Al término de la Segunda Guerra muchos países estaban destrozados. No solo Alemania, Japón o Rusia: gran parte del mundo había sufrido los estragos bélicos en su territorio, o los coletazos de sus efectos sociales y económicos.
Gran Bretaña, por ejemplo, emergió de la guerra en un estado calamitoso: sus exportaciones se redujeron a un 2% del nivel alcanzado antes de la guerra; el país no tenía divisas para comprar lo que no producía y la deuda acumulada lo obligaba a desprenderse de sus activos en el exterior. Pero el laborismo, que triunfó en las elecciones de julio de 1945, implementó una batería de medidas que, además de partir de la nacionalización de los sectores básicos y estratégicos de la economía y los servicios de interés público, incluyó la socialización de la medicina y un racionamiento riguroso: las cartillas eran idénticas para todos los ciudadanos que estuvieran en las mismas condiciones. Las privaciones se prolongaron durante varios años,
Muchos países atravesaron aquellos años difíciles en los cuales retrocedieron varias décadas en su nivel de vida. Pero no todos.
La Argentina, por ejemplo, se subió a una ola empujada por otros vientos: su campechano presidente llegó a decir que la situación era tan favorable para el país que no se podía caminar por los pasillos del Banco Central porque estaban taponados de oro.
Hoy este mismo país tiene índices de pobreza e indigencia africanos, más de la mitad de los niños pasan hambre, cerca del 40 % de los trabajadores están por fuera del sistema, veintidós millones de personas son asistidas por el Estado y, para saltar a otro plano no desdeñable, la mayoría de los educandos egresa de los institutos de enseñanza con un nivel vergonzoso, cosa que en 1945 no sucedía.
Volvamos a los países indigentes, allá por el año que acabamos de mencionar (por ejemplo, Noruega, Italia, España, Japón, Finlandia…): ellos no pueden jactarse de la abundancia de sus recursos naturales, y sin embargo tienen indicadores socioeconómicos muy superiores a los nuestros. La pregunta —para los que sienten el apremio de hacérsela— es: ¿qué catástrofe brutal hemos padecido para que el transcurso de estos 75 años nos haya sido tan aciago?
Urge buscar la respuesta con honestidad, porque si no la hallamos las consecuencias serán peores. Mucho peores.
El llamado “Día de la Militancia” nos entregó hoy dos ejemplos perfectos de las negaciones en las cuales no debemos incurrir: 1) el presidente festejó su derrota electoral, la cual le implicó perder varias de las parcelas de poder logradas hace dos años; 2) a su vez, muchos trabajadores celebraron haber contribuido a traer al que vino con la Triple A bajo el brazo y tronchó el ascenso de la clase obrera iniciado en el 68.
Extraño, ¿verdad? Pero, justamente, atando cabos, esa anomalía quizá nos lleve a entender por qué, rigiéndonos por esa clase de lógica, estamos a punto de hundir del todo a una nación que en 1945 parecía tener reservado un destino venturoso.
Juan del Sur
@juandelsur2
He leído con asombro y estupor la persecución efectuada por Página 12 a los editores de Posta, sin perjuicio de la cháchara leguleya el fin está claro maniatar la libertad de prensa. AQUÍ
Página 12 pertenece al Grupo Octubre S.A. una sociedad anónima, empresa multimedios oficialista argentina encabezado por el secretario general del Sindicato Único de Edificios de Renta y Horizontal (Suterh) y expresidente del Partido Justicialista porteño, Víctor Santa María. La empresa es dueña del diario Página/12, las revistas Caras y Caretas, El Planeta Urbano, Diario Z, el sitio web Latinoamérica Piensa, las radios AM 750, FM Mucha Radio 94.7, FM Aspen 102.3 y Like FM 97.1, los canales IP (Información Periodística), El Nueve y la plataforma streaming octubretv.argentina creada y dirigida por el empresario y sindicalista Víctor Santa María, que lleva 24 años como secretario general de este sindicato que es el hijo del ya fallecido José Francisco “Pepe” Santa María que dirigió durante muchos años ese sindicato
Hoy le pregunté al encargado del edificio, si está al tanto de la censura que ejerce Pagina 12 sobre quienes tienen la amabilidad de reproducirle algún artículo.
Me expresó que el medio es una fiesta de despilfarro, que si uno va al Sindicato cientos de número se regalan porque según los burócratas tal medio de la prensa hegemónica K, es de los afiliados del sindicato. Desconozco cuantas acciones tienen cada uno de los encargados dado que a ellos no les interesa tener ese medio al igual que algunas radios, su interés es una mejor obra social y hotelería, cosa que no sucede Como es lógico el afiliado no opina, no participa en decisiones económicas, no tiene democracia interna solo la monarquía de un multimillonario y su equipo de corruptos investigados todos por ladrones pero sin ningún resultado práctico gracias a una justicia que los ampara y los deja continuar con su fastuosa vida a costa de los auténticos trabajadores.
Esto es la confirmación que Verbitsky era agente de inteligencia de la Fuerza Aérea durante la dictadura militar. El Perro se desvinculó hace tiempo de Página; Santa María es un peso pesado y dirige un verdadero imperio de medios, formidable estructura que le permite hoy sentarse a la mesa de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) con excelentes relaciones , con el macrismo , Larreta y demás por sus funciones en el PJ de Capital, y buen trato con Clarín y Perfil
Nuestra solidaridad a Posta alentándolos en su valiente lucha de una auténtica izquierda que no es furgón de cola de los nefastos y corruptos K. Recordemos que los diputados de la izquierda parlamentaria, se abstuvieron de votar la ley "prontuario limpio" ¿se olvidan acaso que la Constitución Nacional establece que los actos de corrupción son tan graves como los golpes militares dado que ambos alteran el orden democrático?
Esta izquierda obsecuente de la corrupción seguramente no es repudiada por la prensa hegemónica K
Alejandro
Gerardo Sotelo dice que no censura cuando no da voz a toda una corriente de pensamiento que cuestiona las políticas pandémicas, políticas pandémicas que han arruinado a millones, empujado a la desocupación a millones, aterrorizado a millones y suicidado a millones.
Para el jefe de los medios de comunicación del Estado el periodista es un juez que decide qué debe saber la población, una población que no toma partido como resultado de la libre discusión de ideas, sino que toma partido en función de la información que ha filtrado el periodista por su leal saber y entender.
El periodista, según el jefe de los medios de comunicación del Estado, es libre, puro e independiente para decidir qué información debe llegar a la masa.
Ni por un instante se le puede ocurrir al jefe de los medios de comunicación del Estado que haya poderes económicos como los del capital financiero, que han arruinado históricamente con sus movimientos bursátiles a economías enteras, y que deciden qué periodista trabaja de periodista y qué periodista no trabaja de periodista. Eso no existe para el jefe de los medios de comunicación del Estado, ya que vivimos en un mundo de igualdad de condiciones para todos, donde ningún mega ultra archi millonario presiona a nadie sobre nada, y mucho menos, es propietario de las grandes agencias de noticias y genera guerras donde levanta billones de dólares.
El problema con que nos encontramos es que los regímenes que con justificado desprecio desprecia el jefe de los medios de comunicación del Estado, hacen lo mismo que hace el jefe de los medios de comunicación del Estado, esto es, decidir de qué se habla y de qué no se habla, y decidir quién habla y quién no habla.
La confesión de Gabriel Pereyra obligó a Gerardo Sotelo a hacer el ridículo frente a la población. El jefe de los medios de comunicación del Estado acaba de confesar que él mismo decidirá de qué cosas nos enteraremos y de qué cosas no nos enteraremos, pues resulta que los regímenes fascistas que odiaba, lo fascinaban, y no se puede escapar a la fascinación.
Es coherente, pues en esos regímenes fascistas, el capital financiero daba las órdenes y todos los demás, sean presidentes, sean generales, sean científicos, sean jefes de los medios de comunicación del Estado, doblaban el lomo y ejecutaban las órdenes que se les daban.
La única diferencia es que aquellos regímenes fascistas tenían el pudor de no invocar la libertad para aniquilar la libertad. La humanidad, con respecto al fascismo, ha retrocedido, y en especial, han retrocedido los jefes de los medios de comunicación del Estado.
Marcelo Marchese 16/11/21
Luis E. Sabini Fernández 19 noviembre 2021
Para Juan Grompone (Tertulia en Radio Mundo, 19 nov. 2021) vale más aplicar una vacuna diseñada para combatir una enfermedad y que todavía no haya sido evaluada que no hacerlo.
Una vacuna, cualquiera que sea su calidad o resultado, vale más que no hacer nada dice nuestro cientificista.
Don Grompone se burla así del principio de precaución, que laboriosamente se ha ido forjando a través de las décadas, a la luz de los errores, omisiones, secuelas que el desarrollo científico, médico incluido, ha generado: pensemos apenas en la talidomida o el Vioxx, la enorme cantidad de medicamentos, a menudo tenidos como “milagrosos”, que han tenido que ser sacados apresuradamente del mercado.
Recordemos la inconciencia, por ignorancia, asumida para lidiar con la radiactividad hace apenas cien años; operarias que pintaban manualmente agujas de reloj para que se las viera en la oscuridad, ¡algo tan cómodo! y que morían “misteriosamente” a los 30 años de cáncer.
O la invasión de tierra, mar y aire con termoplásticos, sobre todo en forma de bolsitas para todo uso, que han terminado en los órganos de prácticamente todos los animales marinos, y esa invasión, cancerígena, hecha solo por comodidad.
En todo caso, lo que me preocupa como sociedad, no es el dogmatismo de JG, sino la ausencia de resistencia, de visión crítica de quienes lo circundan. Que nadie le diga que hay límites al macaneo.
El desarrollo científico mismo, y nuestra situación actual con la modernidad, y la ristra de secuelas en proceso (contaminación generalizada, calentamiento global, desertificación) deberían llamarnos a la cautela. Pero es indudable que, como decía Einstein, la sabiduría tiene límites; la estulticia, no.
¡No al “pasaporte” COVID!
No al “pasaporte” covid porque eso es propio de un estado totalitario… es anti constitucional.
Las autoridades sanitarias ya podían proponer otra alternativa, otros antídotos para prevenir la contaminación, pues cada vez más se está demostrando que esas vacunas proxenetas no son fiables, que a pesar de su paranoia, se está contaminando mucha gente vacunada.
Me niego a que me impongan un desayuno con hamburguesa McDonald’s, me niego a que me imponga como medio de diversión “la fiesta” de Halloween…
Es mentira podrida, esas vacunas no son el producto más eficaz contra la covid, dejen ya de utilizar a la humanidad como conejillos de indias… Empezaron con el síndrome de las vacas locas, luego la gripe aviar, después la gripe porcina, todo un proceso para llegar a la pandemia del coronavirus…
Llevamos casi dos años sometidos a un bombardeo psicológico demoledor, es que parecen cotorras: covid, coronavirus, contaminados, muertos, vivos, confinamientos, amenazas y un largo etc… y al final como estamos viendo han quemado miles de millones de euros, para conseguir mierda perro… bueno han conseguido tener al rebaño idiotizado.
Mejor le aplique mano dura a la corrupción, a la evasión de capitales, -al Borbón de Abu Dabi- a los prevaricadores, a esa impunidad de las élites que tanto daño le está haciendo a millones de personas.
Un cordial saludo, del Grupo Tamarant
Cuando la hipocresía comienza a ser una mala realidad,
es hora de comenzar a decir la verdad.
(Bertolt Brecht)
CANARIAS