09.OCT.21 | PostaPorteña 2237

CABEZA DE TURCO (31, 32 y 33)

Por AMODIO

 

Cabeza de turco 31

 

Poco duró esa situación, ya que la misma voz que me interrogó acerca de Morán, ordenó que me llevaran al patio, al plantón. El patio no era más que un corredor en el interior del cuartel, situado en la planta baja y que estaba cercano al barracón en que se amontonaban los detenidos. El soldado que me condujo me agarró del brazo derecho y sin decir una sola palabra durante el recorrido, llegados a un punto me ordenó parar.  Me hizo abrir brazos y piernas con un par de patadas en los tobillos y se marchó.

Durante unos minutos, muy pocos, me mantuve así, pero una mezcla de impotencia, desesperación y miedo me hicieron tomar una decisión: sin quitarme la capucha bajé los brazos y desde el bolsillo interior del saco saqué el tubo con las pastillas de Valium. Sí, no pensé en nada ni en nadie, o eso es lo que me perece que hice. Por eso es que te dije que la decisión de quitarte la vida se toma en un instante. Si lo pensás dos veces no lo hacés. Y sí, puede ser que tengas razón. Es posible que sintiera que estaba cumpliendo con mi obligación: matarme, antes que ir contra el MLN, contra mis compañeros.

Cuando desperté estaba en la enfermería del cuartel. Al principio me costó ubicarme. Oía perfectamente pero me costaba mantener los ojos abiertos. Dejalo tranquilo, todavía está dormido, dijo alguien que después sabré era el médico, con el grado de teniente primero. Sí, Colombo se llamaba. Murió hace un par de años. Vivía en Pocitos y la primera vez que fui a la casa de Agosto (203) me dijo que me concertariá un encuentro, pero nunca se hizo.

Alguien con aspecto de enfermero se acercó a verme otra vez y decidí que lo mejor era simular que seguía dormido. Pasado un rato el mismo volvió con el médico, quien me abrió los párpados y me iluminó con una linterna. Decidí despertarme. Terminado el examen te salvaste por poco, me dijo Colombo. Avisale al capitán, le dijo al enfermero. Ah!!!, eso no lo sé. Por qué me dijo que me salvé por poco es un misterio. A lo mejor fue porque no sabía que era Valium lo que había tragado. Muchos me han dicho que ni con el doble me hubiera muerto. Yo pienso que entonces lo que quiso decirme es que me había salvado de la paliza…

Colombo se quedó hasta que llegaron dos uniformados: uno era el capitán Calcagno (204) y otro el teniente Armando Méndez (205). Calcagno me preguntó por qué lo había hecho: porque me van a masacrar, le dije. Mientras yo sea el S2 a vos no te va a tocar nadie, me respondió. Yo soy el capitán Carlos Calcagno y soy primo de tu tía Elsa, la mujer de tu tío Roberto. Es una promesa que le hice, así que quedate tranquilo. ¿Necesitás algo? Mear, fue mi respuesta.

Después me llevaron a una sala enorme, con forma de ele, en cuyo suelo, a modo de colchones, había mantas y ponchos. La luz era muy escasa, pese a lo cual pude ver que en muchos de esos colchones improvisados había bultos. Presos, me dije. Me dejaron en el lugar que debía ocupar y allí me quedé, tan silencioso como los demás. No sabía ni el día ni la hora en que me encontraba. Saldré de dudas poco después, cuando nos trajeron la cena: las nueve de la noche del 25 de mayo, me dijo un soldado. Llevaba dos días detenido.

Pasé la noche sin dormir, pese a los esfuerzos por conseguirlo. Cada poco rato un grupo de uniformados entraban o salían llevándose o trayendo a alguien. Por una ventana entraba la luz del día, por lo que pude empezar la cuenta de los días: era la mañana del 26 de mayo. Nos vinieron a buscar para ir al baño y me juntaron con otros. Siempre encapuchados y en fila de a uno, agarrados de los hombros nos llevaron al baño. Cada uno, por turno, fuimos entrando a los retretes y otra vez se nos puso en fila a esperar a los demás.

¿Quién sos? me preguntó el de adelante. Amodio, le respondí. ¿Y vos? Me dijo un nombre, pero como no lo conocía, lo olvidé. Nos volvieron a la sala, ahora iluminada. La salida al exterior me hizo notar lo viciado del aire en el interior del barracón, una mezcla de olor a letrina y tabaco. Nos trajeron algo que parecía café y unos trozos de pan y nos dejaron quitar las capuchas. Con la luz pude ver que las mantas y los ponchos tenían restos de vómitos y excrementos. Los presos nos mirábamos con curiosidad, tratando de localizar alguna cara conocida.

Yo reconocí al Flaco Dubra, Arturo, pero hicimos como que no nos conocíamos. Uno se acercó y me dijo soy Busakre, de la columna 1, mi hermano trabajó contigo en el BP… No pudimos hablar más que eso, porque alguien dijo cada uno a su sitio, así que obedecimos y poco después se apagaron las luces. Como pude controlé mis pensamientos, tratando de ordenarlos, pero fue inútil.

Estaba en esas cuando sentí que alguien se había colocado a mi lado. Me quité la capucha y nos saludamos. Era Arturo Dubra. Hacía mucho que no nos veíamos, desde el día que bajamos a Alicia para enyesar, en el local de La Estrella, en la calle Constitución (206). Nos intercambiamos información y así supe de otras detenciones. Nos están liquidando, me dijo. Le conté lo sucedido y las palabras de Calcagno. Cuidate, me dijo. Y no te confíes, son unos hijos de puta. Al rato volvió. Hay una ventana que da a la calle y no tiene rejas, me dijo. La puerta principal está a la izquierda, como a treinta metros, así que tenemos que salir para la derecha. En cuanto se haga de noche, nos vamos.

 

Cabeza de turco 32

 

Aprovechando la semioscuridad me coloqué la capucha de tal forma que podía ver la puerta de entrada a la sala. Así que pude ver que dos soldados entraron y trajeron a rastras a un preso y lo dejaron en medio de la sala. Cuando se marcharon los soldados varios nos levantamos a socorrerlo. El detenido era Wolff. Su cara estaba intacta, pero un gran moretón ocupaba todo el vientre. Minutos después, junto a la ventana que dijera Pedro Dubra, se situó un guardia armado. El seudónimo de Wolff era Héctor. Claro, yo pienso que el que delató lo de la ventana fue él… para mí es evidente.

Años después, cuando este hecho fue recordado, se dirá que el tal Héctor era yo. No fue solo lo de la ventana… redactó un informe de unas veinte páginas, escritas a máquina, acerca de la columna 15. Es verdad, el Ñato no fue el único él usó la máquina de escribir… Yo no culpo a Wolff, porque ante la tortura o su amenaza cada uno actuó como pudo, paro años después escribió un cuento, llamado El traidor, en el que trata de desvincularse de la entrega de la Cárcel del Pueblo, que él apoyó con tanta convicción como Wassen y yo, a tal punto que se ofreció como negociador, dada su condición de encargado del local.

Él es uno de los “perdonados” por el MLN, como lo fueron tantos otros, con el fin de poder mantener las acusaciones contra mí. Incluso perdonaron a Píriz Budes (207), el Tino. Sí, es el que Mujica le reconoce a Campodónico que es uno de los que más daño hizo al MLN. Dice que incluso más que yo, y de mí se ha dicho de todo, así que imagínate…

Hace poco me enteré que el Tino estuvo viviendo meses en el SID, en Boulevard y Palmar. Sí, me lo dijo Gavazzo. Salía todos los días, en un auto con tres oficiales, a cazar gente en la calle. Solo uno se resistió y llegó a herir a uno de los oficiales, Morere de apellido, en la cuadra de 18 de Julio entre Boulevard y 8 de Octubre. Cuando a Gavazzo lo nombraron subjefe de Artillería 1 se lo llevó con él. No hubo uno solo de los dirigentes tupamaros que no entregaran gente, por una razón o por otra. Sí, seguramente que Marenales no, porque nunca fue torturado. Él mismo lo reconoció en el libro de Márquez Zacchino, y fueron patéticos, de risa sus pedidos de que le aplicaran tortura, que él les iba a demostrar a todos lo que era un tupamaro. Yo se lo escuché personalmente, la tarde que me entrevisté con él y Mujica en el mismo Florida, para desmentir mi señalamiento la tarde que lo detuvieron. Mujica también lo cuenta en el libro de Campodónico, pero cuenta sólo la parte que le conviene.

Bueno, creo que me desvié bastante, ¿no? Estábamos hablando del día que pusieron guardia junto a la ventana. Ahora recuerdo que Fernández Huidobro cuenta en una de sus historias que Dubra y otros se pusieron a buscar micrófonos como explicación a la aparición del guardia. Pero resulta que Aldrighi le hizo una entrevista al mismo Dubra, para La Izquierda armada y éste no dice una sola palabra sobre el asunto. Claro, uno más de los inventos del Ñato. Volvamos. El resto del día se pasó más o menos igual, con idas al baño, la comida y momentos de luz y otros de oscuridad total.

Creo que a la mañana siguiente me llevaron a una oficina que más parecía un depósito. Estaba en la planta alta, con una puerta que daba a la azotea. Allí había de todo, desde fotocopiadoras a tocadiscos, ropa y zapatos, vasos, platos y botellas, máquinas de coser, guitarras y todo lo que se podían llevar en los procedimientos. En un rincón había una mesa de las que se llevaron de planimetría. La reconocí por unas marcas que tenían las reglas que usan los arquitectos. ¿Tecnígrafos se llaman? Bueno, la mesa estaba llena de papeles y junto a ella estaban Calcagno y Méndez. El soldado Gómez estaba cebándoles mate. Calcagno me hizo señas para que me acercara y señaló una silla. Aquí el teniente Méndez tiene unos papeles para que los leas, a ver qué te parecen, me dijo.

 

Cabeza de turco 33

 

Eran las declaraciones de Manera, Fernández Huidobro, Marrero, Rosencof y otros a quienes no conocía. Al rato de estar leyendo, me invitaron con mate. ¿Fumás?, dijo Calcagno. Sí, pero rubios no. ¿Republicana?, me dijo Gómez, dejando la cajilla a mi lado. Cuando terminé de leer me dijo Méndez bueno, ¿qué te parece? Hay cosas que conozco y son ciertas, y otras de las que me entero ahora, le dije. Llevo tiempo sin encuadre, desconectado. Ya lo sabemos, me respondió. Esto te puede interesar, al tiempo que me alcanzaba otra carpeta. Son las declaraciones del Tino, agregó. Lo conocés, verdad? De nombre, le dije. En realidad nos habíamos visto una sola vez, en el local de Juan B. Morelli. Yo estaba recién operado de la nariz y creo que fue una reunión del Ejecutivo ampliado con el Estado Mayor de Montevideo, porque la Negra estaba también.

A medida que iba leyendo muchas detenciones y caída de locales tuvieron explicación. Tino les había informado sobre casi todo, había relatado acciones y señalado a sus responsables, desde Morán Charquero hasta Mitrione (208), los secuestros, las fugas, las vinculaciones con Erro, Ferreira Aldunate, Flores Mora (209), Gutiérrez Ruiz (210), Michelini (211), Seregni (212)… el acuerdo con los Heber para la tregua y la financiación de El Debate (213), los acuerdos con Allende (214), la vuelta de los expatriados a través de Cuba, las relaciones con Costa Gavras para la película Estado de sitio, las relaciones con los militares y el Partido Comunista,  Los Olimareños, Benedetti, Galeano, Viglietti (215)... no faltaba nadie. Por último, un informe sobre cada uno de los militantes con responsabilidades internas pasadas y actuales, sus opiniones, discrepancias, características personales. No falta nada, me dije, y cerré la carpeta.

 

Héctor Amodio Pérez

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203 Luis Agosto Besonart. Era capitán en Artillería 1 en 1972 y fue uno de los impulsores de las comisiones de los ilícitos en esa unidad, en la que estaban detenidos Armando Miraldi y Carlos Concke. Los tres colaboraron con Leonardo Haberkorn en el libro Milicos y Tupas. En el Archivo Cámpora hay testimonios en los que es acusado de torturador, pero muchos detenidos entonces lo defienden y reconocen haber sido ayudados por él, tanto en la prisión como luego de lograda la libertad. Entre los testimonios en su defensa destaca el que tiene que ver con un detenido  que fue llevado por Agosto a la sede de La Española para permanecer con su esposa internada para dar a luz, y que fuera recogido por el mismo Agosto, que llegó atrasado, mientras el detenido lo esperaba en la calle. Formó parte de la “comisiones de los ilícitos” formadas en Artillería 1, el cuartel conocido como La Paloma. En declaraciones a UyPress dijo que “La inquietud de trabajar juntos vino de los tupas, que nos decían: ustedes nos cagan a patadas a nosotros, pero a los que causaron todo este despelote, no. Ahí empezamos a investigar los ilícitos económicos. No sé quién lo decidió. Yo era un simple capitán y eso vino de arriba. Hubo una orden superior para que empezáramos a trabajar en esos temas. No fue una cuestión mía, pero no me pareció mal, al contrario”.  En 1997 apoyó la propuesta de Monseñor Pablo Galimberti con el fin de encontrar solución al tema de los desaparecidos, lo que motivó que varios de sus compañeros de armas repudiaron su actitud. Todo lo sucedido desde entonces y que tiene como consecuencia el procesamiento de militares mediante la violación del estado de derecho demuestra que tanto la propuesta de Galimberti como de quienes lo apoyaron no era errónea. Integrante del Partido Nacional acabó finalmente renunciando al mismo e intentó, sin éxito, la conformación de un «movimiento nacionalista y patriótico» junto a civiles, militares y policías que denominaría «Unidad Nacional». Posteriormente orientó su actividad a las obras sociales en los departamentos de Montevideo y Canelones.

204 Carlos Calcagno Gorlero. Nació en Montevideo, el 2 de mayo de 1941 y falleció en Canelones, Uruguay, el 16 de mayo de 2013. Era capitán S2 en el Florida, el 14 de abril de 1972, día en que fuerzas de dicha unidad militar cerraron la zona en que la policía al mando del comisario Campos Hermida asesinó al matrimonio Martirena en la casa de la calle Amazonas 1440. Carecen de fundamento las versiones de la intervención de los militares en el doble asesinato. Gracias a su intervención, no fui sometido a ningún tipo de apremio cuando mi detención. Fue uno de los más entusiastas partidarios de las negociaciones para la rendición incondicional y fue el acompañante de Fernández Huidobro en sus salidas del Florida para entrevistarse con miembros de la dirección del Movimiento de Liberación Nacional, MLN, que estaban en libertad y se reunían en la casa de la calle Sevilla 1934, conocida como “La Paraguaya”. En Mapa de un engaño, Álvaro Diez de Medina dice que La Paraguaya era la casa del hermano de la “colaboradora” Silvia Brando, primera esposa del periodista y escritor pro-tupamaro Eduardo (Hughes) Galeano (1940-2015), quien fuera editor del semanario Marcha. El “colaborador” que pusiera el local al servicio de la sedición, ya identificado como tal por las Fuerzas Armadas, invocará, poco después y ante efectivos del Batallón 9º, su condición de partícipe de la tregua a fin de ser alcanzado por la inmunidad convenida entre la sedición y los militares partícipes de la misma. Su alias en la sedición era Fuche: El Metralleta era su apodo, en razón de su tartamudeo. Calcagno también acompañó a Fernández Huidobro hasta la casa del ex diputado socialista Arturo Dubra Naranjo para las entrevistas con Enrique Erro y Wilson Ferreira Aldunate y a la casa de la madre de este último, por los mismos motivos. Lo acompañó también a la jefatura de Policía de Montevideo para recoger las carpetas del Servicio de Información del MLN que fueron confiscadas por el comisario Campos Hermida tras su intervención en la calle Amazonas. Esas carpetas serán la base del funcionamiento de las comisiones de los ilícitos en el Florida y la detención del actuario Queiruga y de Jorge Batlle. Fernández Huidobro dirá, años después, que la información contenida en esas carpetas fue entregada bajo tortura, tratando así de evitar que se conociera la participación voluntaria de miembros del MLN en esas comisiones, en especial la suya propia.

205 Armando Méndez Cabán. Nació el 1 de octubre de 1949. En 1972, era Tte. segundo en el Batallón de Infantería Nº1, el Florida, designado por el Gral. Esteban Cristi para actuar en el Servicio de Inteligencia Junto a Carlos Calcagno. Hijo del Gral. Juan José Méndez, tuvo una educación superior a la mayoría de oficialidad, lo que le permitió percibir y preocuparse por solucionar los graves problemas de descoordinación existente entre las distintas fuerzas y unidades actuantes. La formación de la Oficina de Coordinación de Actividades Antisubversivas, OCOA, no funcionaba para cumplir su cometido porque ningún oficial quiso encarar su funcionamiento, al considerarlo un trabajo “de oficina” y “los galones se ganan en la calle”. De esta forma, los mismos locales eran objeto de allanamientos en varias oportunidades, al ser informaciones proporcionadas por detenidos en distintas ocasiones, pero al no existir control sobre los procedimientos, éstos se repetían, lo que provocó incluso enfrentamientos entre las unidades actuantes. Se produjeron así varios enfrentamientos que luego fueron dados a conocer como producidos entre las FF.AA. y “los elementos sediciosos”. Lo mismo pasaba con las requisitorias. Estas se mantenían en el tiempo pese a que los requeridos llevaran tiempo detenidos. Armando Méndez y su superior Calcagno me dieron a leer las declaraciones de Fernández Huidobro, Píriz Budes, Mauricio Rosencof y Jorge Manera. En esas declaraciones se daba cuenta detallada de los operativos en que yo había intervenido, así como mis responsabilidades en la falsificación de documentos y mis contactos con Enrique Erro y el Cnel. Montañés. Será el mismo Méndez quien me propondrá, dos días después de mi detención, producida el 23 de mayo, “un pacto similar al de Píriz Budes con el Cnel. Trabal”, basándose en las mismas declaraciones de Píriz Budes, en las que yo aparecía como un elemento disidente con la línea del MLN. Acepté el pacto el 15 de junio de 1972, después que Adolfo Wassen me comunicara mi situación como “cabeza de turco”.

206 Constitución 2177.

207 Mario Arquímedes Píriz Budes. Conocido como Tino, ingresó al MLN en 1968, en la columna 15. Tanto Candán como Alicia Rey siempre daban buenos informes en cuanto a su militancia. Oriundo de Durazno vivió en Rivera. Como tal, fue un militante con conocimiento del interior de Uruguay, lo que lo llevó a discrepar con la orientación que desde Punta Carretas, Sendic y sus seguidores querían imponer para ese sector. Cuando tras la caída de la calle Almería fue designado por el Ejecutivo para trabajar junto a Simón Berreta en la organización de la militancia y apoyos al MLN en el interior, comprobó que esa militancia estaba llevando adelante la construcción de las tatuceras que el Ejecutivo había desechado. Esta circunstancia provocó la salida del ejecutivo de Berreta y será el inicio de las discrepancias de los comandos de las columnas del interior primero hacia él y luego hacia el mismo Ejecutivo por apoyarlo. Será acusado de ser el promotor del asesinato del peón rural Pascasio Báez Mena, pese a que dos implicados directos en ese asesinato, Mauricio Rosencof y Jorge Manera ni siquiera lo mencionan en sus declaraciones.

Detenido el 9 de mayo en Paso de los Toros, departamento de Durazno, Uruguay, llegó a un acuerdo con el Cnel. Trabal, a quien proporcionó toda la información que poseía y que en la práctica supuso el desmantelamiento del MLN en el interior de Uruguay, a cambio de un salvoconducto para él y su familia. Estuvo alojado primero en la sede del SID, en Boulevard Artigas y Palmar, de donde salió diariamente a identificar militantes en las calles de Montevideo. En uno de esos procedimientos fue herido el Cnel. Morere, por parte de uno de los identificados que logró huir. Nombrado el mayor Gavazzo subjefe de Artillería 1, lo trasladó a esa unidad para seguir contando con su colaboración. Figura como fugado el 22 de noviembre de 1972. Fue identificado en Paraguay, tras lo que regresó a Uruguay. Afincado en Rivera, militó en el partido Colorado. Es uno de los perdonados por el MLN, con el propósito de ocultar su responsabilidad y hacer creíble la de Amodio Pérez.

208 Según la investigación realizada por Álvaro Diez de Medina en su libro Mapa de un engaño, “Dan Anthony Mitrione era nacido en Italia y fue un agente policial de Richmond (Indiana) que, en 1960, había obtenido una posición en la Oficina de Seguridad Pública (Office of Public Safety, OPS), agencia gubernamental estadounidense creada en 1957 con el propósito de brindar capacitación a fuerzas policiales de países considerados aliados. Como tal, las actividades de la OPS se desarrollaron, hasta su efectiva disolución en 1974, dentro de los programas de asistencia global de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Tras desempeñarse primero como instructor en Brasil entre 1960 y 1967, y en el mismo rol ya en la academia policial de Washington entre 1967 y 1969, Mitrione gestionó un más lucrativo destino internacional en 1969, cuando fuera enviado a la convulsionada Montevideo, ciudad en la que premonitoriamente su antecesor se había visto involucrado en lo que por entonces se vio como un fallido intento de secuestro. Padre de nueve hijos, Mitrione llevaba, por lo tanto, un poco más de un año en Montevideo cuando el MLN lo secuestra, invocando su presunto papel como “agente de la CIA” y experto en refinadas torturas, cuyas técnicas trasmitiría a las fuerzas policiales uruguayas, tal como lo habría hecho en Belo Horizonte y Rio de Janeiro.

El retrato, hoy aceptado, de Mitrione como un inconmovible sádico dotado de infinitos recursos con los que atormentar a sus víctimas se funda, en último término, en el libro Pasaporte 11333: Ocho años con la CIA (La Habana, 1983), escrito por el cubano Manuel Hevia Cosculluela”. Tengo que decir al respecto que en las declaraciones de Jorge Manera Lluveras realizadas en septiembre de 1972, no se hace ninguna mención a la supuesta capacidad de Mitrione en materia de torturas. Manera dice en esas declaraciones que el secuestro de Mitrione se produjo por considerar que su actividad era una “intromisión extranjera” y nada dice sobre su asesinato. El mismo se produjo al considerar la Dirección establecida en esos momentos, formada por Lucas Mansilla Galleros, Samuel Blixen García y Manuel Marx Menéndez que la frase “se hará Justicia” estampada en uno de los comunicados del MLN en relación a la  posibilidad de que el Gobierno no aceptara el canje, quería decir “ajusticiarlo”. Aunque cueste creerlo, fue un error de interpretación.

209 Manuel Flores Mora, nació en Montevideo, el 4 de septiembre de 1923 y falleció en la misma ciudad el 15 de febrero de 1985). Fue un político y periodista  uruguayo perteneciente al Partido Colorado. Tras el fallecimiento de Batlle Berres se separó de la Lista 15 y se integró el Frente Colorado de Unidad.En 1966 logró una banca de senador. Al año siguiente fue designado Ministro de Ganadería y Agricultura por el presidente Óscar Diego Gestido. Tras la muerte de éste continúa en el gabinete de Jorge Pacheco Areco; pasó después a desempeñarse como Ministro de Trabajo, pero abandonó el cargo en junio de 1968, por discrepar con la implantación de las  medidas prontas de seguridad por parte de Pacheco. Fue opositor al gobierno de Pacheco desde el Senado, al que retornó tras dejar el gabinete. A finales de julio de 1970 solicitó una entrevista con el Movimiento de Liberación Nacional, MLN, tratando de intermediar en el proceso de canje planteado entonces. El MLN designó a Alicia Rey para esa entrevista, que no llegó a realizarse.

210 Héctor Gutiérrez Ruiz. Nació en Montevideo, el 21 de febrero de 1934  y falleció  asesinado en Buenos Aires el 20 de mayo de 1976. Fue un político uruguayo, perteneciente al Partido Nacional. En sus inicios militó en el sector herrerista, y acompañó a Alberto Heber Usher. En 1968 participó en la creación del movimiento Por la Patria, liderado por Wilson Ferreira Aldunate y en 1971 reconquistó su banca de diputado. En junio de 1970, fue el enlace entre el grupo de los Heber y el Movimiento de Liberación Nacional, MLN, junto al también diputado Gutiérrez Cirimelo. Estos plantearon al MLN la necesidad de que el MLN concediera una tregua en su accionar para que dicho grupo, junto al Cnel. Mario Aguerrondo, procediera a dar un golpe de Estado contra el presidente Pacheco Areco. El MLN concedió esa tregua pero de un tiempo menor al solicitado. El golpe nunca se produjo, pero las negociaciones continuaron. Fruto de esa negociación el MLN financió en parte al diario El debate, entregando a Gutiérrez Ruiz libras robadas a Julio Mailhos, que fueron cambiadas a pesos por el entonces diputado.

Al mismo tiempo, se encargó de cambiar libras que el MLN necesitaba para su funcionamiento. Entre 1970 y 1971 dirigió el diario El Debate. En 1972 fue elegido por sus pares como presidente de la Cámara de Representantes, y el 23 de abril de 1972 aceptó participar de un secuestro simulado para entrevistarse con Nelson Bardessio, secuestrado por el MLN y al que conduje al local La Estrella, en la calle Constitución 2177. Todos estos elementos fueron puestos en conocimiento del Cnel. Ramón Trabal por Mario Arquímedes Píriz Budes y ratificados por Eleuterio Fernández Huidobro, Jorge Manera Lluveras y Mauricio Rosencof, varios días antes de mi detención. Gutiérrez Ruiz será, junto con Enrique Erro, perseguido por las FF.AA. como colaborador directo del MLN. Posteriormente, el mismo Wilson Ferreira tendrá esa calificación, al conocerse sus reuniones con Fernández Huidobro en la tregua del mes de julio de 1972. Como consecuencia de que dólares provenientes de los secuestros realizados por la Junta Coordinadora Revolucionaria fueron canjeados en el cambio del hotel Liberty en que se alojaba Zelmar Michelini y dada la estrecha relación que existía entre Michelini y Gutiérrez Ruiz con los miembros del MLN Rosario Barredo y William Whitelaw Blanco, fueron secuestrados en Buenos Aires el 18 de mayo de 1976, por el grupo parapolicial argentino liderado por Aníbal Gordon, con el fin de apoderarse del “tesoro de los tupas”. Sus cadáveres aparecieron el día 21 del mismo mes y año.

211 Zelmar Raúl Michelini Guarch. Nació en Montevideo, el 20 de mayo de 1924 y falleció asesinado  en Buenos Aires, el 20 de mayo de 1976.  Fue un político y  periodista uruguayo, integrante del partido Colorado hasta 1971, en que se integra al Frente Amplio. En 1954 y en 1958, logró obtener un escaño en la Cámara de Representantes. Se desempeñó como redactor político del diario Acción hasta 1962, en que ciertas discrepancias con Batlle Berres lo llevaron a apartarse de la Lista 15 y cofundador junto a Renán Rodríguez la Lista 99, Movimiento por el Gobierno del Pueblo. Con ella obtuvo la reelección para un nuevo período como diputado, hasta 1967. En 1966, su apoyo a la reforma constitucional que abolía el Consejo Nacional de Gobierno y restablece la figura del Presidente de la República condujo a su ruptura con Renán Rodríguez, que defendía el colegiado. En 1967, el Presidente Gestido lo designó Ministro de Industria y Comercio, al que acabaría renunciando pocos meses más tarde por discrepancias con el gobierno del presidente Pacheco Areco. En 1970, a la vez que dejó el Partido Colorado, en el marco de una alianza llamada "Frente del Pueblo", se acercó al Partido Demócrata Cristiano. Desde allí y conjuntamente con otros partidos de izquierda, como el Partido Comunista y el Partido Socialista, junto a otros grupos izquierdistas independientes, participa en la fundación del Frente Amplio, a comienzos de 1971. Tras el golpe de Estado de 1973 se exilia en Buenos Aires, junto a Enrique Erro, Héctor Gutiérrez Ruiz y Wilson Ferreira Aldunate. Como consecuencia de que dólares provenientes de los secuestros realizados por la Junta Coordinadora Revolucionaria fueron canjeados en el cambio del hotel Liberty en el que se alojaba y dada la estrecha relación que existía con Gutiérrez Ruiz y con los miembros del MLN Rosario Barredo y William Whitelaw Blanco, fueron secuestrados en Buenos Aires el 18 de mayo de 1976, por el grupo parapolicial argentino liderado por Aníbal Gordon, con el fin de apoderarse del “tesoro de los tupas”. Sus cadáveres aparecieron el día 21 del mismo mes y año.

212 Líber Seregni Mosquera. Nació en Montevideo, el 13 de diciembre de 1916  y falleció en la misma ciudad el 31 de julio de 2004.  Fue un militar y político uruguayo, fundador del Frente Amplio. Inició sus estudios militares en 1933, obteniendo el grado de Alférez tres años después, el grado de Coronel en 1958 y el grado  de General  en 1963. En 1959 organizó la evacuación de Paso de los Toros, ciudad que se encontraba amenazada por la creciente en Rincón del Bonete. Su carrera militar fue prolífica, cumpliendo actividades dentro y fuera del país, entre las que figuran agregadurías militares en las embajadas de Uruguay en México y los Estados Unidos, llegando a ser jefe de la Región militar Nº 2 con asiento en San José y, luego, de la Región militar Nº 1 con asiento en Montevideo. En esta función debió reprimir protestas gremiales que crecían ante la escalada represiva del gobierno de Jorge Pacheco Areco, en un marco de descontento y protesta social. Pidió su pase a retiro en noviembre de 1968, el que fue concedido en abril de 1969. Seregni renunció disconforme con una operación inmobiliaria que consistió en un canje de propiedades entre la Iglesia católica y el Ejército, dispuesta por el Ministerio de Defensa.

En su carta de solicitud de pase a retiro, elevada al Comando General del Ejército, Seregni sostenía la teoría de que el Ministro de Defensa era un cargo administrativo, sin mando. El texto de su solicitud de retiro es explícito, no obstante lo cual, el episodio ha sido atribuido a discrepancias con la actitud represiva del gobierno de Jorge Pacheco Areco, sin fundamento. Desde el momento de su pase a retiro dedicó su vida a la política. Ya desde antes se venía perfilando como un posible candidato presidencial en el seno del Partido Colorado, como alternativa a Pacheco. La idea fue promovida por los senadores Alba Roballo, Zelmar Michelini y otros dirigentes, pero no prosperó. En 1971, fruto de la concertación de diferentes grupos, sectores y dirigentes afines a la izquierda, se fundó el Frente Amplio, coalición que agrupaba a socialistas, comunistas, demócratas cristianos, grupos de ultraizquierda y sectores escindidos del Partido Colorado y del Partido Nacional. Seregni fue designado su presidente. En las elecciones nacionales de 1971 fue candidato presidencial por el Frente Amplio, acompañado en la fórmula presidencial por el médico Juan José Crottogini. En octubre de 1971, un grupo de militares cercanos a Seregni, integrantes de la logia 1815, entre los que se contaban los generales Aguerre y Licandro, junto al Movimiento de Liberación Nacional, MLN, representado por Henry Engler y el partido Comunista representado por Jaime Pérez, organizaron un plan de contragolpe para contrarrestar al golpe que se suponía podía darse ante un triunfo electoral de Wilson Ferreira Aldunate o del mismo Frente Amplio. En 1978 fue condenado por el Supremo Tribunal Militar a 14 años de prisión y a la pérdida de su rango militar, acusado de "sedición y traición a la patria". Fue liberado el 19 de marzo de 1984.

213 El Debate fue un diario uruguayo matutino fundado el 29 de junio de 1931. Su fundador y director fue Juan Pedro Suárez, compañero y amigo de Luis Alberto de Herrera. Durante 38 años y hasta su muerte fue el medio de expresar las opiniones políticas y partidarias de Luis Alberto de Herrera. Sus directores fueron el doctor  Pedro P. Berro, el doctor Carlos María Penadés, Ángel María Cusano, Manuel Fonseca, el doctor Juan Antonio Collazo Pittaluga, el doctor Luis María Guarneschelli, Antonio María de Freitas, Tomás Castro Bentancour, Diego Burgos Vera y Washington Guadalupe. Bajo la dirección de Guadalupe, El Movimiento de Liberación Nacional, MLN, colaboró en sus finanzas, mediante el aporte en libras esterlinas robadas a Julio Mailhos, las que eran convertidas a pesos por el diputado Héctor Gutiérrez Ruiz.

214 Salvador Guillermo Allende Gossens. Nació en Santiagode Chile, el 26 de junio de 1908 y falleció en la misma ciudad el 11 de septiembre de 1973. Fue un médico  y  político socialista chileno, presidente de Chile desde el 3 de noviembre de 1970 hasta el día de su muerte. Bajo su presidencia los presos del Movimiento de Liberación Nacional, MLN, haciendo uso de la opción constitucional que les permitía abandonar el país, viajaban a Chile y se organizaron en la columna conocida como “La Guacha”. Los dirigentes del MLN Adolfo Wassen Alaniz y Mauricio Ronsencof mantuvieron entrevistas con Salvador Allende para tratar de resolver los problemas internos que la presencia numerosa de miembros del MLN provocaba a su presidencia. Allende pretendía que el MLN no diera asistencia militar a integrantes del MIR, lo que el MLN no cumplió. Lo que sí cumplió fue el acuerdo entre Allende y Mauricio Rosencof por el cual el MLN aceptó liberar al embajador inglés Geoffrey Jackson a cambio de la colaboración del gobierno inglés que era árbitro en el conflicto de límites entre Chile y Argentina por el canal Beagle. En la página 47 bis de mi libro escrito en el cuartel Florida y que se adjunta como anexo, digo que el canje se produjo mediante el pago de un rescate de 250.000 dólares. En esos momentos yo era el administrador-contable del MLN y nunca contabilicé esa cantidad, seguramente porque dicha suma se entregó en Chile. Dicho texto no aparece en la página 47, que como se verá quedó redactada de otra manera.

215 Todos eran colaboradores y simpatizantes, integrados al 26 de Marzo.


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