleitas, Nació el 16 de octubre de 1921 y falleció el 23 de enero de 1983. Durante el gobierno de Jorge Pacheco Areco, en 1970 ocupó la titularidad del Ministerio de Cultura, sustituyendo a Federico García Capurro. Como ministro era responsable de Instituciones Penitenciarias. En agosto de 1970, tras la muerte de Dan Anthony Mitrione, se entrevistó con Sendic en la Jefatura de Policía de Montevideo y le propuso que el MLN liberara a los entonces secuestrados Aloisio Dias Gomide y Claude Fly a cambio de cancelar las medidas extraordinarias que pesaban sobre los detenidos del MLN tras la caída de la calle Almería. Sendic fue conducido al Penal de Punta Carretas por el mismo Fleitas y una guardia policial a cargo del subcomisario Panizzolo para que desde el Penal se planteara la negociación. El ex presidente Julio María Sanguinetti desvalorizó dicha negociación, con el argumento de que dicha iniciativa no contó con el respaldo del Gobierno, pero en los hechos se produjo.

162 Nélida Fontora. Nació en Tranqueras, departamento de Rivera, pero a muy temprana edad viajó a Bella Unión, ya que su padre era cortador de caña de azúcar y militante gremial. Puede decirse que ella fue militante gremial desde su niñez, pero su incorporación al Movimiento de Liberación Nacional se produjo recién en 1970, como integrante de la columna del Interior. Detenida en mayo de 1971, le fue concedida su libertad, que fue cancelada por apelación fiscal. Integró el núcleo de fugadas en la operación Estrella, el 30 de julio de 1971. Tras la fuga es destinada al departamento de Durazno, donde será detenida junto a Juan José Domínguez, Daniel Camilo Guinovart, Héctor Eduardo Juambeltz y Carlos Venancio Echedo. Según afirma en el libro La llama no se apaga, del que es autora, las detenciones se produjeron tras las declaraciones de Mario Arquímedes Píriz Budes, alias Tino, del que dice “dejó todo escrito”, por lo que puede entenderse que conoce la existencia del legajo con las declaraciones de Píriz Budes tras su acuerdo con el coronel Ramón Trabal.

163 Luis Nieto nació en la ciudad de Treinta y Tres, Uruguay, en 1945. En 1969, siguiendo la leyenda de Guevara, viajó como mochilero a lo largo de América Latina para volver a Uruguay. Ese año se incorpora al Movimiento de Liberación Nacional, MLN, y tiene distintas responsabilidades hasta su detención en 1971. Tras su liberación viaja a Chile y poco antes del golpe militar de 1973, viaja a Cuba para recibir entrenamiento militar. Entre 1976 y 1983 residió en España, y durante 1984 en Argentina, de donde regresó a Uruguay un mes después de las elecciones de 1984. En su exilio vivió, de forma directa, tanto las consecuencias de la lucha armada en América Latina como las luchas por la recuperación de la democracia. Cuba fue una experiencia decisiva para Nieto. Ya en sus novelas El invencible y Estrella del Sur, Fidel Castro ocupa buena parte de sus preocupaciones intelectuales. Las pesadillas de Fidel Castro es la crítica a uno de los personajes más importantes y controvertidos del siglo XX. En su libro La guerrilla innecesaria, además de hacer una crítica a la organización guerrillera, dedica la segunda parte del libro a la influencia de los servicios secretos cubanos en América Latina y más concretamente sobre el MLN.

164 Jorge Becca Tessa. Comenzó a colaborar con el Movimiento de Liberación Nacional en 1967, en su condición de odontólogo. Detenido en 1970, viajó a Chile ese mismo año, una vez que puesto en libertad hizo uso de la opción de abandonar el país. En Chile integra el comando de la Columna Guacha, junto a Pablo Blanco Mazzara, hasta su regreso a Uruguay a mediados de 1971. A partir de esa fecha integra el comando de El Collar y participa en la muerte del peón rural Pascasio Báez en diciembre de ese año. Detenido en 1972 fue liberado tras el final de la dictadura en 1985. Falleció en Valizas, departamento de Rocha, en julio de 2011.

165 Henry Willy Engler Golovchenko. Nació en Paysandú, el 11 de noviembre de 1946. Ingresó al Movimiento de Liberación Nacional, MLN, en el año 1968, junto a otros estudiantes de medicina que formaban el grupo conocido como los bravos. Conocido como El Alemán y Octavio, integró el aparato militar de la columna 15 y formó parte del Ejecutivo del MLN entre agosto de 1970 hasta su detención en 1972. Durante el período agosto 1970 y marzo 1972, integró el organismo de dirección junto a Adolfo Wassen Alaniz, Mauricio Rosencof Silverman y Simón Berreta. Al ser sustituido este último, compartió la Dirección con Donato Marrero Abero. Entre marzo de 1972 y su detención compartió la dirección con Eleuterio Fernández Huidobro, Jorge Candán Grajales y Mauricio Rosencof. Tras los sucesos del 14 de abril, al Ejecutivo se integraron Julio Marenales Sáenz y Raúl Sendic. En su primer período en el Ejecutivo participó en el asesinato del peón rural Pascasio Báez, producido el 21 de diciembre de 1971. Integró el grupo conocido como los rehenes entre 1974 y el final de la dictadura, siendo liberado en 1985. Rehízo sus estudios de medicina en Suecia y en Uruguay es el fundador del CUDIM, del que fue director hasta su cese en 2019 luego de algunas acusaciones sobre su gestión nunca esclarecidas.

166 El Plan Collar, fue elaborado por los presos en Punta Carretas. Consistió en la compra y alquiler de chacras, quintas o pequeñas fracciones de campo alrededor de Montevideo, haciendo, en la práctica, un "cordón" con la intención de aislar a Montevideo impidiendo así el acceso a la capital. Teóricamente debía abarcar desde el Departamento de San José hasta la desembocadura del arroyo Solís Grande. Su desarrollo fue solo parcial. Tras la vuelta a la democracia la lucha interna en el MLN por la posesión de algunas de las propiedades de esa época fue motivo de enfrentamientos, algunos de los cuales acabaron con la muerte o el destierro de quienes eran sus ocupantes.


Comunicate