19.NOV.21 | PostaPorteña 2247

PLANDEMISMO Y DOMESTICACIÓN (11)

Por Os Cangaceiros/P.I.

 

NOTAS de DECANTACIÓN (11)

 

 

Por Os Cangaceiros / Proletarios Internacionalistas

 

¡Es la más gigantesca de las traiciones históricas, a los intereses del proletariado y la revolución social, sólo equivalentes a la participación de esas mismas organizaciones pseudo revolucionarias en las Guerras Mundiales! [1]

No solo la izquierda burguesa participa alegremente en los PLANES  genocidarios y milicos de la guerra contra la humanidad  que las “pandemias” izquierda ”,“ antiautoritarios ”...

 “En vez de denunciar que EL PLANDEMISMO es un crimen, un genocidio…; en vez de denunciar que la PLANDEMIA es, en realidad, la mayor CONTRA INSURRECCIÓN DE LA HISTORIA DE LAS SOCIEDADES DE CLASES, como todos los partidos y sindicatos burgueses, como el mismísimo progresismo y la izquierda estatal, muchos de esos grupos salieron a la palestra a decir que la pandemia era una “realidad del capital producida por su propio desarrollo y globalización “[2]

Legitimaban con ello, todas las mentiras de la “ciencia” médica burguesa (en realidad MILITAR), todas las PLANdemias anteriores, todos los camelos de la historia opresiva y criminal del Estado burgués que, en forma  invariante ha utilizado el miedo supersticioso al Diablo que, bajo la forma moderna de indemostrables “bacterias y virus” amenazarían a los seres humanos cada vez más.

Claro que, para esa adhesión vergonzosa al oficialismo virófobo, los grupos “antiautoritarios” y otros traidores, siguiendo a los líderes del genocidio (desde el Bilderberg al Partido “comunista” chino y el Grupo “Chuang”), se cansaron de exponer que las pandemias son una “consecuencia de la producción capitalista”. 

Exactamente como habían hecho, frente a las otras guerras [3]todos los partidos que la bancocracia había creado “para los proletarios”, tal como habían denunciado los revolucionarios (Blanqui, Bakunin, Marx…), desde su origen. Esa ha sido la forma clásica de exonerar de culpa a los genocidas: transformaban el crimen voluntario y decidido, en una “verdad objetiva” del “modo de producción capitalista”. 

 La globalización de la producción capitalista sería la causa del aumento del peligro pandémico. ¡Es el colmo del materialismo mecanicismo y burgués, la mismísima concepción que hizo del trabajo (de la tortura y represión) el VALOR más importante de la humanidad!

Desde los primeros días, cuando la truchada del coronavirus todavía no había inventado “casos positivos”, ni contagiados, ni muertos (salvo en China) …, se apresuraron a darle OBJETIVIDAD Y CREDIBILIDAD SOCIAL a la MENTIRA del virus y la falsa pandemia:

La propagación del virus SARS–CoV–2 (agente de la enfermedad COVID–19, conocida como enfermedad del coronavirus) a lo largo del mundo ha puesto de relieve la gravedad de la situación que estamos viviendo. No sólo en relación a su fuerte impacto en la desaceleración de la economía, que ya venía manifestándose a nivel mundial y las políticas de ajuste que trae aparejada, sino en un sentido más general respecto de la producción y reproducción social bajo el capitalismo” [4]

Aunque el virus fuera solo propaganda de los opresores y no había sido probado que pudiera enfermar a una sola persona, los asesinos hablaban de la “propagación del virus” y de la “gravedad de la situación que estamos viviendo” principales armas para generalizar el miedo y REVENTAR seres humanosCoartada perfecta y mecanismo de acción del genocidio real en plena expansión, cuya única realidad, no es ni viral ni sanitaria, sino pura política opresiva

 La propaganda mundial para imponer la dictadura se basa en que, la propiedad de todos los medios de producción de esa propaganda es detentada por la mismísima fracción burguesa que dirige el Estado mundial.

Los “antiautoritarios” cooptados, meten su aporte de “acción directa” en difundir la mentira y el miedo.  Con ello, no solo muestran su   domesticación, sino que confirman que están al servicio de los designios de la élite plutocrática que necesita imponer el NUEVO ORDEN MUNDIAL, con el invento plandémico (hermano del invento del “calentamiento global”). Mientras que, quienes resisten el ataque son brutalmente reprimidos y censurados, torturados y atacados en todos sus medios (bloqueos, censuras de internet, destrucción de sitios virtuales y reales,  pirataje policial de discos duros, computadores, ataques químicos y electromagnéticos contra personas), quienes le dan bomba al virus y a la pandemia, hablando de su supuesta peligrosidad y contagio, son apoyados y sus aportes al genocidio, repercutidos en los medios oficiales y en muchos  casos directamente financiados (como los grupos marxistas leninistas, trotskistas, izquierdistas, libertarios…), por el sistema financiero mundial.

Nada más natural que esas muestras de reconocimiento; dado que, cuanto más le dan bombo, al virus, a la pandemia, al miedo al contagio, más se oculta el verdadero objetivo de los criminales que montaron el plan de la mentirosa pandemia, para imponer con el terror, el horripilante “Nuevo Orden Mundial”: basado en eliminar la gran mayoría de la población mundial, sometiendo el resto, a un control generalizado y a la militarización total.

Cómo todos los enemigos de la humanidad, propagandeando el miedo a las pandemias participan alegremente en la actual guerra contra la humanidad. Se trata de la misma campaña contra “el enemigo común”  que toda militarización social requiere. Dicho enemigo, en la “primera” guerra era el “otro bloque”, en la “segunda” el fascismo o el antifascismo y en ESTA GUERRA CONTRA LA HUMANIDAD es el “virus”, la “pandemia”, los “contagios” …como también “el exceso de producción y/o consumo humano” … como trata de hacernos creer el Gobierno en las sombras.     

El miedo al virus, a la pandemia, al consumo y la producción humana es el fundamento del encierro, las cuarentenas, la destrucción de la producción y los “trabajos” de los humanos, el tapado de bocas, los controles de todos los aspectos de la vida…que, el Gobierno Mundial (cada vez menos en “las sombras”) define abiertamente como la “batalla final” para la “nueva normalidad” …, que tendrá mucho menos seres vivos…y, cuyos seres, serán mucho menos vivos que hoy. En efecto, el diseño del transhumanismo es un mundo en donde la élite es la perfección y el parasitismo llevado a su extremo, y el resto, ya no son seres vivos y menos humanos, sino solo esclavos perfectamente domesticados, atrofiados (por químicos y conexiones…), obedientes…

No solo hacen propaganda de guerra, sino que, se someten al Estado Mayor Militar de la élite mundial (Club Bilderberg), dueños (y emisores exclusivos) del papel dinero mundial, repitiendo como la socialdemocracia que “la verdadera causa de todas las guerras es el capitalismo”

En los sectores en lucha contra el NUEVO ORDEN MUNDIAL, se ha discutido muchísimo, desde esa adhesión total al virus y a la pandemia, sobre cómo fue posible que los CRIMINALES que gobiernan el Mundo hayan logrado tal unanimidad, tanta adhesión y alcahuetería, tanto apoyo en el CORONACIRCO…y la consecuente militarización mundial

Precisamente, lo que más nos interesa en esta serie de notas, sobre la decantación del proletariado, contra todos los covidistas partidarios abiertos o vergonzantes de la nueva normalidad, es poner en evidencia, cómo los dictadores y genocidas dieron ese salto de calidad para CONVENCER Y MANIPULAR, DESINFORMAR E INFILTRAR…las estructuras que todavía resistían con anterioridad. Lo qué nos ha resultado más difícil de explicar es justamente, para quienes incluso antes de que hayan inventado “enfermos” y casos, “positivos” y “muertos por coronavirus”…en los diferentes países aceptaron LA MENTIRA DE VIRUS Y PANDEMIA sin siquiera cuestionar los datos oficiales, las mentiras del poder, la cifras traficadas, el montaje policial de los supuestos muertos de un virus…, que, ni siquiera habían aislado y era un total invento para ASUSTAR, para sembrar el PÁNICO y, con él, generalizar la tiranía y la opresión.

En efecto lo que resulta más difícil de explicar en todo este CORONACIRCO, en donde la carne para las fieras es el proletariado todo, es el proceso que llevó a que en exactamente 10 años del precedente circo plandémico, el de la gripe A…, se pasó de la lógica incredulidad de los oprimidos…, que fue admitido hasta por los grandes medios, a esta aceptación, sumisión y alcahuetismo generalizado…, que acepta la realidad de LA MENTIRA DEL VIRUS, con total naturalidad.

Para ello, publicamos a continuación un artículo que, consideramos excelente, aunque haya salido en la gran prensa, porque explica bien y claro EL CAMELO DE LA GRIPE A…  Dicho artículo, no solo nos permite denunciar, más globalmente el PLAN, que esconde todo el falso pandemismo hoy, sino contrastar la lucidez que hubo entonces, en amplísimos sectores de la población, con la sumisión y sometimiento que predomina en el 20/21, y subrayar así, el maquiavelismo evidente que desarrolló el Gobierno Mundial en esa década, para lograr tal sometimiento.

 Nos permitirá rastrear muchos más elementos claves en la ideología del entreguismo, la traición, el sometimiento a la ideología burguesa llamada “ciencia” y denunciar los elementos de manipulación político militar del Estado mundial para someter a grupos que, tampoco nosotros habíamos previsto que se someterían tan brutalmente al miedo al falso virus, falso contagio, falso test, falsa pandemia…, al CAMELO GENERALIZADO que requirió y sigue requiriendo EL PLAN de la aristocracia mundial para producir ese tenebroso nuevo orden que ya están creando.

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INVESTIGACIÓN / MILLONARIOS DEL MIEDO

 

EL CAMELO DE LA GRIPE 'A'

 

«Nos han tomado el pelo», sentencia un ex vicepresidente, español, de la OMS. «Queremos sacar a la luz toda esta enorme operación de intoxicación», agrega un experto alemán. Ya hay médicos de renombre investigados por posible corrupción. Todas las cifras son disparatadas. Las del enriquecimiento de algunas farmacéuticas y los millones gastados por los gobiernos en vacunas inútiles. La gran farsa de la pandemia empieza a desmoronarse

 

PACO REGO- EL MUNDO -España 24 ene. 2010

 

No bese. No dé la mano a nadie. No meta los dedos en la pila de agua bendita para santiguarse. Huya de los que estornuden. No suba a un autobús. No viaje. Vaya con mascarillas a todas partes. No pique del plato del amigo. No utilice ropa ajena... Prepárese.

Fue la receta de supervivencia, aderezada con terror, que nos vendieron en 2009. Hemos vivido los últimos seis meses conforme a un «plan metódicamente diseñado» -dicen los expertos a Crónica- que pronosticaba escuelas cerradas, miles de empresas paralizadas por la baja de plantillas, urgencias hospitalarias colapsadas, sin oxígeno ni vacunas para todos. Desde España a las Antípodas nos retrataron un mundo venidero de calles desiertas y morgues improvisadas. Al menos 150 millones de personas, cifró alegremente la Organización Mundial de la Salud (OMS), iban a morir desde junio a diciembre del año pasado, cuatro veces más que por la gripe del 18, la mayor pandemia de la Historia mundial. Pánico puro y duro.

«Nos han tomado el pelo, empezando por la OMS y los laboratorios», dispara el internista Pedro Caba, ex vicepresidente de la Organización Mundial de la Salud, el español que más lejos ha llegado en el organismo encargado de velar por la salud mundial. «La fórmula es sencilla: crea el problema, infunde todo el temor posible y luego vende la solución. No falla».

En España los voceros de la pandemia hablaban de miles de familias mutiladas por la pérdida de algún ser querido. Nadie estaba a salvo. A día de hoy han muerto 272 personas. Excepto dos, las demás arrastraban patologías antes de contraer la gripe A. En total, muchas menos que los 3.000 ó 4.000 que cada año fallecen por la gripe estacional en España. El coste de la alarma -infundada, según advertían desde el principio varios estudios avalados por prestigiosos epidemiólogos- ha sido alto en todos los aspectos. 333 millones de euros se gastó el Gobierno de Zapatero en la compra compulsiva de vacunas y antivirales. Eso sin contar el gasto sanitario (aún sin especificar) que supuso la avalancha de consultas en hospitales y centros de salud, tanto públicos como privados.

El negocio del miedo funcionó a la perfección. Las farmacéuticas, que facturan 700.000 millones de dólares al año, casi cuatro veces el presupuesto anual de España, destinan la mayor parte de sus ingresos, el 35%, a la promoción y marketing mundial de sus productos.

Al calor de la pandemia se han vendido en España alrededor de 15 millones de mascarillas, unos 25 millones de envases de desinfectante de manos, otro tanto de guantes de látex, un número indeterminado de kits antigripe... Y se esperaba vender aún más. Pero el pánico se fue diluyendo a partir de octubre pasado. La pandemia anunciada se esfumaba. La farsa parecía servida. En todo este tiempo han muerto unas 14.000 personas en los 208 países donde el virus de la gripe está presente.

La OMS se enfrenta a una crisis de credibilidad sin precedentes. A las farmacéuticas se las acusa de promover el fiasco para enriquecerse. Prestigiosos especialistas son señalados como corruptos. Los gobiernos se resisten a explicar los motivos reales que les llevaron a gastar cientos de millones en unas vacunas y antivirales «inútiles» contra la gripe A. «Lo pagaremos muy caro», opina Caba, «y no por el dinero despilfarrado».

EL «DR. GRIPE»     Wolfgang Wodarg, epidemiólogo alemán de 62 años y presidente de la Comisión de Salud del Consejo de Europa, ha puesto la diana en los lobbies farmacéuticos. Los acusa de orquestar una psicosis mundial perfectamente diseñada en torno a la gripe A para enriquecerse. «En abril, cuando llegó la primera alarma de México, me sorprendieron mucho los datos que avanzó la OMS para justificar la declaración de pandemia. No había ni 1.000 enfermos y ya se hablaba de pandemia del siglo. No había nada que la justificase», se despachaba el jueves de la semana pasada en el diario francés L'Humanité. «Lo único que importaba» -continúa- «y que condujo a la formidable campaña de pánico, es que la gripe A constituía una oportunidad de oro para los laboratorios cuyos dirigentes sabían que les tocaría el premio gordo en caso de que se declarase una pandemia».

Wodarg, quien a pesar de las presiones ha abierto una investigación -«Queremos sacar a la luz todo lo que ha podido contribuir a esa enorme operación de intoxicación»-, afina aún más: «Un grupo de personas de la OMS está relacionado de manera muy estrecha con la industria farmacéutica... Sin llegar hasta la corrupción directa, que estoy seguro de que existe, los laboratorios tenían mil maneras de ejercer su influencia sobre las decisiones [de la OMS]. He podido comprobar, por ejemplo, que Klaus Stöhr, que era el jefe del departamento de epidemiología de la OMS en la época de la gripe aviar, y que por tanto preparó los planes destinados a hacer frente a una pandemia, se convirtió en un alto ejecutivo de la empresa Novartis [una de las mayores empresas de vacunas, contratadas también por España]. Y existen vínculos parecidos entre Glaxo, Baxter, etcétera, y miembros influyentes de la Organización Mundial de la Salud».

En esa nómina de elegidos por los laboratorios para presionar a la OMS y a Gobiernos con el fin de que apoyaran la declaración de pandemia y así aumentar sus ventas y beneficios estaría, según fuentes consultadas por Crónica, el hombre que detectó el virus de la gripe aviar y el de la gripe A: Albert Osterhaus, 61 años, virólogo de fama mundial y director del prestigioso departamento de Virología del Centro Médico Erasmus de la Universidad de Rotterdam (Holanda).

El Dr. Gripe, como le bautizaron sus colegas, sería una pieza clave de la ola de histeria orquestada. Presidía el Grupo Europeo de Trabajo sobre la Gripe A que asesoraba a la OMS cuando el organismo guardián de la salud mundial declaró el estado de pandemia en todo el planeta (11 de junio de 2009), a pesar de que entre los pronósticos y la realidad las cifras distaban un abismo. Por ejemplo, en Nueva Zelanda, uno de los países donde se puso más el foco, de los 18.000 muertos previstos, sólo fallecieron 17. «Y lo mismo se puede decir de Australia o Canadá. Pero nadie hizo caso de los números reales. No interesaba contar la verdad. Estaban en juego cientos de miles de millones de dólares», añade el doctor Juan Gérvas, experto en salud pública, quien ha seguido al detalle la evolución del virus H1N1.

La verdad, en el caso del asesor de la OMS, Albert Osterhaus, estaría escrita en su cuenta corriente. «Él es el nexo de una red internacional conocida como La mafia farmacéutica», según el periódico online The Market Oracle, especializado en asuntos financieros. La sospecha de que ha utilizado su influencia y prestigio científico para favorecer los intereses de laboratorios, ha calado incluso en el Parlamento holandés. De hecho, ha abierto una investigación y rastrea el origen del dinero ingresado por Osterhaus en 2009, pues las cuentas bancarias del virólogo habrían engordado sustancialmente a medida que el miedo a la pandemia se extendía.

PLAN DIABÓLICO   «Ésta es una crisis de salud pública planificada al detalle. La OMS se atrevió a modificar incluso la definición de pandemia para poder lanzar una alerta máxima mundial cuando sólo había 1.000 infectados en México. Es algo inaudito, desproporcionado e irresponsable. Un obsceno ejercicio de ruido al que han contribuido ministros de sanidad, presidentes de gobiernos, farmacéuticas, medios de comunicación y, como buque insignia de todo el tinglado, la propia OMS», denuncia Pedro Caba. «Antes la OMS la financiaban los países miembros, de acuerdo a su PIB. Cuando muchos de ellos dejaron de pagar porque no tenían dinero suficiente ni para salir ellos adelante, el organismo entró en crisis. Entonces llegaron los laboratorios cargados de dólares, en plan salvador, y poco a poco se fueron haciendo con más y más poder. ¿Qué ha pasado ahora? No hay que ser una lumbrera para deducirlo», zanja el doctor Caba.

El plan de ahora, describe a Crónica una fuente sanitaria, fue diseñado teniendo en cuenta el fiasco, en cuanto a pronóstico, de la gripe aviar, en 2005. El «ensayo planificado» de lo que vendría después. La OMS, ayudada entonces por científicos a sueldo desplegados por universidades, fundaciones, ministerios y centros de investigación de todo el mundo, intentó hacer creer a todos que la muerte estaba próxima y tenía alas. Llegó a pronosticar hasta 150 millones de fallecimientos debido a la gripe aviar. La primera gran pandemia del siglo XXI, pregonaban machaconamente.

España, como otros muchos países, entró al trapo. Se hizo con 10 millones de antivirales (el famoso Tamiflú de la farmacéutica suiza Roche, a la que luego comprarían cinco millones de dosis más para hacer frente a la gripe A). Pero sólo se usaron 6.000 dosis. El marketing del miedo había funcionado bastante bien en todo el planeta. Roche y Glaxo, productor del otro antiviral, el Relenza, subieron como la espuma en los mercados. Aunque el holocausto anunciado era una farsa. Ganaban 8.800 millones de dólares en bolsa, en 2005. Y eso que, en todo el mundo, sólo 440 personas se infectaron y 262, entre más de 6.000 millones de habitantes, murieron. No hubo ni un solo fallecimiento en España por gripe aviar. Sólo murió un pato en el País Vasco (julio de 2006). Aquella ola de histeria nos costó 63 millones de euros, a los que hay que sumar 1,8 millones para acondicionar el laboratorio del Ejército donde se custodiaba y encapsulaba una parte de los antivirales, y 3,3 millones más en publicidad. Un escándalo. 

Los laboratorios aprendieron la lección. La eficacia de los antivirales mencionados estaba (y está) en entredicho por la mayoría de expertos. Pero ahora, con la gripe A ya en boca de todos, según el plan ideado, el siguiente paso consistía en explotar al límite el miedo inoculado a golpe de propaganda cuando la gripe de las aves. En juego estaba un negocio mundial estratosférico: 4.000 millones de euros sólo en vacunas, la mayor parte de los cuales fue a parar a las gigantes farmacéuticas Novartis y GlaxoSmithKline.

España, según confirmó a este suplemento el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, contrató en principio la compra de 37 millones de dosis, dos por persona. «Lo que recomendó la OMS», justifica Olmos. En total, 265 millones de euros. «Hicimos un contrato con Glaxo y Novartis conforme a que si fuera suficiente una sola dosis, ellos anulaban una parte del pedido», añade. Al final se compraron 13 millones de vacunas, de las que sólo se utilizaron algo más de dos millones, por las cuales se pagaron 93 millones de euros. Ahora se busca dónde colocar el resto. Una parte de los casi 11 millones de dosis sobrantes podría ser cedida a países en desarrollo y, la otra, vendida (se negocia con Polonia) a menos de la mitad de su precio.

LA SUBASTA    Todos se han pillado los dedos. Francia, con 95 millones de vacunas, es la que más. Ha empezado a vender y subastar sus excedentes (se estiman unos 80 millones). Sus primeros clientes, Qatar y Egipto, ya han comprado 2,3 millones de dosis. El Gobierno de Nicolás Sarkozy, al que ciudadanos, médicos y científicos piden explicaciones, compite con Holanda, Reino Unido y Alemania por colocar las que le sobran en mercados como México, Bielorrusia, Polonia o la República Checa. Y España, como Italia o Canadá, tampoco descarta poner a subasta parte de sus vacunas y antivirales.

FOSAS COMUNES   60.000 muertos, 10 veces más que la común allí, calcularon en Reino Unido. Y a medida que pasaban los días, la cifra más alarmista fijaba en 700.000 los fallecidos. El Gobierno británico, en un informe elaborado, curiosamente, a principios de 2009 cuando en la calle todavía nadie hablaba de pandemia, resaltaba la necesidad de establecer fosas comunes «para hacer frente al creciente número de víctimas de la gripe porcina», y de construir depósitos de cadáveres, como medida temporal.

También se sugería que los cementerios y crematorios contratasen mano de obra extra para cubrir la creciente demanda. La locura se completaba con contenedores «inflables» con el fin de proporcionar un espacio funerario adicional. A finales de agosto de 2009, sólo había contabilizadas oficialmente 44 muertes. Ésa era la realidad. El mal, sin embargo, ya estaba hecho.

SIN DEFENSAS   « ¿Para qué todo este gasto?, se pregunta indignado el médico Pedro Caba. «Las vacunas sobrantes hay que tirarlas. No sirven. Lo que necesitan esos países no son vacunas inútiles, sino bocadillos de jamón». «En cifras absolutas la mortalidad ha sido menor que nunca», añade el doctor Juan Gérvas. « ¿Por qué no han hecho caso a los datos? La vacuna contra la gripe estacional fue inútil en el hemisferio Sur (el nuevo virus desplazó casi por completo a todos los demás), y no existía vacuna contra la gripe A. Fue un invento.

Dice más: «Sabíamos que los antivirales tienen efectos adversos graves. ¿Por qué, entonces, tanta propaganda? Ya a primeros de julio de 2009 se publicó una primera proyección de la mortalidad por gripe A. Concluía que era menor que por la gripe estacional. Todo esto tiene que saberlo la población. Tiene que saber, por ejemplo, que muchísimas mujeres han abortado innecesariamente por los tratamientos y el pánico. Porque el miedo, hábilmente administrado, es peor que la enfermedad. Ése es el problema, el miedo».

 

«DOCTRINA DEL SHOCK»    O, como explica la periodista canadiense de investigación Naomi Klein, «una nueva manera de hacerse inmensamente rico a costa de la alarma global». Ésta es la idea que planea con fuerza sobre la queja A. «Estamos en manos de las farmacéuticas», dice el doctor Antoni Trilla, jefe de Epidemiología y Medicina Preventiva del Hospital Clínico de Barcelona. «No se puede depender exclusivamente de los laboratorios. Se ha hecho mucho daño. La gente ya no se fía. ¿Qué pasará cuando haya una pandemia de verdad? Nadie se lo creerá y tal vez los muertos se cuenten por millones ».


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