09.DIC.21 | PostaPorteña 2251

Uruguay: Reflexiones en PANDEMIA

Por La Fragua

 

Ninguna pretensión de explicar científicamente nada. “...un biovirus se transformó en un infovirus y consecuentemente en un psicovirus” (de P.P. 2248)

El científico ruso, virólogo, Aleksandar Alexievich Radko afirma que, técnicamente, una “pandemia requiere un 5% de enfermos al mismo tiempo... se llegó a 7%, pero en dos años”!! ... Tendrían “que pagar una compensación a todos aquellos que perdieron sus trabajos, a todos aquellos que están muriendo de hambre…”. Concluye “…esto NO es una pandemia, sino un experimento político, social y económico, sobre nuestra población...”

Pero ¿cuántas afirmaciones, a favor y en contra, hemos podido valorar antes de entrar en miedo? Se trata de confiar y creer todo lo que masivamente y machaconamente se ha difundido?

La lucha contra la pandemia ha puesto en el mismo bando, a izquierdas y derechas políticas en muchos países. Pero, algo parece comenzar a alterarse en ese Discurso Único. Cada día algo nuevo aparece en la campaña mundial. Cada día aparecen contradicciones…

Se trata creer o reventar, o solo hay que creer? Hay exposiciones de periodistas y comunicadores que han comenzado a moverse de la silla. Durante casi dos años hemos podido ver y leer y sufrir como gente del pueblo, una gigantesca campaña mientras nos fue cambiando la vida para peor. Las medidas aplicadas - justificadas y agravadas en y por la pandemia derrumbaron actividades económicas, alteraron las educativas, sanitarias, incluyendo TODAS las actividades de atención en salud que han sido suspendidas, postergadas, o directamente cerradas (sumados a la crueldad creciente de deshumanización empresarial y de muchos funcionarios saturados e insensibles en la atención)

Un capítulo aparte merece la situación particular de los trabajadores de la salud, médicos y no médicos, que han desarrollado su labor bajo la inmensa presión agregada de ésta pandemización. Que sufrieron la presión positiva de ser llamados héroes de la primera línea, con aplausos y alabanzas sin reconocerles, las condiciones de trabajo, superexplotación laboral y multiempleo. Hasta la negativa de verse hoy, en la mira de las acusaciones de ocultar las prácticas internas de cada institución.

 La afectación y el vaciamiento, casi parálisis, abarcó actividades deportivas, de tránsito y movilidad, de acceso a servicios. Se agravaron las condiciones de vida doméstica cotidiana, con hundimiento de relaciones y la apatía social. Se instaló el temor al encuentro y al abrazo. Aumentó la depresión, la angustia.

El suicidio está siendo denunciado en aumento, junto a la violencia y la crispación dentro y fuera de los grupos familiares. Incluyendo la convivencia barrial y vecinal. Todo éste conjunto de efectos que no nos permiten saber hacia dónde fue la vida que conocimos. Sería imposible de mencionar todo en una nota. Lo que sucede en otros países y regiones lo sabemos solo hasta donde los medios informativos nos permiten saber. Incluyendo nuestro entorno inmediato.

La inmensa mayoría de personas que defienden la campaña tal cual está aplicada, afirman que hubo y hay consecuencias mortales. Los intubados, los CTI, los contagiados, las campañas de vacunación masiva… y los diferentes y cambiantes modos, nombres e interpretaciones extensivas a franjas de edad y a situaciones en riesgo… que ahora apunta a los niños!!!

Pero no se muestran datos comparativos de mortandad de otros años, ni certificación de causas de muertes. Mientras la gigantesca campaña se fue desarrollando sucede que aparecen nuevas cepas, y entonces hay nuevas campañas. Se aplican y aflojan las restricciones, según el interés determinado por la economía de algunos negocios. Según quienes sean los que realizan actividades de aglomeración masiva, se reprimen o no. No olvidar que en Uruguay, en Montevideo, Plaza Seregni, a pocos días de aplicarse la restricción a la aglomeración, la policía disolvió a tiros una tamborileada.

Las restricciones a la movilidad han impactado a mucha gente que camina o viaja en soledad con la boca y la nariz tapada, y ojos recelosos. Las medidas han sido y son muy duras, pero excluyen a los más ricos. Nunca se aplicaron a los shoppings, por ejemplo. Pero sí a rajatabla en los hospitales y oficinas públicas. No en las fábricas y obras gigantes como UPM en Tacuarembó.

A uno le cuesta entender cómo se explican los testimonios, en mayoría, que dicen: “Yo me vacuné y no me pasó nada!!” Uno responde, qué bueno!! La mayoría de gente honesta que confió y confía, ha sido inyectada. Con una, dos o tres dosis.

La respuesta desde la crítica es: “Y si vacunaron con placebos a mucha gente?” También conozco amigos que luego de inyectárseles la inmunización, sufrieron colapsos varios. Desde ACV hasta trombosis, y cambios cardíacos peligrosos, quedando frágiles y hasta discapacitados.

Circulan otros relatos de muertes a consecuencia de la vacunación, que se difunden masivamente en redes. Los contratos con los vendedores de vacunas -variadas y en feroz competencia mundial, verdaderas guerras comerciales son secretos!! Y variopintos. Y los trabajadores de la salud que aplican la campaña, no sabe que contiene la jeringa. Y los médicos no se hacen responsables del tratamiento

Luego resulta que el vacunado no está inmunizado…!!!? Entonces…?

Hay una nula oportunidad de obtener información alternativa, crítica o alerta, desde los sectores médicos. A quienes buscamos otras respuestas, nos es más difícil obtenerlas, de forma cierta y comprobable.

Pero lo que choca contra toda razón, lo que debería alarmarnos a todos, es el hecho de que, ante el tamaño de la tragedia mundial, no se desarrollen debates democráticos, televisivos, acceso a otras opiniones de relevancia crítica. Y se oculte o ignore deliberadamente la profundidad de la información alternativa, de calidad, la que se censura expresamente de una u otra manera.

Eso es oscurantismo sin duda. Estamos expuestos a recibir ésa información casi exclusivamente en las redes

Salvando la particular situación argentina, donde la oposición política al gobierno aglutinó a todo tipo de expresiones reaccionaras, que aprovecharon para expresarse contra el gobierno, en general las grandes organizaciones de izquierdas y derechas políticas, aparecen coincidentes en la campaña mundial

La lucha ideológica para cambios sociales progresivos y ó revolucionarios, estaría supeditada a la “salvación de la vida”. Lo curioso es que no denuncian la censura ni la falta de debate e intercambio. Es lamentable de verdad.

UNA BUENA PREGUNTA...

¿Cuáles son las mayores causas masivas de muertes y sufrimientos en el mundo? Las más persistentes y devastadoras? Las que casi desaparecen desde hace años de las noticias?

HAMBRE, DESNUTRICIÓN, ENFERMEDADES CURABLES PERO MORTALES, GUERRAS, MUERTE PREMATURA DE NIÑOS, CONTAMINACIÓN AMBIENTAL, AGROTÓXICOS, MIGRACIONES FORZADAS MASIVAS. Todas éstas son las verdaderas pestes de un mundo capitalista, fragmentado, para usufructo de élites privilegiadas.

Mientras casi no se muestran, las causas del porqué de columnas de migrantes desesperando, tanto en Europa como en la frontera de México y EEUU, como en el Mediterráneo. Ocultando la tragedia de todos los países en guerra por el control del petróleo o los minerales nuevos, de Medio Oriente y África, huyendo despavoridos, o amontonados en ciudades, en ghettos marginados como en Turquía y Grecia. Y en las barriadas empobrecidas de las grandes ciudades de EEUU, Francia en el puerto del Havre, en Calé, y en la frontera de Polonia con Bielorrusia…

En el bombardeo de cada minuto y hora a diario, en cada medio informativo masivo, no aparecen como predominantes. Ni insisten en el cuidado de no morir de pestes contaminantes por la comida, el aire, el agua, o a balazos… Ni llevan a aplicar campañas mundiales de solución. No suena raro?

SOLO ALGUNOS DATOS:

Entre 720 y 811 millones de personas en todo el mundo sufrieron hambre en 2020, unas 161 millones más que el año anterior, lo que aleja al mundo del objetivo de desarrollo sostenible (ODS) de acabar con el hambre para 2030, según el último informe anual sobre el estado de la seguridad alimentaria y el hambre en el mundo.

Cifras de varios organismos de Naciones Unidas. Publicado el 12 julio 2021...

En América latina y el Caribe, el fuerte golpe económico de la pandemia ha dejado a millones de familias con menos recursos para comprar alimentos nutritivos,” señaló Jean Gough, directora regional de UNICEF para América Latina y el Caribe

En URUGUAY … Entre 2017 y 2019, 800.000 personas sufrieron inseguridad moderada o severa en algún momento durante ese periodo en Uruguay, previo al inicio de la pandemia y a la crisis económica que la acompaña, advierte el informe anual publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA); la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS); el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP).

No hace falta agregar los dramas de desocupación que el INE (Instituto Nacional de Estadísticas) no mide en las barriadas pobres periféricas del área metropolitana y del entorno de las ciudades del interior y fronterizas. Ni tampoco la carencia de vivienda, los desalojos a la calle de familias y pensiones enteras,, los 60.000 hogares en situación de corte de luz, el costo de los alimentos, el derrumbe de la atención en la salud general. Es pegar sobre una dolorosa herida social creciente y sin soluciones a la mano. Y la exportación de bienes y ganancias de los “malla Oro” suman unos 7.000 millones de dólares que se atesoran fuera del país. Ganancia pandémica.

EN SUMA: dicen algunas pancartas, LA PANDEMIA ES EL CAPITALISMO¡¡¡

 

LA FRAGUA PERIÓDICO OBRERO dic 2021


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