Queridos: hay que resistir por todos los medios, no dejarse encerrar, ni tapar la boca, ni destruir sus actividades vitales (confinamiento, cuarentena, internación…) y mucho menos dejarse inocular con esas ARMAS químicas de destrucción masiva que llaman “vacunas”
Los criminales del Estado Mundial vienen por nuestros hijos, para asesinarlos, castrarlos, domesticarlos, destruir su mente, cambiarle su herencia genética y transformarlos en “dispositivos conectados” y esclavos útiles.
Los déspotas plutocráticos están en la ofensiva final contra la humanidad, para imponer su NUEVO ORDEN MUNDIAL. Nosotros, no tenemos más remedio que defendernos, que PELEAR por todos los medios para preservar NUESTRA VIDA Y LA DE NUESTROS SERES QUERIDOS.
Como declara la élite internacional (Biden, Macron…), esto es una guerra.
Ellos atacan militarmente enclaustrando, confinando, encerrando, reprimiendo y, con todo tipo de armas de destrucción masiva, como las medidas de segregación, encierro y represión de la gente, las máscaras, los test, las vacunas…
Todo lo que está destinado a un uso corporal como los hisopos de los test, la máscara, los químicos y las inoculaciones contienen tóxicos e incrustan en el organismo materiales de destrucción/sustitución genética. Peor, esas armas, concebidas por militares y producidas bajo secreto militar para domesticar (“mind-control”) y avasallar poblaciones fueron desarrolladas durante todas las dictaduras del siglo XX (yanquis, inglesas, francesas, nazis, leninistas…) y tienen por objetivo, apenas disimulado, el transformar a todo inoculado en un ser (o mejor dicho dispositivo) conectado y controlado, es decir en una entidad ESCLAVA.
¡Organicemos la acción directa de defensa de nuestros seres queridos frente a la dictadura genocidaria de todos los gobiernos!
La defensa de la vida por todos los medios, no solo es el derecho más vital de los humanos, sino deber más trascendente de toda la historia social de la humanidad.
Sin libertad no hay especie humana sino animales domésticos y serviles.
Cómo dijo el otro día, un conocido luchador uruguayo, el Dr. Gustavo Salle: “¡a quien venga a inocular a mi nieto me lo llevo puesto!”.
¡Todo defensor de la libertad humana debiera hacer suya esta consigna y generalizarla!
Ante tan brutal ataque militar con armas genéticas, químicas, biológicas, radioactivas y transhumanas…, la defensa de las personas es el más sagrado y el más legítimo de todos nuestros derechos.
¡Pero cuidado!
Los genocidas, la aristocracia financiera internacional, que controla la producción mundial de dinero fiduciario y se beneficia con la destrucción de los humanos (y sus actividades) aunque esté constituida por muy pocos individuos, con su dinero y poder, controlan todo el aparato ideológico, social y político del Estado Mundial. Dirigen todos los ejércitos y los servicios de seguridad, las fuerzas policiales y los partidos políticos, los medios de producir y difundir la información y los censuradores internacionales, los sindicatos y las redes sociales…
¡Pero cuidado!
¡Quienes hacen la guerra contra la humanidad obedeciendo a la élite, como en todas las grandes dictaduras de la historia, son millones de obedientes ciudadanos! Por interés económico, por pertenencia y obediencia a los aparatos pagados por los Estados, los agentes activos dirigen los gobiernos y los partidos, los sindicatos y las policías, los “expertos” militares y/o “científicos”…
Pero, como todos sabemos, también está el vecino, que se dejó manipular, y/o que cuenta que no le queda más remedio que obedecer órdenes, el padre o la madre que aceptó inocular al hijo y no había querido saber que querían matarlo o dejarlo tarado…; y que servil al poder mundial (Estado profundo) sirvió para matar a su propio hijo/hija…, o dejarlo tarado…, conectado y anulado.
En realidad, hay millones de ciudadanos que creyeron en la mentira oficial de la PANDEMIA, que también se creyeron la gigantesca invención de que moriría millones de personas por un supuesto virus…, cuya existencia misma nadie probó, y tampoco se enteraron que el test (PCR) era trucho y cuyo único objetivo era el terror publicitario del covidismo: hacer creer en la mentira de que NO eran los genocidas que atacaban, sino una supuesta enfermedad, ni que las supuestas “variantes” del virus no son más que el siniestro tapadero que, los psicópatas billonarios, que dirigen todo el tinglado, realizan con respecto A LA HECATOMBE DE “EFECTOS SECUNDARIOS” QUE se provocó en el mundo desde la generalización de las terribles inyecciones llamadas “vacunan”.
En un genocidio, no se aceptan ni la obediencia debida a los déspotas, ni la convicción cómplice que existe en toda dictadura. Quienes aceptan inocularse ellos por sumisión, imbecilización o domesticación…, no podemos impedirlo, pero que NO vengan a inocularnos a nosotros, que no vengan a inocular a nuestros hijos, nuestros nietos, nuestros seres queridos.
Ni siquiera podemos ser neutros, si esos corderos castrados, esos sumisos y serviles deciden enviar al matadero (vacunatorio) a sus propios infantes. Es un deber responder a la violencia que significa inocular a cualquier ser indefenso y/o menor de edad con esas ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA…, con la lucha a muerte contra los opresores y vacunadores. No olvidemos, ni un instante que la razón de la “vacunación” no es sanitaria, sino una guerra genocida.
Las “redes sociales” están lleno de videos y relatos de miles de personas que estaban orgullosos de vacunarse, que incluso se prestaron a hacer la publicidad de tan ponzoñosa mezcla tóxica como si fuese a protegerlos y resultaron muertos, atrofiados para siempre o quedaron incapaces.[1]
Como todos saben hay cientos de políticos prestigiosos, artistas y deportistas consagrados que se vacunaron ante las cámaras…e hicieron publicidad por las vacunas y luego no contaron el cuento, o si lo contaron fue muchos días después disimulando los efectos incapacitantes de las inoculaciones tóxicas.
No a todos le dieron placebo, para disimular que las vacunas “son para los imbéciles” como dicen a puertas cerradas…, algunos elitistas también aceptan correr el riesgo y el resultado ha sido una brutal hecatombe como lo testimonian todos los estudios basados incluso en cifras oficiales (que, ADEMÁS, nunca consideran como “daños por la vacuna” o causados por la vacuna…a los muertos e incapacitados…cuyo “efecto secundario nocivo” se produzca en la primera quincena posterior a la inoculación)
Pero hay todavía muchos más testimonios de los sobrevivientes de las vacunas que dicen que, denuncian problemas cardíacos, respiratorios, digestivos, nerviosos…y que juran que nunca más aceptarán una inoculación de ese tipo. Cada vez hay más testigos que denuncian, sobre todo en los países más vacunados, los daños ocasionados por la vacuna a un padre, a una madre, a un familiar que ya ha muerto.
En las últimas semanas (noviembre/diciembre 2021) la cantidad de testimonios directos de padres y madres de niños inoculados y muertos y/o jodidos para siempre, (sobre todo en los países con gobiernos más fieles a la DICTADURA COVIDISTA Israel, Estados Unidos, Australia, Austria…) ha explotado y sumergido las redes.
Explotan los arrepentimientos, los pedidos de perdón a dios y a la virgen maría… y sobretodo las denuncias de los gobiernos y autoridades de la salud…que autorizaron tales ponzoñas destructivas, por razones de “urgencia sanitaria”. ¡Qué también eran mentira, porque no había ninguna enfermedad en desarrollo incontrolado como contaba la televisión!
Pero nadie devolverá a los hijos muertos, ni devolverá la salud a los niños con problemas de todo tipo que no podrán nunca más ni correr, ni jugar a la pelota.
Conocemos decenas de casos directos de padres y madres que fueron a “vacunar a sus hijos…y no logramos impedirlo que lo hicieran y hoy piden perdón (algunos hasta nos dicen “debías haberme forzado a no escuchar a los organismos estatales que nos mintieron”) a sus propios hijos o a sus “dioses” y/ o imploran por remedios que pudieran “limpiar” los efectos tóxicos que experimentan los inoculados.
Lo que resulta más difícil, con dichos damnificados por el poder imperial, es explicarles que los efectos secundarios inmediatos, son solo PARTE de lo que deberán soportar los inoculados. ¡Que lo que viene será todavía peor!
La mayoría de los efectos destructivos de la salud humana, los sentirán a mediano y el largo plazo.
En efecto, aunque los productores de las “vacunas” estén protegidos la firma de contratos con todos los gobiernos de que ellos no serán responsables de ninguna muerte, ni ningún daño ocasionado por las supuestas “vacunas”, y que el conjunto de tóxicos y venenos que incluyen en cada inoculación esté protegido como “secreto militar” avalado por todos los ejércitos vasallos del mundo; valientes resistentes han probado y certificado, contra viento y marea, que esas supuestas terapias génicas, cambian para siempre la génesis de los humanos y que contienen todo tipo de metales pesados, tóxicos, venenos…, así como nanopartículas de óxido de grafeno y otras extrañas “cosas” (en Estados Unidos la llaman The Tink) que se reproducen al interior de los cuerpos…
Desde todo el mundo, científicos verdaderos y luchadores sociales han denunciado que esas inoculaciones tóxicas son brutalmente destructivas del funcionamiento hormonal, circulatorio, respiratorio, nervioso, linfático, reproductor…de todo ser humano, que provocan abortos y destrucción de la capacidad reproductora, lo que a todas luces coincide con los objetivos genocidarios de los maltusianos que dirigen el mundo.
Además, si bien hay tóxicos que pueden expulsarse con diversas terapias, hay daños irreversibles que perdurarán para siempre en todos los seres inoculados, e incluso en el caso de que algunos inoculados quieran tener hijos…no se puede en absoluto garantizar que tipo de seres surgirán de todo ese experimento.
Aunque no les quita responsabilidad en el genocidio, la mayoría de los padres y madres culpables de llevar y/u obligar a vacunar a sus propios hijos, a los que condenaron para siempre, se creyeron en la mentira de que eran “vacunas”, ignorando precisamente lo esencial: que ninguna de las inyecciones, que se proclaman “vacunas”, ni siquiera tienen la autorización competente para llamarse de esa manera.
Oficialmente no son “vacunas” y solo por propaganda se llaman así, porque ninguna de todas las aprobadas en esos procedimientos de urgencia militar que autoriza a tolerar provisoriamente algo pretextando la “urgencia” pudo probar que servía para proteger frente a tal o cual enfermedad…, sino que al contrario, la enorme mayoría de los expertos (no pagados por el Estado mundial y la industria farmacéutica) consideran que no solo no protegen contra el “coronavirus”, ni la gripe,….sino que multiplican por 7 “el contagio” y desarrolla decenas de síntomas similares que oficialmente se atribuyen a otras variantes.
De ahí que sea tan justo y claro afirmar las “supuestas variantes” del “coronavirus” son provocadas por las vacunas.
Quienes no creemos en la teoría religiosa y militarista de la ciencia medical dominante, atribuimos ese aumento de los “contagios” provocados por la vacuna…, a la toxicidad social de la contaminación electromagnética provocada por las diferentes nanopartículas conectadas de los seres inoculados.
Aunque hemos verificado científicamente, que no todas las “vacunas” contienen todo el protocolo criminal aprobado por las empresas químicas, dado que por miedo a la reacción y resistencia popular inyectaron mucho placebo (en algunos países las primeras dosis contienen un alto porcentaje placebo) la verificación de dicho “contagio” post vacinal fue probado en todos los continentes (conozco y pongo a disposición de quien lo desee las pruebas de cómo esto fue constatado por especialistas de virología estadística en Estados Unidos y en Francia) y se ha verificado en el mismo porcentaje que los inoculados aparecen en los celulares próximos con una dirección IP: el inoculado es desde ese momento, más un dispositivo internet que un ser humano.
No hay otra salvación humana frente a la furia vacunatoria, el confinamiento, las cuarentenas, las máscaras y las reglas de distanciación, impuestas por el capital imperial y el Estado mundial, que la lucha social y la acción directa.
Contra todas esas medidas pseudo/ sanitarias, cuyo objetivo profundo es destruir la humanidad, la cantidad de personas en lucha, siguió creciendo durante todo el 2020 y el 2021, Mucho más de lo que somos conscientes cada uno de los grupos, asociaciones y fuerzas de resistencia organizaba.
La tiranía mundial sigue monopolizando la información mundial, censurando todo lo que la pone realmente en cuestión y también ha agudizado la censura y la represión de las informaciones de la resistencia. Incluso las redes de resistencia internacionalistas, no logran mantener el mínimo de información…, también internet se ha transformado en un campo de concentración…, adonde las informaciones circulan clandestinamente para informar la resistencia, lo que impide tener una verdadera visión de conjunto.
¡RESISTAMOS POR TODOS LOS MEDIOS A LA DICTADURA GENOCIDA!
Ricardo
Diciembre 2021
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